6. Mis padres...
Se establecieron en la Ciudad de Phoenix, Arizona. Con el
tiempo adquirieron una propiedad en el pueblito montañés
de Yarnell, donde las rocas se apilan formando unas
pirámides redondas en el desierto.
Ahi crecí con mi hermano Barney.
7. • Tuve una niñez muy feliz y
unos padres amorosos.
8. Estaba por terminar la
Segunda Guerra
Mundial
Eran tiempos de la depresión y el hambre enfilaba a los
sobrevivientes sin trabajo y a vivir del poco caldo
caliente que les servían en el hogar de mis padres.
Cuando mi mamá me llamaba para comer al llegar a la
mesa, siempre habían diferentes comensales:
delincuentes, fugitivos, jóvenes con problemas. Mi padre
presidía la mesa con la oración de gracias, mientras yo
ojeaba a los comensales.
Confieso que tomaba como una invasión a mi hogar la
estancia de esos niños y adultos con problemas.
AMOR INCONDICIONAL
9. • Bajo la tutela de mi padre y la
espiritualidad de mi madre, recibía una
orientación amplia y acogedora, libre de
racismos y nacionalidades.
SENTIDO DE COMPARTIR, TRABAJO Y
RESPONSABILIDAD
10. • A mis 8 años mi padre me
llevaba a las prisiones y
sacaba a niños de la cárcel
para llevarlos a misa o pasar
un día fuera.
11. • Cuando crecí terminé mi primaria
y secundaria en colegios dirigidos
y atendidos por religiosas.
12. • Al terminar sentí el llamado a una
vida de más interioridad, e ingrese al
seminario Benedictino en Concepción
en Missouri en el año de 1939.
13. •En un principio yo no
relacionaba esto, (el interés por
los menos atendidos) con la
religión, pero con el tiempo se
convirtió en la verdad que yo
estaba buscando en mis
reflexiones acerca de lo que yo
estudiaba en la escuela.
14. • No recuerdo cuándo empecé a tomar
el trabajo de mis padres como un
hecho religioso, pero supongo que
debió haber sido el día que me
encontré personalmente interesado
por un niño que era un delincuente.
• En esa época yo era un seminarista
y durante el verano trabajaba en el
Hospital San José repartiendo la
ropa de cama.
15. • La formación en el monasterio me
dió mayor profundidad en mis
experiencias por la Liturgia y el
habito de estudios teológicos.
16. • Tenía un gusto por los
espacios de silencio, reflexión
y oración por lo que se fue
agudizando mi percepción de la
interpretación de los textos de
los que partían los escritos del
Antiguo Testamento.
17. • Antes de terminar mis estudios en
Teología, los doctores
descubrieron en mi ciertos
desordenes fisiológicos no
remediables y mi salud se vio
afectada. Que con el tiempo
quedaría con cierta discapacidad.
18. • Por mi mal estado de salud
durante mi juventud, no me
incluyeron entre los combatientes
de la Segunda Guerra Mundial.
19. • Pero sí en los antecedentes de la
misma como fueron la Depresión
en el aspecto de hambre y
pobreza en la que mi padre
participó como bienhechor.
20. • …Por mi estado de salud no
me pudieron ordenar como
Sacerdote..
21. • ¿Estaría enfermo? ¿Ésa sería su
misión?
• ¡Pero si no había ido a la Guerra!
Estaba más preparado que nunca
para repartir esa Celebración del
Compartir el Pan en la Eucaristía,
para seguirlo compartiendo con
los que más lo necesitaban.
22. • “Qué tipo de maleficio se había
apoderado de su existencia?”
• ¿Cómo podrían decirle que se iba a
desintegrar si apenas empezaba a
vivir y a vislumbrar aquello que
Jesús le estaba revelando. “Lo que
hiciste por el más pequeño”.
23. • Mi padre me animó a que fuera a
México por un tiempo y me dio el
primer billete grande que tuve en
mis manos… 100 dólares.
24. Así lo hice, y una vez en México
aprendí a amar al país y a su
gente y decidí quedarme.
25. Al poco tiempo conseguí trabajo
impartiendo clases de
Criminología y Sociología en la
Universidad de las Américas.
Serví como Consejero en “The
American School Foundation” en
la Ciudad de México.
26. Los recuerdos de los niños desamparados,
encarcelados, sobre todo cuando llegaba
a visitar los campamentos-cárceles donde
los niños descalzos y casi desvestidos
tenían que llevar trabajos rudos en pleno
invierno, iban a ser las imágenes que se
encimaron con las que llego a palpar en la
ciudad de México.
Veia a los niños acurrucados, cubiertos con
periódicos...
27. Yo anhelaba ese ambiente de
espiritualidad, y de liturgia
monacal y descubrí que podría
integrarme al monasterio de
Cuernavaca.
28. …Dios me estaba preparando
algo..
Padre Wasson
Santuario de Vía Crucis en Yarnell, AZ.
29. El 24 de Mayo (día de Pentecostés)
de 1953 fui ordenado sacerdote
por el obispo de Cuernavaca.
Sabes que era!…
30. Y un día me
nombraron
representante
de una pequeña
Iglesia en el
área del
mercado de la
Ciudad de
Cuernavaca.
Dios quería algo…
70. • “Lo más importante para mí, es que
mis hijos practiquen la caridad,
porque si aman serán amados. Esto
hará que su trabajo sea eficiente y
eficaz, ejercerán una influencia
sobre sus propios hijos y sobre la
sociedad y alcanzaran su
salvación”.
• Rev. Guillermo B. Wasson
• Fundador de NPH
71. “ Porque tuve hambre, y me diste de comer;
tuve sed y me diste de beber; era peregrino
y me hospedaste; estaba desnudo y me
cubriste; enfermo y me viniste a visitar;
encarcelado y me viniste a ver y a
consolarme.
En verdad les digo: SIEMPRE QUE LO
HICISTE CON MIS MAS
PEQUEÑOS HERMANOS
CONMIGO LO HICISTE …”
Mateo 25; 35,40
72. “Y existen tantos más a quienes
nosotros no conocemos y que sin
embargo, quisiéramos proteger con
nuestro amor como lo hacemos con
los que ahora amamos, a pesar de
que no hace mucho sólo eran unos
desconocidos para nosotros”
Ernesto Cardenal, OFM 1974
73. • “Si lo que hemos aprendido en
Nuestros Pequeños Hermanos
puede cambiar y mejorar las
vidas de los niños en cualquier
parte del mundo, entonces
hemos hecho algo, no importa
cuan pequeño sea, para formar
la fraternidad entre los
hombres.” (W. Wasson)