El séptimo paso hacia la libertad en Cristo es renunciar a los pecados y maldiciones de los antecesores. Los espíritus familiares pueden pasar de generación en generación si no se renuncia a ellos. Para liberarse, se debe rechazar los pecados de los antecesores y cancelar las obras demoníacas heredadas. También se debe orar una declaración renunciando a las maldiciones y encomendándose a Dios. Mantener la libertad requiere compromiso continuo con Dios a través de la oración, estudio bí