La política urbano-habitacional implementada en el 2002 en Perú ha consolidado las instituciones y el mercado de vivienda, manteniéndose sus principales instrumentos como Mivivienda y Techo Propio. Sin embargo, esta política no ha reducido los déficits habitacionales y urbanos ni satisfecho la demanda debido al crecimiento demográfico. El documento analiza los problemas como el limitado control urbano, la gestión ineficiente del suelo, la falta de financiamiento y movilidad urbana, la informalidad y la falta de vivienda social. Pl