Este poema celebra la procesión anual de la Virgen del Carmen, la patrona de los marineros. Describe cómo la Virgen del Carmen es paseada por los mares en su barco adornado con banderas y flores, acompañada por sus marineros que rezan y le piden ayuda. El poeta Vicente de Bonares elogia la belleza de la Virgen del Carmen y la proclama como la "Reina de los Mares".