Lavándose las manos con frecuencia y manteniendo buenos hábitos de higiene personal como ducharse a diario, una persona puede ayudar a prevenir enfermedades como la gripe, los resfriados y la diarrea, que a menudo se propagan a través del contacto con gérmenes. La gripe y los resfriados causan síntomas como fiebre y tos, mientras que la diarrea generalmente implica deposiciones frecuentes y de consistencia suelta, a veces con sangre u otros contenidos.