El documento analiza los efectos negativos de los últimos 18 años de gobiernos democráticos en Chile, señalando que han degradado psicológicamente al pueblo chileno. Explica que el lenguaje y las muletillas que usa la gente, especialmente los chilenos, reflejan esta degradación psicológica. Como ejemplo, menciona el uso cada vez más popular de la expresión "digamos" al final de oraciones, incluso entre personas educadas.