Realizar actividad física regularmente mejora la salud general y reduce el riesgo de enfermedades. La actividad física promueve la salud del corazón, mejora la fuerza y flexibilidad muscular, ayuda a controlar el peso y reduce los síntomas de ansiedad y depresión. Caminar a paso ligero, nadar, andar en bicicleta o bailar son formas sencillas de incorporar el ejercicio a la rutina diaria.