Aquí están mis respuestas a sus preguntas:
1. La diferencia entre autoobservación y narcisismo es que la autoobservación implica analizarse a uno mismo de manera amplia y desprendida, sin identificarse con los estados emocionales o situaciones, mientras que el narcisismo es estar ensimismado y centrado en uno mismo de manera egocéntrica.
2. Al morir, mi cuerpo quedaría en la tumba pero "yo" no estaría en ningún lado, porque en realidad no soy mi cuerpo ni mis estados emocionales, soy el
3. Proyecto de vida
Proyecto de vida
E
l libro con el que a partir de
este momento se enfrenta-
rá, es una oportunidad para
adentrarse en una aventura no sólo in-
teresante sino sobre todo enriquecedor
y formativo, pues el hecho de compa-
rar el actual proyecto de vida con una
nueva propuesta, hará que usted se en-
frente a nuevas maneras de mirar la
vida, e incluso su propia persona, junto
con su entorno familiar, social y cultural,
además conocerá otros pensamientos
acerca de la vida después de la muerte
y descubrirá por qué se hace importan-
te acercarse a estas miradas. Ánimo y
comience con mucho entusiasmo esta
lectura.
i
Estatualatierradelbebé/Zoostory-Royaltyfree
5. Proyecto de vida
5
TABLA DE CONTENIDO
Introducción ................................................................................................................................... 6
Capítulo 1
HACIA UNA MIRADA INTERIOR
La autoobservación ................................................................................................................... 7
La persona que está en relación consigo mismo ............................................9
Vida después de la muerte ........................................................................................... 12
¿Quién soy yo? .......................................................................................................................... 16
¿Qué debo hacer? ................................................................................................................... 17
¿Qué sentido tiene mi vida? ........................................................................................... 18
Dimensiones del ser personal ......................................................................................... 18
Capítulo 2
DEFINIENDO EL CONTEXTO
La persona que está en relación con los otros ............................................... 21
Las dimensiones y el contexto ...................................................................................... 26
Dimensión física ....................................................................................................................... 26
Dimensión afectiva ................................................................................................................. 27
Dimensión social ...................................................................................................................... 27
Dimensión cognitiva ............................................................................................................... 28
Dimensión ética - moral .................................................................................................... 29
Dimensión espiritual .............................................................................................................. 29
Dimensión familiar ................................................................................................................. 30
Mecanismos de reflexión sobre sí mismo .............................................................. 31
Ciclo vital del hombre ......................................................................................................... 32
Proyecciones del ser .............................................................................................................. 33
1. ¿Qué es vocación? ............................................................................................................. 36
2. El sentido de la propia existencia .................................................................... 42
Vida Personajes ...................................................................................................................... 47
Capítulo 3
ESTRUCTURO MI PROYECTO
¿Qué se entiende por proyecto de vida? ............................................................ 57
UNIMINUTO ................................................................................................................................ 57
Estructuración ......................................................................................................................... 58
Glosario ........................................................................................................................................ 59
Bibliografía ................................................................................................................................ 61
Notas de pie de página .........................................................................62
Créditos imágenes y fotografías .............................................................63
6. I
niciaremos un proceso de análisis de
las distintas visiones antropológicas
y religiosas acerca de la vida después
de la muerte; a propósito, usted se pre-
guntará: ¿qué tiene que ver la vida des-
pués de la muerte con un proyecto de
vida? pues bien, para responder a esta
pregunta, lo primero que debe realizar
es la lectura del texto que se encuentra
a continuación, léalo detenidamente, la
idea es comprenderlo muy bien, pues de
esto depende el trabajo que desarrolla-
rá a continuación; vamos a llamar a este
ejercicio la autoobservación, pues bien,
comencemos.
Introducción
flickr.com/creativecommons2.0
7. Proyecto de vidaProyecto de vida
7
Hacia una mirada interior
CAPITULO
1
M
uchas veces creemos que esta-
mos dedicando las mejores cosas
para nuestro bien y quedamos
tranquilos, pero a la hora de ver la realidad
descubrimos que no nos ayudamos real-
mente, como seres humanos, con todo lo
que la vida nos ofrece; una de las mejores
cosas que poseemos como ayuda perso-
nal es escuchar un buen concepto sobre si
mismo de alguien que nos conoce, pero la
pregunta es saber la actitud que tenemos
cuando alguien cuestiona nuestra ideas. Si
su disposición, en este caso, es escuchar y
ser cuestionado, ha dado un paso impor-
tante en la vida. Sin embargo, en el caso
de realizar un proceso de autoobservación
nadie puede ayudarle, ni darle el método
o la técnica definitiva, porque en el mo-
mento de aplicar la técnica sugerida, que-
da nuevamente programado.
La autoobservación no es lo mismo que
el narcisismo que lo hace quedar ensimis-
mado, quizás diciendo: “que bello soy”. La
autoobservación es la capacidad que tiene
la persona de analizarse ampliamente a si
mismo. Significa mirarlo todo en si mismo
y a su alrededor, tanto como le sea posible
y, de modo que imagine (por decirlo de
alguna manera) que le está sucediendo a
otra persona. Es no personalizar lo que le
Cuento
“Desvelamiento”
Un día preguntó el Maestro: “En vuestra opinión,
¿cuál es la pregunta religiosa más importante?”.
A modo de respuesta, escuchó muchas pregun-
tas:
“¿Existe Dios?”; “¿quién es Dios?”;
“¿cuál es el camino hacia Dios?”; “¿hay
vida después de la muerte?”...
– No”; dijo el Maestro, “la pregunta más
importante es: ”¿Quién soy yo?”.
Los discípulos se hicieron alguna idea de lo que
el Maestro quería insinuar cuando, por casuali-
dad, le oyeron hablar con un predicador:
– Maestro: “Así pues, según tú, cuando hayas
muerto tu alma estará en el cielo, ¿no es así?”.
– Predicador: “Sí, así es”.
– Maestro: “¿Y tu cuerpo estará en la tumba...?”.
– Predicador: “Exactamente”.
– Maestro: “¿Y dónde, si me permites
la pregunta, estarás tú?”.1
Laautoobservación
8. Hacia una mirada interior
8
sucede; es mirar las cosas como si no
tuviera nada que ver con ellas.2
Es muy probable que afrontemos
cambios en el estado de ánimo, mo-
mentos de depresión y de ansiedad, pero cuan-
do se sufre con estas situaciones es porque se-
guramente se identifica con ellos. Dice: “estoy
deprimido”. Pero eso es falso. No lo está. Si quiere
ser exacto podría decir: “ahora estoy experimen-
tando una depresión”.
La diferencia consiste en que al identificarse con
el estado de ánimo, le está dando el poder de
una situación que no cambia: Y la depresión es
pasajera. Usted no es su depresión.
Esunacegueramomentánea,untrucodelamen-
te que debe reconocer cuando aparece. Cuando
uno cree que es ansioso o intranquilo, uno se
apersona de la ansiedad o de la intranquilidad.
Pensamos ser la ansiedad personificada y, actua-
mos en consecuencia: ansiosamente. Decimos
también: “¡soy feliz!” pero la felicidad también es
efímera. Puede estar en usted en un momento,
pero más adelante las cosas cambian y volvemos
a la realidad. Todo modifica constantemente,
continuamente, siempre. Varían el clima, las téc-
nicas para evitar que el café se vea afectado por
algún germen; el precio dado a la carga de café,
dependiendo del cambio de la moneda nacio-
nal. Todo modifica a pesar de que se vea como
una rutina de las labores del campo. Las cosas
van cambiando y con las cosas nosotros.
Una bonita analogía: usted es el cielo y está mi-
rando las nubes. Es un observador pasivo, des-
prendido. No tiene que interferir; las nubes van y
vienen. Unas son blancas, otras grises y algunas
son negras. Hay grandes y pequeñas, unas están
cargadas fuertemente de electricidad y otras son
muy ligeras, tanto que se deshacen en un instan-
te. Es algo que no puede arreglar, no puede in-
tervenir. Simplemente es así.
¡Observe!
El problema con la gente es que se mantiene
ocupada arreglando cosas que ni siquiera com-
prende. Siempre estamos arreglando cosas.
Nunca caemos en la cuenta de que no es nece-
sario arreglar cosas. Realmente no lo es. Esta es la
gran iluminación. Es necesario comprenderlas. Si
lo hace, ellas cambiarían.
A partir de lo anterior se puede concluir que la
persona se entiende cuando entra en su interio-
ridad, es allí donde encuentra un gran tesoro: su
misma vida, de tal manera que se puede afirmar
lo que va a encontrar a continuación.
Sabía usted que….
Hay un cuento griego antiguo que habla de Narciso, un joven
dotado de hermosura.Al nacer, el adivinoTiresias anunció que si
veía su figura en un espejo sería su fin, su madre evitó siempre
espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado. Un
día que paseaba sintió sed, él recordó un riachuelo donde una
vez había ido, y sediento se encaminó hacia él, cuando iba a
beber, vio su imagen reflejada en el río, esta imagen le perturbó
enormemente, quedó absolutamente cegado por su propia be-
lleza en el reflejo y murió ahogado tras lanzarse a las aguas. En
el lugar de su muerte surgió una nueva flor a la que se le dio su
nombre: el Narciso crece sobre las aguas de los ríos.
9. Proyecto de vida
9
E
n el camino de la existencia huma-
na, el hombre va reconociendo que
es necesario encontrar el sentido
de su vida, ¿para dónde voy?, ¿de dónde
vengo?, ¿qué sentido tiene mi vida. Estas
y otras tantas preguntas se hacen constan-
tes a medida que la persona va desarro-
llando su vida.
Este tipo de preguntas no se pueden res-
ponder solamente desde el conocimiento
científico o cualquier otro campo del sa-
ber. El límite de estas respuestas va más
allá de cualquier tipo del quehacer científi-
co o especulación simplemente filosófica.
Por el contrario, para intentar dar cualquier
tipo de solución a estas inquietudes es ne-
cesario acudir a la misma vida del hombre
vista en su integridad, en su totalidad. Es
decir, la historia de vida del individuo es el
mejor espacio para intentar encontrar las
respuestas a estas preguntas. “En el fenó-
meno del hombre me entiendo a mi mis-
mo. En este sentido la antropología que
parte del hombre aparente y experimental
es siempre una autorreflexión del hombre
en su realización...”. 3
Desde esta perspectiva se entiende que
para poder empezar a responder a estos
interrogantes se hace necesario entrar en
una mirada hacia la interioridad, a fin de
descubrir el propio ser, y desde el ser des-
cubrir el sentido de la vida.
El hecho de ponerse a pensar sobre si
mismo, desafortunadamente queda des-
contextualizado en la situación actual,
debido al inmediatismo que se evidencia
en ámbitos como la comunicación o en
los resultados que espera la productividad
económica, exigen que la persona termi-
ne en un ritmo de vida tan veloz que no le
permite hacer un alto en el camino como
para preguntarse por el sentido de lo que
realiza y de lo que está haciendo con su
propia vida.
Desde esta mirada vale la pena resaltar
que la persona humana está configurada
desde unas dimensiones que son consti-
tutivas y relevantes a la hora de volver la
mirada hacia si mismo. Estas dimensiones
se relacionan entre sí, no son excluyen-
tes, necesitan de un equilibrio entre ellas,
además, esta división de las dimensiones
surge de un ejercicio mental para poder
acercarse a su realidad, pero en la vida
concreta del ser humano no se evidencian
como partes desunidas en el ser concreto,
sino que se entrelazan para conformar la
totalidad de la persona humana.
Lapersonaqueestáen
relaciónconsigomismo
10. Hacia una mirada interior
10
Según la lectura anterior...
• ¿Qué diferencia hay entre autoobservación y narcisismo?
• ¿Al morir, dónde quedaría usted? ¿Por qué?
• ¿Estaba loco el maestro del último cuento? ¿Por qué?
• ¿Se ha llenado de preguntas y de ideas? ¿Necesita un pequeño espacio dentro de sí?
• Diga con sus palabras lo que significa observar.
• No olvide poner por escrito sus respuestas.
Un filósofo fue a ver al
maestro y le consultó
acerca de Dios, la medi-
tación, la iluminación, el
despertar, el desarrollo
de las personas, la espiritualidad,
la formación humana, el amor,
etc. El maestro lo escuchó con
atención y luego le dijo: “Te ves
muy cansado, has escalado esta
gran montaña y vienes de un lu-
gar lejano. Primero déjame servir-
te un té”.
El filósofo esperó. Estaba lleno
de preguntas. Mientras calentaba
la tetera y el aroma del té se es-
parcía por el ambiente, el maes-
tro le dijo: “¡Espera! No estés tan
preocupado. ¿Quién sabe? Qui-
zás tomando el té tus preguntas
sean contestadas”. El filósofo se
desilusionó. Consideró que su
viaje había sido un desperdicio.
“Este hombre parece estar loco
–pensó- ¿Cómo pueden ser con-
testadas mis preguntas acerca
de Dios y la realidad humana con
sólo tomar el té?” Pero estaba
cansado, así que decidió tomarse
el té antes de bajar la montaña.
El maestro trajo la tetera, sirvió el
té en la taza y el este comenzó a
derramarse sobre el platillo, pero
el maestro lo seguía sirviendo. El
platillo estaba tan lleno que una
gota más y se derramaría el té so-
bre el piso. El filósofo dijo: “Para,
¿qué estás haciendo viejo loco?
¿No te das cuenta que la taza y
el platillo están llenos?”.
Y el maestro le contestó: “Esa es
tu situación. Tu mente está tan lle-
na de preguntas y de ideas alre-
dedor de tus preguntas, que aun-
que yo las contestara no habría
espacio en ti para recibirlas. Y yo
te diré: desde que entraste a esta
casa, tus preguntas y tus ideas se
han desparramado por todo este
lugar. Esta pequeña choza está
repleta con tus preguntas y tus
ideas, que ni siquiera son tuyas.
Regresa, vacía tu copa y luego
ven. Primero, crea un pequeño
espacio dentro de ti”.4
STOP
Un cuentico para profundizar
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11. Proyecto de vida
11
¿Cómo le ha parecido todo en lo que lleva de
lectura y cuánto de su cuestionario ha respondi-
do? ¿Interesante verdad? Seguramente le surgen
varias preguntas acerca de la vida misma y acer-
ca de usted, eso es muy bueno porque significa
que el texto le está generando preguntas. Por
ejemplo, una primera pregunta que quizás apa-
rece es: ¿mi respuesta sobre autoobservación y
narcisismo será correcta?, ¿qué hay realmente
después de la muerte?, o ¿qué significa real-
mente observar?
NARCISISMO AUTOOBSERVACIÓN
La persona hace una mirada de si misma. La persona hace una mirada de si misma.
La mirada queda en la parte física. La mirada pasa por la parte física pero sigue al
interior.
El sujeto se enorgullece de sus dotes
físicos.
El sujeto se analiza integralmente a fin de descu-
brir sus debilidades y fortalezas, sus capacidades
y limitaciones.
La mirada de sí es subjetiva. La mirada de sí es objetiva.
La persona compite con otras más o me-
nos bellas físicamente, generando envidia
e insatisfacción por lo que se posee.
La persona comparte con otras para crecer
integralmente, aprendiendo de las experiencias
de otros, generando grupo e incluso amistad
sincera.
La persona siempre quiere ser mejor,
generando insatisfacción personal.
La persona fortalece las debilidades y potencia
las capacidades para aprender cada día más y
ofrecer lo mejor de sí misma.
Pues bien, por ahora más que dar respuestas a
estas preguntas se trata primero de generar in-
terrogantes que lo motiven a profundizar en el
tema. Sin embargo, con el fin de aclarar, es bue-
no, en un primer momento hacer una mirada a
todo lo que se refiere a la autoobservación, sus
características y de igual manera con el narcisis-
mo. Para responder a lo anterior, podemos verlo
con ayuda del siguiente esquema: 5
12. Hacia una mirada interior
12
O
tra de las preguntas que surge en todo ser humano es:
¿hay vida después de la muerte? A lo largo de la historia
muchos hombres han intentado responder esta inquie-
tud, pero también lo han intentado culturas y religiones. En este
sentido, la cultura religiosa ha hecho un gran aporte para res-
ponder a esta pregunta. Cabe aclarar que no haremos un tratado
de cada religión, pero sí un acercamiento amplio que permita
conocer aspectos esenciales de cada una de ellas. Con base en lo
anterior, tampoco se tratará de hacer una defensa de alguna de
las posturas religiosas, sino de mirar objetivamente sus aspectos
esenciales que nos ayuden a dar un mejor concepto acerca de
la pregunta en cuestión. No olvide que la pregunta es: ¿hay vida
después de la muerte? Veamos cómo las siguientes posturas res-
ponden a la pregunta.
Vidadespuésdelamuerte
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13. Proyecto de vida
13
Cultura religiosa cristiana
(Occidental)
Hacemos referencia a la religión que marcó
esta cultura: la cristiana. Recuerde que cuan-
do se hizo el descubrimiento de América, Cris-
tóbal Colón venía en nombre de la Reina Isabel
la Católica, de tal manera que esto dio pie para
que se empezara a educar a los indios, y dentro
de esta educación estaba el deber de evangeli-
zarlos, lo que permitió que se les impartiera la
doctrina católica, pues España proclamaba la fe
católica, la cual se impuso en los nuevos coloni-
zados. Aunque actualmente han surgido nuevas
denominaciones religiosas, la católica ha man-
tenido su tradición dejando un legado difícil de
borrar. A partir de lo anterior, sin desmeritar las
demás creencias, la religión católica sí ha dejado
una profunda enseñanza acerca de lo que ocurre
después de la muerte.
En líneas generales la fe cristiana enseña que la
persona está compuesta de alma y cuerpo. Cuan-
do la persona muere
el cuerpo se destru-
ye reduciéndose a
polvo y el alma per-
dura pasando a otro
estado de vida, en el
que hay tres lugares,
por así decirlo: cielo,
infierno y purgatorio.
Al cielo tiene el carácter de eternidad, al infierno
van los condenados que llevaron una vida tan
indigna suficiente como para ir directamente
allí, este igualmente tiene el carácter de eterni-
dad; y al purgatorio van los que deben pagar las
penas pendientes por sus actos y que después
de purgarlas van al cielo o al infierno. El purga-
torio tiene carácter transitorio, dura lo que dure
el tiempo de purgar las penas; “esta purificación
libera de lo que se llama la pena temporal del pe-
cado. Estas dos penas no deben ser concebidas
como una especie de venganza infligida por Dios
desde el exterior, sino como algo que brota de la
naturaleza misma del pecado”6
.
Cultura religiosa
budista (Oriental)
El universo es un mecanismo de
causa y efecto en el que no hay
dios que guíe, provea o salve. Lo
único que cuenta son los actos que
dejan su marca en los seres y con-
dicionan su desarrollo. Los hombres
sufren y hacen sufrir porque tienen
ideas inadecuadas de la vida y la rea-
lidad. La única vía de salida de esta
ignorancia son las“cuatro nobles ver-
dades”:
1) La vida está llena de sufrimiento.
2) La causa del sufrimiento es el de-
seo.
3) Extinguir el deseo hace cesar el
sufrimiento.
4) Para extinguir el deseo y su con-
siguiente sufrimiento hay que se-
guir el óctuple Camino.
Esta postura religiosa adopta la teo-
ría de la reencarnación en el sentido
de que el cuerpo y el alma deben pu-
rificar sus acciones a medida que se
reencarne en otro cuerpo hasta que
obtenga su estado perfecto.
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flickr.com/creativecommons2.0
14. Hacia una mirada interior
14
Cultura religiosa islamista
(Oriental)
“Las acciones divinas de creación y dirección
concluyen con el acto del Juicio Final. En este día
en que la humanidad será reunida y todos los
individuos serán juzgados tan sólo por sus he-
chos. Los“elegidos”irán al Jardín (el paraíso) y los
“perdedores” irán al infierno, aunque Dios es mi-
sericordioso y perdonará a los que sean merece-
dores de ello. Además del Juicio Final que afecta
a los individuos, el Corán reconoce otra clase de
juicio divino que afecta a la historia de naciones,
pueblos y comunidades. Las naciones, como los
individuos, pueden estar corrompidas por la ri-
queza, el poder y el orgullo, y si no se reforman
serán castigadas con la destrucción o sojuzgadas
por pueblos más virtuosos”. (Corán 39,67-75 y 22,
1-24.). Esta doctrina igualmente adopta la teoría
de la reencarnación.
Ciencia…
La ciencia no ha podido demostrar que hay
vida después de la muerte. Solamente ha
evidenciado personas que dicen haber estado
al final de un túnel, con una luz blanca, pero que
no han podido ver más allá.Todo es cuestión de
fe, dice la ciencia. Esta afirma que el hombre
es una reunión de energía, moléculas, átomos.
Que el ser humano está compuesto de agua
en un 85% y en un 15% de materia, y que am-
bas, tanto el agua como la materia son energía.
Cuando el cuerpo deja de funcionar la materia
se destruye y el 85% restante de agua se evapo-
ra dejando liberar la energía que se diluye en el
universo y por lo tanto no queda nada. Por lo
tanto, después de la muerte no hay nada, sólo
es realidad la vida que se puede comprobar, lo
demás que no es comprobable no existe.
Otras preguntas que pueden surgir son: ¿de
dónde vengo?, ¿para dónde voy?, ¿cómo saber
que realmente existe Dios?, ¿en este universo
tan grande estamos solos?, ¿si no estamos solos,
Dios creó los extraterrestres? Estas y muchas du-
das pasan por nuestra mente. Además de las in-
quietudes que seguramente tiene; lo interesante
es lo que le dijo el maestro del cuento al joven
filósofo: “vacía tu mente y comienza por la pri-
mera y más fundamental pregunta: ¿quién soy
yo?”. Lo que estaba diciendo el maestro era que
empezara por lo primero y que antes de correr
con tantas preguntas tratara de parar en la vida,
quitarse tantas cosas de nuestro interior y cen-
trarse en esta pregunta fundamental. Esto es un
proyecto de vida; comenzando por el principio.
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15. Proyecto de vida
15
En este momento céntrese e intente observar
a su alrededor: Su casa, su familia, su ambiente
de labores, el campo, las herramientas, piense
como si cada cosa estuviera pasando una a una
por su mano, la de sus amigos, sus compañeros
de trabajo. Todo esto es su contexto, el ambien-
te donde vive y se desarrolla, este su ambiente
particular Todo esto hace que en medio de la na-
turaleza, quizás le puedan parecer muy obvias,
naturales, pasajeras. Lo
que hace más mara-
villoso este ambiente
es usted mismo, usted
como persona. Lo que
hay que entender aquí
es que nada de esto
existiría sin la mano del
hombre, del ser huma-
no que transformó una
simple tierra en lo que
usted ve ahora. Es de-
cir que la riqueza más
grande en medio de
todo es la persona hu-
mana. La persona es la
que siembra la semilla
y cuida las plantacio-
nes de todo germen, es
la que recoge y trans-
porta. En fin, es usted
como persona quien se
plantea preguntas y el que piensa cómo va a salir
la cosecha.
Como ve, hasta ahora de lo que lleva de lectura y
reflexión hay un aspecto que es muy importante
tener en cuenta y es el sentido que le vamos a
dar al título de: Proyecto de vida.
Seguramente usted ya había oído hablar de estas
dos palabras o quizás sea la primera vez que las
lee, en cualquiera de los dos casos vale la pena
aclarar: generalmente se habla de proyecto de
vida en colegios, empresas y universidades, pero
de manera diversa.
Haciendo un acercamiento a la realidad, antes
de escribir este módulo se observó que cuando
se hablaba de proyecto de vida el proceso con-
sistía en proponer al estudiante que elaborara
unos objetivos a corto,
mediano y largo plazo,
determinados a 5, 10
y 20 años respectiva-
mente, lo que ocasio-
naba dificultades en la
mayoría de los casos a
la hora de establecer
los objetivos. No se sa-
bía cómo, igualmente
había dificultad para
saber qué colocar en
cada espacio del tiem-
po indicado, pero el
mayor inconveniente
era que organizar los
objetivos a tan largo
plazo hacía que queda-
ra este plan en un ideal
alejado de la realidad.
Ya que se desconoce
que está pensando la
persona de estos objetivos y si en su interior está
colocando este plan de vida, máxime cuando en
un año o un día la vida pude cambiarle.
Reflexionemos: en las noticias vimos como un ci-
clón arrasó con todo en Birmania, Asia y dejó mi-
les de habitantes sin nada. Quizás estas personas
tenían planes a largo plazo, pero esto les cambió
la vida y ahora deben reorganizar su proyecto
más próximo, su vivienda, salud y comida.
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16. Hacia una mirada interior
16
En este sentido cuando se plantea el libro de
proyecto de vida, lo entendemos como la posi-
bilidad de realizar, en primer lugar, un proceso
de conocimiento personal, a fin de saber cuáles
son las reales motivaciones en el interior de cada
uno. Qué es lo que realmente le motiva a vivir, a
hacer y a obrar. En este sentido, como se ha pre-
sentado antes, lo más importante de un proyec-
to de vida es la persona misma. Es decir, antes de
plantear objetivos a corto, mediano y largo plazo,
se trata es de conocer quién soy yo, cómo estoy
constituido, cuáles son mis reales motivaciones,
mis ideales, mis sueños y sólo después de esto
plantear un plan de acción más real y medible,
que es a donde usted tendrá que llegar. ¿Queda
claro, verdad? Primero nos centramos en la per-
sona que es y luego en un plan, lo que permitirá
que el proyecto de vida a elaborar esté sustenta-
do con el conocimiento personal, familiar, social
y laboral.
A partir de lo anterior comencemos esta aventu-
ra interesante por un mundo real pero descono-
cido, el mundo de la interioridad. Para esto vale la
pena enfatizar que en medio de sus actividades
hay que hacer un pare y comenzar por plantear
unas preguntas más profundas que tocan pre-
cisamente esa interioridad y que contribuyen a
realizar un proceso de autoobservación y de co-
nocimiento personal. Son importantes hacerlas
y plantearlas para profundizar en el tema:7
• ¿Quién soy yo?
• ¿Qué debo hacer?
• ¿Qué sentido tiene mi vida?
1. ¿Quién soy yo?
Hay que tener en cuenta mi individualidad, el
acercamiento personal conmigo mismo, que no
es igual a tener una actitud individualista, egoís-
ta. Es por eso que para saber quién soy yo es ne-
cesario hacer referencia de tres variables: los de-
más, el tiempo y el espacio; las cuales están fuera
de mí, pero que influyen profundamente en la
manera de verme a mi mismo.
a. Los demás
Es indudable que otros inciden en el curso de la
propia vida, que forman parte del sentido po-
sitivo de si mismo y que constituyen ideales y
fuente de cariño. Pero también pueden ser signi-
ficativos de manera negativa, pues causan dolor,
desengaño, daño. Por eso, como terapia el reco-
nocimiento de esos otros es esencial para cons-
truir la propia identidad; de tal manera que aquí
se puede identificar una máxima: “a mejor acep-
tación de la presencia de los otros en la propia
vida, hay mayor libertad para convivir al lado de
los demás”. Es decir, puedo ser más libre ante los
demás, hay mayor libertad para construir la pro-
pia vida. Asimismo, se puede decir que cuando
la persona rechaza una figura negativa sin hacer
aceptación de la misma, seguramente estará re-
pitiendo el modelo en el futuro.
b. El tiempo (contexto histórico)
Todas las relaciones interpersonales se viven en
un contexto determinado, cada época tiene su
cultura, sus costumbres, su problemática, sus
expresiones y esto no nos es indiferente, de for-
ma tal que podemos afirmar que somos hijos de
nuestro tiempo. Hoy se dice con facilidad: “no
tengo tiempo”, pero este cambia constantemen-
te, es variable. Las diferencias en décadas e inclu-
so en años son menores, pero de un año a otro
las cosas cambian, como también las personas.
De esta manera, la fuente de nuestras respuestas
está fuera de uno mismo.
17. Proyecto de vida
17
c. El espacio
Cada uno nace en un lugar específico y allí deja
huellas en la manera de vivir, de pensar y de ex-
presarse, es lo que marca a las personas. Es aquí
donde se entiende la presencia de los valores
que pueden cambiar de acuerdo a la región. De
allí que e trata de aprender a aceptar los valores
para saber situarlos en un contexto geográfico y
comprenderlos. Esto lo permite la universidad,
en ella hay variedad y esto enriquece a la per-
sona. Es un espacio para el encuentro con otros
valores y en todo encuentro yo aporto algo y a
la vez soy afectado. Cada encuentro me aporta
para crecer, para reconocer y para perfeccionar
y esto va tejiendo el propio yo. Cuando me cues-
tiono por una identidad personal estoy pregun-
tándome por una identidad de alteridad, en mi
“yoidad” construyo la alteridad, es decir, es un
trabajo personal y social y toda respuesta que yo
doy a algo es provisional, pues toda la vida es un
proceso de evolución, cambio y sorpresas.
2. ¿Qué debo hacer?
En cada decisión uno se define como es, por eso
la vida está llena de alternativas, de decisiones y
frente a ellas uno se define frente a si mismo y a
los demás, cada decisión cambia o configura el
ritmo de la vida, hablamos de las grandes elec-
ciones, porque cada decisión influye en si mismo
y en los demás. Es diferente afirmar qué me gus-
ta hacer y qué puedo hacer, de tal manera que
la pregunta por la identidad y por el qué debo
hacer, guardan una gran relación. Aquí también
se puede afirmar una máxima:
“A mayor claridad sobre la propia identidad, me-
jor el conocimiento sobre el qué debo hacer”. En
la medida en que uno se comporta como es de-
bido aclara más el significado de lo que es hacer
las cosas bien y de esta forma podrá ir tendien-
do mejor identidad. Ante las muchas opciones
siempre hay imperativos, el quehacer ilumina el
ser, lo va configurando.
UNIMINUTO
18. Hacia una mirada interior
18
3. ¿Qué sentido tiene mi vida?
Las cosas, la vida propia y la vida de los demás
nos ayudan a tener una experiencia de lo que
es la infinitud de nuestros deseos, pero vemos
una especie de contradicción por la finitud de
la realización. Es bueno soñar pero se deben
descubrir los propios límites, conviene formular
más preguntas que tener respuestas, el asombro
ante el sufrimiento, ante las frustraciones y ante
la muerte es algo que no se puede explicar por
uno mismo, el sentido al todo que lo supera a
uno, pero del que uno forma parte. Aquí es cuan-
do aparece la trascendencia que es totalmente
distinta al absurdo, esa trascendencia es quien le
da sentido realmente a la vida y facilita la propia
identidad. Si la vida del hombre es un dinamis-
mo, este lo lleva a mejorar. Se reconoce la nece-
sidad de buscar fuera de nosotros mismos, ha-
llar el sentido pleno y no buscar la finitud. Aquí
también podemos afirmar una máxima: “ante la
finitud del hombre, sale al encuentro la infinitud
de Dios”. El crecimiento personal y las decisiones
correctas orientan la búsqueda por el sentido
pleno de la vida al fundamentar la vida en lo po-
sitivo y en lo correcto, así la persona se siente con
plenitud interior.
Todas estas preguntas hacen parte de la cons-
trucción del ser, estas sobrepasan el punto de
vista religioso, es decir, no dependen del tipo de
fe que se tenga, pues son interrogantes referidos
al ser, cada inquietud responde a una etapa de la
vida, a saber:
a. ¿Quién soy yo?, etapa de la adolescencia. Res-
ponde a la dimensión sicológica.
b. ¿Qué debo hacer?, etapa adulta. Contesta a la
dimensión filosófica.
c. ¿Qué sentido tiene mi vida?, etapa de la vejez,
a esta responde la dimensión ética.
Cuando uno busca un porqué siempre se en-
cuentra un cómo; el reto de la persona es cons-
truir, entregar esperanza a los demás, compartir
con otros la experiencia de vida a fin de crecer
como persona y encontrar el sentido propio de
la existencia.
Como seguramente se está dando cuenta, para
responder ampliamente a estas tres preguntas
es necesario adquirir un conocimiento personal
y para ello debe saber cómo está constituido el
individuo en su integralidad, su totalidad. Antes
es importante tener presente una operación ma-
temática muy antigua que enseña lo siguiente: El
todo está compuesto por las partes y estas cons-
tituyen el todo. Asumiéndola a nuestro tema
podríamos decir que: el todo es la persona y las
partes son las dimensiones. Es decir, que lo que
da como resultado la persona está compuesto
por sus dimensiones y estas constituyen el suje-
to. Observe el siguiente esquema:
TODO
PERSONA
PARTES
DIMENSIONES
Entendiendo lo anterior entramos a observar
que la persona humana está constituida por las
dimensiones y que estas a la vez poseen compo-
nentes, características propias. Estas son:
Dimensiones del ser personal
La persona humana posee unas dimensiones
que pertenecen al ser y que conforman su in-
tegridad, es decir, son aquellas que constituyen
toda la persona. De tal manera que son tan in-
19. Proyecto de vida
19
dispensables que ninguna puede faltar. A conti-
nuación se presenta de una manera sintética las
diversas dimensiones del ser personal junto con
sus características. Es importante aclarar que di-
versos autores que se refieren al tema amplían o
complementan estas dimensiones; por eso que-
da abierta la posibilidad de ampliar la reflexión.
Dimensión afectiva
En esta dimensión tiene importancia principal la
capacidad para apreciar, aceptar y amar al otro
en la medida en que cada uno de nosotros se
siente apreciado, aceptado y a amado. En este
ámbito se incluye todo lo que tiene que ver con
el conjunto de emociones, sentimientos, intere-
ses y motivaciones que el ser humano es capaz
de elaborar en el proceso de establecer y man-
tener relaciones interpersonales. Para muchos
autores esta área se constituye en el motor del
comportamiento humano dado que desde allí se
desprende la orientación (llámese interés o mo-
tivación) consciente o inconsciente que marca el
derrotero de la conducta.
Se establece, entonces, que cada persona tiene
su propia y particular estructura afectiva, una
manera característica de apreciar, aceptar y amar
a los demás y un sentimiento muy propio respec-
to a qué tan aceptados, apreciados y amados nos
sentimos por los demás. De allí se desprende una
manera particular de funcionar en la relación in-
terpersonal expresando en mayor o menor me-
dida emociones y sentimientos y logrando relati-
vos niveles de ajuste social.
Dimensión cognitiva - racional
Es la forma como el ser humano opera sobre su
realidad. La manera como comprende y actúa
sobre su entorno, entendido éste como la acu-
mulación de estímulos simples o complejos a los
cuales tiene acceso su percepción. Precisando un
poco más, diríamos que esta área incluye tanto
los contenidos (nociones, conceptos y catego-
rías) como los procesos (análisis, síntesis, abs-
tracción, generalización…) del pensamiento. Se
pude interpretar como la parte lógica y racional
del ser humano, su capacidad de entendimiento
y comprensión del medio.
En la actualidad cada uno de nosotros también
posee su propia estructura intelectual, que se
entiende como el dominio de ciertos y determi-
nados procesos de pensamiento sobre otros y de
la presencia de contenidos específicos (informa-
ción) en nuestro pensamiento.
Dimensión moral
Atañe a la capacidad del individuo para armo-
nizar el mundo de las necesidades individuales
con el de las necesidades del colectivo; dicho de
otra manera, tiene que ver con los valores como
la tolerancia, la verdad, la honestidad, la solida-
ridad, la nacionalidad, etc. Constituye, en esen-
cia, la escala o jerarquía particular de valores que
cada uno de nosotros construye a lo largo de su
desarrollo y en el contexto de la experiencia de
relación. La interpretación, comprensión y ma-
nejo de la norma es el núcleo operativo de esta
dimensión.
Nuestra estructura moral actual estará concre-
tada en una escala o jerarquía de valores que
orienta nuestro comportamiento social y que
hace que nuestra conducta, en mayor o menor
medida según corresponda a dicha jerarquía.
Dimensión física
Área que involucra la manera como funcionan,
interactúan y armonizan los diferentes subsiste-
mas (nervioso, muscular, esquelético, digestivo,
etc) que integran nuestro cuerpo. Se relaciona
20. Hacia una mirada interior
2020
Hacia una mirada interior
20
también con la forma en que con nuestros há-
bitos de salud y conductas asociadas al autocui-
dado (rutinas de ejercicio, prácticas alimenticias,
consumo de bebidas alcohólicas y otros tipos de
sustancias inhaladas o inyectadas) contribuimos
a mantener la mencionada armonía.
Dimensión espiritual
Es aquella capacidad que tiene el ser humano
para lograr comunicarse con un ser supremo, va-
liéndose de su poder de interiorizar, reflexionar,
orar y proyectar. Es captar que necesita dar lo
mejor de sí mismo para que con su entrega haya
un progreso con respecto a la vida misma y a la
vida de los que nos rodean. Es el dedicar tiempo
suficiente para entrar en intimidad con el mismo
ser y así poder crecer en íntima comunicación
con el creador para que exista una recepción en
la que con claridad se desee hacer el bien.
El ser humano puede dejar “huella”, su marca, su
sello, para que sean beneficiados todos los que
interactúen con él. Trasciende y señala el camino
para hacer posible la profunda relación de la di-
vinidad con la humanidad.
21. Proyecto de vidaProyecto de vida
21
De lo más hermoso que posee el ser humano, junto con la ca-
pacidad de entrar en su interioridad, es la capacidad que tiene
de relacionarse con los demás.Las relaciones humanas marcan
nuestra vida, nuestra manera de pensar y de ver las cosas. Pero
existe la otra cara de la moneda, también pueden convertirse
en una marca negativa para el otro cuando se piensa sólo en si
mismo sin importar la otra persona.
Lapersonaqueestáen
relaciónconlosotrosDefiniendo el contexto
S
omos conscientes de que no pode-
mos progresar cuando nos desliga-
mos de la otra persona, cuando pre-
tendemos surgir sin la ayuda de los que
nos rodean. El otro quiere darme lo mejor,
recibo de su generosidad, soy objeto de su
atención y él está pronto a mi solicitud. El
estilo de vida que he adquirido, en gran
parte ha sido debido al aporte de los que
me ayudan a construir mi existencia. Ellos
se van acomodando al estilo de vida que
poseo y que es propio. Siempre respetan
mi libertad y facilitan mi realización. Y esto
también me exige una correspondencia. El
otro contribuye para que mi felicidad sea
plena. Pero soy yo quien va permitiendo y
posibilitando la felicidad de aquel que ca-
mina a mi lado. No puedo esperar recibir
en todo momento, debo aportar, debo dar
lo mejor de mí.
i
2
CAPITULO
stock.xchng.hu/Royaltyfree
22. Definiendo el contexto
22
Por ser una criatura de Dios, él, el otro que se
quiere configurar conmigo de muchas maneras,
me indica el sendero que debo caminar para que
haya pleno sentido en mi existencia, en mi pro-
ceso, en mi actividad.
El desarrollo íntegro de mi ser permite que la ale-
gría de la libertad no sea propiedad privada ni
exclusiva sino una magnifica oportunidad para
compartir lo que soy.
Una de las grandes capacidades de la persona es
la intelectual, que no se debe restringir al aspec-
to académico, pero que es donde mejor se pue-
de medir.
En el mundo actual muchos dependemos de
un título para decir que somos intelectuales.
Las personas que a todo momento hallamos en
nuestro camino piden que aportemos los cono-
cimientos que poseemos para que la mejoría en
todo sentido se experimente. Somos conscientes
que si hay más posibilidades de estudio y de pre-
paración educativa, nuestro estilo y condición
de vida mejora. Se ve favorecida la economía y el
progreso humano.
La docencia en el momento actual está llamada
a enfocarse en la integridad del que quiere com-
partir toda su vida con los otros. No se puede ha-
cer un diálogo completo y profundo basado en
la mente o en la academia exclusivamente. No
es sólo con las ideas que se comparte, se hace
dedicaban a pescar, pero el que quisiera cons-
tatar esta verdad, siempre se encontraba con
la misma respuesta: efectivamente, los peces
más pequeños eran de ocho centímetros.
Todo transcurría normal en esta población,
hasta que un día apareció un joven cuya apa-
riencia hacia pensar que no era de la región.
Un día él se animó a pescar con el grupo de
hombres del pueblo. De repente, la tranquili-
dad con que se desarrollaban las labores se
vio interrumpida por algo que llamó profunda-
mente la atención todos los pescadores. Con
una voz fuerte el joven aclamaba que había
atrapado un pez de siete centímetros.
Al comienzo nadie lo podía creer, todos mur-
muraban. El primero en indignarse fue el an-
ciano que siempre había dicho: “en este río
los peces más pequeños son de ocho centí-
metros”. El hombre de avanzada edad fue el
Cuento
rase una vez un pueblo lejano de
la civilización. Lo bordeaba un in-
menso y hermoso río, el cual servía
de alimento y diversión de todos
aquellos que vivían allí. Quienes lo
habitaban habían aprendido el arte de la pes-
ca. Todos los días, muy de madrugada, o a
veces en la noche, se reunía un buen grupo
de hombres que en sus barcas se adentraba
al río con el fin de pescar lo suficiente para
comer y poder vender.
Era una vida muy tranquila, sin grandes acon-
tecimientos. En medio de esa tranquilidad
en que vivía el pueblo existía un hombre de
avanzada edad que era el más conocedor del
arte de la pesca. Él siempre había afirmado,
con base en toda su experiencia y después
de pescar tanto, que los peces más peque-
ños que habitaban en este río eran de ocho
centímetros. Todos acataban esta verdad y se
É
flickr.com/creativecommons2.0
23. Proyecto de vida
23
también con la vida, la experiencia, los sentidos y
los sentimientos. El que está compartiendo con-
migo me da y pide que yo también lo haga. Las
diferentes circunstancias, entornos y condicio-
nes permiten un enriquecimiento profundo e in-
menso. Oportunidades que se deben explotar al
máximo para enriquecer y enriquecerme. En los
encuentros que se realizan no se debe suponer
que uno sabe más que otro, ni el que enseña y
ni el que aprende, en la medida que tenemos se-
guridad de que todos siempre estamos en vía de
crecimiento y de aprendizaje. Las nuevas gene-
raciones, gracias a la tecnología, aportan rápida-
mente lo que absorben y debemos estar atentos
para saber que nos permite avanzar y que nos
puede destruir.
Al compartir lo que somos avanzamos con la cla-
ra conciencia de que es mucho lo que juntos po-
demos aportarnos y aportar a los que no tienen
las mismas posibilidades, ni los mismos medios
e intereses. El nuevo método pedagógico, exige
que haya humildad, claridad y proyección. No
podemos suponer que somos mejores que los
demás, algo aprendemos cada día, a cada mo-
mento del proceso de la vida, siempre podemos
reconocer que hemos fallado y que en muchas
cosas somos ignorantes, debemos aceptar que
urge prepararnos intensamente para responder
excelentemente a los diferentes retos que la so-
ciedad y las personas nos presentan. El aprendi-
zaje es total y son muchos los que lo pueden dar.
primero en alejarse y tras él uno a uno fue
haciendo lo mismo. Esto tendría que ser un
artificio del joven o una gran mentira, pensa-
ban todos, al punto que intentaron agredirlo y
sacarlo del pueblo, pues estaba afectando la
tradición casi sagrada que se mantenía allí.
Pero el joven con un gran esfuerzo trató de
mantener el orden y les enseñó una gran ver-
dad que cambiaría la vida de todos los que
vivían en este lugar. Efectivamente había
peces de siete centímetros, no era magia, ni
mentira, ni ningún tipo de artificio. No se trata-
ba de agredir las tradiciones existentes, pero
realmente había una gran verdad detrás de
todo. La red con la que el joven pescaba era
diferente a la de los demás. Tenía los huecos
más pequeños...8
“y les enseñó una gran
verdad que cambiaría
la vida de todos los que
vivían en este lugar...”
24. Definiendo el contexto
24
Seguramente al leer este cuento pueden surgir
varias opiniones: No siempre los de más edad
tienen la razón, no siempre los de más experien-
cia o más conocimientos tienen la razón o tienen
la verdad. Algún día observé este cuento en un
video durante un taller y me animé a trascribirlo
para suscitar una reflexión, que a mi modo de ver
puede generar no pocas reflexiones.
Quizás venga a la mente pensar, con base en
el cuento, que este hombre de avanzada edad
había convertido en un mito la verdad que po-
seía: en su río los peces más pequeños eran de
ocho centímetros, su realidad no permitía duda,
comentario alguno o interrogante. Solamente
exigía ser acatada por todos los de la población.
Esta verdad o mito había surgido como fruto de
un pensamiento empírico, racional y lógico, por
lo que se convertía en una verdad fuerte, arrolla-
dora, casi como algo sagrado de lo que no se po-
día dudar bajo ningún punto de vista. Es allí don-
de irrumpe otra verdad que pondrá en peligro
el espacio casi sagrado que había logrado crear
este anciano, pues otro pensamiento empírico,
racional y lógico pondría en escena un espacio
distinto, casi sagrado, otra realidad amenazante:
si hay peces más pequeños se pueden atrapar
teniendo una red con los huecos más pequeños.
Esta será otra realidad, pero no con el sentido de
la anterior, es decir, “la verdad”, sino vista como
otra posibilidad de ver la misma certeza, una ver-
dad que no teme estar enfrentada a otra, sino
que ayuda a descubrir la veracidad del hecho y a
concebirla con otras miradas.
Es de la misma experiencia desde donde se cons-
truye otro tipo de pensamiento, pero para esto
hay que salir de la misma rutina, entender que
las experiencias no siempre son las mismas, que
se trata de no contentarse con lo que dicen los
otros. Es investigar por uno mismo, esto quiere
decir que no siempre es bueno seguir las tra-
diciones de manera ciega sin preguntarse por
fuertes que sean, sino que se trata de ir más allá,
investigar, tener una mirada crítica a fin de en-
contrar una nueva verdad, pero no para colocarla
en el lugar de lo sagrado e irrefutable, sino como
la que permite generar otro tipo de pensamiento
y de encuentro de nuevas verdades.
Por ejemplo, a una niña de mi sitio de trabajo se
le dio el cuento para que lo leyera y diera su opi-
nión. Respondió con otra experiencia que suce-
dió en la finca de su padre donde se sembraba
papa. Decía que la gente siempre utilizaba para
el cultivo de papa, lo de los otros, es decir, los mis-
mos abonos, las mismas técnicas que los demás,
la misma semilla. Siempre era así porque según
todos era lo mejor; pero un día su padre junto
con sus trabajadores decidieron hacer un injerto
con una nueva semilla llamada “única”, intenta-
rían tomar el riesgo y cambiar el cultivo. Des-
cubrieron que habiendo hecho el experimento
obtuvieron una papa más grande y una mayor
producción. Se dieron cuenta de que su tierra
estaba ubicada en un lugar húmedo y que tra-
tándola de otra manera, con nuevas tecnologías,
encontrarían un nuevo paradigma: un cultivo di-
ferente con papas más grandes. Entendieron que
no se trataba de seguir la misma monotonía, sino
que el cambio traería nuevas maneras de ver la
realidad.
Otra afirmación a la que seguramente se llega es
que no sólo la gente mayor, sino también la de
menor edad posee experiencia. Es decir, que el
joven también tiene conoce. En el caso del cuen-
to, el joven no necesitaba tener toda la expe-
25. Proyecto de vida
25
riencia para conseguir lo que logró, sino que se
trataba de tener iniciativa, de superar el temor a
cambiar la tradición, superar el temor al cambio,
no ceñirse a la tradición, buscar una buena razón
para encontrar la verdad y que el resultado sería,
una nueva mirada de la misma realidad:“un cam-
bio de paradigma”.
Uno de los cambios de paradigma es creer que
yo puedo solo con todo, que yo solo podré sa-
lir adelante con mi vida y que los demás no im-
portan. No es así, los demás son tan importantes
como yo.
Es indudable que la persona no se entiende sola,
sino en relación con los demás, pero la cultura ac-
tual, como se ha llamado, la postmodernidad, en-
seña una realidad particular a la hora de observar
la persona en relación con el mundo y especial-
mente en relación con los demás. Para ello nos po-
demos acercar al pensamiento de Lyotard, un ex-
ponente del postmodernismo, que afirma que “la
explosión de las tecnologías de la información y la
consiguiente facilidad de acceso a una abrumado-
ra cantidad de materiales de origen en apariencia
anónimo es parte integrante de la cultura posmo-
derna y contribuye a la disolución de los valores de
identidad personal y responsabilidad”.9
Sabemos que estamos afrontando serios cam-
bios a nivel social, político y económico, pero
cabe la pregunta por las reales causas de esta
transformación. Vale la pena constatar que algo
que subyace en nuestro contexto es un “afán de
retorno a nuestros orígenes, a una perspectiva
histórica de nuestro tiempo, a una interpreta-
ción profunda de la era de la que salimos parcial-
mente, pero que en muchos aspectos prosigue
su obra. Es como si se anunciara una nueva era
del arte, del saber, de la cultura. Se trata de deter-
minar qué es lo que queda del ciclo anterior. Lo
nuevo reclama la memoria, la referencia cronoló-
gica, la genealogía”.10
26. Definiendo el contexto
26
Definir y orientar acciones para planificar un
proyecto de vida, supone un proceso de ma-
duración integral, en el cual la relación del ser
con los diferentes contextos en los que está
inmerso, se concibe como el valor que impli-
ca la construcción, entrega, sostenibilidad y
reevaluación del mismo proyecto de vida.
A continuación se profundiza en la descrip-
ción de cada una de las dimensiones del ser,
que permiten ver con mayor amplitud la for-
mación integral de un profesional a partir del
conocimiento sobre sí mismo.
Dimensión física
La dimensión física se refiere a las respuestas
fisiológicas del cuerpo humano ante estímu-
los del ambiente. Uno de los órganos claves
de esta dimensión es el cerebro, considera-
do como el administrador y coordinador de
todos los recursos del cuerpo humano, que
por medio de sus procesos perceptivos emite
reacciones emocionales y conductuales.
El cuerpo humano está clasificado en dife-
rentes sistemas, entre ellos se encuentran:
el respiratorio, el circulatorio, el digestivo, el
excretor, el reproductor, el óseo-astro-mus-
cular, el nervioso y el endocrino.
El sistema respiratorio es el encargado de
extender el oxígeno del aire, inspirado a los
conductos respiratorios para oxigenarlo y
mantenerlo en óptimo funcionamiento.
El sistema circulatorio lleva los alimentos y el
oxígeno a las células, permitiendo recoger los
residuos del metabolismo, que se eliminarán
a través de los riñones en la orina y en el aire
expulsado por los pulmones.
El sistema digestivo, acompañado de impor-
tantes glándulas asociadas, que tienen como
misión la transformación de moléculas de los
alimentos en sustancias simples y fácilmente
utilizables por el organismo, es decir, de ab-
sorber entre ellos los minerales.
El sistema excretor, que está compuesto por
el aparato urinario, conformado por un con-
junto de órganos que producen y excretan
orina, este es un líquido convertido en de-
secho o eliminación orgánica. Los riñones
filtran sustancias del torrente sanguíneo, di-
Lasdimensionesyelcontexto
27. Proyecto de vida
27
chos residuos forman parte de la orina que pasa
por los uréteres hasta la vejiga de forma conti-
nua.
El sistema reproductivo está determinado por el
sexo, como un proceso biológico. La fisiología de
este sistema se refiere al proceso de dar vida a
otro ser, donde la expresión humana se convier-
te en afecto y deseo sexual. Esta dimensión le
indica a las personas cómo deben llevar a cabo
su sexualidad concientemente, es decir, que no
sólo se debe tener claridad de cómo se utiliza,
sino además de cómo se debe implementar la
sexualidad humana.
El sistema óseo-astro-muscular, encargado de
los músculos que son los motores del movimien-
to de las personas, se compone de fibras que
se contraen y distensionan para lograr el movi-
miento deseado de las personas ordenado y di-
reccionado por el cerebro, máxima autoridad en
el sistema, acompañado del hueso que sujeta la
estructura para lograr un movimiento seguro y
localizado.
Por último, se encuentra el sistema nervioso que
junto con el endocrino, se encargan de recepcio-
nar y coordinar actividades reflejas y premedi-
tadas por el cerebroespinal en el organismo. El
cerebroespinal está compuesto por la médula
espinal, el cerebro, los nervios craneales y otro
sistemas asociados.
Dimensión afectiva
La capacidad de ser afectivo se forma teniendo
en cuenta el desarrollo evolutivo de cada perso-
na. La dimensión afectiva está relacionada con
el ejercicio auténtico de la libertad, que llega a
configurarse con el fin último de todo proceso
educativo integralmente concebido.
Se atribuye el concepto de afectividad al conjun-
to de características de la vida psíquica que com-
prende tanto al ser aceptado, apreciado y ama-
do por los demás, como la habilidad de aceptar,
estimar y amar a los seres que nos rodean. Este
término incluye de una manera más general la
capacidad de amar. Cada vez es más verificable
que la vida afectiva en todas sus manifestaciones
(autoconcepto, sexualidad, pertenencia motiva-
ción, etc) se construye y se le da forma con la vida
humana y sus relaciones con los demás.
Uno de los conceptos más discutidos es la sexua-
lidad. Esta no es sólo la genitalidad. La sexuali-
dad está integrada por toda la persona: su cor-
poralidad o fenotipo, sus rasgos psicológicos y
su edad en la dimensión física, el carácter o tem-
peramento, la realidad sociocultural, el contexto
social, laboral, universitario y comunitario, el len-
guaje verbal manifiesto y el no verbal implícito
con el lenguaje expresivo.
La relación sexual se refiere a la capacidad de do-
narse y abrirse existencialmente como persona
a los demás, gratuitamente y de forma espontá-
nea, no es únicamente un instinto biológico, sino
que integra toda la persona como un ser sensible
y espiritual con relación a todo su contexto real.
Dimensión social
La dimensión social es considerada una de las
más influyentes en el medio que rodea al ser hu-
mano. Se refiere a las relaciones interpersonales
que generan un impacto en la estabilidad de la
persona. Por ejemplo, un cambio de cargo en el
campo laboral, cambio de lugar de vivienda o
28. Definiendo el contexto
28
cambio de cuidad, son relaciones que generan
nuevas responsabilidades.
Dicha dimensión está a cargo de cuatro funcio-
nes: logro de la independencia, el papel sexual,
el establecimiento y mantenimiento de las rela-
ciones humanas y la selección del papel profe-
sional y vocacional.
Está dimensión permite fortalecer las relaciones
con los otros, llámense, amigos, compañeros,
conocidos y demás, porque se vuelven cada vez
más confidentes y cercanos a las experiencias de
las personas, aproximadamente entre los 17 y 18
años se es más flexible para aceptar a las perso-
nas que serán parte importarte del núcleo social,
con respecto a los defectos y a las cualidades.
La dimensión social está muy ligada a la di-
mensión afectiva, llamada socio-afectiva, pues
analizan en conjunto las relaciones con el sexo
opuesto o complementario, donde aparecen
las relaciones sentimentales y etapas fuertes de
enamoramiento.
En esta dimensión se revelen con mayor ahínco
ante otras personas las cualidades físicas, depor-
tivas e intelectuales, propias del desarrollo de la
personalidad de los seres humanos.
Dimensión cognitiva
El desarrollo cognoscitivo de los seres humanos
en sus etapas iniciales está estructurado por la
sensación, la percepción y la conceptualización.
La sensación entendida como la capacidad de
sentir cualquier tipo de estímulo ambiental. La
percepción definida como la interacción que
hace el cerebro a raíz de las sensaciones emitidas
por los estímulos detectados. Y la conceptualiza-
ción que se refiere a la interpretación consciente
de la suma de la sensación más la percepción.
Algunos autores concentran esta dimensión
en la memoria, que permite por ejemplo: hacer
abstracciones de un texto, clasificar situaciones
como positivas y negativas, organizar textos se-
gún una estructura predeterminada, analizar una
situación y recuperar experiencias ya vividas.
El desarrollo cognitivo de una persona también
está determinado por la madurez fisiológica en
la que se encuentra el individuo y sus experien-
cias vividas al relacionarse e interactuar social-
mente con otras personas.
La dimensión cognitiva estudia las capacidades
ejecutivas del ser humano, como: comprender,
aprehender, construir y utilizar las explicaciones
y descripciones existentes que se tienen de la
realidad en la que se vive y los procesos que se
desarrollan por la dinámica del ambiente.
El cerebro que es el órgano encargado de coor-
dinar y administrar los recursos humanos exis-
tentes en el organismo, también de suministrar
toda la materia prima que se necesita para que
cada uno de estos procesos ejecutivos se lleven
a cabo. Uno de estos procesos es la memoria,
cuya función es almacenar información del am-
biente y también está vinculada a un proceso
de construcción que permite utilizar esquemas
para observar y clasificar la información como
un ente activo encargado de reinterpretar todo
el contexto de la información almacenada con la
nueva estructura.
29. Proyecto de vida
29
Como proceso ejecutivo también se encuentran
el pensamiento y la inteligencia. Para Piaget las
personas van organizando las experiencias vivi-
das y el conocimiento adquirido en esquemas o
estructurados que por medio de dos procesos
como la asimilación y la acomodación se van
modificando.
Finalmente está el aprendizaje como un proceso
mental de transformación, almacenaje, recupe-
ración y utilización de la información. Depende
del ambiente o contexto en donde está inmerso
el individuo. También hace referencia a las rela-
ciones internas entre el individuo y el contexto,
cultura, y situaciones específicas del mismo, di-
cha relación produce la adquisición de nuevos
conocimientos.
Dimensión ética - moral
La dimensión ética-moral está constituida por
dos términos, a lo largo de la historia se toman
como sinónimos y se entienden de la misma for-
ma.Tanto la ética como la moral hacen referencia
a un tipo de saber o conocimiento, que orienta
al ser humano para enfrentar la vida, y ayuda a
construir un carácter con el objeto de acondicio-
nar la realidad de tal modo que se pueda convivir
con ella.
La moral se entiende como las normas, los va-
lores y las creencias que orientan las acciones
inmediatas. Y la ética es un saber que reflexiona
sobre la moral cotidiana desde el punto de vista
filosófico.
La ética es importante porque permite reflexio-
nar sobre el hacer diario de la moralidad, enten-
dida como los valores, actitudes, comportamien-
tos, acciones costumbres y cultura aprendidas e
inculcadas desde casa por el núcleo familiar, y
desde allí se trasladan a la sociedad en la inser-
ción del individuo por medio de la integración
e interrelación con los demás. (Instituto Alberto
Merani, 2002).
Dimensión espiritual
La espiritualidad es una área que está presente
en todos los estados y ciclos de la vida, tiene ma-
yor amplitud de la que se considera, aun más que
la religión misma. Cuando se habla de la dimen-
sión espiritual se relaciona directamente con la
religión, también la búsqueda del sentido de la
vida, del sentido a lo que se hace, las respuestas
que se busca cuando se está solo, en últimas son
stock.xchng.hu/Royaltyfree
30. Definiendo el contexto
30
categorías valorativas que requieren de la esen-
cia espiritual humana.
La dimensión espiritual se resumen en la expe-
riencia real de lo humano propiamente dicho, lo
que permite al ser humano diferenciarse de los
otros seres vivos. La religión tiene que ver con las
creencias y la fe, son propuestas sensibilizadoras
de la humanidad o humanizadotas para el hom-
bre, que marcan el comportamiento y los hábi-
tos en el campo de la fe.
Dimensión familiar
En la dimensión familiar es encuentra el núcleo
familiar, como la unidad primaria o básica de
socialización del ser humano, dicho medio pro-
mueve el inicio de los procesos de integración
dentro de un sistema de socialización activa. En
este contexto también se construyen las prime-
ras pautas de relación con otros, que necesaria-
mente influirán y determinarán las interacciones
en su futuro.
También es el primer escenario de ensayo y error
del proceso de aprendizaje social. Desde un en-
foque evolutivo, los humanos siempre tienden a
conformar grupos de personas y agremiaciones
humanas, que han llevado a construir civilizacio-
nes. Esta forma natural de unión como una ne-
cesidad primaria y de supervivencia en grupo es
reconocida como: la familia.
Las familias se clasifican por los lazos de filiación,
parentesco, afinidad y afecto. Donde conviven
dos generaciones, los padres y los hijos, se le da
el nombre de familia nuclear. Las familias inte-
gradas por tres generaciones abuelos, padres e
hijos se le llama familia extensa (Jauregui, 1998).
Las personas se encuentran en diferentes gru-
pos que se pueden llamar sistemas sociales tales
como: el trabajo, la escuela, los equipos deporti-
vos, los clubes sociales, los vecindarios, las aso-
ciaciones y otros. En la familia es donde se afian-
zan las emociones, las creencias y las tradiciones,
pero también las fortalezas y las debilidades de
las personas pertenecientes a dicho núcleo.
También se determinan las relaciones y las di-
námicas propias de la familia, dichas dinámicas
generan estrés y presiones que impulsan al éxito
o al fracaso de los que están creciendo. La fami-
lia así, se convierte en un entorno de formación
institucional por medio de la educación, que es
flexible y permite procesos adaptativos al medio
en donde se desenvuelve el sujeto buscando al-
ternativas apropiadas para afrontar los retos. La
dinámica familiar está determinada por los roles
asumidos por cada miembro y se establecen por
HernandoDelgado/UNIMINUTO
31. Proyecto de vida
31
hábitos y costumbres sociales y culturales.
(Mejía y Jackeline, 1990).
Los mecanismos de reflexión sobre sí mis-
mo son herramientas claves para un desa-
rrollo psicológico exitoso. A continuación se
hace una breve descripción de cada uno de
ellos:
La autoestima se concibe como la relación
que existe entre la persona y el valor que se
le asigna, frente a sus aprendizajes positivos
y no tan positivos. Este mecanismo es uno
de los más completos dado que incluye los
demás autos y se caracteriza por asignar va-
lor a cada componente del ser humano.
El autoconocimiento es el que se determina
las características positivas y negativas de sí
mismo, en cada una de las dimensiones ex-
ploradas, también contempla la concientiza-
ción objetiva de las capacidades, destrezas,
limitaciones y dificultades, permitiéndole en-
tender las atribuciones generadas por las si-
tuacionesalasqueestáexpuestoelindividuo.
La autoevaluación, entendida como la ca-
pacidad de discriminar los eventos posi-
tivos de los negativos, atribuyéndoles un
valor objetivo a cada uno, y permitiendo
reevaluar e implementar nuevas estrategias
de cambio para mejorar y sentirse bien.
El autoconcepto, definido como la concep-
ción que tiene la persona sobre sí misma,
establece las características que lo dife-
rencian de otras personas y que actúan de
acuerdo con ella.
La autoaceptación es la habilidad de reco-
nocerse a sí mismo de forma objetiva, como
una persona con cualidades y limitaciones,
Mecanismosdereflexión
sobresímismostock.xchng.hu/Royaltyfree
32. Definiendo el contexto
32
lo cual le permitirá identificar los aspectos de su
comportamiento que debe cambiar y los que
debe fortalecer, para afrontar y contrarrestar
aquellos que no son susceptibles de modifica-
ción.
El autocontrol, que es la capacidad de detectar
el límite del error y reversarlo en la medida de
sus habilidades y destrezas, permitiendo que la
persona no reincida en la falta, a pesar de su ten-
dencia a repetirlo.
La autocrítica es la capacidad de identificar la
realidad que posee cada objeto situación y per-
sonas, su componente más importante es la ob-
jetividad que permite la discriminación de su ser
emocional y afectivo de la realidad vivida.
La autoevaluación, concebida como el proceso
mediante el cual el individuo determina según
unos índices de evaluación y referentes, un cri-
terio claro de su comportamiento y componen-
tes del ser, manifestando la concepción sobre las
consecuencias de la emisión de sus acciones.
Ciclo vital del hombre
El crecimiento y desarrollo de la vida de los indi-
viduos se va dando a través de etapas secuen-
ciales que tienen variables y características espe-
cíficas. Cada una de ellas marca fundamental la
continuación de la siguiente etapa, sin embargo
los estudios realizados en el campo del desarro-
llo humano permiten determinar un desarrollo
estandarizado para saber exactamente cuántas y
cuáles etapas existen.
Tampoco se puede inferir cuál es el punto de
partida de una etapa y cuál es el momento de
finalización de otra. Dentro de este ciclo influyen
diversos actores de forma personal, social, cultu-
ral y biológica, remitiendo a las diferencias indi-
viduales de las personas donde cada una tiene
su propio proceso evolutivo y de desarrollo de
acuerdo con cada una de las dimensiones ante-
riormente analizadas.
A continuación se hace una descripción gene-
ral de cada una de las etapas del ciclo vital del
hombre: pre-natal, infancia, niñez, adolescencia,
juventud, adultez y ancianidad.
La etapa pre-natal se caracteriza por la formación
del individuo en el vientre materno. Inicia desde
la concepción del espermatozoide que fecunda
al óvulo y da forma al cigoto. Internamente en
este nuevo mundo se dividen y se subdividen
células, y aumenta progresivamente su tama-
ño tomando forma cada uno de los sistemas y
órganos encargados de emprender su función
biológica, a medida que avanza el tiempo del
embrión. Aproximadamente a las dos semanas
se acomoda en el útero y a los nueve meses lo
abandona en un proceso perinatal llamado na-
cimiento.
En la infancia que se contempla entre el naci-
miento y los 6 ó 7 años aproximadamente, se de-
sarrollan características físicas y motoras como
el aumento de peso y de estatura corporal; ade-
más. el tamaño de sus miembros son despropor-
cionales, teniendo en cuenta el tamaño de su
cabeza. El sueño en esta etapa de desarrollo es
muy importante, dado que aporta a la formación
de su cerebro para afrontar los retos perceptivos
del ambiente. Su desarrollo cognoscitivo mues-
tra su presencia en el adiestramiento de su inte-
ligencia, según Piaget, paralelamente al desarro-
llo afectivo, sexual y social caracterizándose por
factores específicos y complejos.
33. Proyecto de vida
33
En la niñez, que contempla entre los 6 a 12 años,
el niño se encuentra en la escuela inmerso en
procesos de socialización y de convivencia con
otras personas de su edad, facilitándole el de-
sarrollo cognoscitivo, afectivo y social. Las áreas
cognoscitiva y afectiva le proporcionan sensa-
ciones y emociones similares, exploradas única-
mente en el seno de la familia.
La adolescencia se caracterizada por un proceso
de transición muy agitado y difícil para el indivi-
duo, quien enfrenta diversos altibajos hormo-
nales antes de dar el paso hacia la vida adulta. El
estándar establecido para el inicio de esta etapa
son los 12 años para las mujeres, en promedio, y
para el sexo masculino los 13 años. En dicha eta-
pa suceden cambios físicos, cognoscitivos, ten-
denciales, afectivos, sociales, sexuales, religiosos
y motivacionales, propios de la pubertad, dejan-
do de ser un niño para darle continuidad a las
siguientes: la pre-adolescencia y la adolescencia
propiamente dicha.
La juventud, que se estima está entra entre los 18
y los 25 años, se caracteriza por alcanzar control
y tranquilidad con respecto a su adolescencia.
Aunque se encuentra todavía en la transición a
la estabilidad adulta, va de manera progresiva
a manejar algunos aspectos de su personali-
dad, tiene mayor capacidad reflexiva y un alto
nivel crítico y se incrementa la agudeza intelec-
tual para facilitar el aprendizaje hacia una visión
más objetiva de la realidad. Sus hábitos y actos
se establecen jerárquicamente como parte de
su dimensión moral en una constante reflexión,
cada vez más autónomo, sin dejar de lado la
dependencia personal. En esta etapa se orienta
también a su área vocacional que realizará con
respecto a su profesión.
Entre los 26 y 60 años se vive la adultez, etapa
en la cual el individuo alcanza la tranquilidad y
plenitud sobre su desarrollo biológico y psíqui-
co. Además, su personalidad y su carácter se
presentan relativamente firmes y estables las
dimensiones del ser, teniendo en cuenta las dife-
rencias individuales que pueden presentarse en
cada sujeto.
La ancianidad, que se vive a partir de los 60 años,
es la etapa final de la vida, caracterizada por un
decreciente rendimiento físico, lo que ocasiona
en la mayoría una sensible y progresiva baja de
las cualidades de su actividad mental. Este efecto
de disminución, también se presenta a nivel bio-
lógico en sus capacidades sensoriales y motrices,
circulatorias, arteriales y en general el deterioro
progresivo del funcionamiento de los diversos
órganos internos.También se ve afectado el inte-
rés por las cosas de la vida viviendo cada vez más
en función del pasado.
Proyecciones del ser
Ahora vamos a dar otro paso adelante, este tiene
que ver con los intereses y motivaciones que hay
en su interior y que lo hace pensar en un mañana.
Seguramente dentro de sus motivaciones para la
vida está convertirse en universitario, trabajador
de una empresa o propietario de su proyecto
Inicialmente la mentalidad del hombre pri-
mitivo, la primera y más original conducta
del ser humano frente a la naturaleza, se
define por el animismo “…tendencia a ver
y proyectar hacia los seres exteriores lo que
el hombre experimenta en sí mismo…”11
i
34. Definiendo el contexto
34
empresarial, esto es muy bueno, pero para llegar
al lugar que ocupan otros se necesita empeño,
constancia y el deseo de aprender cada día más
y capacitarse lo suficiente como para ocupar uno
de estos puestos.
Todas las personas que poseen estos cargos han
adquirido en su vida una profesión, ese es su ofi-
cio. Sin embargo, la pregunta que debe hacerse
es ¿cómo afrontan su profesión?, ¿es una voca-
ción?, ¿cómo entender vocación y profesión?,
¿se vive una profesión o una vocación?
En el contexto de UNIMINUTO la vocación con-
siste en que la profesión tenga un sentido de
responsabilidad social, es decir, que quien estu-
dia una carrera debe crecer como persona, pero
tiene el compromiso de hacer de ésta una posi-
bilidad de servir al otro, a una comunidad. Debe
procurar que los conocimientos adquiridos no
sean solamente para beneficio personal, sino
para los demás. En este sentido UNIMINUTO pro-
cura un perfil en el estudiante bajo las siguientes
competencias:
1. Competencias referidas al
desarrollo humano 12
• Un conocimiento adecuado y maduro de sí
mismo, junto con un manejo consciente de
sus relaciones con los demás…
• La realización y apropiación de un proyecto
personal de vida en el que ha integrado ple-
namente su identidad profesional.
• La adquisición de una visión ética del mun-
do que lo comprometa con el respeto de los
derechos humanos, la observancia de sus
deberes, la participación ciudadana, la reali-
zación de la justicia y el mejoramiento de la
calidad de vida.
• La disposición para ser un creativo perma-
nente.
• La capacidad de vivir su experiencia espiri-
tual como opción vital y libre en la transfor-
mación de la realidad a la cual pertenece.
2. Competencias referidas al
desarrollo profesional
• La aptitud permanente de aprender a apren-
der y el uso y dominio de los lenguajes.
• El hábito reflexivo, crítico e investigativo con
la capacidad de indagar y conocer.
• El espíritu de trabajo en equipo con capaci-
dad interdisciplinaria.
• La capacidad para analizar, fundamentar e
interpretar el contexto social.
• Manejo conceptual.
• Búsqueda de la excelencia.
3. Competencias referidas a la
responsabilidad social
• Capacidad para ejercer como ciudadano y
profesional un compromiso social concreto
con las comunidades.
stock.xchng.hu/Royaltyfree
35. Proyecto de vida
35
Y quieres que otros
vivan… como en la
historia de Samuel.
Cada niño que
nace confirma la
fe de Dios en el
hombre.
Y vives
porque te
abrazan.
Porque estás
tranquilo.
Conoces.
Y vives porque el
otro te escucha.
8 semanas
A esta edad lo único que quieres es vivir ...
A esta edad lo
único que quieres
es vivir..
Te sientes
vivo porque ...
stock.xchng.hhu
stock.xchng.hhu
Barthetzk-Royaltyfree
Claudmey–Royaltyfree
Simmbarb–RoyaltyFree
Redvisualr–RoyaltyFree
Silybin–Royaltyfree
• La destreza para observar y analizar la reali-
dad e involucrase con ella.
• Capacidad de interactuar con las comuni-
dades.
• Capacidad para involucrase en gestión de
proyectos.
36. Definiendo el contexto
36
Acontinuaciónencuentraunaseriedeimágenesconlasquesepretendereflexionaracercadelprofe-
sionalqueejerceelaborto,delasmanosdeaquelqueloejerce;yesenestecontextoenelquesedebe
observar. Hágalo no sólo con una mirada
académica, sino sobre todo, con los ojos
del corazón. Déjese impactar. 1. ¿Qué es
vocación?Acercamiento conceptual 13
No es lo mismo vocación que trabajo; ni
intereses, que preferencias. Aunque ideal-
mente debieran estar alineados, es nece-
sario que estos conceptos se tengan muy
claros a la hora de tomar una decisión.
Mira aquí sus similitudes y diferencias.
Vocación: de vocare, llamado, llamar por
un nombre, (...) dar una denominación,
vocatio-onis, invitación, convite. Es el tér-
mino que designa la realidad más amplia
y abarcadora del proyecto vital. Implica el
“llamado” que cada uno tiene respecto de
la propia vida. Ella permite dar respuesta
a los interrogantes profundos entorno al
sentido de la existencia. En una palabra,
condensa en sí el llamado a “ser” persona,
en tanto aborda un aspecto dentro de la
37. Proyecto de vida
37
totalidad de las dimensiones constitutivas de
ésta.
Profesión: de profesar, declarar o enseñar en
público (...) derivados professio-onis, declaración
pública, oficio, profesional, (professor-oris, el que
hace profesión de algo), profeso, maestro. Se
dice de la relación con el“hacer y el saber hacer”
en una actividad que ha supuesto un período de
capacitación en un centro de estudios especia-
lizados. Se expresa en un título profesional y en
varios casos en un grado académico. En términos
generales, en una profesión se integran de ma-
nera más o menos armónica los intereses y las
aptitudes personales.
Trabajo: del latín vulgar tripaliare, tortura, de-
rivado de tripaltum, especie de instrumento de
tortura (tres palos o maderos cruzados que for-
maban dicho instrumento), sufrir; esforzarse, de
donde más tarde labora, obrar (...), desempeño
de una actividad laboral específica. Este puede
ser resultado de una adquisición por la expe-
riencia práctica, por tradición familiar e incluso,
por circunstancias fortuitas de la existencia. No
es requisito indispensable para desempeñar un
trabajo disponer de una capacitación teórica ri-
gurosa. Tampoco es fiel reflejo de las propias ca-
pacidades e intereses.
Hobby: Es un pasatiempo o actividad lúdico-
recreativa que expresa intereses, habilidades y
gustos personales. A diferencia de los anteriores,
este término no designa explícitamente una rela-
ción con una actividad laboral y remunerada. Por
lo general, más bien, denota un pasatiempo que
se desarrolla en amplios márgenes de gratuidad.
Sin embargo, externamente, no significa que se
realice en forma sistemática e informal. Muchas
veces, los hobbies ocupan tiempo y recursos sig-
nificativos de las personas que los desarrollan.
Tanto en la profesión como en la vocación se tie-
nen en cuenta los siguientes factores que tam-
bién las definen en cierta forma.
• Gustos: son afinidades o inclinaciones que
expresan claramente componentes de tipo
afectivo y por tanto son característicos y
singulares de cada persona. Básicamente
no tienen una explicación racional. Explíci-
tamente, se manifiestan en sentimientos de
agrado o de rechazo. Por esto mismo, suelen
ser bastante estables en el tiempo.
• Preferencia: por su parte, es un orden jerár-
quico entre diversas alternativas disponibles
y reales que tiene delante de sí la persona.
No implica necesariamente negar o rechazar
algo, sino más bien ordenarlas de acuerdo a
las opciones e intereses del individuo en un
momento determinado y en ante circunstan-
cias específicas. En virtud de estos factores,
pueden ser muy variables según tiempo, lu-
gares y personas.
• Intereses: son las motivaciones para reali-
zar actividades que son atractivas y que re-
fuerzan la propia personalidad y prescindir
o evitar actividades que no son placenteras.
Los intereses siempre están en relación a he-
chos o situaciones que son conocidos por la
persona o sobre los cuales se tiene cierta re-
ferencia iluminadora. En este sentido, los in-
tereses vienen a ser respuestas conscientes
que surgen desde el interior de la persona
frente a alternativas que se le ofrecen o que
se le presentan.
• Aptitud: es la habilidad o capacidad que tie-
ne cada individuo para afrontar las diferen-
tes situaciones que le plantea la existencia.
Las aptitudes pueden ser cuantificadas con
la aplicación de instrumentos de psicodiag-
nóstico que manejan dos tipos de variables.
Por una parte, la rapidez con la cual la per-
38. Definiendo el contexto
38
sona resuelve los problemas a los que se ve
enfrentada y por otra, el nivel de eficacia y
exactitud que tienen dichas respuestas.
Habitualmente se les clasifica en aptitudes
generales y en diferenciales. En este último
caso se trata de condiciones personales más
ventajosas o más limitadas para determina-
das áreas o tipos de problemas.
• Elección: hace referencia a la opción que se
adopta frente a una determinada variedad
de alternativas que se le ofrecen a la perso-
na. Es de naturaleza esencialmente exterior a
la persona, simplemente se inclina por una o
por otra alternativa.
• Decisión: en cambio, dice relación con el
efecto que produce interiormente en la per-
sona el haber optado por una determinada
alternativa.
La vocación es descubrir y seguir el plan de Dios
en mi vida.
Vocación14
Si en sentido general toda vocación es un “lla-
mada”, según la etimología de la palabra “vox” =
voz; “vocare” = llamar, y de acuerdo al contexto
teológico ese “llamada” procede de alguien que
es identificable: DIOS. El padre llama al hombre y
por medio de su hijo Jesucristo le manifiesta su
proyecto de salvación, al cual lo guía por medio
del Espíritu Santo. Dios, pues, toma iniciativa, eli-
ge, busca, comienza el diálogo. Por ello decimos
que la vocación es un regalo, una gracia.
- Llamada para una misión
Toda llamada implica una misión, esto es una ta-
rea que se debe cumplir. Sin ésta no se justificaría
la llamada. Más aún, la misión sirve para concre-
tarla, pues quien conoce la tarea que se le propo-
ne y la acepta, se ubica mejor en la vida, ya que
se dedica a cumplirla sin dudas ni confusiones.
- Exige una respuesta
La vocación no es una fuerza ciega ni una impo-
sición absoluta que Dios hace, es una propuesta
que la persona conoce y analiza según sus apti-
tudes e inclinaciones, a la luz de su disponibili-
dad y fidelidad a la gracia. La persona sabe qué y
para qué responde.
La respuesta no es, por tanto, un acto inconscien-
te sino un movimiento racional y consciente, en
el cual el hombre asume voluntaria y libremente
todas las consecuencias de la llamada.
- Eres tú quien decide
Es importante tomar en serio lo que Dios quiere
de ti. Comienza a comprender mejor lo que es tu
vida. Dios te hizo un don precioso al llamarte a
la existencia. Lo que Él y la humanidad esperan
de ti nadie puede hacerlo en tu lugar. El mundo
mañana podrá y deberá ser mejor de lo que lo
encontraste gracias a tu colaboración.
Es necesario comprometerte, trabajar seriamen-
te, no perder el tiempo. ¿Cómo vas a gastar tu
vida? ¿Por quién o por quiénes? Es necesario
partir de una conciencia y motivación hacia la ur-
gencia del cambio para llegar a un objetivo muy
concreto: superar el riesgo de cada día proyec-
tando la vida como servicio.
Los jóvenes sienten más que nunca un atractivo
por la llamada “sociedad de consumo” que los
hace dependientes y prisioneros de una inter-
pretación individualista, materialista y hedonista
de la existencia humana. De aquí el rechazo de
todo aquello que sepa a sacrificio y renuncia al
esfuerzo de buscar y vivir los valores.
39. Proyecto de vida
39
No se entiende una profesión desde el marco de
una vocación si no tiene como base un sentido
de lo que se hace y de los compromisos adquiri-
dos. Es por eso que daremos otro paso y es hacer
un acercamiento a la importancia que tiene el
dar sentido a las cosas, y sobre todo a la vida.
Importancia del “sentido”
El ser humano está en permanente
búsqueda de sentido
Las cosas de la naturaleza, a diferencia del hom-
bre, están simplemente ahí, fijadas en los esque-
mas del instinto y del determinismo, pareciera
como si se realizaran espontánea y automáti-
camente su existencia, no tiene perspectivas ni
proyectos, ni esperanzas, es decir, no tienen
sentido (similar a la caracterización del sentido
histórico),“...el obrar humano no es simplemente
el resultado de unos factores externos e internos
que lo determinan, en él se manifiesta algo nue-
vo y original, bajo el influjo de ese obrar humano
el mundo adquiere un rostro cultural y huma-
no...”15
adquiere sentido. Al respecto, Heidegger
se refiere a la mundanidad del hombre desde la
preocupación del individuo interesado en su ser,
por tanto la mundanidad se realiza para él ante
todo y sobre todo en las formas cotidianas de
ocupación (de las cosas que no están a mano) y
solicitud (por las personas que están con noso-
tros).
En la preocupación como cuidado y solicitud el
hombre se interesa siempre por su ser mismo, es
decir, que la actividad está todo el tiempo en el
signo de una pretensión de sentido. La actividad
supone que el hombre acerca un todo con sen-
tido. La autoconciencia mundana se sabe como
autofin, no sólo dado, sino también encomen-
dado. “...la actividad humana se realiza en un a
priori de sentido (supuesto como condición de
la actividad). Ello significa que el propio ser del
hombre encomendado y objetivo de si mismo
(sobre lo que versa y le interesa) puede comple-
tarse, desarrollarse y realizarse”16
. “El hombre es
un animal, que incluso en sus funciones anima-
les no permanece en un en-si, como el animal,
sino que toma conciencia de las mismas, las co-
noce y las eleva... con ello rompe la barrera de
la inmediatez que está en sí misma (animalidad),
de tal modo que precisamente porque sabe que
es animal, deja de serlo, en tanto que en el es-
píritu se otorga el conocimiento de si mismo”17
afirmaba a este respecto Hegel.
Una de las raíces más profundas del problema
antropológico es la necesidad urgente de darle a
la existencia un significado último. Esta pregunta
se genera del enfrentamiento con lo que aparece
como caótico, sea de sí mismo o de la realidad,
frente a situaciones límite, a la injusticia, a la vio-
lencia, la vida infrahumana de millones, la muer-
te. El ser humano busca razones de sentido que
hagan de su propia vida una posibilidad por la
cual valga la pena seguir, y en este aspecto defi-
ne la vida misma y cada uno lo busca de manera
apremiante.
La pregunta por el significado definitivo del exis-
tir está ligada al hecho de que cada uno de los
hombres se percibe a sí mismo como un todo
que es más que la suma de sus actos, sus virtu-
des, sus defectos, etc. Y es este sentido de tota-
40. Definiendo el contexto
40
Caperucita roja
(versión clásica)
Caperucita era una niña que siem-
pre vestía de rojo y una tarde su
mamá la envió al bosque a casa de
la abuelita que estaba enferma a lle-
varle unos pasteles; cuando iba por el camino se
encontró un lobo y entabló conversación con él,
y ella muy ingenua le dijo que iba a casa de la
abuelita a llevarle unos pasteles. Le preguntó cuál
camino la conduciría más rápido. El lobo le habló
de dos caminos y le señaló el más largo, y se fue
él a casa de la abuelita por el más corto. El lobo
llegó primero donde la abuelita, se la comió y se
disfrazó con su ropa.
Cuando llegó Caperucita empezó a sospechar e
interrogar al lobo disfrazado de la abuelita. “¡Qué
orejas tan grandes tienes!“ Y el lobo contestó: “son
para oírte mejor”. Ella refutó: “¡qué ojos tan gran-
des tienes!”, a lo que el lobo respondió: “son para
verte mejor”. Y cuando le dijo: “¡qué dientes y qué
boca tan grande tienes”, el lobo se comió a Cape-
rucita.
En ese momento, un cazador que pasaba por ahí
escuchó el alboroto y se lanzó al lobo, lo abrió y
sacó de su panza a la abuelita y a Caperucita y,
luego, celebraron felices”.19
Cuento Cuento
lidad el que va dando significado a las di-
versas acciones, en consecuencia, no basta
con que cada acción en sí misma tenga ra-
zón de ser, sino que debe haber una
relación entre ellas, de modo que mi
vida adquiera un significado. “En la
medida en que su solicitud versa so-
bre el propio ser, está siempre dispuesto a
llevar a la práctica unos motivos y a realizar
unas aspiraciones de sentido. Toda activi-
dad está en un a priori de sentido...”18
Leer las dos versiones del cuento de Cape-
rucita Roja de los hermanos Grim y gene-
rar, a modo de introducción, una reflexión
sobre la manera como se altera cada relato
de acuerdo con la interpretación que le da
quien lo cuenta. En este caso la percepción
define el relato y es gracias a esto que ad-
quiere importancia el hecho de preguntar
por el sentido aplicándolo a la existencia
personal.
41. Proyecto de vida
41
Caperucita roja
(versión lupina)
Había una vez un lobo muy inteligente e inquieto que vivía
con sus padres en el bosque. Su madre le había advertido
muchas veces que no saliera de la cueva antes de que caye-
ra la noche, porque podía tropezarse con un hombre que le
podría hacer daño.
Pero el lobito, aunque sagaz, era muy desobediente, sobre
todo, adoraba el olor de las flores, la sombra fresca que pro-
yectan las ramas al medio día y el canto de los azulejos. De
manera que tan pronto como mamá loba se sentaba a ver la
telelobela y aprovechando que papá lobo se hallaba en la ge-
rencia de la mina de esmeraldas, el lobito salía a escondidas
de la cueva.
Una mañana, cuando caminaba por un claro del bosque tro-
pezó cara a cara con un ejemplar de la temida especie huma-
na. Lleno de pánico esperó el disparo con los ojos cerrados,
pero a los pocos minutos se percató de que la niña vestida
de rojo no le haría daño. Y se limitaba a observarlo con curio-
sidad. Lobito entabló conversación con ella, y al cabo de un
rato, la niña, de puro ingenua, le confesó que acudía a casa
de su abuelita con pasteles envenenados porque la vieja ha-
bía desheredado a sus padres. En vez de regresar a casa
como era lo prudente, el lobito prefirió indicarle a Caperucita
el camino, mientras él tomaba un atajo más corto para adver-
tirle a la anciana. Es que lobito tenía un corazón tan grande
como su boca.
Llegó primero que la despiadada nietecita a casa de la abuela
y no bien había informado a la señora sobre el atentado que
pretendía realizar Caperucita, cuando escucharon que ésta
golpeaba a la puerta. Atemorizada la abuela, quiso esconder-
“De manera que
tan pronto como
mamá loba se
sentaba a ver
la telelobela y
aprovechando
que papá lobo
se hallaba en
la gerencia
de la mina de
esmeraldas, el
lobito salía a
escondidas de
la cueva”.
42. Definiendo el contexto
42
agregó la chica. “Son para acariciarte mejor”, disi-
muló el lobito. “Y... ¡qué boca tan grande tienes!”,
observó Caperucita. Cuando se disponía a con-
testar, la niña alcanzó a ver en lo hondo de la gar-
ganta del lobo (quien hasta el momento la estaba
escondiendo) los ojos aterrados de la abuelita, y
perdiendo toda compostura, agarró el pastel enve-
nenado y se lanzó en busca de la anciana por el
hocico abierto del pobre lobito.
Justo en esos momentos pasaba un temible ca-
zador, quien escuchando el alboroto, penetró a la
casa y el cruel y sanguinario personaje, apenas
vio al lobito, se le abalanzó armado de un filoso
cuchillo y le dio muerte con el fin de utilizar su piel
para una alfombra pie de cama. Cuál no sería su
sorpresa cuando de la barriga del lobito asesinado
saltaron la abuelita y Caperucita, quienes por pro-
teger la imagen de la familia, callaron la verdadera
historia.
Esa noche la mamá loba y papá lobo esperan inú-
tilmente el regreso del lobito; y siguen aguardan-
do con una llamita de ilusión porque no captan la
honda crueldad del corazón humano. Simplemen-
te lo hicieron registrar como desaparecido” 20
.
seenalgúnrecovecooscuro.Nohallandonadamásoscuroquelabocadellobo,sedeslizódesconsidera-
damenteporlasfaucesdellobitoyserefugióensuestómago(yahabíamosdichoqueellobitoteníauna
bocamuygrande).Enseguida,ésteseechóencimaungorrodelaabuelaantesdequeentraraCaperucita.
Caperucitaseaproximóallobodisfrazadodeabuelitaymuyprontoentróensospechas.“¡Quéorejastan
grandestienes!”,lecomentó.“Sonparaoírtemejor”,respondióellobo.“Y...¡quémanostangrandestienes!”,
Leer el texto “Nuestro impulso hacia
el sentido” y realizar una opción sobre
cuál de las dos opciones es más viable.
i
El sentido es una de
las necesidades más
grandes del hombre.
¿La vida podrá tener
sentido si la existencia
es producto de una
ocurrencia al azar?
43. Proyecto de vida
43
2. El sentido
de la
propia
existencia
Nuestro impulso
hacia el sentido 19
¿Tiene sentido el sufrimiento? ¿Podemos
aprender de él, hacernos a través de él me-
jores? Dostoievski definió al hombre como
«el ser que se acostumbra a todo». Incluso a los
campos de exterminio. Víctor Frankl, psicólogo
y neurofisiólogo, estuvo recluido en Auschwitz,
y pudo salir con vida. Este libro memorable no
nos ofrece su experiencia personal de la vida en
el campo de concentración, sino un análisis de
la vida humana en sus condiciones más inhuma-
nas, a la luz de la psicología. En suma, una psi-
copatología de la vida en cautiverio. Pero no se
trata sólo, ni acaso principalmente de eso, sino
de encontrar el sentido de la vida incluso allí
donde parece imposible encontrarlo, en el más
atroz sufrimiento.
Lo que debe importarnos no es lo que podamos
esperar de la vida, sino lo que ella espera de no-
sotros. Algo muy esencial de la condición huma-
na palpita en este libro, al que el éxito ha hecho
justicia. El hombre decide siempre lo que es. «Es
el ser que inventó las cámaras de gas, pero tam-
bién es el ser que entró en ellas con paso firme y
musitando una oración».
En“El hombre en busca del sentido”,Víctor Frankl
cuenta lo que le pasó a “F.”, un compañero suyo
en Auschwitz:
“Me gustaría decirle algo, doctor Frankl. Tuve un
sueño extraño. Una voz me dijo que podía pedir
saber algo, que sólo tendría que decir qué es lo
que quería saber y todas mis preguntas serían
contestadas. Yo quería saber cuándo nosotros,
nuestro campo (campo de concentración nazi
donde estaba), sería liberado y nuestro sufri-
miento llegaría a un fin”.21
Hisks-Royaltyfree
44. Definiendo el contexto
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“¿Y cuándo tuviste este sueño?”- le pregunté.
“En febrero del 1945” - respondió. En ese mo-
mento era el inicio de marzo.
“¿Qué es lo que contestó la voz de tu sueño?”.
Secretamente me susurró:“El 30 de marzo”.
Cuando F. me dijo acerca de este sueño, él estaba
lleno de esperanza y convencido de que la voz
de su sueño era correcta. Pero mientras se acer-
caba el día deseado, las noticias de guerra que
llegaban a nuestro campo hacían parecer que se-
ría muy improbable que nos liberaran en la fecha
prometida. El 29 de marzo, F. se enfermó repen-
tinamente con temperatura muy alta. El 30 de
marzo, el día que su profecía le había dicho que
la guerra y el sufrimiento llegarían a un fin para
él, deliró y perdió la conciencia. El 31 de marzo,
estaba muerto. Para la apariencia externa, había
muerto de tifoidea.
Tener sentido en la vida es una de nuestras ne-
cesidades más básicas. Sin él no podemos vivir.
Para el prisionero F. de Auschwitz, la promesa de
la liberación se convirtió en su propósito de vida.
Cuando ese día pasó, su deseo de vivir se evapo-
ró. Con sentido es posible sobrevivir el inexplica-
ble horror de un campo de concentración.
Frankl escribe: “No hay nada en este mundo, me
atrevo a decir, que le ayudaría a uno a sobrevi-
vir inclusive las peores condiciones como el co-
nocimiento de que existe un sentido en la vida
de uno. Hay mucha sabiduría en las palabras
de Nietzsche: “Aquel que tiene un por qué vivir
puede resistir casi cualquier cómo vivir” (Víctor
Frankl,“El hombre en Busca del Sentido”).
¿Accidente o intención?
La profunda convicción de que existe un sentido
en la existencia, de que vale la pena vivir, recae
en el axioma de que la para nuestra existencia.
Imagínase sacar de una gorra una serie de bara-
jas al azar y escribir los números que le salieron.
Un amigo pasa caminando y ve la serie de núme-
ros que había escrito sin saber que el orden no
tiene razón de ser. Se queda viendo los números,
rompiéndose la cabeza y de repente, exclama:
“¡Lo tengo! Esta es la razón por la cuál los pusiste
en este orden” - e inmediatamente comienza a
darle una explicación.
El comentario brillante de su amigo sobre la ra-
zón de la secuencia de los números no cambia
la realidad: No hay sentido en el orden. Es pura
suerte sacada de una gorra sin intención alguna.
Si la vida es el mero resultado de una ocurrencia
sin objetivo ni dirección, ¿qué sentido tendrá fi-
nalmente la existencia? La vida sería sólo un ac-
cidente, una bocanada espontánea saliendo del
caos, sin rima ni razón. Puede ser posible fabricar
un sentido y un contexto, añadiéndole un poco
de razón y de orden como el amigo hizo con la
serie de los números. Pero al final, la realidad
permanecería inmutable - seguiría sin existir un
propósito real para la vida.
A propósito de sentido:
Un conductor de autos de carreras iba en su carro
deportivo por una carretera rural, iba muy rápido.
Antes de entrar en una curva cerrada escuchó que
alguien frenaba y apareció una mujer que casi se es-
trella con él, pero al pasar por su lado la señora le
gritó:“¡cerdo!”.“¿Qué pretendía esa mujer?”, pensaba
el hombre, mientras decidía qué haría con ella.Termi-
nando la curva, se volcó al virar el timón de su carro.
Un habitante del sector al escuchar el estruendo salió
a ver qué pasaba. Observó el carro destruido y en la
carretera encontró,en el carril derecho,a su marranito
desaparecido.