3. 1Cr 29:10 Entonces David bendijo al Señor en presencia de toda la asamblea, diciendo: "¡Bendito seas para siempre, Señor, Dios de nuestro padre Israel! 11 ¡Tuyos son, Señor, la grandeza, el poder, la gloria, el dominio y la majestad! Porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo es también el reino, pues tú, Señor, eres superior a todos. 12 De ti vienen las riquezas y la honra. Tú lo gobiernas todo. La fuerza y el poder están en tu mano, y en tu mano está también el dar grandeza y poder a todos. 13 Por eso, Dios nuestro, te damos ahora gracias y alabamos tu glorioso nombre; 14 pues, ¿quién soy yo y qué es mi pueblo para que seamos capaces de ofrecerte tantas cosas? En realidad, todo viene de ti y solo te damos lo que de ti hemos recibido. 15 Pues ante ti somos como extranjeros que están de paso, igual que lo fueron todos nuestros antepasados, y nuestra vida sobre la tierra es como una sombra, sin ninguna esperanza. 16 "¡Oh Señor, Dios nuestro, tuyas son y de ti han venido todas estas riquezas que hemos preparado para construir un templo a tu santo nombre! 17 yo sé, Dios mío, que tú examinas las conciencias y que te agrada la rectitud. Por eso, con recta intención te he ofrecido todo esto. Y ahora puedo ver con alegría que tu pueblo, aquí reunido, te ha presentado generosamente sus ofrendas. 18 Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, nuestros antepasados, conserva siempre esta disposición de ánimo en el corazón de tu pueblo, y dirige su corazón hacia ti. 19 Concédele también a mi hijo Salomón un corazón íntegro para que pueda cumplir tus mandamientos, preceptos y leyes, poniéndolos todos en práctica, y para que pueda construir el templo para el que he hecho los preparativos."
6. Principio Eterno .” Si de hecho el corazón es la cuestión clave y si somos meramente mayordomos de lo que es finalmente poseído por Dios, entonces la pregunta impulsora que tenemos que hacer no es, “¿Cuánto doy?” sino “¿Con cuánto me atrevo a quedarme?”
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8. Realmente seria muy triste que bajo la Gracia los estándares de compromiso con la obra de Dios hayan bajado.Si aquellos lo hacían en condiciones, podríamos decir, desfavorable, cuanto más nosotros, dar en condiciones favorables.
9. La ofrenda. "Dios juzga lo que ofrendamos por la cantidad con que nos quedamos". – Misionero George Mueller El hombre, creado por Dios y dependiente de Él, devuelve así a Dios la gloria y el honor debidos; es también una manifestación del amor que debe a Dios, un deseo de unión con Él, y un deseo de cumplir su voluntad, de realizar la tarea que Dios ha encomendado al hombre en esta tierra. Éste es el profundo sentido que tiene la ofrenda en el cristianismo .
10. EL SEÑOR MIRA MÁS AL CORAZÓN DEL “SACERDOTE EVANGÉLICO”QUE A LA OFRENDA QUE DA Debemos dar reconociendo que lo que tenemos no es nuestro, sino de él. “De gracia recibisteis; dad de gracia” (Mateo10:8). El Señor acepta la ofrenda del corazón limpio (Isaías 1:15-20). El Señor acepta la ofrenda del creyente que se lleva bien con sus hermanos. Mateo 5:23-24 El Señor acepta la ofrenda del creyente agradecido, venga lo que viniere. Compare la ofrenda de perfume en Mateo 26:6-13. F. El Señor acepta la ofrenda del creyente comprensivo (1 Crónicas 29:14).
11. CONCLUSIÓNConcluimos que como creyentes el Señor nos ha hecho sacerdocio real, con el trabajo de ofrecerle sacrificios que le agraden. Los tres sacrificios que pide de cada cristiano son:(1) su alabanza, por medio de cantos, oraciones y cultos públicos;(2) sus bienes, las ofrendas materiales y (3) su cuerpo, entregado en sacrificio vivo para los usos del Señor. El Señor mira como ofrenda su pueblo, no cuanto da (Marcos 12:41), y más le interesa al Señor la condición espiritual de su hijo que la cantidad de su ofrenda. Él no necesita nada (Hechos 17:25), pero sabe que su pueblo sí necesita aprender que “más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). Y por medio de la mayordomía cristiana, ¡el Señor nos ofrece esta gran oportunidad!.