20 ACTIVIDADES DE LA IGLESIA DEL NUEVO TESTAMENTO.pptx
1.
2. 1 Corintios 14:26–27 26 ¿Qué
hay que hacer, pues,
hermanos? Cuando os
reunís, cada cual aporte
salmo, enseñanza,
revelación, lenguas o
interpretación. Que todo se
haga para edificación. 27 Si
alguno habla en lenguas,
que hablen dos, o a lo más
tres, y por turno, y que uno
interprete;
3. Efesios 5 1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados; 2 y andad en amor,
así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios, como fragante aroma. 3 Pero que la inmoralidad, y toda
impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre vosotros, como corresponde
a los santos; 4 ni obscenidades, ni necedades, ni groserías, que no son
apropiadas, sino más bien acciones de gracias. 5 Porque con certeza sabéis esto:
que ningún inmoral, impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino
de Cristo y de Dios. 6 Que nadie os engañe con palabras vanas, pues por causa
de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. 7 Por tanto,
no seáis partícipes con ellos; 8 porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz
en el Señor; andad como hijos de luz 9 (porque el fruto de la luz consiste en toda
bondad, justicia y verdad), 10 examinando qué es lo que agrada al Señor. 11 Y
no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien,
desenmascaradlas;
4. Colosenses 3 1 Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de
arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en
las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y
vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, nuestra
vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados
con El en gloria. 5 Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo
terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los
malos deseos y la avaricia, que es idolatría. 6 Pues la ira de Dios vendrá
sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas, 7 en las cuales
vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8
Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo,
malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca. 9 No mintáis los
unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus
malos hábitos, 10 y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va
renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de
aquel que lo creó;
5. 2 Timoteo 4:2–4 2 Predica la
palabra; insiste a tiempo y fuera
de tiempo; redarguye, reprende,
exhorta con mucha paciencia e
instrucción. 3 Porque vendrá
tiempo cuando no soportarán la
sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oídos,
acumularán para sí maestros
conforme a sus propios deseos;
4 y apartarán sus oídos de la
verdad, y se volverán a mitos.
6. 1 Corintios 14:27 Si
alguno habla en
lenguas, que
hablen dos, o a lo
más tres, y por
turno, y que uno
interprete;
7. 1 Corintios 14:3 Pero el que profetiza
habla a los hombres para edificación,
exhortación y consolación.
1 Corintios 14:24–25 24 Pero si todos
profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin
ese don, por todos será convencido, por
todos será juzgado; 25 los secretos de su
corazón quedarán al descubierto, y él se
postrará y adorará a Dios, declarando
que en verdad Dios está entre vosotros.
1 Corintios 14:29–30 29 Y que dos o tres
profetas hablen, y los demás juzguen. 30
Pero si a otro que está sentado le es
revelado algo, el primero calle.
8. Hebreos 10:25 no
dejando de
congregarnos, como
algunos tienen por
costumbre, sino
exhortándonos unos a
otros, y mucho más al ver
que el día se acerca.
9. 1 Corintios 10.16–17 16 La copa
de bendición que bendecimos,
¿no es la participación en la
sangre de Cristo? El pan que
partimos, ¿no es la participación
en el cuerpo de Cristo? 17 Puesto
que el pan es uno, nosotros, que
somos muchos, somos un
cuerpo; pues todos participamos
de aquel mismo pan.
10. 1 Corintios 11:17–34 17 Pero al daros estas instrucciones, no
os alabo, porque no os congregáis para lo bueno, sino para
lo malo. 18 Pues, en primer lugar, oigo que cuando os reunís
como iglesia hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo.
19 Porque es necesario que entre vosotros haya bandos, a fin
de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados.
20 Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena
del Señor, 21 porque al comer, cada uno toma primero su
propia cena; y uno pasa hambre y otro se embriaga. 22
¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O
menospreciáis la iglesia de Dios y avergonzáis a los que nada
tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabaré. 23
Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que
el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
11. Lucas 4:16 Llegó a Nazaret,
donde se había criado, y según su
costumbre, entró en la sinagoga
el día de reposo, y se levantó a
leer.
Colosenses 4:16 Cuando esta
carta se haya leído entre
vosotros, hacedla leer también
en la iglesia de los laodicenses; y
vosotros, por vuestra parte, leed
la carta que viene de Laodicea.
12. Hechos de los
Apóstoles 2:42 Y se
dedicaban
continuamente a las
enseñanzas de los
apóstoles, a la
comunión, al
partimiento del pan y
a la oración
13. Hechos de los Apóstoles 4:24–31 24 Al oír ellos esto, unánimes alzaron la
voz a Dios y dijeron: Oh, Señor, tú eres el que HICISTE EL CIELO Y LA
TIERRA, EL MAR Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY, 25 el que por el Espíritu
Santo, por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste: ¿POR QUE SE
ENFURECIERON LOS GENTILES, Y LOS PUEBLOS TRAMARON COSAS
VANAS? 26 SE PRESENTARON LOS REYES DE LA TIERRA, Y LOS
GOBERNANTES SE JUNTARON A UNA CONTRA EL SEÑOR Y CONTRA SU
CRISTO. 27 Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes
como Poncio Pilato, juntamente con los gentiles y los pueblos de Israel,
contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, 28 para hacer cuanto tu
mano y tu propósito habían predestinado que sucediera. 29 Y ahora,
Señor, considera sus amenazas, y permite que tus siervos hablen tu
palabra con toda confianza, 30 mientras extiendes tu mano para que se
hagan curaciones, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo
siervo Jesús. 31 Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos
tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de
Dios con valor.
14. Hechos de los
Apóstoles 3.6 Pero
Pedro dijo: No tengo
plata ni oro, mas lo que
tengo, te doy: en el
nombre de Jesucristo el
Nazareno, ¡anda!
15. Hechos 5.12–16 12 Por mano de los apóstoles se realizaban
muchas señales y prodigios entre el pueblo; y estaban
todos unánimes en el pórtico de Salomón. 13 Pero ninguno
de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo,
el pueblo los tenía en gran estima. 14 Y más y más
creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres,
se añadían constantemente al número de ellos, 15 a tal
punto que aun sacaban los enfermos a las calles y los
tendían en lechos y camillas, para que al pasar Pedro,
siquiera su sombra cayera sobre alguno de ellos. 16
También la gente de las ciudades en los alrededores de
Jerusalén acudía trayendo enfermos y atormentados por
espíritus inmundos, y todos eran sanados.
16. Hechos 5.1–11 9 Entonces Pedro le
dijo: ¿Por qué os pusisteis de
acuerdo para poner a prueba al
Espíritu del Señor? Mira, los pies de
los que sepultaron a tu marido
están a la puerta, y te sacarán
también a ti. 10 Al instante ella
cayó a los pies de él, y expiró. Al
entrar los jóvenes, la hallaron
muerta, y la sacaron y le dieron
sepultura junto a su marido. 11 Y
vino un gran temor sobre toda la
iglesia, y sobre todos los que
supieron estas cosas.
17. Hechos 4:23 Cuando
quedaron en libertad,
fueron a los suyos y les
contaron todo lo que
los principales
sacerdotes y los
ancianos les habían
dicho.
18. Hechos 6.1–7 1 Por aquellos días, al multiplicarse el número de los
discípulos, surgió una queja de parte de los judíos helenistas en contra
de los judíos nativos, porque sus viudas eran desatendidas en la
distribución diaria de los alimentos. 2 Entonces los doce convocaron a la
congregación de los discípulos, y dijeron: No es conveniente que
nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas. 3 Por tanto,
hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena
reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos
encargar esta tarea. 4 Y nosotros nos entregaremos a la oración y al
ministerio de la palabra. 5 Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la
congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del
Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a
Nicolás, un prosélito de Antioquía; 6 los cuales presentaron ante los
apóstoles, y después de orar, pusieron sus manos sobre ellos. 7 Y la
palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en
gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
19. Hechos de los Apóstoles
2:41Entonces los que habían
recibido su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel
día como tres mil almas.
Hechos de los Apóstoles 8:12
Pero cuando creyeron a Felipe,
que anunciaba las buenas nuevas
del reino de Dios y el nombre de
Cristo Jesús, se bautizaban, tanto
hombres como mujeres.
20. Hechos 8:14–19 17 Entonces les
imponían las manos, y recibían
el Espíritu Santo. 18 Cuando
Simón vio que el Espíritu se
daba por la imposición de las
manos de los apóstoles, les
ofreció dinero, 19 diciendo:
Dadme también a mí esta
autoridad, de manera que todo
aquel sobre quien ponga mis
manos reciba el Espíritu Santo.
21. Hechos de los Apóstoles 19:1–7 1 Y aconteció que mientras Apolos estaba en
Corinto, Pablo, habiendo recorrido las regiones superiores, llegó a Efeso y
encontró a algunos discípulos, 2 y les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo
cuando creísteis? Y ellos le respondieron: No, ni siquiera hemos oído si hay un
Espíritu Santo. 3 Entonces él dijo: ¿En qué bautismo, pues, fuisteis
bautizados? Ellos contestaron: En el bautismo de Juan. 4 Y Pablo dijo: Juan
bautizó con el bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran
en aquel que vendría después de él, es decir, en Jesús. 5 Cuando oyeron esto,
fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Y cuando Pablo les impuso
las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y
profetizaban. 7 Eran en total unos doce hombres.
1 Timoteo 4:14 No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue
conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del
presbiterio.
2 Timoteo 1:6 Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que
hay en ti por la imposición de mis manos
22. Hechos 2:14 Entonces
Pedro, poniéndose en pie
con los once, alzó la voz y
les declaró: Varones judíos
y todos los que vivís en
Jerusalén, sea esto de
vuestro conocimiento y
prestad atención a mis
palabras,
23. Hechos de los Apóstoles 8:4–
5 4 Así que los que habían
sido esparcidos iban
predicando la palabra. 5
Felipe, descendiendo a la
ciudad de Samaria, les
predicaba a Cristo.
Hechos de los Apóstoles 8:35
Entonces Felipe abrió su
boca, y comenzando desde
esta Escritura, le anunció el
evangelio de Jesús.
24. Hechos de los Apóstoles 13:1–4 1 En la
iglesia que estaba en Antioquía había
profetas y maestros: Bernabé, Simón
llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén,
que se había criado con Herodes el
tetrarca, y Saulo. 2 Mientras ministraban
al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo
dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo
para la obra a la que los he llamado. 3
Entonces, después de ayunar, orar y
haber impuesto las manos sobre ellos, los
enviaron. 4 Ellos, pues, enviados por el
Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y
de allí se embarcaron para Chipre.
25. Hechos de los Apóstoles 11:29 Los
discípulos, conforme a lo que cada
uno tenía, determinaron enviar una
contribución para el socorro de los
hermanos que habitaban en Judea.
1 Corintios 16:2 Que el primer día
de la semana, cada uno de vosotros
aparte y guarde según haya
prosperado, para que cuando yo
vaya no se recojan entonces
ofrendas.
26. Hechos 19:8–10 8 Entró Pablo en la
sinagoga, y por tres meses continuó
hablando denodadamente, discutiendo y
persuadiéndoles acerca del reino de Dios.
9 Pero cuando algunos se endurecieron y
se volvieron desobedientes hablando mal
del Camino ante la multitud, Pablo se
apartó de ellos llevándose a los
discípulos, y discutía diariamente en la
escuela de Tirano. 10 Esto continuó por
dos años, de manera que todos los que
vivían en Asia oyeron la palabra del
Señor, tanto judíos como griegos.
27. Gálatas 2 1 Entonces, después de
catorce años, subí otra vez a Jerusalén
con Bernabé, llevando también a Tito. 2
Subí por causa de una revelación y les
presenté el evangelio que predico entre
los gentiles, pero lo hice en privado a
los que tenían alta reputación, para
cerciorarme de que no corría ni había
corrido en vano. 3 Pero ni aun Tito, que
estaba conmigo, fue obligado a
circuncidarse, aunque era griego. 4 Y
esto fue por causa de los falsos
hermanos introducidos secretamente,
que se habían infiltrado para espiar la
libertad que tenemos en Cristo Jesús, a
fin de someternos a esclavitud,
28. Hechos de los Apóstoles 19:18
También muchos de los que
habían creído continuaban
viniendo, confesando y
declarando las cosas que
practicaban.
Santiago 5:16 Por tanto,
confesaos vuestros pecados unos
a otros, y orad unos por otros
para que seáis sanados. La
oración eficaz del justo puede
lograr mucho.
29. Mateo 18:15–18 15 Y si tu hermano peca,
ve y repréndelo a solas; si te escucha, has
ganado a tu hermano. 16 Pero si no te
escucha, lleva contigo a uno o a dos más,
para que TODA PALABRA SEA
CONFIRMADA POR BOCA DE DOS O TRES
TESTIGOS. 17 Y si rehúsa escucharlos, dilo
a la iglesia; y si también rehúsa escuchar
a la iglesia, sea para ti como el gentil y el
recaudador de impuesto. 18 En verdad os
digo: todo lo que atéis en la tierra, será
atado en el cielo; y todo lo que desatéis
en la tierra, será desatado en el cielo.
30. Hechos 5 1 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una
propiedad, 2 y se quedó con parte del precio, sabiéndolo también su mujer; y
trayendo la otra parte, la puso a los pies de los apóstoles. 3 Mas Pedro dijo:
Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y
quedarte con parte del precio del terreno? 4 Mientras estaba sin venderse, ¿no te
pertenecía? Y después de vendida, ¿no estaba bajo tu poder? ¿Por qué concebiste
este asunto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino a Dios. 5 Al oír
Ananías estas palabras, cayó y expiró; y vino un gran temor sobre todos los que lo
supieron. 6 Y los jóvenes se levantaron y lo cubrieron, y sacándolo, le dieron
sepultura. 7 Después de un lapso como de tres horas entró su mujer, no sabiendo
lo que había sucedido. 8 Y Pedro le preguntó: Dime, ¿vendisteis el terreno en
tanto? Y ella dijo: Sí, ése fue el precio. 9 Entonces Pedro le dijo: ¿Por qué os
pusisteis de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira, los pies de
los que sepultaron a tu marido están a la puerta, y te sacarán también a ti. 10 Al
instante ella cayó a los pies de él, y expiró. Al entrar los jóvenes, la hallaron
muerta, y la sacaron y le dieron sepultura junto a su marido. 11 Y vino un gran
temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que supieron estas cosas. 12 Por
mano de los apóstoles se realizaban muchas señales y prodigios entre el pueblo; y
estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.
31. Gálatas 2:1–14 1 Entonces, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con
Bernabé, llevando también a Tito. 2 Subí por causa de una revelación y les presenté el
evangelio que predico entre los gentiles, pero lo hice en privado a los que tenían alta
reputación, para cerciorarme de que no corría ni había corrido en vano. 3 Pero ni aun
Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego. 4 Y esto fue
por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado
para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud, 5 a
los cuales ni por un momento cedimos, para no someternos, a fin de que la verdad del
evangelio permanezca con vosotros. 6 Y de aquellos que tenían reputación de ser algo
(lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas), pues bien, los que
tenían reputación, nada me enseñaron. 7 Sino al contrario, al ver que se me había
encomendado el evangelio a los de la incircuncisión, así como Pedro lo había sido a los
de la circuncisión 8 (porque aquel que obró eficazmente para con Pedro en su
apostolado a los de la circuncisión, también obró eficazmente para conmigo en mi
apostolado a los gentiles), 9 y al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo,
Pedro y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la
diestra de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los de la
circuncisión. 10 Sólo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo mismo que yo
estaba también deseoso de hacer. 11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me opuse a él
cara a cara, porque era de condenar.
32. Hechos de los Apóstoles
2:41 Entonces los que
habían recibido su
palabra fueron
bautizados; y se
añadieron aquel día
como tres mil almas