La aspiración de secreciones es un procedimiento efectivo para mantener limpias las vías aéreas cuando un paciente no puede expectorar por sí mismo. Se realiza succionando las secreciones a través de un catéter conectado a una toma de succión para mantener la permeabilidad de las vías respiratorias, favorecer la ventilación y prevenir infecciones. La técnica está indicada cuando el paciente no puede expectorar y se realiza teniendo en cuenta las condiciones médicas del paciente.