Esta lección tiene el propósito de concienciarnos sobre la realidad del dolor y el sufrimiento como entes reales de la vida cristiana. No existe contradicción entre el sufrimiento y la fe. Como creyentes y como iglesia hemos transitado por los caminos del dolor, siguiendo el ejemplo del Maestro. Al final de nuestro estudio veremos que el sufrimiento no será́ para siempre, pues la perseverancia en las promesas de Dios hace que «el dolor se torne en alegría».

1. Lección 3:
El dolor se torna en alegría
Juan 16.4b-15
«Pero yo os digo la verdad: Os conviene
que yo me vaya, porque si no me voy, el
Consolador no vendrá́ a vosotros; pero
si me voy, os lo enviaré».
—Juan 16.7

2. Propósito
Esta lección tiene el propósito de concienciarnos sobre la realidad del
dolor y el sufrimiento como entes reales de la vida cristiana. No existe
contradicción entre el sufrimiento y la fe. Como creyentes y como
iglesia hemos transitado por los caminos del dolor, siguiendo el
ejemplo del Maestro. Al final de nuestro estudio veremos que el
sufrimiento no será́ para siempre, pues la perseverancia en las
promesas de Dios hace que «el dolor se torne en alegría».

3. Bosquejo de la lección
I. Anuncio de la partida y actitud de los discípulos (Jn 16.4b-6).
II. Conveniencia de la partida Jesús (v. 7).
III. La obra del Espíritu (vv. 8-11).
IV. Asuntos pendientes por revelar (vv. 12-13).
V. Glorificación por el Espíritu (vv. 14-15).

4. Vocabulario bíblico
«CONVENCER»: En el contexto de la lección puede significar «probar la
culpa» o «despertar la conciencia de culpa». Esta acción forma parte
de la obra del Espíritu Santo, quien no solo pone al descubierto el
pecado del mundo, sino que genera las condiciones mentales y
emocionales para el verdadero arrepentimiento.
«MUNDO»: En el pasaje bajo estudio, no se refiere al mundo físico
creado, sino a quienes no aman a Jesús y le rechazan.

5. Juan 16.4b-6
RVR
4b Cuando llegue la hora, os
acordéis de que ya os lo había
dicho. »Esto no os lo dije al
principio, porque yo estaba con
vosotros.
5 Pero ahora voy al que me envió́,
y ninguno de vosotros me
pregunta: “¿A dónde vas?”
6 Antes, porque os he dicho estas
cosas, tristeza ha llenado vuestro
corazón.
VP
4b Cuando llegue el momento, se
acuerden de que yo se lo había
dicho ya. »No les dije esto desde
un principio porque yo estaba con
ustedes.
5 Pero ahora me voy para estar
con el que me ha enviado, y
ninguno de ustedes me pregunta
a dónde voy;
6 al contrario, se han puesto muy
tristes porque les he dicho estas
cosas.

6. Juan 16.7-8
RVR
7 Pero yo os digo la verdad: Os
conviene que yo me vaya, porque
si no me voy, el Consolador no
vendrá́ a vosotros; pero si me voy,
os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá́
al mundo de pecado, de justicia y
de juicio.
VP
7 Pero les digo la verdad: es
mejor para ustedes que yo me
vaya. Porque si no me voy, el
Defensor no vendrá́ para estar
con ustedes; pero si me voy, yo se
lo enviaré.
8 Cuando él venga, mostrará
claramente a la gente del mundo
quién es pecador, quién es
inocente, y quién recibe el juicio
de Dios.

7. Juan 16.9-12
RVR
9 De pecado, por cuanto no creen
en mí;
10 de justicia, por cuanto voy al
Padre y no me veréis más;
11 y de juicio, por cuanto el
príncipe de este mundo ha sido
ya juzgado.
12 »Aún tengo muchas cosas que
deciros, pero ahora no las podéis
sobrellevar.
VP
9 Quién es pecador: el que no
cree en mí;
10 quién es inocente: yo, que voy
al Padre, y ustedes ya no me
verán;
11 quién recibe el juicio de Dios:
el que gobierna este mundo, que
ya ha sido condenado.
12 »Tengo mucho más que
decirles, pero en este momento
sería demasiado para ustedes.

8. Juan 16.13-15
RVR
13 Pero cuando venga el Espíritu
de verdad, él os guiará a toda la
verdad, porque no hablará por su
propia cuenta, sino que hablará
todo lo que oiga y os hará́ saber
las cosas que habrán de venir.
14 Él me glorificará, porque
tomará de lo mío y os lo hará́
saber.
15 Todo lo que tiene el Padre es
mío; por eso dije que tomará de
lo mío y os lo hará́ saber.
VP
13 Cuando venga el Espíritu de la
verdad, él los guiará a toda
verdad; porque no hablará por su
propia cuenta, sino que dirá́ todo
lo que oiga, y les hará́ saber las
cosas que van a suceder.
14 Él mostrará mi gloria, porque
recibirá́ de lo que es mío y se lo
dará́ a conocer a ustedes.
15 Todo lo que el Padre tiene, es
mío también; por eso dije que el
Espíritu recibirá́ de lo que es mío
y se lo dará́ a conocer a ustedes.

9. Resumen - 1
• Jesús, la Palabra encarnada de Dios, nos mostró que las palabras y
los actos de quien enseña y proclama no pueden discurrir por vías
distintas en un testimonio verdadero.
• El fuego de la prueba no debe nunca tomarnos por sorpresa, pues
el propio Jesús nos advierte sobre la posibilidad de grandes pruebas
como consecuencia de la fidelidad a su Palabra.
• La presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas hace que «el dolor
se torne en alegría» y veamos el sufrimiento como perspectiva y
señal inevitable en el proceso del cumplimiento de la misión.
• La Gracia redentora de Dios es para todo un colectivo que lucha por
sobrevivir en un mar de desesperanza y angustia.
• Pese al desarrollo tecnológico y académico, la iglesia del Siglo XXI
no puede confiarse en su propia fuerza e intelecto. Su autoridad y
poder emergen del Espíritu Santo de Dios.

10. Resumen - 2
• La iglesia que es guiada por el Espíritu tiene brazos, piernas, mentes
pensantes, labios puros y disciplina; vela porque se imparta la
justicia con equidad, pero con amor y misericordia.
• La iglesia asistida por el Espíritu da por gracia lo que por gracia
recibe. No mercadea con los dones del Espíritu, pues no le
pertenecen porque son propiedad del Espíritu.
• La iglesia sostenida y guiada por el Espíritu siempre tendrá́
necesidad de consuelo porque en su empeño de cumplir su misión
sufre con los que sufren y llora con los que lloran.

11. Oración
Dios y Padre nuestro, gracias a tu caminar constante con nosotros y
nosotras hemos podido prevalecer como iglesia en todos los momentos
difíciles y dolorosos de nuestra historia. Aviva tu obra en medio de los
tiempos. Que el Espíritu Santo siga guiándonos como iglesia y que
podamos cumplir fielmente tu obra y propósito de sanación, perdón y
redención en el mundo. Por Jesucristo oramos. Amén.