Cultura Audiovisual - Asignatura

1. Cultura y Pedagogía Audiovisual · Mención TICE · 3º Grado Educación Primaria · Lara Rojas Escalada
PRÁCTICA INDIVIDUAL:
ANÁLISIS CRÍTICO “La Ola”
Lara Rojas Escalada
Cultura y Pedagogía Audiovisual
3º Eucacion Primaria

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RESUMEN:
Película alemana de 2008, (“Die Welle”), dirigida por Denis Gansel. Presentada en el
Festival de Sundance. Llegó a ser número 1 en taquilla en Alemania.
La trama transcurre en un instituto alemán donde el profesor Wengner idea un proyecto
para explicar a sus alumnos cómo funciona un régimen totalitario. En tan sólo unos pocos
días el experimento se irá transformando en una ola que hará olvidar a los alumnos su
individualismo para sumergirse en el imaginario y comportamiento fascista, dejándose
arrastrar por ella para perder la noción de la realidad.
Para cuando el profesor empieza a darse cuenta de que su experimento se ha
descontrolado, ya es demasiado tarde, teniendo terribles consecuencias.
REFLEXIÓN PERSONAL:
De esta película podría extraer diversas lecturas. La principal, y la que más me aterra, es
que no puedo dejar de asombrarme ante lo maleables que somos los seres humanos, como
si fuéramos plastilina. ¡Qué fácilmente se nos puede manipular en ocasiones para llevarnos
hacia fines destructivos contra nuestros semejantes y contra nosotros mismos!.
¿Cómo es posible que en nombre de un grupo se puedan obviar sentimientos básicos e
inherentes a nuestra naturaleza o enterrar nuestras propias ideas y convicciones hasta
límites insospechados?. ¿Cómo podemos dejarnos arrastrar de forma tan ciega, sumisa y
fanática, por la fuerza de la imagen y por una nueva realidad que no es la nuestra?
Resulta escalofriante la verdad.
Indagando por la red, descubrí que la película está basada en hechos reales, aunque si
bien no con el mismo trágico final, sí con las mismas características comportamentales e
ideológicas que los alumnos adoptaron, al igual que en la película. Fue en 1967, cuando
Ron Jones, profesor de historia de un instituto californiano, decidió responder a sus alumnos
a la pregunta de “¿Cómo es posible que el pueblo alemán alegue ignorancia respecto a la
masacre del pueblo judío?”. Decidió realizar un experimento con sus alumnos. Implantó un
régimen de extrema disciplina militar en el aula y restringió las libertades. El movimiento se
llamó “The Third Wave” (La Tercera Ola). El profesor se quedó pasmado al descubrir cómo
sus alumnos se habían entusiasmado hasta el punto de que a los pocos días comenzaron a
espiar y a acosar a aquellos que no deseaban unirse al grupo. Ron Jones tuvo que terminar
con el experimento al quinto día, antes de que todo tomase un cariz demasiado peligroso.
Esto viene a demostrar que el totalitarismo y un régimen fascista podrían volver a
instalarse nuevamente en nuestros días, en sociedades que consideramos democráticas,

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empáticas y civilizadas. Más aún tras ver la película y el poso de reflexión que ésta te
deja.
No sé si esto pueda deberse a que a veces el ser humano al buscar más allá, bien por sus
creencias o por el hecho de ser un ser social que necesita compartir, sentirse afirmado y
respaldado por otros, lo que pueda llevarle a perder su propio sentido de la
individualidad y a adoptar ciegamente otra que le venga “sutilmente” impuesta.
En mi opinión los dos grandes ejes en los que podría diseccionar la película, es el factor
social y el personal de los personajes implicados. Aunque vuelvo a reiterar que lo que
enseña no es sólo aplicable a jóvenes influenciables que tienen una estructura familiar
determinada o un entorno más hostil, sino que el resultado del experimento es extrapolable
a cualquier grupo extremista que condene a los que sean diferentes y los lleve al odio y al
exterminio, como casos que todos conocemos y que están aconteciendo en la actualidad.
A priori, la iniciativa que el profesor Weiger, antiguo okupa y abierto a la innovación,
pretende demostrar mediante la práctica, no parece peligrosa, sino más bien inofensiva. En
su afán por hacer ver a sus incrédulos alumnos si sería posible que se produjera en la
Alemania del siglo XXI, un régimen totalitario, y entender lo que es la autocracia, acaba
dejándose atrapar por su papel de líder egocéntrico, (a pesar de que su novia le da un
toque de atención) no viendo la magnitud que todo está adquiriendo.
El problema comienza desde el momento en que se crean una serie de símbolos
identificativos que hace que el grupo olvide su individualidad para convertirse en un todo.
Aparece el nombre de “La Ola”. Se crea un imaginario, una serie de símbolos con los que
reconocer visualmente al grupo, lo que les da un sentimiento de unión, los equipara e
iguala sin diferencias. La idea parece atractiva y jugosa para los chavales pues empiezan
a sentirse como parte de algo grande, aún cuando esto implica que empiezan a albergar
ideas de rechazo y odio hacia lo que es diferente a ellos. Crean una identidad, una
imagen, unos códigos propios, lenguajes, gestos corporales…
Partiendo de la simbología de la simple camisa blanca, que da impresión de inocencia,
pulcritud, buena intención… Camisa que curiosamente todos aceptan llevar a modo de
uniforme, independientemente de la vestimenta con la que antes se identificaran. El saludo
con la mano como instrumento marginador para aquellos que lo desconocen, el logotipo, la
página web, las pegatinas… Poco a poco, “La Ola” va suplantando la auténtica realidad
que acepta la voluntad del grupo por encima de sus propias convicciones. Se convierte en
un monstruo devorador de conciencias. Todo eso sin olvidar la rapidez y simultaneidad que
tienen las nuevas tecnologías en la película para ayudar a difundir el movimiento y sus
eventos en tan pocos días.

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Por otra parte, el hecho de que el resto de clases parecen ser monótonas y aburridas,
ayuda a que la pertenencia a “La Ola” se exagere y se sobrevalore, extendiéndose por
el instituto de forma que muchos se anexionan a la clase o se unen al grupo en sí. Desde ahí
propagan la suerte que tienen de pertenecer al grupo, al cual entras o no estás dentro.
La figura de líder encarnada por el profesor, que se sitúa por encima de ellos al pedir que
le llamen señor Weigner y no Raider como antes, establece una separación. Pasa de ser el
profesor asequible a un líder al que obedecer con sumisión sin quejas. Su papel, como
decía más arriba, va evolucionando hasta el punto en que con su estilo autoritario y sus
frases reiteradas en clase como “fuerza mediante la comunidad, mediante la disciplina, a
través de la acción”… logra calar en el grupo que obedece militarmente hasta la escena
final del salón de actos.
Por otro lado, la figura de la chica llamada Caro, parece ser la única con suficiente
pensamiento crítico y personalidad de la película. Desde el principio del experimento se da
cuenta de las dimensiones peligrosas que puede y empieza a tomar el movimiento de “La
Ola”. Se la llega también a excluir, se la margina o se la censura con la
“contrapropaganda” como en un auténtico régimen totalitario.
Sólo me queda para concluir que la educación debe ayudarnos a comprender y formarnos
en un pensamiento crítico que ayude a que no nos despersonalicemos como individuos. Que
nos ayude a comprender la belleza de la diversidad. Y que mañana, cuando ejerzamos
como docentes, pensemos muy bien en cómo pueden ser nuestros resultados.
Será desde luego una de esas películas dignas de recomendación para que reflexionemos
y olvidemos que nuestra sociedad tampoco está libre del fascismo.