La candidatura de Arturo Alessandri en la década de 1920 alentó las esperanzas de los trabajadores al manifestarse a favor de promulgar una legislación social, pero los parlamentarios se mostraron más interesados en aumentar su propia dieta que mejorar las leyes laborales. La oficialidad del ejército presionó al parlamento en 1924 para que aprobara dieciséis leyes importantes, incluyendo leyes laborales. Después de los sucesos políticos que llevaron al poder a Carlos Ibáñez del Campo en 1927, comenz