La Web 3.0 permite encontrar, compartir e integrar información fácilmente a través de una interfaz semántica que facilita la interacción directa con los elementos. Los buscadores pueden encontrar información más relevante y la información puede provenir de múltiples fuentes en lugar de un solo servicio. El código es más sencillo de desarrollar y mantener, y existe interacción entre todas las aplicaciones basada en un lenguaje formalizado.