El Monte Fuji es el pico más alto de Japón, con 3,776 metros de altitud. Considerado sagrado desde la antigüedad, actualmente es un popular destino turístico y de alpinismo, aunque está clasificado como un volcán activo. Es un tema recurrente en el arte y literatura japoneses que ofrece vistas espectaculares, especialmente al amanecer, desde Tokio.