3. ¿Por qué conmemorar el Bicentenario?
El pasado es un tesoro que se transmite de generación en
generación:
• Cada generación se encarga de incorporar ese legado a su tiempo
• En cada época conviven los aspectos coyunturales y los aspectos centrales
La historia es el combustible para construir el país del mañana:
• Problemas superficiales: coyuntura política, económica, social y su influencia
• Problemas de fondo: idealizar, congelar, rechazar, olvidar el pasado
4. La cuestión nacional
Los hombres no han vivido en una
comunidad universal, sino
condicionados por la geografía, la
economía, la sociología, etc., y
dentro del marco de Estados y
naciones. (…) Esto tiene palpitante
importancia ante el prurito de
implantación ciega de concepciones
típicas exóticas.
Jorge Basadre. Perú. Problema y posibilidad (1931)
Jorge Basadre Grohmann: Tacna, 1903 – Lima, 1980
5. La independencia (1821 – 1824)
La implantación del nuevo orden
político americano no vino a sellar un
proceso (independencia de España),
sino a abrir otro nuevo (gobierno
autónomo e independiente) con
muchas problemáticas y grandes
retos.
Juan Marchena, historiador español, 2013.
Anónimo. Triunfo de la Independencia americana.
Óleo sobre lienzo, ca. 1821-1825. Cusco.
6. La definición de la República
Los hombres que hicieron la Independencia
dotaron al Perú, como a los demás países
hispanoamericanos, de una Constitución de tipo
republicano. Un Presidente de la República elegido
por los pueblos en votación indirecta; un
Parlamento dividido en Cámara de Senadores y
Cámara de Diputados por directa votación
popular; las garantías individuales más o menos
celosamente defendidas; he aquí los marcos
constituciones para el Estado naciente.
Jorge Basadre. Perú. Problema y posibilidad (1931)
La República del Perú es democrática,
social, independiente y soberana. El
Estado es uno e indivisible. Su gobierno es
unitario, representativo y descentralizado,
se organiza según el principio de
separación de poderes. (Constitución
Política, 1993)
7. El reto de la vida republicana
La independencia supuso retos en todos los ámbitos:
Delimitar unidades territoriales (exterior e interior),
crear una administración pública nacional; Reconstruir
la economía (moneda, impuestos, recaudación);
Reconocer la ciudadanía
Del virreinato se mantuvo una estructura social difícil,
formada por capas superpuestas de criollos, indios,
negros esclavos y las mezclas que se fueron dando
entre ellos (…) un tejido demográfico para nada
práctico para hablar de ciudadanía, representación y
autogobierno.
Carlos Contreras y Marcos Cueto, Historia del Perú
Contemporáneo (2013)
8. Un punto de quiebre: 1879
La Guerra del Pacífico (1879-1883) evidenció varios
problemas: una economía falaz, un gobierno
centralista y poco preparado, un país invertebrado e
incomunicado, una sociedad desigual en su mayoría
analfabeta.
El revanchismo y la desconfianza hacia Chile fueron
consecuencias azuzadas desde la tribuna.
La guerra cerró un ciclo de la historia republicana
marcado por la inestabilidad y la volatilidad.
Thomas Somerscales, ca. 1889
Teófilo Castillo, ca. 1910-1920
9. El camino hacia la modernidad
A fines del siglo XIX y por más de tres décadas, el
Perú vivió un ciclo de desarrollo económico de
carácter agroindustrial y exportador: el azúcar, el
algodón, el caucho, el petróleo, los metales fueron
los principales bienes.
La industrialización exportadora sin embargo, no
generó desarrollo: persistieron las desigualdades,
aumentaron los problemas sociales –movimiento
obrero–, aparecieron los partidos de masas.
Pero también fue un período feliz de creciente
modernidad de la mano de la celebración del
Centenario Nacional y con la esperanza de una
nueva sociedad.
10. El Perú ideal y el Perú real
La inserción del Perú en el contexto internacional generó
el desarrollismo, la búsqueda de la estabilidad
democrática frente a las dictaduras y la renovación
tecnológica y modernización de la producción.
A la par, la migración de la sierra a la costa y de pueblos
a las ciudades transformó el paisaje urbano. El Perú dejó
de ser un país rural. Y no estaba preparado.
Nacen el Estado benefactor que atiende a las mayorías
(Educación y Salud), y la sociedad se reconfigura con el
reconocimiento de los derechos civiles de las mujeres
(1956) e indígenas analfabetos (1979).
11. Un país enfrentado
La expropiación y nacionalización de las principales
industrias explotadoras, la reforma educativa, la
reforma agraria, la confiscación de los medios de
comunicación, entre otras medidas tomadas durante
la dictadura militar (1968-1979) atacaron las bases de
la estructura económica, tecnológica e industrial.
Desarticulándola.
La retórica revolucionaria del Gobierno de las Fuerzas
Armadas, especialmente en su primera fase,
pretendió una transformación radical del país con el
fin de promover a un nuevo peruano. Sin embargo,
fracasó en su intento y dejó un país polarizado.
12. La década perdida: 1980-1990
El caso de la economía peruana destaca por la
rapidez con la que se sucedieron las crisis. En
tres ocasiones consecutivas, ni bien la
economía recuperaba su nivel que tenía antes
de la crisis, era azotada por una nueva crisis
que destruía lo avanzado en años anteriores.
En consecuencia, el PBI per cápita del país
registró una tasa de crecimiento promedio de 0
por ciento durante un período largo.
Luis Gonzalo Llosa y Ugo Panizza, La gran depresión de la
economía peruana (2015).
13. El siglo XXI
El Perú de ahora es muy diferente al que
nació en 1821. Pero los ideales
permanecen: “firme y feliz por la unión”.
La promesa de la historia patria nos
reclama construir un país que valore la
diversidad de su cultura y tradiciones,
que promueva la iniciativa personal
dirigida al bien común, que aprenda a
convivir en la diferencia, que eduque en
el diálogo y no en la imposición, que
enrumbe hacia el camino de la calidad y
el orden, y, principalmente, que
reconozca en el otro a un ciudadano, a
un hermano, no a un enemigo.
14. Los retos del Bicentenario
El Bicentenario nacional es la ocasión para
reflexionar sobre lo retos del Perú en el futuro.
Mejor democracia con instituciones públicas
fortalecidas y participación ciudadana. Mejor
ciudadanía apoyada valores cívicos solidarios, el
compromiso democrático y el fomento de una
cultura de paz y de convivencia respetuosa.
Mayor integración sobre la base de la
interculturalidad, la no discriminación apoyados en
la innovación y la tecnología para fortalecer la
identidad peruana reconociendo su diversidad de
costumbres y tradiciones.