El documento describe cómo las hormigas trabajan juntas estratégicamente para lograr objetivos a pesar de que no piensan de forma individual. Algunas hormigas se sacrifican para formar puentes que permiten a otras cruzar. El documento sugiere que este comportamiento de trabajo en equipo se puede aplicar en el contexto educativo, donde los departamentos y comisiones funcionan mejor cuando colaboran entre sí, así como que los docentes del siglo XXI deben ser adaptables, perseverantes y estar dispuestos a compartir tanto sus éxitos como sus fracasos.