El arte de la Antigua Grecia se desarrolló en varios períodos, desde el Geométrico hasta el Helenístico. Se caracterizó por buscar la belleza ideal y por imitar la naturaleza. Aunque la pintura y arquitectura griegas fueron admiradas, pocas obras han sobrevivido, aunque la escultura y cerámica perduran y muestran la alta calidad artística de la cultura griega.
2.
El arte de la Antigua Grecia es el
estilo elaborado por los antiguos
artistas griegos, caracterizado por
la búsqueda de la «belleza ideal»,
recreando el «mundo ideal» del
modelo platónico, o mediante la
«imitación de la naturaleza» en el
sentido de la mímesis aristotélica.
La cultura desarrollada por los
antiguos griegos establece los
fundamentos
de
la
cultura
occidental. De ella surgieron los
conceptos y principios del arte, la
filosofía y el saber posterior.
3. La historiografía del arte ha identificado
varios estilos que periodizan el arte de
la Antigua Grecia:
Geométrico (siglos IX y VIII a. C.); hay muy
pocos
datos
del
periodo
anterior,
conocido como Edad Oscura, a la que
precedió el arte de las civilizaciones
prehelénicas
(arte
cicládico,
arte
minoico y arte micénico)
Orientalizante
(final del siglo VIII y
comienzos del VII a. C.)
Arcaico (siglos VII y VI a. C.), en la
decoración pictórica de la cerámica se
caracteriza por las figuras negras.
4. Severo (finales del VI y comienzos del V a. C.), en la
decoración pictórica de la cerámica se caracteriza por
los vasos bilingües.
Clásico (siglos V y IV a. C). -de las Guerras Médicas al
reinado de Alejandro Magno-), en la decoración
pictórica de la cerámica se caracteriza por el uso de
las figuras rojas, que se prolonga en el periodo posterior.
Helenístico (final del siglo IV y siglos III y II a. C.),
prolongado por el arte romano a partir de la conquista
romana de Grecia (146 a. C.)
No hubo ninguna ruptura radical entre un período y otro.
Las distintas formas de arte evolucionaron a ritmos
distintos en diferentes lugares del mundo griego y,
como en cualquier época, algunos artistas elaboraron
estilos más innovadores. Fuertes tradiciones locales, el
carácter conservador, y las exigencias de los cultos
religiosos, permiten a los historiadores localizar el origen
de la mayor parte de las obras de arte conservadas,
incluso en el caso habitual de que hayan sido
desplazadas del lugar para el que fueron creadas, o de
que sean copias.
5. El periodo arcaico se inicia a finales del siglo VIII a.C. y abarca
hasta comienzos del siglo V a.C. En este periodo se
produce una expansión de la polis griega, instaurándose
un nuevo orden ciudadano, con la tiranía como marco
político principal, sistema que pronto desaparecerá frente
al ideal igualitario de ciudadanía del siglo V a.C. La
legitimación de este tipo de mandato ciudadano supone
la promoción de grandes obras públicas, representativas
del prestigio del tirano, quien apoya la creación de
edificios civiles y religiosos en las ciudades donde
gobierna, para lo cual manda remodelar su entramado
urbano. Esta actuación tuvo como objeto otorgar a cada
urbe una identidad propia, al tiempo que mostrar su
preponderancia
sobre
el
resto
de
ellas.
Consecuentemente, el arte desempeña en esta etapa un
nuevo papel propagandístico de la tirania, cuyos
gobernantes lo utilizan para justificar su poder
escasamente legitimado. A partir del siglo VI a.C. el centro
político de la polis se convierte en un lugar de gran
relevancia artística, convirtiéndose la plaza pública
o ágora en el corazón de las actividades cívicas de la
sociedad. Entre todas ellas sobresale la de la ciudad
de Atenas, impulsada por el legislador Solón y
monumentalizada en la época de los Pisistrátidas.
6. El
culto religioso desempeñó también un papel
fundamental en la sociedad griega de este periodo, de
manera que todas aquellas ciudades que dispusieron de
medios
económicos
suficientes
promovieron
la
construcción de edificios religiosos en piedra, los cuales
cumplieron un importante papel a la hora de cohesionar
las diferentes clases de la nueva sociedad, menos
igualitaria que la de siglos anteriores. Se crean ahora
santuarios panhelénicos, como Delfos y Olimpia, donde
los distintos tiranos realizan grandes ofrendas votivas
para exhibir su poder, y se fomentan nuevos cultos
populares, al tiempo que surgen mitos relacionados con
dioses y héroes locales, lo que incrementa las
identidades políticas de las distintas polis que necesitan
sentirse independientes y destacar sobre el resto.
7. El arte antiguo griego ha perdurado en la
forma de esculturas y arquitectura;
también en artes menores como el
diseño de monedas, el grabado de
alfarería y gemas.
8. Los
griegos, como la mayoría de las culturas europeas,
consideraban la pintura como una de las formas más altas de
arte. Las obras de Polignoto de Tasos, que trabajó en el siglo
V a. C., seguían siendo admiradas incluso 600 años después de su
muerte, como después ocurrió con las de Leonardo da
Vinci o Miguel Ángel, sin embargo en este caso no solo no se han
conservado ninguna de sus obras sino tampoco ninguna
reproducción.
Los pintores griegos trabajaron generalmente sobre paneles de
madera, que se estropeaban rápidamente (a partir
del siglo IV a. C.), cuando no eran bien protegidas. Hoy en día no
queda casi ninguna pieza de pintura griega, excepto algunos
restos de pinturas en terracota y de algunas pinturas en las
paredes de tumbas, sobre todo en Macedonia e Italia. De las
obras maestras de la pintura griega tenemos solamente algunas
copias realizadas en las épocas romanas, la mayoría de ellas son
de una calidad inferior. Las pinturas en cerámica, de las que han
sobrevivido muchas piezas, sobre todo del período arcaico, dan
un cierto sentido de estética a la pintura griega.
9. La gran mayoría de edificios griegos no han
perdurado, debido a varias razones: fueron
destruidos en guerras, saqueados para
obtener materiales de construcción o abatidos
por terremotos. Solamente un puñado de
templos, tales como el Partenón y el templo de
Hefestos en Atenas. De las cuatro maravillas
del mundo creadas por los griegos ninguna ha
perdurado:
La estatua de Zeus en Olimpia.
El templo de Artemisa en Éfeso.
El Coloso de Rodas.
Faro de Alejandría.
10. Al principio los templos son muy pequeños y apenas
se diferencian de una casa, pero con el tiempo,
además de la sustitución de elementos blandos
por rocas o sillares, se establecen los órdenes: el
dórico, el jónico y el corintio son los tres órdenes,
los dos primeros surgen al principio de la época
mientras que el corintio se origina después
derivando del jónico. Además la arquitectura
griega es adintelada o alquitranada por la viga
que se pone en el pórtico llamada dintel. Ignora
los arcos y otros tipos de arquitectura.
La planta: al templo se accede por el pórtico,
que está entre dos columnas, que lleva a la sala
que cobija al dios (cella), que lleva
al opistodomos, lugar sellado donde se
encuentra el tesoro del templo, aunque a veces
se puede acceder desde el exterior.
Si el templo está rodeado de columnas, se le
llama períptero y si las columnas se limitan al
pórtico, se llama próstilo, según las columnas
que tenga el pórtico, será dístilo (dos columnas),
tetrástilo (cuatro), y así sucesivamente siempre
siendo pares.
11. El orden dórico: tiene como base tres escalones los dos
primeros por abajo llamados estereobatos y el primero por
arriba
llamado
estilobato.
No
tiene
basa
y
el diámetro del fuste es más pequeño desde el estilóbato
hasta el capitel, pero no es regular ya que se abomba en el
centro (éntasis). La separación entre el fuste y el capitel es
el collarino, que da al equino, que es el núcleo principal y
tiene forma de plato, y después da al ábaco, que es
un prisma rectangular. Encima del ábaco se coloca
el arquitrabe, que es una viga que une las dos columnas, que
después sujeta la tenia, que es una cinta fina, y las régulas,
que son triglifos cortados. El friso se compone de triglifo
y metopa, los mútulos son los ya mencionados antes triglifos
cortados, y el geison es un alero que marca profundidad en
el frontón la delimitación triangular del tejado en el templo y
que hace posible el frontón es la sima.
El orden jónico: tiene la misma base y se le añade un
elemento que permite decorar el fuste, la basa. El fuste
recibe el mismo trato que en el jónico excepto en el éntasis,
ya que no tiene. El capitel, aunque puede ser más
compuesto, está decorado con volutas, y el collarino pasa a
formar parte del capitel y no se le da tanta importancia
como antes.
El arquitrabe pasa a tener tres bandas horizontales que se
llaman fasciae y que rebasan cada una a su inmediata
inferior. El friso es un espacio liso dedicado a realizar
esculturas en él. Los demás elementos son iguales que el
dórico.
12. Todas las esculturas y obras de
arquitectura que han perdurado,
sólo son una pequeña muestra de
la inmensa colección de obras
griegas. Muchas esculturas de
dioses paganos fueron destruidas
durante
la
era
cristiana.
Desgraciadamente, cuando se
calcina el mármol se produce
la cal, y ése era el destino de
muchas obras de mármol griegas
durante la Edad Media. Durante
ese mismo período, debido a la
escasez de metales, la mayoría de
las estatuas de bronce eran
fundidas. Actualmente muchas de
las obras que hoy tenemos son
copias romanas.
13. De éste período destacan la elaboración de
cerámicas para uso cotidiano, o de
carácter fúnebre, donde se emplearon
grandes jarrones. Estos jarrones estaban
ornamentados
con
representaciones
lineales, y motivos relacionados con la
muerte, como batallas marítimas o
terrestres.
La
mayor
parte
de
la alfarería está compuesta por piezas
domésticas, de las que perduraron
recipientes
tales
como
las
ánforas,
pequeñas
cráteras e hidrias. Por otra parte, de la
cerámica funeraria se han encontrado
varias urnas. También se fabricaron figurillas
en barro cocido, principalmente para ser
depositadas como ofrenda en los templos.
Durante el período helenístico, fue
elaborada una gran variedad de objetos
de alfarería, aunque sólo algunas poseen
valor artístico.
14. Durante los períodos más antiguos, hasta
las pequeñas ciudades griegas
producían objetos de alfarería para el
mercado local, siendo sus estilos y
modelos muy variados. Entre los
años 550 y 480 a. C. el arte en
cerámica
sufrió
una
gran
transformación; además, los autores
incluyeron sus nombres, el nombre del
alfarero o del pintor que decoraba
aquellas piezas (también existían
algunos artistas que practicaban
ambos
labores).
La
cerámica
ática y corintia destacaron por sobre
las demás. Atenas creó las primeras
representaciones del estilo bello:
recipientes con figuras rojas sobre
fondo negro.