Este documento discute la rebelión contra la autoridad de Dios y la importancia de la sumisión. Explica que cuando intentamos controlar nuestras propias vidas en lugar de someternos a Dios, nos estamos rebelando contra Él. Además, señala que nuestra verdadera identidad y valor provienen de nuestra relación con Cristo, no de roles como líderes o de ejercer control sobre los demás. Finalmente, ofrece consejos sobre cómo someterse a las autoridades humanas excepto cuando estas contradigan la voluntad de Dios.

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Tomado del Libro: Pasos para la Libertad en Cristo. Por Neil T. Anderson
CUARTO PASO: Rebelión contra sumisión
Mientras se describía el plan de Dios para nuestra salvación , uno de los miembros del
equipo le preguntó a otro hombre: “¿Quién dirías que está en control de tu vida ahora
mismo?” “Yo mismo”, contestó el hombre, “y me gusta que sea así”.
La ilusión de que somos “capitanes de nuestras almas y dueños de nuestro destino” es
uno de los más grandes engaños de Satanás. Cuando intentamos controlar nuestras
vidas, nos estamos revelando contra la autoridad de Dios. Nos estamos rebelando contra
Dios y vamos directamente a las manos del diablo. Después de todo la mentira final del
diablo fue, y sigue siendo “Seréis como Dios” (Génesis 3:5). La verdad es que todos
estamos bajo la autoridad de Dios, y debemos vivir de esa manera.
Vivimos en una generación rebelde. Muchos sienten que es su derecho juzgar a aquellos
que están en autoridad sobre ellos. Rebelarse en contra de Dios y de Su autoridad le da
a Satanás la oportunidad de atacar. La rebelión es un serio problema. Leamos I Samuel
15:21-23.
• El rey Saúl fue un hombre rebelde, y cuando fracasó en destruir todo aquello
que Dios le había ordenado, racionalizó su desobediencia.
• Miremos la forma en que Samuel compara a la rebelión. V.23
• La rebelión es el fracaso de confiar en Dios.
• ¿Puede la rebeldía dar como resultado que una persona sea influenciada por
los demonios? 1 S. 16:4, 28:3-25
Como nuestro Comandante y Jefe, el Señor dice: “Meteos en las filas y seguidme. Nos
os guiaré a la tentación, sino que les libraré del mal” (ver Mateo 6:13).
Tenemos dos responsabilidades bíblicas con respecto a las figuras de autoridad: orar y
someternos a ellas. La única ocasión cuando Dios nos permite desobedecer a los líderes
terrenales es cuando nos piden algo que es moralmente malo delante de El o cuando
intentan reinar fuera del área de su autoridad. Haz la siguiente oración:
Querido Padre celestial:
Tú has dicho que la rebelión es como el pecado de brujería y que la
insubordinación es iniquidad e idolatría (I Samuel 15:23). Sé que con mis acciones
y mis actitudes he pecado en contra tuya con un corazón rebelde. Te pido que me
perdones por mi rebelión y oro que por la sangre derramada del Señor Jesucristo
sea cancelado todo el terreno que había sido ganado por los espíritus malignos
debido a mi rebelión. Oro que Tú derrames luz en todos mis caminos para que
pueda conocer todo el grado de mi rebelión. Ahora elijo el adoptar un espíritu de
sumisión y un corazón de siervo. Amén.

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Estar bajo la autoridad es una acto de fe. Estás confiando en que Dios trabajará a través
de las líneas de autoridad que El ha establecido. Hay ocasiones cuando los jefes, padres,
esposos violan las leyes del gobierno civil, el cual ha sido ordenado por Dios para
proteger a las personas inocentes en contra del abuso. En esos casos, necesitan apelar
al estado para su protección. En muchos estados la ley pide que se le informe de esos
abusos.
En casos difíciles tales como el abuso continuo en el hogar, es posible que se necesite de
más consejería. Y, en algunos casos, cuando las autoridades generales han abusado de
su posición y están pidiendo desobediencia a Dios o un arreglo en tu consagración hacia
El, necesitas obedecer a Dios y no a los hombres.
Todos somos amonestados a someternos los unos a los otros como iguales en Cristo
(Efesios 5:21) Sin embargo hay líneas específicas de autoridad en las Escrituras con el
propósito de llegar a metas comunes:
Dios Daniel 9:5, 9
Gobierno civil Romanos 13:1-7
Padres Efesios 6:1-3
Esposo I Pedro 3:1-4
Patrón I Pedro 2:18-23
Líderes de la iglesia Hebreos 13:17
Examina cada área y pídele a Dios que te perdone por aquella ocasiones en que no has
sido sumiso, y ora:
Señor, estoy de acuerdo en que he sido completamente rebelde en contra de
________________________________ Por favor, perdóname por esta rebelión.
Elijo ser sumiso y obediente a tu Palabra. En el nombre de Jesús. Amén.
La razón por la cual alguna personas elijen rebelarse o fracasan en el sometimiento,
puede venir de un falso concepto de su identidad o de su importancia. Si tu importancia
como persona depende de una posición, título, papel, autoridad, poder de control, pueden
sentirse tentado a rebelarse en contra de cualquier cosa o persona que se interponga en
su camino. No hay ningún lugar donde esto sea más evidente que en el hogar. Veamos:
1. Si la importancia de un hombre está basada en su posición como cabeza del hogar
y en el mantener la autoridad, el poder y el control de su familia, ¿cuál es la manera
probable en que responda a los conflictos y desacuerdos con su esposa e hijos?
2. Si una mujer encuentra su significado e identidad en su papel como madre, ¿cómo
es probable que responda a los conflictos y desacuerdos con sus hijos?

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3. Si una mujer intenta encontrar su significado a través de la obtención de autoridad,
del poder y del control, ¿cómo es posible que responda a los conflictos y
desacuerdos con su esposo?
4. Lee Efesios 1:3-14. ¿Qué frase utiliza Pablo para describir la verdadera fuente de
nuestro significado, aceptación y seguridad?
5. Ahora mira Efesios 5:21-33. ¿Por qué el tener las cuestiones principales de
nuestra identidad (significado, aceptación y seguridad) basadas en Cristo Jesús
nos capacita para buscar libremente nuestro papel y resposabilidades en el
matrimonio?
6. Lee I Pedro 2:4-10. ¿Qué frases utiliza Pedro para describir nuestra nueva
identidad y la fuente de significado y nuestro valor en Dios?
7. Ahora mira I Pedro 3:1-9. Si nuestro valor y significado no depende de controlar a
otros o de tener autoridad, ¿por qué seremos más libres para someternos, servir,
comprender y bendecir a aquellos con quienes nos relacionamos?
8. Lee los versículos 8 y 9 una vez más. ¿Por qué el encontrar nuestra identidad y
seguridad en Cristo te libera de entrar en argumentos o de ponerte a la defensiva?
“Sumisión, autoridad y control no son cosas que tienen que ver solamente con las
cuestiones marido/mujer, o padre/hijos, o patrón/empleado. La sumisión es
primariamente una cuestión de relación entre la criatura y el Creador. Cuando sabemos
quienes somos como hijos de Dios, no tenemos que rebelarnos, no tenemos que controlar
ni dominar. Le cedemos el señorío a Cristo, aseguramos nuestra posición en El, y nos
relacionamos con los demás con amor y perdón”.
Cuando somos libres en Cristo, tenemos libertad para ser líderes/siervos o
seguidores/siervos sin la necesidad de controlar no de rebelarse.
• Las Escrituras enseñan, sin embargo, que hay ocasiones cuando debemos
obedecer a Dios en vez de obedecer a las autoridades humanas. (Hechos 4:19,
5:29) Cuando una persona que tiene autoridad sobre te ordena algo que te
haría violar la voluntad de Dios o que te evitaría llevarlo a cabo, entonces debes
obedecer a Dios.
 ¿Qué debería hacer un hijo de Dios si un padre es abusivo y demanda
sumisión a órdenes inmorales?
 ¿Qué debe hacer un empleado si su jefe le pida que mienta?
 ¿Qué debe hacer una esposa si su esposo le pide que haga algo,
sexualmente hablando, que viole su consciencia?
• ¿Qué te impide entregarle el Señorío a Cristo? ¿Qué puedes y qué vas a hacer
con esos obstáculos?

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