Características de la comunicación con la administración
Sistema judicial en el cine
1. Susana Martínez González
ACTIVIDADES
¿Qué personas están presentes en un juicio? Enuméralas.
¿Sabes qué lugar ocupan dentro del mismo? Dibújalo:
Comenta la disposición de los asistentes a un juicio que has dibujado con tus compañeros.
¿Vuestros dibujos coinciden en algo? ¿En qué difieren?
¿La disposición que has dibujado responde al sistema judicial español o a otro sistema? Si es a
este último, ¿a qué país pertenece?
¿Has estado presente alguna vez en un juicio real? En caso de negación, ¿por qué conoces las
características que tiene un juicio?
2. Susana Martínez González
EL SISTEMA JUDICIAL EN EL CINE
A grandes rasgos, pueden dividirse en dos apartados, aquellos films en que un juicio es su
centro casi absoluto y su única razón de ser (los courtroom dramas), y los que reflexionan sobre
el estamento judicial y su entorno. En el primer capítulo entrarían Testigo de cargo (1958,
Witness for the Prosecution, Billy Wilder), los telefimes de Perry Mason, Madame X (1929, Lionel
Barrymore), con su clamorosa serie de remakes, o las reconstrucciones de casos famosos, siendo
ampliamente parodiadas por un buen número de comedias. En el segundo, Doce hombres sin
piedad (1956, Twelve Angry Men, Sidney Lumet), Anatomía de un asesinato (1959) o las
adaptaciones de novelas judiciales de John Grisham. Los que componen el primer apartado son
los más numerosos pero también los menos interesantes, representando la culminación de los
habituales, representando la culminación de los habituales trabajos de investigación policiales.
Juegan normalmente con el suspense y sus protagonistas suelen ser falsos culpables.
Pueden basarse en juicios especializados como los marciales (Algunos hombres buenos),
y alcanzan total o parcialmente a otros géneros (El planeta de los simios, 1968, Planet of the
Apes, Franklin J. Schaffner). En la televisión han encontrado un valioso refugio cuando
empezaron a declinar.
Los del segundo apartado, con infinitas variantes y con herencias del anterior, empiezan
a aparecer en el cine norteamericano cuatro décadas después de que André Cayatte los
inventara en Francia (1950, Justicia cumplida, Justice est faite). Justicia para todos (1979) es una
de las primeras. Evidentemente, en el noir ya se había abordado la corrupción o las insuficiencias
del poder judicial, siempre con las limitaciones del Production Code pero nunca con la
proliferación de a partir de los años noventa. Dejando definitivamente atrás la época de los
justicieros tipo Charles Bronson, la amplitud de subtemas es enorme, planteándolos
normalmente desde posturas pseudo críticas, aunque formalmente se respeten casi de forma
unánime las reglas del suspense. Tratan de jurados populares (Traición al jurado, 1994), la pena
de muerte (Ejecución inmenente, 1999), la amoralidad de abogados, fiscales y jueces (La
tapadera, 1993), las injusticias por motivos raciales (Tiempo de matar, 1996) o sociales (El
misterio von Bulow, 1990), la justicia alternativa (Los jueces de la ley, 1983) o los falsos inocentes
(El abogado del diablo, 1993).
[Fuente: Comas, Ángel (2005): De Hitchcock a Tarantino. Enciclopedia del ‘Neo noir’
norteamericana. Madrid: T&B]
ACTIVIDADES
¿Has visto alguna de las películas y series que se citan en el texto anterior? ¿Conoces otras que
no aparezcan citadas aquí?
En el caso de haber visto alguna de ellas, ¿recuerdas su argumento? Compártelo con tus
compañeros.