4. Un día, le llega una carta en la cual se revela que su
nombre real es Fabio Cáceres y que su protector
que lo consentía de vez en cuando, era su padre.
Habiendo muerto este, ahora le quedaban todos
sus bienes, pero Fabio no sabia si quería renunciar
a su libertad para quedarse en la vieja estancia. Al
final se queda con la estancia y allí se hace amigo
de Raucho, hijo del administrador don Leandro
Galván.