Después de las fiestas del Solsticio de VERANO, los días fueron deslizándose ininterrumpidamente entretenido como estaba el Duende Taeton en aprender, a través de su primo Prixus, las diversas técnicas del juego de pelota en el frontón. Durante los primeros días del mes de septiembre, un gavilán trajo a Tío Kirino un mensaje procedente del Valle del Pas redactado por su hermana Zinosura. La tía de Prixus les invitaba a él y a TAETON a pasar unos días en casa de ella y de su marido Xilenio que habitaban en las tierras kántabras.