SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 10
Descargar para leer sin conexión
LEER DE NUEVO A LUYS SANTA MARINA
CÍRCULO RUIZ DE ALDA
(charla-coloquio celebrada en Valencia, el día 28 de octubre de 2016, en los
locales de la asociación)
El día que yo nací
nació conmigo una sombra
que no se aparta de mí.
José Bergamín
Treinta y seis años se han cumplido desde que Luys Santa Marina falleció la
noche del 14 al 15 de septiembre de 1980, el mismo año que fue la última
reedición de una de sus obras (a excepción de Labras heráldicas montañesas.
Prensa y Ediciones Iberoamericanas, 1992). Recuperar a Santa Marina, como
reivindicaba Arturo Pérez-Reverte¹ en su columna del suplemento dominical XL
Semanal, se antoja harto difícil.
Acceder hoy a sus principales textos implica un importante esfuerzo de rastreo
que diversos autores y publicaciones han venido a allanar. La Antología poética
(1986)² de Javier Onrubia Rebuelta, las obras de José Luis Gordillo Courcières
Luys Santa Marina (Notas de vida y obra) (2002)³ y Dos vidas encontradas:
Max Aub y Luys Santa Marina (2004)⁴ y, finalmente, la tesis doctoral de Juan
Marqués Martín Vida y obra de Luys Santa Marina. El lugar de un nombre
(1898-1980) (curso 2009-2010)⁵ junto con el libro del mismo autor En el alba
no hay dudas (2009)6
. Existen otras publicaciones que, por dedicarse más a la
vida política del autor que nos ocupa o no dedicarse por entero al mismo,
presentan menor interés en esta exposición.
Luys Santa Marina nació en Colindres el 4 de enero de 1898, aunque Gordillo
apunta que pudo ser en Laredo7
. “Norteño puro” se califica asimismo nuestro
autor8
. Sea como sea en Cantabria se le considera un colindrés de pro, al igual
que a su hermano José María, pintor de reconocidos méritos y obra, y se
apunta misteriosamente que pronto le llegará la hora del reconocimiento quizá
por quién menos se espere9
.
Una rápida búsqueda en Internet nos ofrece fácil la apariencia física de nuestro
autor a lo largo de algunos momentos diferentes de su vida. Pero es de señalar
que Max Aub nos ofrece en su obra Campo cerrado la descripción física, y
famosa, de Luys Santa Marina convertido en un personaje de la misma: Luis
Salomar10
. Otros autores (José María Fontana, Dionisio Ridruejo) nos brindan
también descripciones que van más allá de los rasgos físicos de Luys11
.
Destacaremos que Luis Salomar no fue nunca un seudónimo utilizado por Luys
Santa Marina aunque así haya transcendido12
. Seudónimos que al parecer
utilizó fueron: El gato Melitón y Cebrián de Ubierna. Se apuntó también que
Luys Santa Marina fue convertido en personaje literario en el libro de Juan
Marsé La muchacha de las bragas de oro. Hoy, es sabido, que fue otro autor,
Pedro Laín Entralgo, el que fue tomado como referencia para construir la
historia de Luys Forest.
Hombre inteligente, inquieto y honrado al parecer de Juan Marqués13
, un
hombre estupendo, magnífico, muy buena persona, gran escritor, nos retrata el
poeta Juan Perucho14
, pero es, sin duda, el periodista Manuel Tarín Iglesias
quien retrata más certeramente lo que hemos podido entrever de nuestras
numerosas lecturas sobre el personaje:
“… Luys fue el símbolo de una resistencia; el héroe a imitar, la figura que
representaba una larga enumeración de virtudes, cuando lo que se defendía se
entendía que eran virtudes: el amor a España, el espíritu de sacrificio, la
defensa de la verdad, el culto a la religión católica, la hermandad entre los
hombres y las tierras de la nación, la amistad. Luys era un símbolo, algo en el
difuso oleaje de la fantasía y la realidad, capitán invisible de millares de
muchachos, dispuestos a seguir su ejemplo.
Cuando descendía de su hermosa galaxia, Luys era un tímido, huidizo casi
hosco, enfundado siempre en su camisa azul, como un habito carmelitano;
encerrado en su despacho, cultivando fichas sobre la pureza del idioma
castellano…”15
.
Aparte artículos, lo primero que aparece publicado como libro suyo es Tras el
águila del César (Elegía del Tercio 1921-1922), conjunto de más de cien
estampas, en prosa o verso, relativas a la guerra de España en Marruecos
observada con crudeza por un legionario combatiente. “Tremendista” la calificó
Dionisio Ridruejo16
, que retrató a su autor como “el más fanático en la palabra y
el más liberal en los actos”.
EL CHOQUE
[Esponja alta de Taxuda]
Cuando asaltamos la loma, nos esperaron escondidos entre las piedras. Al
coronarla, sólo éramos treinta en pie. Fue entonces la hora de las bayonetas.
Los ya avezados los heríamos en el cuello o en el pecho, para poder sacar
pronto el cuchillo; los otros, al golpe seguro, en el vientre: es mortal y entra
fácil, pero como los mojamés llevan tres o cuatro (chilabas, camisas), para que
salga, hay que soltarles una patada y tirar del fusil hacia atrás, y mientras tanto,
es muy probable que el paciente os raje de un gumiazo. Así ocurrió a todos los
novatos. Quedábamos quince. Rematamos a machetazos a los heridos moros,
y como se hacían los muertos, para evitar olvidos, acuchillamos a todos. Se
terminó. Algunos les cortaban las cabezas. Otros limpiábamos la sangre de las
bayonetas en sus chilabas.
Hacía mucho sol. Tenía sed.
No sólo tenemos este “tremendismo” o realismo en la obra, también ocasión
para la ternura, el humor o la crítica social.
DESDÉN
Porque sé que allá abajo era la vida dura
y que los días eran rosarios de amargura
y las noches vía crucis de inquietud
y no olvido los blocaos ni los parapetos
en que los ojos se desorbitan, quietos
en angustiosa espera de la luz,
y porque sé lo que es marchar en la Compañía
- que la Muerte espiga un poco cada día –
por tristes campos, y al final
un tiro, un gumiazo, y una zanja en el yermo
donde yacer codo con codo, y si enfermo
o herido el camastro de un hospital
no ignorando que en la Patria muy amada
se nos desprecia y no interesa nada
nuestra labor a casi todos,
(pues ya ni los cielos ni la tierra
se ganan haciendo la guerra
en la frontera contra moros…).
Cuando, oscuro, voy por las calles de la ciudad
y cruzan a mi lado llenos de vanidad,
creyéndose unos superhombres
por tener las botinas muy lustradas,
y las gabardinas muy entalladas
y saber de cuatro libros los nombres.
- ¡Idos al diablo, botarates! -les digo-
más que vosotros vale el último amigo
que vistió el traje legionario,
y en el largo y polvoriento camino
supo padecer… y morir, cuando el Destino
marcó este fin a su calvario.
Ese tremendismo, esa “cierta brusquedad en la locución que disimulaban una
bondad natural muy evidente cuando el trato era largo”17
y una frecuente caída
en largos silencios se convierten en el primer rasgo que, a mi entender,
caracteriza a nuestro autor, cuando nos acercamos a sus escritos y a su
biografía.
Continuaron las publicaciones que iban dando relevancia a nuestro autor:
Tetramorfos (1927), Labras heráldicas montañesas (1928), Vida de Isabel la
Católica (1928), Estampas de Zurbarán (1929) y la creación en 1932 de la
revista literaria Azor, junto a Max Aub y Félix Ros. Nuevas publicaciones,
llegamos a Cisneros (1933) y la pasión política y su militancia falangista.
No le salió gratis, desde luego, esta militancia a Luys Santa Marina; y no sólo
por las tres penas de muerte (recordadas por tres calaveras y el lema “NO
IMPORTA” bordados en su camisa azul) o por su largo itinerario por encierros
en cárceles de toda la geografía española sino también porque le afectó en su
quehacer cotidiano previo. Bergamín, con quién colabora en la revista Cruz y
Raya, le escribe en 1936: <<”En la situación actual española su significación,
deseo que pasajera, de fascista, pesa más que la de escritor”»18
.
Primavera en Chinchilla (1939), Retablo de Reina Isabel (1940), Halladas
(1940), dirección de Solidaridad Nacional y del Ateneo Barcelonés y otras
publicaciones (destacar entre ellas Italia mi ventura (las guerras del Gran
Capitán) (¿1944?) hasta llegar a “Hacia José Antonio” (1958).
Y llegamos a la segunda constante, al segundo rasgo, el desencanto (no
olvidemos su semejanza a autores como Dionisio Ridruejo, Luis Rosales o
Ángel María Pascual) y el sacrificio inútil.
Ya nos lo aventuraba en Primavera en Chinchilla: “Cuando esto acabe, volveré
a mi pluma, marchita el alma, algunos años más...” o en el poema “Años
después” donde claro aparece “que siempre vuela más alto el deseo, que la
bala”, pero nada más esclarecedor de su amargura que el poema19
:
LA CANCIÓN DE LOS VIEJOS CAMARADAS
Del 33 al 47
van catorce años, si cuento bien,
mucho ha llovido desde entonces,
mucho ha caído, mucho está en pie,
mucho ha caído como las hojas
que sirvieron cuando fue su vez…
Quizá justo sea,
pero sólo sé
que de cada cuatro
cayeron tres.
Eran locos, violentos,
algo perdularios, ¿y qué?,
ni temían ni debían
y todo lo afrontaban en pie,
mas cuando los irreprochables
- carrerita y mucho quinqué –
chaqueteaban y se escondían,
ellos se fueron con él,
y a fuerza de ir a la fuente
de cada cuatro cayeron tres.
Y los prudentes y los sensatos
qual siempretiesos quedaron en pie
es lo de siempre, claro está,
pero esta vez
fue porque de cada cuatro
cayeron tres.
Los veo a veces, serios y amargos,
otras riendo, con o sin mujer,
pero en sus ojos – ojos de antaño –
veo que no tienen nada que aprender
de esos listillos que lo saben todo
y esos caimanes que venir las ven,
porque palacios, templos y fábricas
- ellos lo saben y bien –
se alzaron sobre los huesos
de esos tres, y otros tres, y otros tres.
Y llegamos al tercer rasgo, menos destacado en sus biógrafos o comentaristas,
pero que me parece importante traer a primera plana: la ternura.
Lo hace de pleno en Perdida Arcadia (1952), recuerdos de infancia y juventud
del autor, donde recupera sucesos, sensaciones y personas, a las que salva
con su presencia escrita del olvido, devolviendo la dignidad que les ha
arrebatado el mismo, pero siempre a la manera “santamariniana” de escribir y
vivir, ocultando siempre el acceso indebido a los “pesquisidores de su
intimidad” quizá poniendo en práctica lo que seguramente cantó en infinidad de
ocasiones:
Somos héroes incógnitos todos,
nadie aspire a saber quién soy yo…20
De su infancia, ya quedó retrato del mismo autor:
EXVOTO
Yo, de niño siempre creíble temerario
pirata de los Mares del Sur, cargado de oro,
y de esmeraldas, y de ídolos diabólicos
con ojos de rubíes, y de extrañas
flores, y bebedizos embrujados, y esencias
que hacían olvidar el cielo de la patria.
Así, el navío encerraba, madre hermosa,
en sus dos escotillas a toda mi arbitraria
fantasía infantil...
Infancia que crecería hasta convertirse en hombre con una vida nada fácil:
YA EN LA TIERRA MATERNA
Ya en la tierra materna, fue mi vida
un viaje por las islas del pasado:
era niño otra vez, y emocionado,
todo lo hallaba bello, a la medida
de mi deseo. Nuestra casa vieja,
gozosa me acogió, como una abuela
al nieto que regresa de la escuela...
Dura lección fue: mi alma aún se queja
de tanta y tanta injusticia y locura
como vivió... y aquí, en este rincón
encontró paz mezclada de ternura,
tras largas, cálidas horas de emoción...
Mas ya sin ella, inquieto el corazón,
languidece, invadido de amargura.
Y, en el recuerdo de la madre muerta, ya nada queda a nuestro autor excepto
su ternura:
Así, el navío encerraba, madre hermosa,
en sus dos escotillas a toda mi arbitraria
fantasía infantil... ahora, el pobre, navega
los mismos mares que antes, vacío; sin tesoros
ni leyendas... Igual yo; nada tengo
para ofrecerte en las cámaras del alma
excepto mi ternura; tómala, está marchita
por los vientos del mar y los hielos de la tierra...
Tómala, es un albatros con las alas partidas,
que va sin rumbo fijo, donde las olas quieran.
Porque “olvidar -olvidarse- es difícil” como nos recuerda en un artículo
periodístico titulado Elegía a Leticia21
.
Seguro que Luys Santa Marina conocería la lectura del Eclesiastés: ¡Vanidad,
pura vanidad! ¡Nada más que vanidad! ¿Qué provecho saca el hombre de todo
el esfuerzo que realiza bajo el sol?, porque parece recordárnoslo en aquel
consejo que dio a un joven preuniversitario:
“Debes empezar a aprender que en la vida de aquí abajo nunca pasa nada y si
pasa, no importa”22
Que mejor despedida para nuestro homenajeado.
BIBLIOGRAFÍA / WEBGRAFÍA
[1] PÉREZ-REVERTE, Arturo. La virtud del cerdo ibérico. XL Semanal. 12 de
diciembre de 2011. [fecha de consulta: 22 Octubre 2016]. Disponible en:
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/652/la-virtud-del-cerdo-
iberico/
[2] ONRUBIA, J. Antología poética. Madrid: Prensa y Ediciones
Iberoamericanas S.A., 1986.
[3] GORDILLO, J.L. Luys Santa Marina (Notas de vida y obra). Madrid:
Actualidad Militar, S.L., 2002.
[4] GORDILLO, J.L. Dos vidas encontradas: Max Aub y Luys Santa Marina.
Valencia: Albatros – Artes Gráficas Soler, S.L., 2004.
[5] Marqués Martín, J. (Curso 2009-2010). Vida y obra de Luys Santa Marina.
El lugar de un nombre (1898-1980). (Tesis doctoral). Departamento de Filología
Española. Universidad de Zaragoza.
[6] MARQUÉS, J. En el alba no hay dudas. Granada: Editorial Comares, S.L.,
2009.
[7] Nota 3.
[8] Nota 2.
[9] La Revista de Santander para la Familia Montañesa. Caja de Ahorros de
Santander y Cantabria. Enero-Marzo 1991. Madrid. Disponible en (descargar nº
62): http://fundacioncajacantabria.es/revista
[10] Nota 3. Nota 4.
[11] Nota 4.
[12] Nota 3.
[13] MARQUÉS MARTÍN, J. No era tiempo de corduras. La guerra civil de Luys
Santa Marina. En: Congreso Internacional. La guerra civil española. Madrid:
UNED, 2006.
[14] MANJÓN-CABEZA CRUZ, Dolores. Un silencio olvidado: la poesía de
Juan Perucho. 2005. [fecha de consulta: 22 octubre 2016]. Disponible en:
http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:Epos-676C7560-D497-3BDD-03A1-
22D587FAAE92/Documento.pdf
[15] Disponible en: http://www.hispaniainfo.es/web/2010/05/20/luys-
santamarina-2/
[16] VISCARRI, Dionisio. Literatura prefascista y la guerra de Marruecos. 1996.
[fecha de consulta: 22 octubre 2016]. Disponible en:
http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/4309/1/ART%C3%8DCULO%207.%20L
ITERATURA%20PREFASCISTA%20Y%20LA%20GUERRA%20DE%20MARR
UECOS,%20DIO
[17] Nota 3.
[18] ROMEO, F. La alargada sombra de Bergamín. Diario ABC. Cultural. 2009,
7. [fecha de consulta: 22 octubre 2016]. Disponible en:
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/cultural/2009/03
/14/007.html
[19] Nota 2.
[20] Canción del legionario. [fecha de consulta: 22 octubre 2016]. Disponible
en:
http://www.ejercito.mde.es/Galerias/Descarga_pdf/Unidades/Melilla/comgemel/
2015/150114_Cancion_del_Legionario.pdf
[21] Nota 3
[22] Nota 3.

Más contenido relacionado

Similar a Leer de nuevo a Luys Santa Marina

CASI EN PROSA (1968-1970) Dionisio Ridruejo
CASI EN PROSA (1968-1970) Dionisio RidruejoCASI EN PROSA (1968-1970) Dionisio Ridruejo
CASI EN PROSA (1968-1970) Dionisio RidruejoJulioPollinoTamayo
 
ARTICUENTOS (1956-1963) Manuel San Martín
ARTICUENTOS (1956-1963) Manuel San MartínARTICUENTOS (1956-1963) Manuel San Martín
ARTICUENTOS (1956-1963) Manuel San MartínJulioPollinoTamayo
 
La obra de Antonio Machado
La obra de Antonio MachadoLa obra de Antonio Machado
La obra de Antonio Machadojmfigueiragomez
 
La obra poetica_de_antonio_machado
La obra poetica_de_antonio_machadoLa obra poetica_de_antonio_machado
La obra poetica_de_antonio_machadoAnabgs
 
Literatura peruana el postmodernismo
Literatura peruana   el postmodernismoLiteratura peruana   el postmodernismo
Literatura peruana el postmodernismoMariopoma
 
P E D R O U R D E M A L E S
P E D R O  U R D E M A L E SP E D R O  U R D E M A L E S
P E D R O U R D E M A L E Smiguelangelrojas
 
El CapitáN Alatriste (cristofer)
El CapitáN Alatriste (cristofer)El CapitáN Alatriste (cristofer)
El CapitáN Alatriste (cristofer)4esopalamos
 
Miguel delibes fgt
Miguel delibes fgtMiguel delibes fgt
Miguel delibes fgtisolyn
 
Presentación Miguel Unamuno
Presentación Miguel UnamunoPresentación Miguel Unamuno
Presentación Miguel Unamunoasunhidalgo
 
Miguel Ángel Asturias
Miguel Ángel AsturiasMiguel Ángel Asturias
Miguel Ángel AsturiasMikelete
 
Boom hispanoamericano
Boom hispanoamericanoBoom hispanoamericano
Boom hispanoamericanoSecondary
 

Similar a Leer de nuevo a Luys Santa Marina (20)

CASI EN PROSA (1968-1970) Dionisio Ridruejo
CASI EN PROSA (1968-1970) Dionisio RidruejoCASI EN PROSA (1968-1970) Dionisio Ridruejo
CASI EN PROSA (1968-1970) Dionisio Ridruejo
 
ARTICUENTOS (1956-1963) Manuel San Martín
ARTICUENTOS (1956-1963) Manuel San MartínARTICUENTOS (1956-1963) Manuel San Martín
ARTICUENTOS (1956-1963) Manuel San Martín
 
La obra de Antonio Machado
La obra de Antonio MachadoLa obra de Antonio Machado
La obra de Antonio Machado
 
La obra poetica_de_antonio_machado
La obra poetica_de_antonio_machadoLa obra poetica_de_antonio_machado
La obra poetica_de_antonio_machado
 
SAMUEL ROS PARDO.pdf
SAMUEL ROS PARDO.pdfSAMUEL ROS PARDO.pdf
SAMUEL ROS PARDO.pdf
 
Literatura peruana el postmodernismo
Literatura peruana   el postmodernismoLiteratura peruana   el postmodernismo
Literatura peruana el postmodernismo
 
Poetas
PoetasPoetas
Poetas
 
Club de Lectura
Club de LecturaClub de Lectura
Club de Lectura
 
Biografias
BiografiasBiografias
Biografias
 
P E D R O U R D E M A L E S
P E D R O  U R D E M A L E SP E D R O  U R D E M A L E S
P E D R O U R D E M A L E S
 
Pedro Urdemales
Pedro UrdemalesPedro Urdemales
Pedro Urdemales
 
El CapitáN Alatriste (cristofer)
El CapitáN Alatriste (cristofer)El CapitáN Alatriste (cristofer)
El CapitáN Alatriste (cristofer)
 
Romaticismo ii
Romaticismo iiRomaticismo ii
Romaticismo ii
 
Degrelle, leon poeta y polemista
Degrelle, leon   poeta y polemistaDegrelle, leon   poeta y polemista
Degrelle, leon poeta y polemista
 
Milán Kundera
Milán KunderaMilán Kundera
Milán Kundera
 
Miguel delibes fgt
Miguel delibes fgtMiguel delibes fgt
Miguel delibes fgt
 
Presentación Miguel Unamuno
Presentación Miguel UnamunoPresentación Miguel Unamuno
Presentación Miguel Unamuno
 
Miguel Hernández
Miguel HernándezMiguel Hernández
Miguel Hernández
 
Miguel Ángel Asturias
Miguel Ángel AsturiasMiguel Ángel Asturias
Miguel Ángel Asturias
 
Boom hispanoamericano
Boom hispanoamericanoBoom hispanoamericano
Boom hispanoamericano
 

Último

Diapositiva del JUICIO VALORATIVO - 2024
Diapositiva del JUICIO VALORATIVO - 2024Diapositiva del JUICIO VALORATIVO - 2024
Diapositiva del JUICIO VALORATIVO - 2024KellySue4
 
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA: O noso lugar no universo
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA: O noso lugar no universoCURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA: O noso lugar no universo
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA: O noso lugar no universoanoiteenecesaria
 
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na Coruña
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na CoruñaCURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na Coruña
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na Coruñaanoiteenecesaria
 
412414553-La-Globalizacion-en-El-Arte.pptx
412414553-La-Globalizacion-en-El-Arte.pptx412414553-La-Globalizacion-en-El-Arte.pptx
412414553-La-Globalizacion-en-El-Arte.pptxAndresSantana60
 
S.3 El debate Impacto de la Inteligencia Artificial en la Sociedad Moderna
S.3 El debate Impacto de la Inteligencia Artificial en la Sociedad ModernaS.3 El debate Impacto de la Inteligencia Artificial en la Sociedad Moderna
S.3 El debate Impacto de la Inteligencia Artificial en la Sociedad ModernaRodrigoReynaldo1
 
GESTOS Y POSTURAS EN LA MISA PARA LOS MONAGUILLOS.pptx
GESTOS Y POSTURAS EN LA MISA PARA LOS MONAGUILLOS.pptxGESTOS Y POSTURAS EN LA MISA PARA LOS MONAGUILLOS.pptx
GESTOS Y POSTURAS EN LA MISA PARA LOS MONAGUILLOS.pptxCarlosRizos
 

Último (6)

Diapositiva del JUICIO VALORATIVO - 2024
Diapositiva del JUICIO VALORATIVO - 2024Diapositiva del JUICIO VALORATIVO - 2024
Diapositiva del JUICIO VALORATIVO - 2024
 
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA: O noso lugar no universo
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA: O noso lugar no universoCURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA: O noso lugar no universo
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA: O noso lugar no universo
 
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na Coruña
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na CoruñaCURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na Coruña
CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na Coruña
 
412414553-La-Globalizacion-en-El-Arte.pptx
412414553-La-Globalizacion-en-El-Arte.pptx412414553-La-Globalizacion-en-El-Arte.pptx
412414553-La-Globalizacion-en-El-Arte.pptx
 
S.3 El debate Impacto de la Inteligencia Artificial en la Sociedad Moderna
S.3 El debate Impacto de la Inteligencia Artificial en la Sociedad ModernaS.3 El debate Impacto de la Inteligencia Artificial en la Sociedad Moderna
S.3 El debate Impacto de la Inteligencia Artificial en la Sociedad Moderna
 
GESTOS Y POSTURAS EN LA MISA PARA LOS MONAGUILLOS.pptx
GESTOS Y POSTURAS EN LA MISA PARA LOS MONAGUILLOS.pptxGESTOS Y POSTURAS EN LA MISA PARA LOS MONAGUILLOS.pptx
GESTOS Y POSTURAS EN LA MISA PARA LOS MONAGUILLOS.pptx
 

Leer de nuevo a Luys Santa Marina

  • 1. LEER DE NUEVO A LUYS SANTA MARINA CÍRCULO RUIZ DE ALDA (charla-coloquio celebrada en Valencia, el día 28 de octubre de 2016, en los locales de la asociación) El día que yo nací nació conmigo una sombra que no se aparta de mí. José Bergamín Treinta y seis años se han cumplido desde que Luys Santa Marina falleció la noche del 14 al 15 de septiembre de 1980, el mismo año que fue la última reedición de una de sus obras (a excepción de Labras heráldicas montañesas. Prensa y Ediciones Iberoamericanas, 1992). Recuperar a Santa Marina, como reivindicaba Arturo Pérez-Reverte¹ en su columna del suplemento dominical XL Semanal, se antoja harto difícil. Acceder hoy a sus principales textos implica un importante esfuerzo de rastreo que diversos autores y publicaciones han venido a allanar. La Antología poética (1986)² de Javier Onrubia Rebuelta, las obras de José Luis Gordillo Courcières Luys Santa Marina (Notas de vida y obra) (2002)³ y Dos vidas encontradas: Max Aub y Luys Santa Marina (2004)⁴ y, finalmente, la tesis doctoral de Juan Marqués Martín Vida y obra de Luys Santa Marina. El lugar de un nombre (1898-1980) (curso 2009-2010)⁵ junto con el libro del mismo autor En el alba no hay dudas (2009)6 . Existen otras publicaciones que, por dedicarse más a la vida política del autor que nos ocupa o no dedicarse por entero al mismo, presentan menor interés en esta exposición.
  • 2. Luys Santa Marina nació en Colindres el 4 de enero de 1898, aunque Gordillo apunta que pudo ser en Laredo7 . “Norteño puro” se califica asimismo nuestro autor8 . Sea como sea en Cantabria se le considera un colindrés de pro, al igual que a su hermano José María, pintor de reconocidos méritos y obra, y se apunta misteriosamente que pronto le llegará la hora del reconocimiento quizá por quién menos se espere9 . Una rápida búsqueda en Internet nos ofrece fácil la apariencia física de nuestro autor a lo largo de algunos momentos diferentes de su vida. Pero es de señalar que Max Aub nos ofrece en su obra Campo cerrado la descripción física, y famosa, de Luys Santa Marina convertido en un personaje de la misma: Luis Salomar10 . Otros autores (José María Fontana, Dionisio Ridruejo) nos brindan también descripciones que van más allá de los rasgos físicos de Luys11 . Destacaremos que Luis Salomar no fue nunca un seudónimo utilizado por Luys Santa Marina aunque así haya transcendido12 . Seudónimos que al parecer utilizó fueron: El gato Melitón y Cebrián de Ubierna. Se apuntó también que Luys Santa Marina fue convertido en personaje literario en el libro de Juan Marsé La muchacha de las bragas de oro. Hoy, es sabido, que fue otro autor, Pedro Laín Entralgo, el que fue tomado como referencia para construir la historia de Luys Forest. Hombre inteligente, inquieto y honrado al parecer de Juan Marqués13 , un hombre estupendo, magnífico, muy buena persona, gran escritor, nos retrata el poeta Juan Perucho14 , pero es, sin duda, el periodista Manuel Tarín Iglesias quien retrata más certeramente lo que hemos podido entrever de nuestras numerosas lecturas sobre el personaje: “… Luys fue el símbolo de una resistencia; el héroe a imitar, la figura que representaba una larga enumeración de virtudes, cuando lo que se defendía se entendía que eran virtudes: el amor a España, el espíritu de sacrificio, la defensa de la verdad, el culto a la religión católica, la hermandad entre los hombres y las tierras de la nación, la amistad. Luys era un símbolo, algo en el difuso oleaje de la fantasía y la realidad, capitán invisible de millares de muchachos, dispuestos a seguir su ejemplo. Cuando descendía de su hermosa galaxia, Luys era un tímido, huidizo casi hosco, enfundado siempre en su camisa azul, como un habito carmelitano; encerrado en su despacho, cultivando fichas sobre la pureza del idioma castellano…”15 . Aparte artículos, lo primero que aparece publicado como libro suyo es Tras el águila del César (Elegía del Tercio 1921-1922), conjunto de más de cien estampas, en prosa o verso, relativas a la guerra de España en Marruecos observada con crudeza por un legionario combatiente. “Tremendista” la calificó Dionisio Ridruejo16 , que retrató a su autor como “el más fanático en la palabra y el más liberal en los actos”.
  • 3. EL CHOQUE [Esponja alta de Taxuda] Cuando asaltamos la loma, nos esperaron escondidos entre las piedras. Al coronarla, sólo éramos treinta en pie. Fue entonces la hora de las bayonetas. Los ya avezados los heríamos en el cuello o en el pecho, para poder sacar pronto el cuchillo; los otros, al golpe seguro, en el vientre: es mortal y entra fácil, pero como los mojamés llevan tres o cuatro (chilabas, camisas), para que salga, hay que soltarles una patada y tirar del fusil hacia atrás, y mientras tanto, es muy probable que el paciente os raje de un gumiazo. Así ocurrió a todos los novatos. Quedábamos quince. Rematamos a machetazos a los heridos moros, y como se hacían los muertos, para evitar olvidos, acuchillamos a todos. Se terminó. Algunos les cortaban las cabezas. Otros limpiábamos la sangre de las bayonetas en sus chilabas. Hacía mucho sol. Tenía sed. No sólo tenemos este “tremendismo” o realismo en la obra, también ocasión para la ternura, el humor o la crítica social. DESDÉN Porque sé que allá abajo era la vida dura y que los días eran rosarios de amargura y las noches vía crucis de inquietud y no olvido los blocaos ni los parapetos en que los ojos se desorbitan, quietos en angustiosa espera de la luz, y porque sé lo que es marchar en la Compañía - que la Muerte espiga un poco cada día – por tristes campos, y al final un tiro, un gumiazo, y una zanja en el yermo donde yacer codo con codo, y si enfermo o herido el camastro de un hospital no ignorando que en la Patria muy amada se nos desprecia y no interesa nada
  • 4. nuestra labor a casi todos, (pues ya ni los cielos ni la tierra se ganan haciendo la guerra en la frontera contra moros…). Cuando, oscuro, voy por las calles de la ciudad y cruzan a mi lado llenos de vanidad, creyéndose unos superhombres por tener las botinas muy lustradas, y las gabardinas muy entalladas y saber de cuatro libros los nombres. - ¡Idos al diablo, botarates! -les digo- más que vosotros vale el último amigo que vistió el traje legionario, y en el largo y polvoriento camino supo padecer… y morir, cuando el Destino marcó este fin a su calvario. Ese tremendismo, esa “cierta brusquedad en la locución que disimulaban una bondad natural muy evidente cuando el trato era largo”17 y una frecuente caída en largos silencios se convierten en el primer rasgo que, a mi entender, caracteriza a nuestro autor, cuando nos acercamos a sus escritos y a su biografía. Continuaron las publicaciones que iban dando relevancia a nuestro autor: Tetramorfos (1927), Labras heráldicas montañesas (1928), Vida de Isabel la Católica (1928), Estampas de Zurbarán (1929) y la creación en 1932 de la revista literaria Azor, junto a Max Aub y Félix Ros. Nuevas publicaciones, llegamos a Cisneros (1933) y la pasión política y su militancia falangista. No le salió gratis, desde luego, esta militancia a Luys Santa Marina; y no sólo por las tres penas de muerte (recordadas por tres calaveras y el lema “NO IMPORTA” bordados en su camisa azul) o por su largo itinerario por encierros en cárceles de toda la geografía española sino también porque le afectó en su quehacer cotidiano previo. Bergamín, con quién colabora en la revista Cruz y
  • 5. Raya, le escribe en 1936: <<”En la situación actual española su significación, deseo que pasajera, de fascista, pesa más que la de escritor”»18 . Primavera en Chinchilla (1939), Retablo de Reina Isabel (1940), Halladas (1940), dirección de Solidaridad Nacional y del Ateneo Barcelonés y otras publicaciones (destacar entre ellas Italia mi ventura (las guerras del Gran Capitán) (¿1944?) hasta llegar a “Hacia José Antonio” (1958). Y llegamos a la segunda constante, al segundo rasgo, el desencanto (no olvidemos su semejanza a autores como Dionisio Ridruejo, Luis Rosales o Ángel María Pascual) y el sacrificio inútil. Ya nos lo aventuraba en Primavera en Chinchilla: “Cuando esto acabe, volveré a mi pluma, marchita el alma, algunos años más...” o en el poema “Años después” donde claro aparece “que siempre vuela más alto el deseo, que la bala”, pero nada más esclarecedor de su amargura que el poema19 : LA CANCIÓN DE LOS VIEJOS CAMARADAS Del 33 al 47 van catorce años, si cuento bien, mucho ha llovido desde entonces, mucho ha caído, mucho está en pie, mucho ha caído como las hojas que sirvieron cuando fue su vez… Quizá justo sea, pero sólo sé que de cada cuatro cayeron tres. Eran locos, violentos, algo perdularios, ¿y qué?, ni temían ni debían y todo lo afrontaban en pie, mas cuando los irreprochables - carrerita y mucho quinqué – chaqueteaban y se escondían, ellos se fueron con él, y a fuerza de ir a la fuente de cada cuatro cayeron tres. Y los prudentes y los sensatos qual siempretiesos quedaron en pie es lo de siempre, claro está,
  • 6. pero esta vez fue porque de cada cuatro cayeron tres. Los veo a veces, serios y amargos, otras riendo, con o sin mujer, pero en sus ojos – ojos de antaño – veo que no tienen nada que aprender de esos listillos que lo saben todo y esos caimanes que venir las ven, porque palacios, templos y fábricas - ellos lo saben y bien – se alzaron sobre los huesos de esos tres, y otros tres, y otros tres. Y llegamos al tercer rasgo, menos destacado en sus biógrafos o comentaristas, pero que me parece importante traer a primera plana: la ternura. Lo hace de pleno en Perdida Arcadia (1952), recuerdos de infancia y juventud del autor, donde recupera sucesos, sensaciones y personas, a las que salva con su presencia escrita del olvido, devolviendo la dignidad que les ha arrebatado el mismo, pero siempre a la manera “santamariniana” de escribir y vivir, ocultando siempre el acceso indebido a los “pesquisidores de su intimidad” quizá poniendo en práctica lo que seguramente cantó en infinidad de ocasiones: Somos héroes incógnitos todos, nadie aspire a saber quién soy yo…20 De su infancia, ya quedó retrato del mismo autor: EXVOTO Yo, de niño siempre creíble temerario pirata de los Mares del Sur, cargado de oro, y de esmeraldas, y de ídolos diabólicos con ojos de rubíes, y de extrañas flores, y bebedizos embrujados, y esencias que hacían olvidar el cielo de la patria.
  • 7. Así, el navío encerraba, madre hermosa, en sus dos escotillas a toda mi arbitraria fantasía infantil... Infancia que crecería hasta convertirse en hombre con una vida nada fácil: YA EN LA TIERRA MATERNA Ya en la tierra materna, fue mi vida un viaje por las islas del pasado: era niño otra vez, y emocionado, todo lo hallaba bello, a la medida de mi deseo. Nuestra casa vieja, gozosa me acogió, como una abuela al nieto que regresa de la escuela... Dura lección fue: mi alma aún se queja de tanta y tanta injusticia y locura como vivió... y aquí, en este rincón encontró paz mezclada de ternura, tras largas, cálidas horas de emoción... Mas ya sin ella, inquieto el corazón, languidece, invadido de amargura. Y, en el recuerdo de la madre muerta, ya nada queda a nuestro autor excepto su ternura:
  • 8. Así, el navío encerraba, madre hermosa, en sus dos escotillas a toda mi arbitraria fantasía infantil... ahora, el pobre, navega los mismos mares que antes, vacío; sin tesoros ni leyendas... Igual yo; nada tengo para ofrecerte en las cámaras del alma excepto mi ternura; tómala, está marchita por los vientos del mar y los hielos de la tierra... Tómala, es un albatros con las alas partidas, que va sin rumbo fijo, donde las olas quieran. Porque “olvidar -olvidarse- es difícil” como nos recuerda en un artículo periodístico titulado Elegía a Leticia21 . Seguro que Luys Santa Marina conocería la lectura del Eclesiastés: ¡Vanidad, pura vanidad! ¡Nada más que vanidad! ¿Qué provecho saca el hombre de todo el esfuerzo que realiza bajo el sol?, porque parece recordárnoslo en aquel consejo que dio a un joven preuniversitario: “Debes empezar a aprender que en la vida de aquí abajo nunca pasa nada y si pasa, no importa”22 Que mejor despedida para nuestro homenajeado.
  • 9. BIBLIOGRAFÍA / WEBGRAFÍA [1] PÉREZ-REVERTE, Arturo. La virtud del cerdo ibérico. XL Semanal. 12 de diciembre de 2011. [fecha de consulta: 22 Octubre 2016]. Disponible en: http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/652/la-virtud-del-cerdo- iberico/ [2] ONRUBIA, J. Antología poética. Madrid: Prensa y Ediciones Iberoamericanas S.A., 1986. [3] GORDILLO, J.L. Luys Santa Marina (Notas de vida y obra). Madrid: Actualidad Militar, S.L., 2002. [4] GORDILLO, J.L. Dos vidas encontradas: Max Aub y Luys Santa Marina. Valencia: Albatros – Artes Gráficas Soler, S.L., 2004. [5] Marqués Martín, J. (Curso 2009-2010). Vida y obra de Luys Santa Marina. El lugar de un nombre (1898-1980). (Tesis doctoral). Departamento de Filología Española. Universidad de Zaragoza. [6] MARQUÉS, J. En el alba no hay dudas. Granada: Editorial Comares, S.L., 2009. [7] Nota 3. [8] Nota 2. [9] La Revista de Santander para la Familia Montañesa. Caja de Ahorros de Santander y Cantabria. Enero-Marzo 1991. Madrid. Disponible en (descargar nº 62): http://fundacioncajacantabria.es/revista [10] Nota 3. Nota 4. [11] Nota 4. [12] Nota 3. [13] MARQUÉS MARTÍN, J. No era tiempo de corduras. La guerra civil de Luys Santa Marina. En: Congreso Internacional. La guerra civil española. Madrid: UNED, 2006. [14] MANJÓN-CABEZA CRUZ, Dolores. Un silencio olvidado: la poesía de Juan Perucho. 2005. [fecha de consulta: 22 octubre 2016]. Disponible en:
  • 10. http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:Epos-676C7560-D497-3BDD-03A1- 22D587FAAE92/Documento.pdf [15] Disponible en: http://www.hispaniainfo.es/web/2010/05/20/luys- santamarina-2/ [16] VISCARRI, Dionisio. Literatura prefascista y la guerra de Marruecos. 1996. [fecha de consulta: 22 octubre 2016]. Disponible en: http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/4309/1/ART%C3%8DCULO%207.%20L ITERATURA%20PREFASCISTA%20Y%20LA%20GUERRA%20DE%20MARR UECOS,%20DIO [17] Nota 3. [18] ROMEO, F. La alargada sombra de Bergamín. Diario ABC. Cultural. 2009, 7. [fecha de consulta: 22 octubre 2016]. Disponible en: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/cultural/2009/03 /14/007.html [19] Nota 2. [20] Canción del legionario. [fecha de consulta: 22 octubre 2016]. Disponible en: http://www.ejercito.mde.es/Galerias/Descarga_pdf/Unidades/Melilla/comgemel/ 2015/150114_Cancion_del_Legionario.pdf [21] Nota 3 [22] Nota 3.