Este documento presenta una guía de nivelación de comprensión lectora para segundo período con dos textos. El primer texto es un fragmento de La guerra de las galaxias donde Luke discute con su tío sobre un androide posiblemente robado. El segundo texto es un fragmento de El doctor Jekyll y Mr. Hyde donde el doctor describe los efectos de su poción y su transformación en Mr. Hyde. La guía incluye preguntas de comprensión sobre los textos.
el CTE 6 DOCENTES 2 2023-2024abcdefghijoklmnñopqrstuvwxyz
Construyendo ciudadanía y desarrollo humano
1. …Seguimos construyendo ciudadanía, ciencia y desarrollo humano con disciplina y amor…
ATENEO MODERNO “Un nuevo colegio para el siglo XXI”
COMPRENSIÓN
LECTORA
GUÍA DE NIVELACIÓN – SEGUNDO PERÍODO
SANTA MARTA
DTCH
PERÍODO: II DOCENTE: WÍLMER IBÁÑEZ VILLANUEVA GRADO: 8 - __ FECHA:
ESTUDIANTE: VALORACIÓN:
CONTENIDOS TEMÁTICOS:
-Ejercicios de comprensión lectora.
-Tipología textual.
LEE ATENTAMENTE LOS SIGUIENTES TEXTOS Y LUEGO RESPONDE LAS PREGUNTAS, ESCOGIENDO UNA SOLO OPCIÓN.
TEXTO 1: IV
Beru, la tía de Luke, llenaba una jarra con un líquido azul que
extraía de un depósito refrigerado. Detrás de ella en la zona
del comedor, se producía un zumbido uniforme de
conversación que llegaba hasta la cocina. Suspiró entristecida.
Las discusiones que su marido y Luke sostenían a la hora de
las comidas se habían vuelto más amargas a medida que el
desasosiego del muchacho lo arrastraba por rumbos distintos
a la agricultura. En direcciones por las que Owen, un impasible
hombre de la Tierra, no tenía la más mínima simpatía.
Guardó el voluminoso depósito en la unidad refrigeradora,
colocó la jarra en una bandeja y volvió raudamente al
comedor. Beru no era una mujer sagaz, pero comprendía
instintivamente su importante posición en aquella casa.
Funcionaba como las varillas humedecidas de un reactor
nuclear. Mientras ella estuviera presente, Owen y Luke
seguirían produciendo alboroto, pero si se mantenía alejada de
ellos durante demasiado rato … ¡bum!
Las unidades condensadoras empotradas en la parte inferior
de cada fuente mantenían caliente la comida en la mesa
mientras ella entraba. Inmediatamente ambos hombres dieron
a sus voces un tono civilizado y cambiaron de tema. Beru
fingió no reparar en ello.
-Tío Owen, creo que la unidad de Artoo tal vez fue robada –
decía Luke, como si ese hubiera sido el tema de conversación.
Su tío cogió la jarra de la leche y refunfuño la respuesta con la
boca llena de comida:
-Los jawas tienen tendencia a recoger todo lo que no está
atado Luke, pero recuerda que básicamente tienen miedo
hasta de su propia sombra. Para recurrir a un robo cabal
tendrían que haber analizado las consecuencias de ser
perseguidos y castigados. Teóricamente sus mentes son
incapaces de hacerlo. ¿Qué te ha llevado a pensar que ese
androide es robado?
-En primer lugar, está en muy buena forma para ser un
desecho. Generó la grabación de un holograma mientras lo
limpiaba… -Luke intentó ocultar el horror que le produjo su
propio desliz. Agregó apresuradamente-: pero eso carece de
importancia. Creo que podría ser robado, pues afirma que
pertenece a alguien a quien llama Obi-wan Kenobi.
Quizá la comida, o la leche, hicieron que el tío de Luke se
atragantara. También pudo ser una expresión de repugnancia,
que era el modo en que Owen emitía su opinión acerca de ese
extraño personaje. De todos modos siguió comiendo sin mirar
a su sobrino.
Luke fingió que la expresión de disgusto de su tío nunca había
existido.
-Pensé- prosiguió decidido-, que tal vez se refería al viejo Ben.
El primer nombre es distinto, pero el último es el mismo. –
Como su tío mantenía tenazmente el silencio, Luke lo abordó
directamente -: Tío Owen, ¿tú sabes a quién se refiere?
Sorpresivamente, su tío se mostró incómodo en lugar de
enfurecido.
-Es una tontería – murmuró, sin hacer frente a la mirada de
Luke-. Un hombre de otra época – se agitó nerviosamente en
la silla-. Un hombre que sólo puede traer problemas.
Lucas, G. La guerra de las galaxias. 1984.
1. Mientras la tía de Luke sirve la bebida azul desde el
comedor llega un:
A. Viento frío desde el depósito refrigerado.
B. Calor constante por la comida servida.
C. Ruido de la discusión entre tío y sobrino.
D. Ruido de la charla sobre Obi-wan Kenobi.
2. Una de las razones que da Luke para creer que Artoo
funciona es que:
A. Se encuentra en muy buen estado para ser basura.
B. Mientras lo limpiaba generó un holograma.
C. Dice pertenecer a un hombre llamado Obi-wan.
D. Parece haber sido robado por los jawas.
3. Frente a la expresión de disgusto que el tío de Luke
manifiesta cuando le hablan de Obi-wan Kenobi, Luke decide:
A. Fingir que nunca existió.
B. Preguntar insistentemente.
C. Enojarse con más ganas.
D. Abordar a su tío directamente.
4. La temperatura del líquido azul que la tía de Luke sirve es:
A. Inferior a la del ambiente.
B. Superior a la del ambiente.
C. Igual a la del ambiente.
D. Por arriba a la del ambiente.
5. Beru sabe que su posición en la casa es importante porque:
A. Se encarga de servir el líquido azul para las comidas.
B. Prepara los alimentos que consumen todos en la casa.
C. Tranquiliza a Luke cuando pierde la paciencia.
D. Mantiene el equilibrio entre Luke y su tío Owen.
6. La palabra “raudamente” del texto puede ser cambiada por:
A. Claramente.
B. Rápidamente.
C. Prácticamente.
D. Físicamente.
7. Según el texto, la función de las varillas humedecidas dentro
de un reactor nuclear consiste en enfriar:
A. El núcleo, para evitar sobrecalentamientos.
B. La base, para evitar filtraciones corrosivas.
C. Las paredes, para evitar escapes radioactivos.
D. El núcleo, para evitar los desechos nucleares.
8. Teniendo en cuenta los tipos de novela que pueden existir
en la narrativa actual, el fragmento anterior podría ser
enmarcado en:
A. Policial, por el robo del androide que se investiga.
B. Fantástica, por el entorno de los protagonistas.
C. Ciencia-ficción, por sus elementos futuristas.
D. Sentimental, por las emociones que se presentan.
2. …Seguimos construyendo ciudadanía, ciencia y desarrollo humano con disciplina y amor…
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TEXTO 2: EL DR. JECKILL Y MR. HYDE
Hacía tiempo que había preparado la tintura. Inmediatamente
compré a una firma de productos químicos al por mayor gran
cantidad de una determinada sal que, debido a mis
experimentos anteriores, sabía que era el último ingrediente
que necesitaba, y ahora muy avanzada de una noche que
maldigo, mezclé los elementos, los vi bullir y humear en la
probeta, y cuando el hervor se hubo disipado, armándome de
valor, bebí la poción.
Sentí unas sacudillas desgarradoras, un rechinar de huesos,
una náusea mortal y un horror del espíritu que no pueden
sobrepasar ni los traumas del nacimiento y de la muerte.
Luego la agonía empezó a disiparse y recobré el conocimiento
sintiéndome como si saliera de una grave enfermedad. Había
algo extraño en mis sensaciones, algo indescriptiblemente
nuevo y, por su novedad, también indescriptiblemente
agradable. Me sentí más joven, más ligero, más feliz
físicamente. En mi interior experimentaba una fogosidad
impetuosa, por mi imaginación cruzó una sucesión de
imágenes sensuales en carrera desenfrenada, sentí que se
disolvían los vínculos de todas mis obligaciones y una libertad
de espíritu desconocida, pero no inocente, invadió todo mi ser.
Supe, al respirar por primera vez esta nueva vida, que era
ahora más perverso, diez veces más perverso, un esclavo
vendido a mi mal original. Y solo pensarlo me deleitó en aquel
momento como un vino añejo. Estiré exultante los brazos y me
di cuenta de pronto de que mi estatura se había reducido.
En aquellos días no tenía espejo en mi gabinete. El que hay a
mi lado, mientras escribo estas líneas, lo traje aquí después
precisamente por causa de estas transformaciones. La noche,
sin embargo, se había cambiado en madrugada; la
madrugada, negra como era, estaba a punto de dar a luz al
día; los habitantes de mi casa estaban sumidos en el sueño, y
así decidí, pleno como estaba de esperanzas y de triunfo,
aventurarme a llegar hasta mi dormitorio bajo mi nueva forma.
Crucé el jardín, donde las constelaciones me contemplaron
desde las alturas a mi entender con asombro. Era la primera
criatura de esa especie que en su insomne vigilancia veían
desde el comenzar de los tiempos. Recorrí los corredores
sintiéndome un extraño en su propia morada, y al llegar a mi
habitación contemplé por primera vez la imagen de Edward
Hyde.
Hablaré ahora sólo en teoría. No diciendo lo que no sé, sino lo
que creo más probable. El lado malo de mi naturaleza, al que
yo había otorgado el poder de aniquilar temporalmente al otro,
era menos desarrollado que el lado bueno, al que acababa de
desplazar. Era ello natural, dado que en el curso de mi vida,
que después de todo había sido casi en su totalidad una vida
dedicada al esfuerzo, a la virtud y a la renunciación, lo había
ejercitado y agotado mucho menos. Por esa razón, pensé,
Edward Hyde era mucho más bajo, delgado y joven que Henry
Jeckill. Del mismo modo que el bien brillaba en el semblante
del uno, el mal estaba claramente escrito en el rostro del otro.
Ese mal (que aún debo considerar el aspecto mortal del
hombre) había dejado en ese cuerpo una huella de deformidad
y degeneración. Y, sin embargo, cuando vi reflejado ese feo
ídolo en la luna del espejo, no sentí repugnancia, sino más
bien una enorme alegría. Ese también era yo. Me pareció
natural y humano. A mis ojos era una imagen más fiel de mi
espíritu, más directa y sencilla que aquel continente imperfecto
y dividido que hasta entonces había acostumbrado a llamar
mío. Y en eso no me equivocaba. He observado que cuando
revestía la apariencia de Edward Hyde nadie podía acercarse
a mí sin experimentar un visible estremecimiento de la carne.
Esto se debe, supongo, a que todos los seres humanos con
que nos tropezamos son una mezcla de bien y mal, y Edward
Hyde, único entre los hombres del mundo, era solamente mal.
Stevenson, R.L. El Dr. Jeckill y Mr. Hyde., 2008.
9. La enorme alegría que embarga a Mr. Hyde al verse al
espejo es porque:
A. Había logrado el éxito que tanto ansiaba con su fórmula
misteriosa.
B. Sabía que la gente se le acercaría y experimentaría
estremecimientos.
C. Comprendía que su nueva condición estaba constituida solo
por el mal.
D. Su reflejo le parecía una imagen más fiel, directa y sencilla
del espíritu.
10. La posible explicación del Dr. Jeckill para justificar el
tamaño pequeño de Mr. Hyde es que su lado malo:
A. Ha sido poco ejercitado por el uso elevado del lado bueno.
B. Había sido aniquilado por las virtudes que residían en él.
C. No ha podido ser utilizado porque casi no tiene tiempo.
D. Tiene tantas deformidades que no puede caminar derecho.
11. El Dr. Jeckill dice que después de la transformación sintió
una libertad de espíritu desconocida, pero no inocente, esto
quiere decir que:
A. Podía hacer cualquier cosa sin sentir temor o remordimiento
moral.
B. Su moral se encargó de enseñarle que su libertad le traería
problemas.
C. No había ningún tipo de inocencia en sentir tal libertad de
espíritu.
D. La libertad de espíritu está ligada a una sensación de
culpabilidad.
12. Hacia el final del fragmento el Dr. Jeckill sostiene que
todos los seres humanos son una mezcla de bien y mal, esto
es:
A. Falso, porque ningún ser humano por terrible que sea, tiene
la capacidad espiritual y moral de sentir odio por alguien, así
haya sido ofendido.
B. Cierto, porque sin este balance no seríamos capaces de
comprender las ventajas de hacer el bien a las demás
personas cuando tenemos la oportunidad.
C. Cierto, porque nuestras almas son capaces de albergar en
muchas ocasiones un amor grande hacia todos y en otras un
rencor terrible por quienes nos ofenden.
D. Falso, porque es imposible que de una misma persona
salgan dos puntos de vista divididos, ya que la experiencia nos
ha enseñado que sólo podemos ser una cosa.
13. Lo último que necesita el Dr. Jeckill para completar su
fórmula es:
A. Una cantidad de sal demasiado alta.
B. Cierta sal de una compañía química.
C. Muchos productos químicos de sal.
D. Sal al por mayor por su experimento.