La Publicidad está repleta de caminos creativos, estereotipos y mentiras verdaderas que se repiten y repiten desde hace décadas en todos los países, creando un mundo lleno de normas, siendo las más afectadas el sexo femenino. Como único canon de belleza, la publicidad afecta al género femenino encasillándolo desde la simplificación inofensiva, hasta el límite con el engaño.