El documento habla sobre la experiencia de los padres al criar adolescentes. Menciona que pasaron 18 años con adolescentes en su hogar y ahora sus hijos son mayores de 20 años. Resalta algunas lecciones aprendidas como amar incondicionalmente a los adolescentes y enseñarles a amar la Palabra de Dios. Finalmente, anima a invertir tiempo en los hijos para ayudarlos a desarrollar una relación con Cristo basada en el amor.