El documento argumenta que las empresas respetuosas del medio ambiente son más competitivas que aquellas que no lo son. La protección del medio ambiente a través del uso eficiente de recursos y la generación mínima de residuos conduce a la innovación, mejoras en procesos y gestión de calidad, lo que aumenta la competitividad de una empresa. El documento también proporciona el ejemplo de la biominería como una alternativa ecológica y competitiva para la extracción de metales.