El documento clasifica las necesidades humanas en vitales, culturales y superfluas. Explica que las necesidades pueden ser individuales o de la sociedad, y económicas o no económicas. También define la calidad de vida como un concepto para evaluar el bienestar social general de personas y sociedades. Finalmente, introduce los indicadores de desarrollo humano como medidas del progreso intelectual, físico y moral de los individuos.