1. LA ZOOLOGIA
LA ZOOLOGIA
La zoología es la ciencia que tiene como objeto el estudio de los animales, su modo de vida, la
manera en que se interrelacionan y su evolución.
El interés del hombre por los animales y por la gran diversidad de sus formas comenzó en la
antigüedad. En Grecia, en el siglo IV a.C., Aristóteles describió numerosas especies y realizó un
esbozo de clasificación del reino animal; pero muchas de sus conclusiones carecían de rigurosidad
científica, pues no estaban basadas en experimentaciones.
Con el Renacimiento, las investigaciones zoológicas
adoptaron carácter verdaderamente científico, y se
desecharon algunas teorías aristotélicas y muchos conceptos
fantasiosos sostenidos hasta entonces. La invención del
microscopio por el holandés Antón van Leeuwenhoek permitió
abordar el estudio de los tejidos de los animales y de seres
hasta entonces desconocidos porque eran demasiado
pequeños para ser observados a simple vista: los microbios o
microorganismos.
Ya avanzado el siglo XVIII, el sueco Carl von Linné fue el primero en encarar una clasificación
sistemática de los animales y las plantas. Su obra fue continuada por el naturalista francés
Georges Cuvier. En 1859 Charles Darwin dio a conocer su teoría de la evolución, que significó un
gran aporte a los estudios zoológicos.
Ramas de la zoología
Las diversas ramas de la zoología estudian a los animales desde
diferentes perspectivas. La paleontología se ocupa de los que vivieron
hace millones de años, mediante el estudio de sus vestigios y restos
fósiles. La etología investiga el comportamiento y las costumbres de
las distintas especies.
La zoogeografía trata de la distribución de los animales en el planeta.
La anatomía zoológica analiza la estructura de las distintas partes del
cuerpo, y la histología se ocupa de los tejidos.
Muchos hombres de ciencia se dedican en exclusividad a un
determinado taxón o tipo de animales.
Los ornitólogos estudian las aves; los ictiólogos, las tres clases de
vertebrados acuáticos que comúnmente son conocidos como peces;
los entomólogos, los insectos; los parasitólogos, los parásitos, seres
que viven a expensas de otros, los mastozoólogos, los mamíferos.
2. El organismo animal
En la actualidad se ha llegado a la conclusión de que muy probablemente animales y plantas -que
constituyen reinos distintos entre los seres vivos-
tienen sus orígenes en el reino de los protistas, que
incluye principalmente seres unicelulares. A pesar de
este origen común diversas características separan
claramente a animales de vegetales.
La célula animal se distingue de la vegetal por no
contar con pared celular: sólo tiene una membrana que
la separa del medio exterior y que, por ser permeable a
la vez permite un intercambio de sustancias.
Además, la célula animal no posee cloroplastos,
órganos pequeños que contienen clorofila y donde se
produce la fotosíntesis.
Las células animales están preparadas para realizar
funciones específicas en el organismo. Así, se agrupan
en tejidos, y éstos se organizan en órganos. De
acuerdo a la función a la que se refieran, los distintos
órganos constituirán, junto a otros, los diversos aparatos y sistemas.
Los animales son organismos multicelulares heterótrofos, es decir que, a diferencia de las plantas,
se alimenta de otros organismos llamados autótrofos, capaces de producir su alimento a partir de
sustancias inorgánicas simples como el agua, el dióxido de carbono, el amoníaco. En casi todos
los animales, el alimento es ingerido y luego digerido en una cavidad interna antes de ser utilizado.
La locomoción es otra característica propia de los animales. La mayor parte de ella puede realizar
esta función, al menos en una etapa de su ciclo vital. Sin embargo, algunos animales, como las
esponjas permanecen fijos al suelo o a un objeto cuando alcanzan la madurez.
La reproducción de la mayoría de los animales es sexual y resulta de la unión de células femeninas
u óvulos que no salen del organismo de la hembra, y masculinas o espermatozoides, que cuentan
con un flagelo que les permite desplazarse. Al unirse estas dos células forman una célula huevo o
cigoto que al desarrollarse dará origen a un nuevo individuo.