SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
Etruria y roma
1. ETRURIAN Y ROMA
Denise Aline Reynaud Pulido
Enero 2021
ETRURIA
EL ARTE ETRUSCO
Los etruscos se establecieron a principios del primer milenio a. C. en Etruria, en la región comprendida entre
el Arno y el Tíber, en la península Itálica. Según las diferentes hipótesis, se les considera procedentes de Lidia,
en Asia Menor, o bien fruto de la rápida evolución de una población protoitálica autóctona. El arte etrusco
constituye el antecedente de mayor influencia sobre el arte romano en lo que respecta a factores tales como
la estructura de los templos, el realismo de las representaciones o el culto y el homenaje a los antepasados.
LA ARQUITECTURA
El templo etrusco respondía a una estructura básica simple, y actuaba en esencia como soporte de la
recargada decoración escultórica, cuyo estilo sobrecargado contrastaba con la armonía del clasicismo griego.
Especial relieve alcanzaron las tumbas y túmulos funerarios, que desempeñaban una función de exaltación
del orgullo familiar y de casta, muy arraigado en Etruria.
La arquitectura funeraria se centraba así en la conmemoración de la persona fallecida y de su estirpe, y no en
la celebración de la vida de ultratumba que, para los etruscos, tras la temida muerte, era un estado de dolor y
desesperanza.
Las tumbas reproducían la estructura de las viviendas, en las que ya se apreciaba la distribución característica
de la domus latina, con diferenciación de atrio, o espacio central, tablinum, o dependencia principal, y
estancias dispuestas en torno a ellos.
LA ESCULTURA
La escultura fue probablemente la forma de expresión artística más cultivada por los etruscos. Las piezas, en
su mayor parte de terracota aunque con ocasional uso del bronce, decoraban con profusión templos y
tumbas.
Son destacables los canopes, o urnas funerarias con cubierta en forma de cabeza humana, y los sarcófagos
con parejas recostadas.
Como único autor conocido del arte etrusco destaca la figura de Vulca, creador de las cuatro grandes figuras
de terracota del templo de Portonaccio, en Veyes, y de una estatua de Júpiter erigida en el Capitolio de Roma,
en la época de dominación etrusca.
LA PINTURA MURAL
La pintura mural de las viviendas, los templos y las tumbas tenía tanto un propósito decorativo, que respondía
al gusto por lo suntuoso de los nobles etruscos, como una intención ritual, orientada a la veneración de la
memoria de los antepasados.
2. ETRURIAN Y ROMA
Denise Aline Reynaud Pulido
Enero 2021
Resulta singular la representación de imágenes festivas, tales como danzas o escenas circenses, que
curiosamente corresponden a los banquetes funerarios en los que los familiares rendían homenaje a los
difuntos.Tales imágenes festivas suelen alternarse en los murales con figuras de misteriosos augures, espíritus
infernales, o incluso escenas eróticas, posiblemente relacionadas con los rituales agrícolas de fecundidad de
la tierra.
Los primeros materiales que utilizaron en la arquitectura eran sobre todo adobe en los muros y maderas para
crear las columnas, pero tiempo después (sobre el siglo VII a. C) estos materiales se vieron sustituidos por la
piedra. En la etapa helenística y gracias a la evolución de los materiales se pudo agregar una tercera línea de
columnas a los templos.
ROMA
Los romanos adoptaron en buena medida la organización social, las formas arquitectónicas y los modos
artísticos de los etruscos. No obstante, el afán expansionista y el interés de Roma por la res publica dieron
lugar a nuevas formas artísticas. De ellas surgieron acueductos, calzadas, arcos triunfales, basílicas, templos,
teatros, anfiteatros y termas, así como manifestaciones pictóricas y escultóricas específicas del gusto romano,
que alcanzarían su esplendor en la época imperial, iniciada en el año 29 de la era cristiana.
LA ARQUITECTURA PÚBLICA EN ROMA
Las obras arquitectónicas romanas supusieron una ruptura radical con el principio que vinculaba la
producción artística a la vida religiosa, optando de forma decidida por su supeditación a los intereses del
Estado, con la creación de un arte político, estatal y urbano.
La ciudad romana se basaba en la disposición de los campamentos. Constaba de dos calles centrales que,
formando una cruz, distribuían la ciudad en cuatro zonas. Una vía, llamada cardo, cubría el eje Norte-Sur y
otra, denominada decumano, cubría el eje Este-Oeste. En su cruce se ubicaba el foro.
Las construcciones básicas de la arquitectura urbana romana eran los siguientes:
El foro era una plaza porticada donde se desarrollaba la vida comercial y religiosa y en la que se
levantaban los edificios públicos.
La basílica era una edificación, generalmente con un número impar de naves y planta longitudinal,
que servía como mercado, banco y tribunal.
En las termas se ubicaban los baños públicos. Constaban de piscina fría (frigidarium), piscina de agua
caliente (caldarium), vestuarios (apodyterium) y gimnasios.
El teatro basaba su estructura en el griego y constaba de un espacio semicircular para los
espectadores (cavea), un espacio también semicircular para el coro (orchestra) y un espacio alargado
al fondo para los actores (escena).
El anfiteatro era una construcción de forma oval, con una arena, en la que tenían lugar los juegos y
luchas de gladiadores, y un graderío (cavea) para los espectadores.
El circo era una pista en forma de anillo alargado en la que se desarrollaban las carreras de carros
tirados por caballos, el deporte más popular en Roma.
Anfiteatro Flavio, o Coliseo
Anfiteatro Flavio, o Coliseo (siglo I d. C.), Roma.
3. ETRURIAN Y ROMA
Denise Aline Reynaud Pulido
Enero 2021
LAS OBRAS PÚBLICAS
Las redes viarias y las instalaciones de abastecimiento fueron dos de los principales objetos de atención en
Roma. De ahí la profusión de calzadas, que comunicaban las principales ciudades del imperio con la urbe, y
los numerosos acueductos y puentes.
LA VIVIENDA ROMANA
Casa de atrio: era una vivienda urbana de un solo propietario, en la que las habitaciones se disponían en
torno a un patio central o atrio, en el que convergían las vertientes de los techos para recoger el agua de
lluvia en un estanque o compluvium. En un lateral del atrio se situaba la sala de recepción o triclinium, que
comunicaba con el jardín trasero, generalmente rodeado de columnas (peristilo).
Ínsula o casa de vecindad: contaba con varios pisos, con un patio central que reemplazaba al atrio. En ella
habitaban varias familias y solían ser de alquiler. Este tipo de construcción surgió a raíz de la constitución del
proletariado urbano.
Villas: podían ser rurales, cuando en ellas se establecían explotaciones agrícolas o ganaderas a modo de
granjas, o suburbanas. Éstas eran construcciones en general suntuosas, con patios, pórticos y columnatas. A
estas villas se retiraban los aristócratas cuando salían de la ciudad, impulsados por la afición a los placeres de
la vida campestre cantados por Horacio (65-8 a. C.) y Virgilio (70-19 a. C.). Entre las villas suburbanas más
notables cabe citar la villa Adriana, construida por el emperador Adriano (76-138) en Tívoli, la colosal Domus
Aurea de Nerón (37-68), y la villa de Tiberio (42 a.C.-37 d. C), en Capri.
LA ESCULTURA
La representación escultórica, en escenarios tanto públicos como privados, era una auténtica pasión para los
romanos. La estatuaria romana, aunque poderosamente influida por la griega, se centraba en la exaltación de
altas personalidades, más que la temática religiosa y mitológica de la escultura griega. El retrato fue, pues, el
motivo más cultivado en las estatuas romanas.
EL RETRATO ESCULPIDO
Las efigies más representadas y veneradas en la estatuaria romana eran, lógicamente, las de los
emperadores, cuyas imágenes llegaban a todos los rincones del imperio para estimular la fidelidad de los
súbditos. Las representaciones imperiales fueron inicialmente de carácter helenizante.
La inspiración en el clasicismo griego de la época de Julio César (100-44 a.C.) y Augusto (63 a.C.-14
d.C.) se caracterizó por la idealización y la representación simbólica de las virtudes del personaje
esculpido.
Posteriormente, en la época de Claudio (10 a. C.-54 d. C.) y Nerón (37-68) se intensificaron los
efectos de luz y sombra y se acentuó la preocupación por el realismo, tendencia que se mantendría
durante las dinastías de los Flavios, los Antoninos y los Severos.
A partir del siglo III el retrato inició una rápida evolución hacia la simplificación geométrica. El
parecido físico dejó de interesar al artista, para optar por una representación simbólica caracterizada
por el hieratismo. Propios de este periodo son los retratos de Constantino I el Grande (h. 280-337).
Detalle del emperador Augusto
Detalle del emperador Augusto. (Museo Arquológico Nacional, Atenas).
4. ETRURIAN Y ROMA
Denise Aline Reynaud Pulido
Enero 2021
Abrazo de los Augustos, Diocleciano y Maximiliano
Estela con la representación del abrazo de los Augustos, Diocleciano y Maximiliano (siglo III).
LA PINTURA Y EL MOSAICO
Las pinturas se empleaban en Roma fundamentalmente en la decoración de las paredes de las viviendas. Se
solían adornar con elementos decorativos como falsos marcos o imágenes arquitectónicas que reproducían
templetes y columnatas, combinados con figuras humanas.
El mosaico, empleado especialmente en la decoración de suelos, reproducía diseños geométricos o figuras
humanas. Se empleaban teselas de tamaño más o menos grande con efecto esencialmente expresivo y
decorativo (opus tessellatum), o bien teselas muy pequeñas, que permitían alcanzar un gran nivel de detalle
en las composiciones (opus vermiculatum).
LAS CUMBRES DEL ARTE ROMANO
Junto con el Coliseo, el foro y otras manifestaciones ya citadas, cabe destacar, como grandes hitos del arte
romano, obras como las siguientes:
El Panteón, o «santuario de todos los dioses», templo de amplia planta circular, con un pórtico
columnado y una gran cúpula abierta en su centro por un óculo, que era la única fuente de
iluminación del recinto.
El castillo de Sant'Angelo, mausoleo monumental en el que fue enterrado el emperador Adriano (76-
138), quien ordenó su construcción.
El Ara Pacis Augustae, altar mandado construir en el año 13 d. C. para conmemorar la paz que el
emperador Augusto (63 a. C.-14 d. C.) había logrado en el occidente del Imperio. Se situaba sobre un
recinto elevado en cuyas paredes figuraba el primer relieve narrativo que se conoce.
El arco de Tito, arco de triunfo situado en el ala este del foro, en cuyos relieves se narran las
campañas bélicas del emperador Tito (39-81), conquistador de Jerusalén.
Arco de Tito
La columna de Trajano, situada originalmente a la entrada del foro, en cuyos relieves se representan
las victorias de Trajano (53-117) contra los dacios, en las campañas desarrolladas entre el 101 y el
107. En estos relieves se introducen fondos y paisajes.
La columna de Marco Aurelio, columna que, siguiendo el modelo de la de Trajano, conmemoraba la
victoria de Marco Aurelio (121-180) contra los marcomanos en el limes septentrional del imperio. En
ella se observa un alejamiento de los modelos griegos clásicos y una marcada atención a la
expresividad de las figuras, al modo orientalizante que prevalecería a partir del siglo III, durante el
Bajo Imperio.