La violencia intrafamiliar se define como un comportamiento deliberado que puede causar daño físico o psicológico. Los agresores suelen venir de hogares violentos y tener trastornos psicológicos. La prevención incluye sensibilizar a la comunidad, identificar a quienes están en riesgo, y crear programas para proteger a las víctimas y evitar que el maltrato se cronifique.