El urbanismo sostenible busca mejorar la calidad de vida en las ciudades mediante el diseño y planificación urbana que minimiza el impacto ambiental y maximiza los recursos disponibles. Algunas estrategias clave incluyen fomentar el transporte público sobre el privado, crear espacios verdes accesibles para los residentes y utilizar materiales y energías renovables en la construcción de viviendas e infraestructuras.