La unificación de Italia ocurrió entre 1860 y 1870, liderada por figuras como Cavour y Garibaldi. En 1859, Lombardía fue anexionada con apoyo francés. En 1860, Garibaldi conquistó el Reino de las Dos Sicilias. En 1866, Venecia fue conquistada tras la guerra austro-prusiana. Finalmente, en 1870 la anexión de Roma completó la unificación italiana.