2. SACRIFICIO
• - Sacrificio: Renuncia voluntaria
a algo; ofrenda, tendencia a
ofrecer o a ceder sin obtener
un benefício imediato.
• - Santificar las cosas.
• Entonces ¿Cómo hacemos
Santo algo que nos causa
dificultad?
3. • Con ayuda del AMOR.
•
Cuando sentimos el amor, empiezan
los verdaderos sacrificios, los de amor.
Todas esas cosas que hacemos y que
jamás pensamos hacer por otra
persona. El amor nos conduce sin
pensar en servir. La clase de sacrificios depende de
cada persona, sean trágicos o
dichosos. Sólo puedo decir que el
amor nos lleva consigo. Y nos conduce
a un abismo si esa persona no
entiende las razones por las que
Duele hacer lo que nunca hiciste por sacrificamos nuestro amor.
nadie y que esa persona no lo
entienda. Vivir esperando que abra sus
ojos y vea todo el amor que sientes y
que no es necesario decirlo, o
gritárselo, porque sólo estas
sacrificándote en silencio y no es
posible decir nada.
Así es un sacrificio, en silencio y en
ausencia...
5. PUREZA
• Debemos poner todo nuestro interés en purificar nuestro corazón, porque ahí está
la raíz de todos nuestros males.
• Hay en nosotros una malicia que no vemos, hablando de un número incontable
de deseos y de apetitos desarreglados de honor, de placer, de
comodidades, ideas falsas y juicios erróneos, que agitan nuestro corazón.
•
La práctica de sacrificios nos ayuda a quedar satisfechos y a
callar el remordimiento interior de la conciencia y sobre todo
nos permite fiarnos de nuestro corazón, exa-minar sus
desórdenes y corregirlos.
Incluso nuestro mismo corazón de nada huye tanto como de
esta búsqueda y de esta cura que le obliga a ver y a sentir sus
miserias. Todas nues-tras potencias están infinitamente
desordenadas; mas no nos gusta conocer su
desorden, porque este conocimiento nos humilla.
6. • Al trabar en purificar nuestra intensión, poco a poco Dios manifestara
su presencia en ella por los poderosos y maravillosos efectos que
opera en el alma, y por medio de ella para bien de los demás.
Cuando el corazón está bien purificado, Dios llena de su presencia y
de su amor el alma y todas sus potencias, la memoria, el
entendimiento y la voluntad.
De ese modo la pureza de corazón lleva a la unión divina.
7. AMOR
• Existen muchas clases de AMOR, el que sientes por tu
familia, pareja, por el arte, etc. Pero solo hay un único, puro y
perfecto AMOR, del cual surgen todos los demás.
“El AMOR DIOS”
El cual a diferencia de los demás no exige correspondencia alguna, ni es
condicional.
Esta amor solo se dedica a
“DAR, DAR, DAR”
Solo con este AMOR podemos ejercer todo lo bueno y virtuoso que hay
en nosotros.
Y mas aun compartirlo con los demás.
8. ESPIRITUALIDAD DE LA CRUZ
Cuantos hemos sido llamados por la
misericordia divina a formar parte de la Familia
de la Cruz, tenemos a nuestro alcance una
forma peculiar de vivir nuestra unión con Cristo
Sacerdote y Víctima, en su oblación redentora.
Es la llamada Cadena de Amor que muchos
habremos vivido, comenzando por la
venerable sierva de Dios, Concepción Cabrera
de Armida.
La Cadena de Amor puede considerarse
como una forma madura de vivir el sacerdocio
bautismal. En un sentido más estricto, dentro
del ámbito de la familia de la Cruz, encuentran
en la Cadena de Amor la forma peculiar de
vivir el espíritu propio.
9. La mejor comprensión de esta vivencia se
logra volviendo a las fuentes de su primitiva
inspiración. Concepción Cabrera de Armida
trata expresamente del asunto en su Cuenta
de Conciencia, y explica el porqué de la
Cadena de Amor. Conchita alude a ese
favor con palabras inspiradas por el mismo
Jesús:
«[El hecho de] encarnar, vivir y crecer en tu
alma, sin salir de ella jamás; poseerte Yo y
poseerme tú como en una misma
substancia, no dándome sin embargo tú la
vida, sino Yo a tu alma, en una
compenetración que no puedes
entender, ésta es la gracia de las gracias».
10. • Concepción Cabrera de Armida se sintió impulsada a
reproducir en sí misma la vida de Jesús «con amor, con
sacrificios y sin interrupción».
• Cada hora de su vida sería, pues, como un eslabón de
oro engastado de piedras preciosas. Según ella, el oro
simboliza la virtud de la caridad, y las piedras
preciosas, todas las demás virtudes. La intención de
Conchita fue unirse a la Cadena de Amor comenzada
por el Verbo Encarnado, continuada por su madre
María y prolongada a través de los siglos por el Cuerpo
Místico de Cristo que es la Iglesia.
En esta experiencia no se puede prescindir de la
presencia y la ejemplaridad de María, madre del Verbo
encarnado.
• Según lo dicho, las Obras de la
Cruz, especialmente, deberán continuar la Cadena
hasta el fin de los siglos, uniéndose a las mismas
intenciones del Redentor, es decir, la gloria del Padre en
la salvación de los hombres.
11. • Fundamentada brevemente la Cadena de Amor en su contexto
de historia de salvación, podemos atender ahora a su dinámica
existencial y a los medios para realizarla.
• “Consiste esta Cadena en eslabonar los actos de virtudes que se
ejecuten cada hora de nuestra vida por amor, y con pureza de
intención, sin cortarse hasta la muerte”.
• “Yo quiero llenar esas horas benditas, horas de oro, como dice el
Señor, de veras de purísimos actos de amor, de sacrificios, de
caridad con el prójimo, de olvido propio, de cuidado y solicitud
por las almas”.
• Por amor es lo esencial. Que nuestra existencia llegue a ser una
vida de amor a imitación de nuestro Maestro Jesús. Como Él
mismo dijo: «Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus
amigos» . Este es el aspecto que se destaca en la Espiritualidad
de la Cruz, el amor oblativo de Cristo Sacerdote y Víctima.
• Cada fiel, según el estado propio de vida, tiene innumerables
ocasiones de hacer efectivo ese amor de donación, expresado
en una gama amplísima de virtudes. Uno de los lemas de nuestra
espiritualidad subraya estas tres virtudes: AMOR, PUREZA Y
SACRIFICIO. Quien toma esas tres actitudes está capacitado
para el ejercicio de muchas otras virtudes.
12. AMOR, PUREZA Y SACRIFICIO
• Todas las horas del día y de la noche forman parte
integrante de la Cadena, con tal que sean vividas
por amor.
• Tomando nuestra Cruz personal, viviéndola y
aceptándola y con la ayuda del Espíritu Santo sea
herramienta para cumplir la voluntad del Padre.