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Teniendo en cuenta que el tema seleccionado para esta monografía es, “Relaciones entre Realismo Mágico y el boom
latinoamericano”, es necesario recordar que, la década de 1960, fue un período muy convulsionado, como consecuencia, en gran parte,
de acontecimientos de la década anterior.
Hubo un explosivo crecimiento de los centros urbanos en el continente que, se convirtió en el escenario debido a sucesivos golpes
militares, al espíritu combativo de la juventud y a la Revolución cubana; ya que, fue en ese marco que surgió ese fenómeno
extraordinario conocido con el nombre de “boom”.
La finalidad de este trabajo es establecer, lo mas acertadamente posible, las relaciones mencionadas, a través de un rastreo en la
bibliografía seleccionada de: los antecedentes del Realismo Mágico; sus orígenes, el sentido de esta corriente literaria; sus
características, mediante el análisis de la obra de García Márquez, por ser uno de los autores más leídos de la época; entre las que se
ha seleccionado: “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, 1escrito en 1968 y, constatar si el Realismo Mágico conduce a la
consolidación de una identidad regional o si, como dice Vargas Llosa, “Durante mucho tiempo (la expresión realismo mágico) se uso
como una etiqueta para englobar toda literatura latinoamericana. Eso era impreciso”.2
El titulo “Realismo Mágico: una verdad fantástica”, ha surgido ya avanzada la investigación y, tiene que ver con el intento de los
protagonistas del boom latinoamericano de sugerir en sus obras literarias un clima sobrenatural sin dejas de lado lo natural.
Para iniciar el desarrollo de este trabajo, es conveniente recordar que, el termino Realismo Mágico no es originario de la literatura y
que fue acuñado hacia 1925 por el crítico alemán Franz Roh, quien la utilizó para describir a un grupo de pintores post-expresionistas;
que, en el ámbito de las artes plásticas, fue reemplazado por el término “nueva objetividad” y que, fue tomado por la literatura para
definir una nueva tendencia narrativa hispanoamericana entre 1950 y 1970.
El realismo mágico, tiene sus raíces en la cultura latinoamericana a partir de las interpretaciones de los europeos en la etapa de la
colonización del nuevo continente. Las crónicas de esa época son ricas en el relato y descripción de cosas absolutamente maravillosas,
producto de la extrañeza que provocaba a los exploradores, aquellos que veían en sus viajes.
Es a partir de la interpretación de la realidad del nuevo continente a través de ojos de europeos, que se creó una visión sobrenatural de
la realidad latinoamericana. Ante la inconmensurable naturaleza americana y la increíble diferencia con el mundo de los
conquistadores; éstos, no pudieron sino recurrir a sus conocimientos literarios, pues no tenían otra realidad con la cual compararla; así,
relacionaron el mundo americano con el descrito en los libros de caballería en la que, lo fantástico y lo increíble se mezclaban con
naturalidad. La ficción se hacía realidad en el mundo americano, para los conquistadores y éstos, ponían nombre a lugares, habitantes,
situaciones, del mundo imaginario de los novelistas europeos.
Continuando con el rastreo del realismo mágico, pueden mencionarse, el Realismo, el Barroco, la literatura picaresca, el gótico, la
fábula, la tragedia, los mitos, las leyendas, las supersticiones de las tierras nativas, las alegorías, y el realismo social, la parábola, el
postmodernismo; tal como afirma Alison Lee, “Todos los textos literarios son tejidos de otros textos literarios (...) no hay tal cosa
como la dicha originalidad literaria y no hay tales cosas como obras literarias primeras: toda literatura es intertextual”3.
Del Realismo, fue tomado el lenguaje claro y la objetividad. Objetos ordinarios, sentimientos familiares, datos históricos, son
presentados en las novelas mágica – realistas; pero, adornados en causas y efectos metafóricos sobre un fondo hiperbólico. Es decir
que, el realismo, esta representado dentro del realismo y, puede reconocerse:
· Un realismo interior o exterior, basado en detalles;
· Un realismo impresionista, haciendo notas de la percepción más que encasillando los detalles y, lo opuesto, poniendo en orden los
detalles;
· Un realismo puro, que trata de tomar una verdad absoluta e imposible;
· Un realismo social, de tipo revolucionario;
· Un realismo espiritual, refiriéndose a las ideas, a los sentimientos, vicios y remordimientos de personajes;
· Un realismo cruel, para destacar los rasgos del personaje positivo.
El mito, ayuda al realismo mágico a lograr el matiz ritual.
El Barroco, inspiró al realismo mágico, ya que éste, abunda en metáforas y, el hipérbaton para poner énfasis a una idea.
Algunos personajes tienen rasgos del pícaro (astuto, hábil, malicioso, travieso, descarado), cambia varias veces de trabajo y de amo,
viviendo una vida tramposa; sería capaz de engañar a todos para sobrevivir, como lo muestra el Lazarillo. El héroe del realismo
mágico, a menudo lucha por su vida de la misma manera que el pícaro; por ejemplo: Adam Asís (Los hijos de la medianoche) es tal
héroe; Vasco Miranda (La última mirada del Mono) es un personaje parásito, muy semejante al pícaro.
Cuando el postmodernismo, dejo de estar de moda, emergió el realismo mágico, cuyos autores redescubrieron los medios del gótico,
con monstruos y seres estrafalarios, incesto y violencia, cosas raras y armas insólitas. Los monstruos se volvieron repentinamente en
héroes fabulosos; por ejemplo: Oskar Matzerath (El tambor de lata, por Gunter Grass), que podía para o hacer girar el tiempo.
John Clute, describe al, realismo mágico como “una narrativa corta que a veces es el comentario sobre la condición presentada como
una alegoría o parábola, casi siempre con un mensaje escondido, aunque no menos claro. Emplea frases utilizadas en los cuentos de
hadas y el folKlore”4.
Como en la fábula, las historias del realismo mágico tienen una moral, a veces declarada desde el principio, para aumentar el valor
moral de la escritura; trata de individualizar el fracaso moral de alguna clase social o de una nación, en el país que construye.
Aprovecha de cosas grotescas para subrayar la parte socarrona del carácter humano. Lo que demuestra que el realismo mágico
también es sátira.
Lo gótico del realismo mágico es trágico: los elementos de la tragedia son semejantes a las estructuras de las tragedias antiguas; por
ejemplo: un crimen está seguido por otros, por venganza; el escritor usa la ironía para resaltar la importancia de la muerte; los héroes
son caracterizados por sus hazañas; el fin es, casi siempre, catastrófico; los personajes, emprenden su viaje hacia el cielo o el infierno,
con muchas dificultades y no hay otra alternativa. En el realismo mágico, la tragedia resulta más como la imitación del sacrificio
divino que como simples desastres sufridos por los mortales. La presencia de la muerte no es terrible y horripilante sino una presencia
diaria y, es la vida, que logra valores metafísicos. Esto muestra que, el realismo y la tragedia no son incompatibles dentro de la
literatura.
En lo que se refiere a la metáfora parcial del realismo mágico, sacada del contexto, resulta ordinaria; pero, dentro de la narrativa;
refuerza la singularidad de este estilo.
En cuanto a la expresión “Mágico”, es importante destacar que fue utilizado para designar una tendencia en la novelística del siglo XX
que se caracteriza por la inclusión y el respeto a los mitos dentro de un contexto realista. Muchos estudiosos incluyen elementos
sobrenaturales, míticos y de la creencia popular; pero, el realismo mágico, no es una expresión literaria mágica, su finalidad no es
provocar emociones sino más bien expresarlas por lo que es una actitud frente a la realidad. El escritor no emite juicios lógicos, no
destaca ambigüedades ni se detiene en análisis psicológicos de sus personajes. En contraposición a las definiciones clásicas de lo que
es la literatura fantástica, el realismo mágico expresa una alteración milagrosa de la realidad.
Para seguir los pasos del realismo mágico, es necesario recordar aquella tradición de la interpretación de la realidad latinoamericana,
desde una visión europea, porque, la aparición de un grupo de escritores latinoamericanos contemporáneos entre sí, que cuestionaron
esa visión, sentó las bases a la que se conoció como realismo mágico.
Durante las décadas del 20 y del 30, muchos escritores y artistas latinoamericanos, viajaron a Europa para incorporarse al surrealismo,
buscando los aspectos sobrenaturales necesarios para crear una realidad basada en los sueños y el subconsciente; pero, descubrieron
que no era necesario buscar esa realidad extraña en el viejo continente ya que, de hecho, se encontraba en sus propias culturas y
países, pues, los indios y los negros americanos vivían una realidad afincada en lo mágico sin recurrir a los sueños o a los asilos
dementes.
Esta fue una de las principales experiencias que asimiló Carpentier y, al querer distanciarse del surrealismo, identificó el aspecto único
de Latinoamérica como “lo real maravilloso”, aunque esa atracción, por lo maravilloso, paradógicamente, surgió a partir del
surrealismo.
Carpentier considera que las técnicas surrealistas son equivocadas por el sentido artificial de lo maravilloso. Allí rompe con el
surrealismo y orienta su atención a la realidad latinoamericana. Fundamenta su análisis de lo maravilloso, en el caudal de mitologías y
creencias que él considera vigentes. Su alejamiento de la escuela europea, se profundiza cuando regresa a Cuba en 1939 y, cuando
visita Haití en 1943. En el prólogo a “El reino de este mundo”, desarrolla la famosa teoría de “lo real maravilloso” contrapuesta a los
conceptos surrealista y, en el cual, su gran pregunta fue “¿Qué es la historia de América Latina sino una crónica de lo maravilloso en
lo real?”.
Lo real maravilloso, es un movimiento latinoamericano que muestra nuestra cultura, las creencias de los indios, con drama y fantasía
que se unen para generar un contexto muy original; irreal, para otras culturas más no tanto para Latinoamérica.
El problema conceptual sobre la diferencia entre el “Realismo Mágico y el Realismo Maravilloso”, lleva más de treinta años.
El realismo mágico es una tendencia internacional que se dio tanto en la pintura como en la literatura, en sus orígenes y, aunque las
primeras manifestaciones datan de 1920 con “El hombre muerto” de Horacio Quiroga; la tendencia llegó a su auge unas décadas
después con algunos cuentos de Borges y con “Cien años de Soledad” de García Márquez.
En el realismo mágico, se plasma un mundo totalmente realista en el cual, de repente, sucede algo inverosímil, como en el cuento de
Quiroga cuando un colono acostumbrado a luchar contra la naturaleza, cae sobre su machete cruzando la cerca de alambre de púa. El
detalle mágico realista es que, mientras agoniza, no siente dolor alguno, no se ve sangre y, la naturaleza queda totalmente tranquila.
En cambio, lo real maravilloso, no es una tendencia internacional ni tiene límites cronológicos. Proviene de las raíces culturales de
ciertas zonas de la América Latina, raíces indígenas y africanas que puedan manifestarse tanto en la literatura colonial como en las
novelas de Alejo Carpentier y de Miguel Ángel Asturias.
Mientras el realismo mágico se distingue por su prosa clara, precisa, lo real maravilloso es una prosa cargada de barroquismo.
Para el autor mágico realista, el mundo es un laberinto donde las cosas más inesperadas, más inverosímiles, puedan ocurrir de manera
antidramática; mientras que, para los que practican lo real maravilloso, sus personajes indígenas o negros de Guatemala, Cuba o
Brasil, creen en los aspectos mitológicos o espirituales de su cultura.
Lo cierto es que, en la década de 1960, América Latina se vio convulsionada por golpes militares, espíritu combativo de la juventud, la
revolución cubana, etc. y, en lo que respecta a la literatura de la época, debe destacarse que, se produjo un fenómeno extraordinario
conocido como el Boom de la Literatura Latinoamericana y, los narradores del boom, se alejaron aun mas, del Realismo Naturalista
continuando con la búsqueda de un lenguaje nuevo para narrar las problemáticas locales, mostrar el entramado social y político; las
paradojas culturales de América Latina y, contar lo que es el hombre latinoamericano, pero sin hacer una literatura testimonial o
documental. Así fue que, produjeron los textos de ficción que caracterizaron al período. Fue un proceso de fusión entre tradiciones
locales, leyendas indígenas, paisajes urbanos y rurales, personajes propios de América Latina y, nuevas técnicas narrativas. Con estos
elementos, fue afirmándose lo que se conoce como la nueva novela latinoamericana.
Ese lenguaje singular, para escritores como Alejo Carpentier, surgía de una revelación privilegiada de la realidad americana (lo real
maravilloso); para el colombiano Gabriel García Márquez, todo estaba en potenciar la desmesura de los personajes y la exuberante
naturaleza de América Latina (el Realismo Mágico); para otros, como el cubano José Lezama Lima, se trataba de recrear los
deslumbrantes verbales del Barroco español para ponerle palabras a una realidad compleja y contradictoria (el Neobarroco); pero, pese
a estas variantes estéticas, comparten temática e inquietudes.
Otros autores, del momento son: Vargas Llosa, algunas de cuyas novelas mas leídas fueron “La ciudad de y los perros”, y “La casa
verde”, publicadas en 1960; el mexicano Carlos Fuentes, quien asombró, en 1962, con sus procedimientos narrativos en “La muerte de
Antonio Cruz”.
Por primera vez, según el decir de Naomi Lindstrom, la ficción latinoamericana “comenzó a asociarse con la imaginación, con la
construcción narrativa innovadora y el tratamiento original del espacio y tiempo de ficción”.
Antes del boom, la narrativa latinoamericana era considerada, en términos generales banal e inconsecuente. Se destacaron: Miguel
Ángel Asturias, Jorge Luis Borges y Alejo Carpentier.
Con los maestros del “boom”, Gabriel García Márquez (Colombia), Mario Vargas Llosa (Perú), Carlos Fuentes (México), Julio
Cortazar (Argentina), José Donoso (Chile) y Guillermo Cabrera Infante (Cuba), nacía una literatura más imaginativa. Todos tenían
maestros comunes: Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Ernest Hermingway, Virginia Wolf, la literatura Rusa, Franz Kafka, Horacio
Quiroga, Juan Bosch, Gustave Flaubert, Albert Camus y William Faulkner.
La literatura que representa, ha ganado el respeto internacional que merecen. Por Ejemplo: García Márquez, ganó el Nóbel de
literatura en 1982; Vargas llosa y Carlos Fuentes, han ganado todos los premios importantes de la literatura hispana y, junto a Ernesto
Sábato, son candidatos perennes al Nóbel.
En la literatura, el Realismo Mágico es un género en el que, el autor combina elementos fantásticos y fabulosos con el mundo real,
creando un equilibrio entre una atmósfera mágica y la cotidianidad, alterando las fronteras de lo real y lo irreal, ubicando cada uno en
el lugar del otro.
Es indudable que Mario Vargas Llosa (1936- ) es un escritor realista cuyas obras reflejan la sociedad peruana, pero en cuanto a su
técnica narrativa es un innovador vanguardista, que se sirve de los recursos más diversos y originales: múltiples focos narrativos,
superposición de planos espacio-temporales o efectos expresionistas. Fecundo creador y político demócrata conservador, es uno de los
intelectuales más interesantes de la actualidad.
Desde mediados del Siglo XX, la narrativa latinoamericana amplia su perspectiva más allá de la naturaleza, los indígenas y demás
temas comunes de la novela realista. Revoluciones culturales y políticas, un gran apego a la superstición, regímenes autoritarios y
demás procesos locales, se combinan con las vanguardias europeas, el psicoanálisis y las inquietudes sobre los problemas humanos y
existenciales ofreciendo a los escritores latinoamericanos, un escenario ideal para impulsar el Realismo Mágico en la literatura,
convirtiéndolo en el camino hacia la consolidación de una identidad regional.
Esta narrativa, al emplear un nuevo lenguaje para narrar lo latinoamericano, exige a los lectores estar dispuestos a nuevas formas de
lectura, lo que llevó a que autores y lectores ya no se sientan peruanos, colombianos, mexicanos, etc., sino latinoamericanos.
Como dijo Cortazar, “el boom no lo hicieron los editores sino los lectores y, ¿quiénes son los lectores sino el pueblo de América
Latina que tomo conciencia de una parte de su propia identidad”5.
El Boom Latinoamericano, por definición, fue una explosión literaria y editorial de las obras de escritores latinoamericanos en la
década de 1960, que dio y difundió en Europa a autores del sur del continente americano.
Este fenómeno explota en España (aunque nace en Latinoamérica) y arrastra consigo a nombres de escritores que, a partir de ese
momento empiezan a tomar relevancia, como es el caso de Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Alejo Carpentier y Miguel Ángel Asturias.
Julio Cortázar, escritor argentino. Entre las colecciones de cuentos más conocidas se encuentran Bestiario (1951), Las armas secretas
(1959), uno de cuyos relatos, “El perseguidor”, se ha convertido en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego (1966);
Octaedro (1974), y Queremos tanto a Glenda (1981). En este punto de la investigación se toma necesario analizar una de las obras de
Gabriel García Márquez, protagonista del boom latinoamericano y uno de sus novelistas más leídos y que logró exportar el imaginario
de su amado Caribe natal, al resto del mundo. Su imaginación ilimitada y su exuberante estilo le permitieron mostrar la realidad
latinoamericana, respetando su historia, sus mitos y sus códigos, con una lógica particular que consiste en relatar con más absoluta
naturalidad, sucesos inverosímiles, lo que es la clase de la poética del Realismo Mágico. Había logrado acceder a los complejos nudos
de la identidad latinoamericana que el Realismo narrativo tradicional no lograba desatar; tal como el mismo escritor declarara, “Poetas
y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines todas aquellas criaturas de aquella realidad desaforada hemos que pedirle
muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de recursos convencionales para hacer
creíble nuestra vida. Este es el nudo de nuestra sociedad”6.
Para Ángel Rama, la literatura de García Márquez, realizar un proceso de intercambio cultural, llamado transculturación, entre
técnicas narrativas modernas y el imaginario tradicional.
García Márquez construyó un espacio literario afín al de su infancia, el pueblo de Macondo, donde conviven las tensiones sociales y la
violencia políticas propias de América Latina con una atmósfera mágica y mítica.
Los personajes que habitan sus relatos soportan lluvias y sequías, plagas, guerras; viven amores y odios en medio de presagios
trágicos, maleficios terribles, sin asombros ni rebeldías. Aceptan la historia y la vida, como juegos cíclicos de destino inevitable.
En el cuento “Un señor muy viejo con unas alas enormes”7, el poeta, propone una original lectura de la identidad latinoamericana;
presentando como personaje a un extraño ser angélico en un pueblo pequeño y, las curiosas hipótesis sobre su identidad; planteando
una inversión respecto del imaginario sobre América y, para lograr que lo inevitable resulte creíble a los lectores, dota al ser
sobrenatural, de una humanidad que conmueve ya que, en definitiva se trata de un anciano enfermo, que huele mal, llora de dolor,
protesta en lengua incomprensible y hasta se contagia de varicela. Solo es “un señor muy viejo”8 que necesita techo y comida para
pasar el invierno y esperar la primavera.
El renombrado escritor colombiano Gabriel García Márquez recibió el Premio Nóbel de Literatura en 1982. En sus novelas y relatos
breves se entremezclan realismo y elementos de naturaleza fantástica. Entre sus obras más conocidas destacan Cien años de soledad
(1967), El otoño del patriarca (1975) y El amor en los tiempos del cólera (1985).
Para ficcionalizar las paradojas de una tierra donde las fronteras entre lo natural y lo sobrenatural, lo cierto y lo incierto, lo racional y
lo mágico, la historia y el mito, utiliza como estrategias: aceptar lo absurdo y proponer antítesis humorísticas.
La situación inicial del cuento, presenta un marco familiar amenazado por un desborde de la naturaleza (lluvias intensas, invasión de
cangrejos). El elemento perturbador de la vida familiar es la aparición de un ser sobrenatural en el fondo del patio de la casa.
A partir de ese elemento, el autor usa como estrategia, la desacreditación de lo sagrado: desvaloriza los poderes angélicos ya que los
milagros resultan ser un premio consuelo “milagros de consolación”9; luego, su condición angélica se reduce a la de mascota familiar:
“... soportaba las infamias mas ingeniosas (del niño) con una mansedumbre de perros sin ilusiones”10. Por último, es desplazado en el
interés del pueblo, por la llegada de la conmovedora y absurda mujer araña.
Sin dudas. Los personajes de García Márquez, representan a los hombres y a las mujeres del Caribe, pero; pero, pueden ser de
cualquier pueblo, de cualquier aldea de los cerros o llanuras del continente americano, donde las distancias y los paisajes son
inmensos, caracterizando un ámbito geográfico sin fronteras precisas. Tal como expresa en el texto: “El cielo y el mar eran una misma
cosa de ceniza y la arenas de la playa, que en marzo fulguraban como polvo de lumbre, se habían convertido en un caldo de lodo y
mariscos perdidos”11.
Otro carácter que distingue al realismo mágico y que está presentes en la obra García Márquez y mas precisamente en este cuento que
se analiza es, el transcurrir del tiempo lineal dado por la llegada, la permanencia y la partida del ángel y, el crecimiento del niño de
Pelayo y Elisenda que pasa de recién nacido a escolar; pero paralelamente, la acción narrativa está marcada por la sucesión de los
ciclos naturales:” (...) a principios de diciembre empezaron a nacerle en las alas unas plumas grandes y duras”. La sucesión de las
estaciones, el tiempo circular de la naturaleza es lo que devuelve el equilibrio a la familia y a la vida del pueblo.
Son una constante en la literatura y en la historia de América Latina, visitantes, forasteros, viajantes solitarios, extranjeros, siempre
negando y partiendo, que buscan algo y se lo llevan; pueden ser conquistadores, aventureros, inmigrantes, gringos o ángeles caídos
(como es el personaje sobrenatural – humano del cuento) y que, dejan su huella en la tierra americana. Esto, es también un elemento
propio del realismo mágico y se aprecia en el cuento de referencia: “Elisenda exhaló un suspiro de descanso (...), cuando lo vio pasar
por encima de las últimas casas (...). Siguió volando hasta cuando ya no era posible que lo pudiera ver, porque entonces ya no era un
estorbo en su vida”12.
La expresión “¡Qué desgracia vivir en un infierno de ángeles” es como una síntesis y metáfora de ese destino cíclico y paradójico de
los latinoamericanos.
De lo investigado, se infiere, en principal lugar que, dentro del campo de la literatura latinoamericano, la década del sesenta, configura
el marco de una intensa renovación narrativa que da origen al denominado “boom” de la literatura latinoamericana; fenómeno
extraordinario que hizo que Latinoamérica sea sinónimo de grandes escritores.
En segundo lugar, queda claro que Latinoamérica es, en general, rica en su diversidad cultural, pues es mezcla de la cultura indígena,
europea y africana, que han dejado sus huellas y que, aunque nos vemos influenciados por culturas como la europea, eso ha quitado a
los escritores latinoamericanos la oportunidad de crear y modificar esas tendencias, dándoles un toque latino y, es por eso que, la
literatura latinoamericana es nueva y no pierde sus raíces, por el contrario, confirmo aquello de que, el Realismo Mágico conduce a la
confirmación de la identidad latinoamericana.
De lo analizado, también se desprende que, lo “Real Maravilloso” de Alejo Carpentier y, el “Realismo Mágico” de García Márquez,
entre tantos otros destacados autores del período estudiado fueron unos de los mayores aportes latinoamericanos a la literatura
universal, cuya capacidad de innovación y originalidad hizo posible que se conozca nuestra riqueza literaria. Fue gracias al “Boom”
que, la narrativa latinoamericana goza hoy del mismo respeto en el mundo del que gozaba nuestra poesía tiempo atrás




Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno nació en Sayula, Jalisco el 16 de mayo de 1918, sus padres fueron Juan Nepomuceno
Rulfo y María Vizcaíno Arias. Perteneció a una familia de hacendados y debido a la época de violencia revolucionaria, los padres de
Rulfo cambiaron de residencia, tenían una casa en Sayula, San Gabriel y otra en Apulco. Su padre fue asesinado en 1923; Juan tenía
tres hermanos: Severiano, Francisco y Eva, al morir su padre mandan a Severiano a vivir a Guadalajara con sus abuelos paternos. Juan
se quedó en San Gabriel y estudió sus primeros años de escuela (párvulos 1° y 2° de primaria), teniendo que ir a Guadalajara al
orfanatorio Luis Silva; en ese mismo año en 1927, muere su madre, Juan siguió estudiando, Eva y Francisco se quedaron con su
abuela materna, Juan siempre fue un buen estudiante de carácter noble.
Al terminar sus estudios en el Colegio Luis Silva se fue a estudiar al seminario de San José, animado con la idea que si aprendía latín
lo mandarían a Roma o a Europa a estudiar, como no le gustó, se salió de ahí en poco tiempo, después estudió la preparatoria y solicitó
su ingreso a la carrera de leyes y en otra ocasión en filosofía y letras, pero no lo aceptaron, cuando salía de vacaciones escolares se iba
a San Gabriel a visitar a sus hermanos. Le gustaba mucho tomar fotografías y caminar. Obtuvo un premio en el periódico Excélsior
por sus fotografías en 1930.
En 1934 radica en la ciudad de México y comienza a escribir sus trabajos literarios y a colaborar en la revista "América". Trabajó
entonces en la oficina de migración de la Secretaría de Gobernación y después en el Archivo de Migración de esa misma Secretaría,
regresa a Guadalajara en 1942 y se aficiona a la fotografía, al alpinismo, a la lectura y a la música clásica, lleva una vida bohemia; en
ese tiempo conoce a Juan José Arreola en un café de moda. Rulfo tenía fama de muchacho raro, era de carácter triste, retraído muy
observador, hablaba poco, pero cuando lo hacía su platica era muy agradable. Entonces publica en la Revista PAN fundada por
Arreola, "Nos han dado la tierra" y "Macario".
En 1947 se casó con Clara Aparicio, con la que tuvo cuatro hijos.
Entre 1948 y 1951 publicó cuatro cuentos: "La cuesta de las comadres", "Talpa", "El llano en llamas" y "Diles que no me maten",
obteniendo gracias a éstas una beca del Centro Mexicano de escritores. La Antología de cuentos mexicanos 1954 (México, INIAL,
1955) reproduce "Un cuento". También en 1955 escribe su novela magistral "Pedro Páramo", novela reconocida internacionalmente y
que ha sido traducida al alemán, danés, noruego, polaco, sueco, francés, holandés, inglés e italiano; muchas de sus obras han sido
utilizadas y adaptadas como guiones cinematográficos. Se desempeñó como asesor literario del Centro Mexicano de Escritores y como
Director del Departamento Editorial del Instituto Nacional Indigenista.
Se estrenó el cortometraje Talpa de Alfredo B. Cravenna, basado en el cuento de Rulfo de igual Título; publicó el cuento "El día del
derrumbre". Emilio el Indio Fernández le solicitó guiones para cine, Rulfo trabajó en alguno de ellos e invitó a Juan José Arreola a
colaborar. En 1962 Dejó de trabajar para Televicentro y viajar a Alemania. En 1963 se editó el disco de larga duración Juan Rulfo con
textos leídos por el autor, en la colección Voz viva de México. En 1967 se filma la película Pedro Páramo.
Con respecto a su obra, Juan Rulfo decía: "...ignoro la razón que me empuja a escribir, simplemente siento la necesidad de hacerlo,
como si quisiera comunicar algo que he vivido o que he creído vivir en sueños. Solo sé que utilizo más la imaginación que los hechos
reales, pues considero que la realidad tiene límites propios que la mantienen alejada del estilo literario", también decía: "nunca he
usado, ni en los cuentos ni en "Pedro Páramo", nada autobiográfico. No hay páginas ahí que tengan que ver con mi persona ni con mi
familia. No utilizo nunca la autobiografía directa".
Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1980, Presidente Honorario de la Sociedad General de Escritores de
México, obtuvo el Premio Jalisco; en 1970 fue designado Premio Nacional de Letras y en 1983 Premio Príncipe de Asturias. Fue un
incansable viajero y participó de varios Congresos y encuentros internacionales.
Reconocido mundialmente por su obra literaria, su trabajo fotográfico ha sido menos conocido, Juan Rulfo dejó un legado fotográfico
de aproximadamente 6,000 negativos y en la actualidad existe una Exposición Fotográfica titulada: "México: Juan Rulfo fotógrafo",
que se ha exhibido en Barcelona, en la Ciudad de México, Sao Pablo y en Madrid.
Juan Rulfo falleció en la Ciudad de México el 7 de enero de 1986. Con las obras "Pedro Páramo" y "El llano en llamas" alcanzó la
fama mundial, de acuerdo a las fotografías que observamos nos dimos cuenta que le gustaba mucho lo natural, la vida en el campo y
las construcciones antiguas.
Consiguió ser una de las figuras capitales de la literatura de la lengua castellana, la aceptación como cotidiana de la existencia tras su
muerte su cuidada prosa y su fino humor son, tal vez algunos de sus rasgos más destacables. Dos de sus libros le permitieron alcanzar
fama mundial, y sus obras se tradujeron a todos los idiomas. A este personaje le admiramos su capacidad e imaginación para escribir
sus obras, ya que tuvimos la oportunidad de conocerlas, ahora que lo investigamos y también admiramos su gusto y calidad en la
fotografía.




García Márquez.

El realismo mágico es la respuesta latinoamericana a la literatura fantástica de mediados del siglo XX. Entre sus
principales exponentes están Gabriel García Márquez de Colombia, y Alejo Carpentier de Cuba. El realismo mágico es la
preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. Una alteración de la
realidad a través del mito (myth). El realismo mágico se vale de los elementos culturales de las culturas nativas,
indígenas, del folklore, de los mitos de American Latina. Estos elementos culturales se mezclan con temas bastante
profundos como la soledad, la incapacidad del amor de explicar la existencia humana, y el fatalismo (the importante of
fate).

Por otra parte, el realismo fantástico, trata de entender y explicar la realidad extra sensorial, o sea, la realidad que existe
más allá de lo que percibimos con nuestros sentidos. Es una tendencia ontológica (phylosophical examination of what it
means to be human).
El elemento indígena o nativo no existe con tanta fuerza en el realismo fantástico porque, en países como Argentina,
hubo una tradición cultural europea mayor y el elemento indígena fue menor. Los escritores del Cono Sur son más
representativos de esta forma literaria. (Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Ernesto Sábato). Estos escritores expresan, en
algunas de sus obras, tendencias existencialistas y metafísicas. Ellos quieren entender la condición humana desde una
perspectiva más filosófica.

El realismo mágico y el realismo fantástico fueron influenciados por el surrealismo figurativo europeo.

Por ejemplo el cuento “Un señor muy viejo con unas alas enormes de García Márquez es representativo del realismo
mágico y el cuento “La noche boca arriba” de Julio Cortázar tiene elementos que se acercan más al realismo fantástico.

El Boom Latinoamericano:

Cortázar y García Márquez pertenecen a este movimiento literario que empezó hacia 1960. Se le conoce como el Boom
latinoamericano porque la novela latinoamericana alcanzó un alto nivel estético tanto en contenido como en su en su
técnica narrativa. Los escritores del Boom se reconocieron en la literatura a nivel universal y entraron a formar parte del
grupo de los escritores modernos europeos (como Wolf, Joyce, Faulkner, Kafka, Checkov, etc).

Fecha importante:

Entre 1926 y 1932 empieza el declive de la narrativa nativista, naturalista e indigenista. Hacia 1940 hubo una ola de
inmigración de intelectuales europeos hacia América Latina debido a la caída de la República Española, el ascenso de
Franco al poder, y la Segunda Guerra Mundial principalmente. Estos intelectuales tuvieron cierto efecto en la producción
literaria, porque trajeron tendencias europeas con ellos (Recuerden a André Breton y el surrealismo, entre otros).
También hacia 1940 Jorge Luis Borges estaba traduciendo a Virgina Wolf , Franz Kafka y a William Faulkner.




El surrealismo:

Dice Alejo Carpentier que el surrealismo significó mucho para los escritores latinoamericanos de esta época porque les
mostró texturas y aspectos de la vida americana que habían sido inadvertidos.

Otros aspectos del surrealismo en la literatura del Boom latinoamericano:

-La actitud hacia el hombre y el alma es irracionalista. Es decir, no se encuentran argumentos racionales para explicar el
significado de la existencia del ser humano.

Se le da mucha importancia a los sueños.
Se le da importancia a lo azaroso (unfortunate) de la conducta humana.
Se da importancia a la visión desintegradota (desintegrated) de la realidad. La realidad es posiblemente ficticia.
Exploración de la condición humana y la angustia del ser humano contemporáneo.
La mitificación de la realidad (Turn reality into a myth)
Énfasis en lo ambiguo, lo irracional, y lo misterioso de la realidad.
La realidad es posiblemente ficticia.




TEMAS:

El fatalismo y el inmovilismo.
Se desconfía en el concepto del amor y se enfatiza la soledad del individuo
La muerte no tiene tanto valor porque el mundo es aún más difícil e incomprensible.
Se le quita el valor a los tabúes religiosos y sexuales, y hay mayor importancia a explorar los aspectos secretos y
demenciales de la mente y la conducta.




Literatura latinoamericana
La literatura latinoamericana surge, estrictamente, con el advenimiento del modernismo de José Martí, Rubén Darío,
José Asunción Silva, apartándose del cánon europeo.
El momento de mayor auge de la literatura latinoamericana surge mediante el denominado Boom y que corresponde con
la denominada literatura real-maravillosa. José Donoso da una clara explicación del fenómeno en su obra autobiográfica
Historia personal del Boom.
Entre sus escritores fundamentales se encuentran, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Quiroga, Puig, Onetti, Pablo
Neruda, Lemebel, César Vallejo, Ciro Alegría, José Carlos Mariátegui, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, José
Vasconcelos, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Arenas, Fernando Vallejo, Augusto Roa
Bastos y Asturias.
Cualquier reflexión sobre la literatura latinoamericana establece de inmediato una doble característica aparentemente
contradictoria: la unidad y la diversidad:
la unidad de las letras latinoamericanas viene dictada por la comunidad del idioma, por el hecho radical de compartir el
español como lengua común.
 En cuanto a la diversidad, puede decirse que es una de las consecuencias históricas de la formación de las
nacionalidades en América.
De ahí que en el contexto latinoamericano la clasificación literaria por grupos nacionales pierda de vista las afinidades
entre movimientos, la confluencia de estilos, la idéntica preocupación por una temática, la unidad, en suma, de un hecho
literario que se expresa en una misma lengua con una portentosa gama de peculiaridades regionales.
No es tarea fácil, ni llegan a un total acuerdo los críticos literarios, en hacer una clasificación de los escritores
latinoamericanos nacidos en las primeras décadas del Siglo XX.
Se han estudiado algunas tendencias comunes tratando de clasificar en realismo mágico, literatura indigenista, el
criollismo, la literatura política, la narrativa de la Revolución mexicana y otras formas actuales.

El realismo mágico posee como caracteres que lo distinguen:
Planos de realidad y fantasía: hay hechos de la realidad cotidiana combinándose con el mundo irreal, fantástico, del
autor, con un final inesperado o ambiguo.
Escenarios americanos: en mayoría ubicados en los niveles más duros y crudos de la sociedad o que más reflejan el
primitivismo cultural.
Es una literatura para lectores cultivados, no es popular.
El autor se encuadra fuera de la realidad representada. La estrategia del escritor consiste en sugerir un clima
sobrenatural sin apartarse de la naturaleza y su táctica es deformar la realidad Personajes, cosas, acontecimientos son
reconocibles y razonables, pero como el narrador se propone a provocar sentimientos de extrañeza desconoce lo que ve
y se abstiene de aclaraciones lógicas. No hay tampoco ambigüedad ni análisis psicológico de los personajes, sino
oposiciones bien definidas, y éstos no se desconciertan jamás delante de lo sobrenatural.
"Lo maravilloso no es maravilloso, sino natural". El realismo surge como un milagro o como una alteración privilegiada de
la "realidad". También, evita cualquier efecto emotivo de escalofrío, miedo o terror, provocado por un acontecimiento
insólito. Lo insólito deja de ser el "otro lado", lo desconocido, para incorporarse a lo real, la maravilla en esta es la
realidad.
El realismo mágico no es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la suscitar emociones sino más bien
expresarlas, y es por sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad.

La literatura indigenista, como su nombre lo indica, toma el tema del indio como predominante. En especial esta literatura
se desarrolla en los países andinos, donde indios y mestizos abarcan una gran parte de la población. En las obras se
refleja una raza despojada y oprimida, con una dolorosa descripción de la realidad social, que sirve de denuncia o
protesta. En este movimiento se destacan escritores como Ciro Alegría, Jorge Icaza, Juan Rulfo, César Vallejo, José
María Arguedas, Alcides Arguedas, entre otros.
Hay otro grupo de escritores que desarrollan el tema urbano dentro del realismo social, como Manuel Gálvez, Alfredo
Pareja Díez-Canceco y Manuel Rojas.
Y sin clasificarlos plenamente, pero pertenecientes a la más alta producción literaria latinoamericana, resaltan los
nombres de Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Ernesto Sábato, Jorge Amado, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti,
Gabriel García Márquez, Rómulo Gallegos, José Eustasio Rivera, Mariano Azuela.

El realismo mágico
Origen del realismo mágico
El realismo mágico tiene sus raíces en la cultura latinoamericana, a partir de las interpretaciones de los europeos en la
etapa de la colonización del nuevo continente.
Las crónicas de esa época son ricas en el relato y descripción de cosas absolutamente maravillosas, producto de la
extrañeza que provocaba en los exploradores, las cosas que veían en sus viajes.
Es a partir de esta tradición de la interpretación de la realidad del nuevo continente a través de ojos europeos que se
creó una visión sobrenatural de la realidad latinoamericana. La aparición de un grupo de escritores latinoamericanos
contemporáneos entre sí, que cuestionaban esta visión, dio base a lo que posteriormente se conoció como realismo
mágico.
Durante las décadas del '20 y del '30, muchos escritores y artistas latinoamericanos viajaron a Europa para incorporarse
al surrealismo, buscando los aspectos sobrenaturales necesarios para crear una realidad basada en los sueños y el
subconsciente.
A su regreso a Latinoamérica, percibieron que no era necesario buscar esa realidad extraña en el viejo continente, que
de hecho se encontraba en sus propias culturas y países. Uno de los primeros escritores que transitó estos temas, fue
Alejo Carpentier. Tanto él como su compatriota Lydia Cabrera, fueron quienes ayudaron a iniciar el reconocimiento
mundial de los escritores latinoamericanos. A pesar de encontrarse ambos en París hacia la misma época, los planteos
teóricos de Carpentier, que en parte escaparon a su propia aplicación, fueron intuitivamente aprovechados por Lydia
Cabrera.
El realismo mágico de estos dos pioneros converge en ciertos aspectos y se abre en sus fundamentos sirviendo de
puntal para lo que luego sería uno de los fenómenos más importantes de las letras latinoamericanas. La rígida formación
intelectual de Alejo Carpentier le impidió, en última instancia, penetrar lo que él mismo señalaba como nuevo, mientras
que el empirismo de Lydia Cabrera le permitió capturar en parte el realismo mágico de los afro-caribeños.
Alejo Carpentier al querer distanciarse del surrealismo, identificó el aspecto único de Latinoamérica como "lo real
maravilloso. Carpentier considera que las técnicas surrealistas son equivocadas por el absoluto sentido artificial de lo
maravilloso. Allí rompe con el surrealismo y orienta su atención hacia la realidad latinoamericana.
Carpentier fundamenta su análisis de lo maravilloso en el caudal de mitologías y creencias que él considera vigentes, y
su alejamiento de la escuela europea es aún más profundo por el sentido de descubrimiento que experimenta cuando
regresa a Cuba, en 1939, y cuando visita Haití, en 1943. Es un pionero porque su categoría de conocimiento es la
primera expresión teórica de los profundos cambios que maduraban en el reflejo de esa realidad en la novela y que
empezaban a manifestarse prácticamente de forma simultánea e independiente en numerosos autores.
Obviamente la realidad latinoamericana es más amplia y variada que el marco propuesto por Carpentier. Hay otras
constantes que quedan opacadas, como las luchas por la liberación y el deseo de alcanzar la plenitud. En "lo real
maravilloso" se supera en parte el carácter pintoresco del color local, pero los profundos y violentos conflicto sociales
quedan enmascarados.Sin embargo, esta particular forma de expresión literaria puede ser interpretada desde otros
puntos de vista, y contrapuesta como el extrañamiento del mundo de los colonizados ante el avance de la colonización, y
podría afirmarse que se transforma en una particularísima visión y descripción de los males propios del imperialismo en
esas tierras.
El concepto de lo maravilloso implica un sentido de sorpresa frente a fenómenos inusuales, inesperados o improbables.
Puede ocurrir como resultado deliberado de la manipulación de la realidad, por la percepción del artista y por intenciones
sobrenaturales que provocan la presencia de algo diferente de lo normal.
Carpentier juega con esta categoría en diferentes direcciones, pero sintetiza el realismo mágico en tres puntos:
primero, como una literatura maravillosa de origen europeo con referencias a eventos sobrenaturales
 segundo, la realidad maravillosa es más maravillosa que esa literatura y, por lo tanto, cabe hablar de lo "maravilloso
americano"
 tercero, que lo "real maravilloso" de América podrá trasladarse a la literatura solamente a condición de que los escritores
tengan fe en que esa América es maravillosamente real.

¿Quién fue entonces el primer escritor realista-mágico? En una entrevista concedida en Madrid en 1978, Gabriel García
Márquez afirmó que la primera obra maestra de la literatura mágica es el Diario de Cristóbal Colón, que ya estaba
contaminada de la magia del Caribe.La propia historia del libro resultaba inverosímil, pues en ésta se describe desde
animales mitológicos hasta seres sobrenaturales. Y aunque probablemente Colón, relató todo esto tan sólo con el fin de
obtener apoyo de los Reyes Católicos, su texto dio origen a todo en movimiento literario que se expande y trasciende
cada vez más.

El Realismo Mágico y Latinoamérica
En la literatura, el Realismo Mágico es un género en el que el autor combina elementos fantásticos y fabulosos con el
mundo real, creando un equilibrio entre una atmósfera mágica y la cotidianidad, quebrantando las fronteras entre lo real y
lo irreal, ubicando cada uno de estos en el lugar del otro.
Diferenciándose del uso tradicional de los elementos fantásticos en la literatura, el Realismo Mágico presenta lo real
como maravilloso y viceversa, planteando como un suceso común, tanto para el lector como para los personajes de la
obra, escenas y hechos fabulosos, mientras que brinda a su vez un carácter fantástico e irreal a actos de la vida común.
Desde mediados del siglo XX, la narrativa latinoamericana amplía su perspectiva más allá de la naturaleza, los indígenas
y demás temas comunes de la novela realista. Revoluciones culturales y políticas, un amplio apego a la superstición,
regímenes autoritaristas y demás procesos locales se combinaron con las vanguardias europeas, el psicoanálisis y las
principales inquietudes del mundo entero sobre los problemas humanos y existenciales, ofreciendo a la pluma
latinoamericana un escenario ideal para impulsar el Realismo Mágico en la lieteratura, convirtiéndolo en una senda hacia
la consolidación de una identidad regional.
El realismo mágico es la respuesta latino americana a la literatura fantástica de mediados del siglo XX.. Se define como
la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es una expresión
literaria mágica, su finalidad no es la de suscitar emociones sino mas bien expresarlas y es, sobre todas las cosas, una
actitud frente a la realidad.
El realismo mágico refleja a través de su fantasía toda una serie de supersticiones, creencias populares y religiosas que
son propias del sentir latinoamericano. Pese a encontrarse en algunos novelistas europeos, este género es propio de la
literatura de América Latina, prosperando durante la década del sesenta y parte del setenta y provocando lo que se
denominó el 'boom' de la novela latinoamericana; conviviendo con una etapa histórica donde las dictaduras confrontaban
con una cultura que buscaba apartarse del autoritarismo y exiliarse de la persecusión.
 En medio de este proceso la crítica conoce nuevos nombres: Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Miguel Angel Asturias
y Juan Rulfo destacan entre otros. Años después, en la década de los 60 hacen aparición escritores como Gabriel García
Márquez y Mario Vargas Llosa, que consolidan la literatura latinoamericana en el ámbito cultural mundial.

Obras representativas:
Cien Años de Soledad, Gabriel García Márquez.
El reino de este mundo, Alejo Carpentier.
El hombre de maíz, Miguel Ángel Asturias.
La casa de los espíritus, Isabel Allende.
La fiesta del chivo, Mario Vargas Llosa.

Aspectos resaltantes del Realismo Mágico
Los siguientes elementos estan presentes en muchas novelas del realismo mágico, pero no necesariamente todos se
presentan en las novelas y también otras obras pertenecientes a otros géneros pueden presentar una que otra
caracteritica similar.
    •      Contenido de elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los personajes como parte de la "normalidad".
•          Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero nunca explicados.
•          Presencia de lo sensorial como parte de la percepción de la realidad.
•          El tiempo es percibido como cíclico, no como lineal, según tradiciones disociadas de la racionalidad moderna.
•          Se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al pasado.
•          Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias "sobrenaturales" o
"fantásticas".
•          Preocupación estilística, partícipe de una visión "estética" de la vida que no excluye la experiencia de lo
real/social.

Características
•         Temas
Dentro del realismo mágico podríamos encontrar también elementos de auto-reconocimiento de los escritores
latinoamericanos, la búsqueda y justificación de si mismos y identidad latinoamericana fuera del contexto europeo. La
temática se extrae de tres aspectos fundamentales americanos: Diversidad de épocas históricas. Esencia cultural del
mestizaje. Lo prehispánico en sus valores mitológicos.
•         Espacio
Mínimo y vital. Dinamiza y activa el contenido de las acciones. Atmósfera interiorizada
Literatura latinoamericana



Boom latinoamericano

  "Boom"
La nueva Literatura Latinoamericana
A partir de 1960 ocurre en las letras hispánicas un fenómeno inusitado: la aparición de un grupo numeroso de escritores
jóvenes, narradores y novelistas. Algunos de ellos fueron críticos literarios y escritores, los cuales hacían las
esplicaciones, valorizaciones y críticas de las obras de sus compañeros. Otro dato que anotar fue la gran cantidad de
lectores que surgió en esa época, quienes leían con avidez las novelas de éstos escritores.
Este "boom" es conocido como la Nueva Literatura Latinoamericana. A partir de este lapso la "nueva novela" toma un
papel importante tanto para América como para Europa.
 Esta literatura presenta algunas características:
la desintegración de las formas tradicionales de la novela, debido a que con esta nueva novela se tratan nuevas técnicas
y el lector se convierte en un "lector cómplice" y dejará de ser aquel lector pasivo de antes
 La simultaneidad del lenguaje, aquí el autor utilizará un lenguaje variado de podría hacer denotar las distintas clases
sociales, diversidad de lugares y regiones que a la vez que son diferentes su lenguaje también, ya no se utilizará en
exceso aquel lenguaje directo, literario. El argumento de la novela es borrado por el lenguaje de personajes y narradores,
que serán ahora "hablantes" simultáneos.
 La novela como ficción total; en esta parte ocurre una ruptura con la realidad circunstancial, los nuevos escritores
emprenden la ruta hacia la imaginación creadora y el realismo mágico con la invención de lugares, nombres y
personajes. Un gran ejemplo sería "Cien Años de Soledad", sin embargo a partir de Mario Vargas LLosa, Gabriel García
Márquez entre otros la novela se convierte en un territorio imaginativo que totaliza la realidad en todos los planos.
Se conoce como Boom latinoamericano o como promoción del Realismo mágico a una serie de escritores de la segunda
mitad del siglo XX habitualmente promocionados desde Barcelona por la editorial Seix-Barral y que actualmente
constituyen lo más valioso de la literatura escrita en castellano.
El boom latinoamericano se desarrolló y desarrolla en diferentes fases. Entre los más destacados autores de la primera
figuran los argentinos Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Ernesto Sábato y Adolfo Bioy Casares; los colombianos Gabriel
García Márquez y Álvaro Mutis, los mexicanos Octavio Paz, Juan Rulfo y Carlos Fuentes; los cubanos Alejo Carpentier,
José Lezama Lima y Guillermo Cabrera Infante; los peruanos Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce Echenique; los
uruguayos Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti; los chilenos José Donoso y Jorge Edwards; el paraguayo Augusto Roa
Bastos y el venezolano Arturo Úslar Pietri

Alejo Carpentier (Cuba, 1904-1980)
Novelista, ensayista y musicólogo cubano, que influyó notablemente en el desarrollo de la literatura latinoamericana, en
particular a través de su estilo de escritura, que incorpora todas las dimensiones de la imaginación -sueños, mitos, magia
y religión- en su idea de la realidad. Nació en La Habana el 26 de diciembre de 1904, hijo de un arquitecto francés y de
una cubana de refinada educación. Estudió los primeros años en La Habana y a la edad de doce años, como la familia se
trasladó a París durante unos años, asistió al liceo de Jeanson de Sailly, y se inició en los estudios musicales con su
madre, desarrollando una intensa vocación musical. Ya de regreso a Cuba comenzó a estudiar arquitectura, pero no
acabó la carrera. Empezó a trabajar como periodista y a participar en movimientos políticos izquierdistas. Fue
encarcelado y a su salida se exilió en Francia. Volvió a Cuba donde trabajó en la radio y llevó a cabo importantes
investigaciones sobre la música popular cubana. Viajó por México y Haití donde se interesó por las revueltas de los
esclavos del siglo XVIII. Marchó a vivir a Caracas en 1945 y no volvió a Cuba hasta 1959, año en el que se produjo el
triunfo de la Revolución castrista. Desempeñó diversos cargos diplomáticos para el gobierno revolucionario, murió en
1980 en París, donde era embajador de Cuba.
Carpentier recibió la influencia directa del surrealismo, y escribió para la revista Révolution surréaliste, por encargo
expreso del poeta y crítico literario francés André Breton. Sin embargo, mantuvo una posición crítica respecto a la poco
reflexiva aplicación de las teorías del surrealismo e intentó incorporar a toda su obra la 'maravilla', una forma de ver la
realidad que, mantenía, era propia y exclusiva de América. Entre sus novelas cabe citar El reino de este mundo (1949),
escrita tras un viaje a Haití, centrada en la revolución haitiana y el tirano del siglo XIX Henri Christophe, y Los pasos
perdidos (1953), el diario ficticio de un músico cubano en el Amazonas, que trata de definir la relación real entre España y
América siguiendo la conquista española. Se considera que es su obra maestra, un intento de llevar a cabo su idea de
construir una novela que llegue más allá de la narración, que no sólo exprese su época sino que la interprete. Guerra del
tiempo (1958) se centra en la violencia y en la naturaleza represiva del gobierno cubano durante la década de 1950. En
1962 publicó El siglo de las luces, en la que narra la vida de tres personajes arrastrados por el vendaval de la Revolución
Francesa. Más que una novela histórica, o una novela de ideas es, en la interpretación de algunos críticos, una cabal
novela filosófica. Concierto Barroco (1974) es una novela en la que expone sus visiones acerca de la mezcla de culturas
en Hispanoamérica. Finalmente El recurso del método (1974) y La consagración de la primavera (1978), obras
complementarias y difíciles; la primera ha solido -considerarse como la historia de la destrucción de un mundo-, la caída
del mito del hombre de orden, mientras que la segunda representa la larga crónica del triunfo en Cuba de un nuevo mito,
que Carpentier trata de explicar desde su imposible papel de espectador: el autor trata de explicar el inconciliable
desajuste entre el tiempo del hombre y el tiempo de la historia.
A pesar de su corta producción narrativa, Carpentier está considerado como uno de los grandes escritores del siglo XX.
El fue el primer escritor latinoamericano que afirmó que Hispanoamérica era el barroco americano abriendo una vía
literaria imaginativa y fantástica pero basado en la realidad americana, su historia y mitos. Su lenguaje rico, colorista y
majestuoso está influido por los escritores españoles del siglo de Oro y crea unos ambientes universales donde no le
interesan los personajes concretos, ni profundizar en la psicología individual de sus personajes, sino que crea arquetipos
-el villano, la víctima, el liberador- de una época.

Lydia Cabrera ( 1900 - 1991 )
Es la persona que mejor ha descrito las creencias y prácticas de las religiones africanas traídas a Cuba por los negros
esclavos. En la isla la religión más aceptada por la sociedad siempre ha sido el catolicismo pero son las religiones
africanas las dueñas de la devoción. Debido a su falta de aceptación y considerarse creencias inapropiadas, por mucho
tiempo se clasificaron de ocultismo y por tanto tabú. Lydia Cabrera las trajo a la luz, las presentó como son, terminando
con la incredulidad.
Entre sus libros encontramos algunos de cuentos. Leyendas de la sociedad negra en Cuba pasadas de padrinos a
ahijados de gran valor cultural y religioso. Uno de sus libros El Monte es considerado La Biblia por muchos creyentes.
Nacida en Nueva York, sus padres regresaron a Cuba cuando aun era pequeña. Desde los catorce años ya se publicaba
en los periódicos de La Habana bajo el seudónimo de Nena. Durante su juventud vivió un tiempo en París. Colaboró en
muchas publicaciones cubanas y francesas. De los escritores contemporáneos cubanos, posiblemente Lydia Cabrera
sea la más aclamada y reconocida por el público. Con respecto a estudios en la cultura Afrocubana, Lydia Cabrera, es la
última palabra.

Mario Vargas Llosa (Perú, 1936)
Escritor peruano, considerado uno de los más grandes novelistas hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX,
al lado de Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. Es básicamente un realista, y a veces un
regionalista, cuyas obras reflejan la convulsa realidad social peruana (y en algún caso, latinoamericana), sacudida por
conflictos de tipo racial, sexual, moral y político. Su representación artística de esa problemática no es, sin embargo,
mimética o naturalista, sino que incorpora las técnicas narrativas más innovadoras de la novela contemporánea
(multiplicidad de focos narrativos, montaje de planos espacio-temporales, efectos expresionistas, monólogo interior). Es,
por la fecundidad, riqueza y hondura de su obra creadora y por su continua presencia en el debate sobre asuntos
relativos a libertad, violencia, censura y justicia, una de las personalidades intelectuales más activas e influyentes de la
actualidad. Ha sido traducido a numerosísimas lenguas y ha ganado los mayores premios literarios internacionales, entre
ellos el Premio Cervantes. En 1995, fue elegido académico de número de la Real Academia Española. Nació en Arequipa
y estudió en ese lugar, Bolivia, Piura y Lima. En 1959 viajó a París y luego a Madrid, donde estudió y publicó su primer
libro, Los jefes, una colección de cuentos. Pasó un largo tiempo en exilio voluntario, primero en París, después en
Barcelona y finalmente en Londres, donde reside actualmente; entre 1974 y 1990 vivió en su país. Recientemente,
adoptó la ciudadanía española. Alcanzó la fama por primera vez al ganar el importante Premio Biblioteca Breve, de
Barcelona, con su novela La ciudad y los perros (1963), que es una de las expresiones más características de ese
momento de renovación en la novelística hispanoamericana que se conoce como "el boom", del cual era el representante
más joven. La novela reelabora sus experiencias en el colegio militar Leoncio Prado, con imágenes de gran violencia,
tensión dramática y cuestionamiento moral sobre autenticidad, responsabilidad y heroísmo. La destreza técnica y el
virtuosismo de su lenguaje narrativo son todavía mayores en las dos siguientes novelas: La casa verde (1966), que
aprovecha memorias de sus años en Piura para componer un gran mural de acción y degradación sexual; y
Conversación en la Catedral (1969), que transcurre durante los oscuros años de la dictadura de Manuel A. Odría (1948-
1956) intentando un vasto análisis de los círculos del poder, el mundillo del periodismo amarillo y los cabarés de mala
muerte. En 1967 publicó su notable relato Los cachorros. La rigurosa objetividad y la indeclinable tensión con las que
plantea sus conflictos, cede un poco en la segunda etapa de su producción novelística, que se distingue por toques de
humor grotesco, como en Pantaleón y las visitadoras (1973), o por retratarse a sí mismo en su relato, como en La tía
Julia y el escribidor (1977), en la que narra episodios de su primer matrimonio y sus comienzos literarios. La guerra del
fin del mundo (1981) es una vuelta al estilo de composición épica de su primera etapa y una rara incursión en el mundo
sociopolítico del Brasil de fines del siglo XIX, siguiendo el modelo de gran reportaje establecido por Euclides da Cunha.
En la última porción de su obra narrativa, se entremezclan las novelas cuyo tema es esencialmente político Historia de
Mayta (1984), Lituma en los Andes (1993), ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986) o erótico Elogio de la madrastra
(1988). El hablador (1987) señala un retorno al mundo de la selva, uno de sus ambientes favoritos, para contar una
historia sobre identidades culturales y diferencias antropológicas. Una importante porción de su obra ensayística puede
leerse en Contra viento y marea (1983-1990). Sus memorias tituladas El pez en el agua (1993) ofrecen un apasionante y
minucioso recuento de su experiencia como frustrado candidato presidencial en las elecciones peruanas de 1990. Ha
escrito además libros de crítica literaria, obras teatrales e incontables páginas periodísticas en diversos lugares del
mundo.

Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974)
Autor, diplomático y premio Nobel guatemalteco, nacido en Ciudad de Guatemala. Estudió Derecho en universidades de
su país y Antropología en la Sorbona de París, ciudad en la que recibió la influencia del poeta surrealista francés André
Breton. En 1942 fue elegido diputado en su país y, a partir de 1946, fue embajador en México, Argentina y El Salvador,
hasta que, en 1954, se exilió de Guatemala. Posteriormente, fue embajador en Francia, entre 1966 y 1970. Sus poemas
y novelas, de contenido fuertemente antiimperialista, le valieron el Premio Lenin de la Paz en 1966 y el Premio Nobel de
Literatura en 1967. La muerte le sobrevino, tras una penosa enfermedad, en 1974, cuando se encontraba en Madrid
(España).
En su obra, al igual que en la del escritor cubano Alejo Carpentier, el mito se hace presente, pero a diferencia del cubano,
organiza sus novelas en torno a los mitos precolombinos. Su primera obra Leyendas de Guatemala (1930) es una
colección de cuentos y leyendas mayas. La novela que le ha dado fama internacional es El señor Presidente (1946) en la
que traza el retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica pero siguiendo una estructura regida por
la lucha entre las fuerzas de la luz (el Bien, el pueblo) y las fuerzas de las tinieblas (el Mal, el dictador) según los mitos
latinoamericanos. Es también un libro de protesta militante: la descripción de un régimen dictatorial en términos de terror,
maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios que integran la trama predominan el miedo y la crueldad. Este
tema mítico vuelve a aparecer en Hombres de maíz (1949) aunque ahora la luz está representada por los indígenas y las
tinieblas por los hombres de maíz, los colonizadores que llegan a explotar las tierras de los campesinos en beneficio
propio. En esta obra, Asturias logra hermanar armoniosamente lo mítico-maravilloso con la dura realidad de la vida
indígena. Después escribió novelas y relatos entre las que destaca la trilogía formada por Viento fuerte (1950), El Papa
verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Otras novelas son Mulata de tal (1963), Malandrón (1969) y Viernes de
Dolores (1972). Su producción teatral es poco conocida y trata más o menos los mismos temas, como Chantaje o Dique
seco ambas de 1964. Su novela Viento fuerte fue citada en el discurso de entrega del Premio Nobel, que le fue
concedido por sus coloridos escritos profundamente arraigados en la individualidad nacional y en las tradiciones
indígenas de América.

Isabel Allende (Chile, 1942)
Novelista y periodista chilena nacida en Lima, Perú, donde su padre se encontraba destinado como diplomático. Asistió a
diversos colegios privados y viajó por varios países antes de regresar a Santiago de Chile para concluir sus estudios y
trabajar en la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), organismo de las Naciones Unidas.
Posteriormente trabajó como periodista, escribió artículos sobre temas sumamente polémicos y también hizo cine y
televisión. Allende se exilió en 1973 y buscó refugio en Caracas, Venezuela, cuando su tío Salvador Allende, presidente
de Chile, murió durante el golpe militar encabezado por el General Augusto Pinochet Ugarte. En el exilio escribió su
primera novela La casa de los espíritus (1982), una crónica familiar ambientada en el torbellino de cambios políticos y
económicos acontecidos en Latinoamérica. La novela fue bien acogida por la crítica, que vio en ella ciertos elementos
propios del realismo mágico. Esta novela fue llevada al cine por el director danés Bille August. Allende continuó su
exploración sobre cuestiones personales y políticas en sus dos siguientes novelas De amor y de sombra (1984) y Eva
Luna (1987), y en la colección Cuentos de Eva Luna (1992). Ha sido una de las primeras novelistas latinoamericanas que
ha alcanzado fama y reconocimiento a escala mundial. Su exilio concluyó en 1988 cuando los chilenos derrotaron en las
urnas al dictador Pinochet y eligieron un presidente democrático. En 1995 publicó Paula, un libro de recuerdos dedicado
a su hija.

Gabriel García Márquez (Colombia, 1928)
Escritor, periodista y premio Nobel colombiano. Nació en Aracataca y se formó inicialmente en el terreno del periodismo.
Fue redactor de El Universal, un periódico de Cartagena de Indias durante 1946, de El Heraldo en Barranquilla entre
1948 y 1952, y de El Espectador en Bogotá a partir de 1952. Entre 1959 y 1961, trabajó para la agencia cubana de
noticias, La Prensa, en su país, en la Habana y en Nueva York. Debido a sus ideas políticas izquierdistas, se enfrentó
con el dictador Laureano Gómez y con su sucesor, el general Gustavo Rojas Pinilla, y hubo de pasar las décadas de
1960 y 1970 en un exilio voluntario en México y España.
Sus novelas más conocidas son Cien años de soledad (1967), que narra en tono épico la historia de una familia
colombiana, y en la cual se pueden rastrear las influencias estilísticas del novelista estadounidense William Faulkner, y El
otoño del patriarca (1975), en torno al poder y la corrupción políticos. Crónica de una muerte anunciada (1981) es la
historia de un asesinato en una pequeña ciudad latinoamericana, mientras que El amor en los tiempos del cólera (1985)
es una historia de amor que se desarrolla también en Latinoamérica. El general en su laberinto (1989), por otro lado, es
una narración ficticia de los últimos días del revolucionario y hombre de estado Simón Bolívar. También es autor de varios
libros de cuentos como La increíble y triste historia de Eréndira y de su abuela la desalmada (1972) o Doce cuentos
peregrinos (1992). García Márquez ha despertado admiración en numerosos países occidentales por la personalísima
mezcla de realidad y fantasía que lleva a cabo en sus obras narrativas, situadas siempre en Macondo, una imaginaria
ciudad de su país. Su última obra publicada, Noticia de un secuestro (1996), es un reportaje novelado sobre el
narcoterrorismo colombiano. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982 y fue formalmente invitado por el gobierno
colombiano a regresar a su país, donde ejerció de intermediario entre el gobierno y la guerrilla a comienzos de la década
de los ochenta.

Pablo Neruda (Chile, 1904-1973)
Poeta chileno, considerado uno de los más importantes del siglo XX. Hijo de un ferroviario, y huérfano de madre cuando
solo había vivido un mes, escribía poesía desde muy joven (el seudónimo comenzó a usarlo cuando apenas tenía
dieciséis años). Gabriela Mistral lo inició en el conocimiento de los novelistas rusos, que el poeta admiró toda su vida.
Estudió para convertirse en profesor de francés, sin llegar a lograrlo. Su primer libro, cuyos gastos de publicación sufragó
él mismo con la colaboración de amigos, fue Crepusculario (1923). Al año siguiente, su Veinte poemas de amor y una
canción desesperada se convirtió en un éxito de ventas (ha superado el millón de ejemplares), y lo situó como uno de los
poetas más destacados de Latinoamérica. Entre las numerosas obras que le siguieron destacan Residencia en la tierra
(1933), que contiene poemas impregnados de trágica desesperación ante la visión de la existencia del hombre en un
mundo que se destruye, y Canto general (1950), un poema épico-social en el que retrata a Latinoamérica desde sus
orígenes precolombinos. La obra fue ilustrada por los famosos pintores mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
Como obra póstuma se publicaron, en el mismo año de su fallecimiento, sus memorias, con el nombre de Confieso que
he vivido. Poeta enormemente imaginativo, Neruda fue simbolista en sus comienzos, para unirse posteriormente al
surrealismo y derivar, finalmente, hacia el realismo, sustituyendo la estructura tradicional de la poesía por unas formas
expresivas más asequibles. Su influencia sobre los poetas de habla hispana ha sido incalculable y su reputación
internacional supera los límites de la lengua. En reconocimiento a su valor literario, Neruda fue incorporado al cuerpo
consular chileno y, entre 1927 y 1944, representó a su país en ciudades de Asia, Latinoamérica y España. De ideas
políticas izquierdistas, fue miembro del Partido Comunista chileno y senador entre 1945 y 1948. En el año 1970 fue
designado candidato a la presidencia de Chile por su partido y, entre 1970 y 1972, fue embajador en Francia. En 1971
recibió el Premio Nobel de Literatura y el Premio Lenin de la Paz. Antes había obtenido el Premio Nacional de Literatura
(1945).

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Realismo Mágico: raíces y orígenes

  • 1. Teniendo en cuenta que el tema seleccionado para esta monografía es, “Relaciones entre Realismo Mágico y el boom latinoamericano”, es necesario recordar que, la década de 1960, fue un período muy convulsionado, como consecuencia, en gran parte, de acontecimientos de la década anterior. Hubo un explosivo crecimiento de los centros urbanos en el continente que, se convirtió en el escenario debido a sucesivos golpes militares, al espíritu combativo de la juventud y a la Revolución cubana; ya que, fue en ese marco que surgió ese fenómeno extraordinario conocido con el nombre de “boom”. La finalidad de este trabajo es establecer, lo mas acertadamente posible, las relaciones mencionadas, a través de un rastreo en la bibliografía seleccionada de: los antecedentes del Realismo Mágico; sus orígenes, el sentido de esta corriente literaria; sus características, mediante el análisis de la obra de García Márquez, por ser uno de los autores más leídos de la época; entre las que se ha seleccionado: “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, 1escrito en 1968 y, constatar si el Realismo Mágico conduce a la consolidación de una identidad regional o si, como dice Vargas Llosa, “Durante mucho tiempo (la expresión realismo mágico) se uso como una etiqueta para englobar toda literatura latinoamericana. Eso era impreciso”.2 El titulo “Realismo Mágico: una verdad fantástica”, ha surgido ya avanzada la investigación y, tiene que ver con el intento de los protagonistas del boom latinoamericano de sugerir en sus obras literarias un clima sobrenatural sin dejas de lado lo natural. Para iniciar el desarrollo de este trabajo, es conveniente recordar que, el termino Realismo Mágico no es originario de la literatura y que fue acuñado hacia 1925 por el crítico alemán Franz Roh, quien la utilizó para describir a un grupo de pintores post-expresionistas; que, en el ámbito de las artes plásticas, fue reemplazado por el término “nueva objetividad” y que, fue tomado por la literatura para definir una nueva tendencia narrativa hispanoamericana entre 1950 y 1970. El realismo mágico, tiene sus raíces en la cultura latinoamericana a partir de las interpretaciones de los europeos en la etapa de la colonización del nuevo continente. Las crónicas de esa época son ricas en el relato y descripción de cosas absolutamente maravillosas, producto de la extrañeza que provocaba a los exploradores, aquellos que veían en sus viajes. Es a partir de la interpretación de la realidad del nuevo continente a través de ojos de europeos, que se creó una visión sobrenatural de la realidad latinoamericana. Ante la inconmensurable naturaleza americana y la increíble diferencia con el mundo de los conquistadores; éstos, no pudieron sino recurrir a sus conocimientos literarios, pues no tenían otra realidad con la cual compararla; así, relacionaron el mundo americano con el descrito en los libros de caballería en la que, lo fantástico y lo increíble se mezclaban con naturalidad. La ficción se hacía realidad en el mundo americano, para los conquistadores y éstos, ponían nombre a lugares, habitantes, situaciones, del mundo imaginario de los novelistas europeos. Continuando con el rastreo del realismo mágico, pueden mencionarse, el Realismo, el Barroco, la literatura picaresca, el gótico, la fábula, la tragedia, los mitos, las leyendas, las supersticiones de las tierras nativas, las alegorías, y el realismo social, la parábola, el postmodernismo; tal como afirma Alison Lee, “Todos los textos literarios son tejidos de otros textos literarios (...) no hay tal cosa como la dicha originalidad literaria y no hay tales cosas como obras literarias primeras: toda literatura es intertextual”3. Del Realismo, fue tomado el lenguaje claro y la objetividad. Objetos ordinarios, sentimientos familiares, datos históricos, son presentados en las novelas mágica – realistas; pero, adornados en causas y efectos metafóricos sobre un fondo hiperbólico. Es decir que, el realismo, esta representado dentro del realismo y, puede reconocerse: · Un realismo interior o exterior, basado en detalles; · Un realismo impresionista, haciendo notas de la percepción más que encasillando los detalles y, lo opuesto, poniendo en orden los detalles; · Un realismo puro, que trata de tomar una verdad absoluta e imposible; · Un realismo social, de tipo revolucionario; · Un realismo espiritual, refiriéndose a las ideas, a los sentimientos, vicios y remordimientos de personajes; · Un realismo cruel, para destacar los rasgos del personaje positivo. El mito, ayuda al realismo mágico a lograr el matiz ritual. El Barroco, inspiró al realismo mágico, ya que éste, abunda en metáforas y, el hipérbaton para poner énfasis a una idea. Algunos personajes tienen rasgos del pícaro (astuto, hábil, malicioso, travieso, descarado), cambia varias veces de trabajo y de amo, viviendo una vida tramposa; sería capaz de engañar a todos para sobrevivir, como lo muestra el Lazarillo. El héroe del realismo mágico, a menudo lucha por su vida de la misma manera que el pícaro; por ejemplo: Adam Asís (Los hijos de la medianoche) es tal héroe; Vasco Miranda (La última mirada del Mono) es un personaje parásito, muy semejante al pícaro. Cuando el postmodernismo, dejo de estar de moda, emergió el realismo mágico, cuyos autores redescubrieron los medios del gótico, con monstruos y seres estrafalarios, incesto y violencia, cosas raras y armas insólitas. Los monstruos se volvieron repentinamente en héroes fabulosos; por ejemplo: Oskar Matzerath (El tambor de lata, por Gunter Grass), que podía para o hacer girar el tiempo. John Clute, describe al, realismo mágico como “una narrativa corta que a veces es el comentario sobre la condición presentada como una alegoría o parábola, casi siempre con un mensaje escondido, aunque no menos claro. Emplea frases utilizadas en los cuentos de hadas y el folKlore”4. Como en la fábula, las historias del realismo mágico tienen una moral, a veces declarada desde el principio, para aumentar el valor moral de la escritura; trata de individualizar el fracaso moral de alguna clase social o de una nación, en el país que construye. Aprovecha de cosas grotescas para subrayar la parte socarrona del carácter humano. Lo que demuestra que el realismo mágico también es sátira. Lo gótico del realismo mágico es trágico: los elementos de la tragedia son semejantes a las estructuras de las tragedias antiguas; por ejemplo: un crimen está seguido por otros, por venganza; el escritor usa la ironía para resaltar la importancia de la muerte; los héroes son caracterizados por sus hazañas; el fin es, casi siempre, catastrófico; los personajes, emprenden su viaje hacia el cielo o el infierno, con muchas dificultades y no hay otra alternativa. En el realismo mágico, la tragedia resulta más como la imitación del sacrificio
  • 2. divino que como simples desastres sufridos por los mortales. La presencia de la muerte no es terrible y horripilante sino una presencia diaria y, es la vida, que logra valores metafísicos. Esto muestra que, el realismo y la tragedia no son incompatibles dentro de la literatura. En lo que se refiere a la metáfora parcial del realismo mágico, sacada del contexto, resulta ordinaria; pero, dentro de la narrativa; refuerza la singularidad de este estilo. En cuanto a la expresión “Mágico”, es importante destacar que fue utilizado para designar una tendencia en la novelística del siglo XX que se caracteriza por la inclusión y el respeto a los mitos dentro de un contexto realista. Muchos estudiosos incluyen elementos sobrenaturales, míticos y de la creencia popular; pero, el realismo mágico, no es una expresión literaria mágica, su finalidad no es provocar emociones sino más bien expresarlas por lo que es una actitud frente a la realidad. El escritor no emite juicios lógicos, no destaca ambigüedades ni se detiene en análisis psicológicos de sus personajes. En contraposición a las definiciones clásicas de lo que es la literatura fantástica, el realismo mágico expresa una alteración milagrosa de la realidad. Para seguir los pasos del realismo mágico, es necesario recordar aquella tradición de la interpretación de la realidad latinoamericana, desde una visión europea, porque, la aparición de un grupo de escritores latinoamericanos contemporáneos entre sí, que cuestionaron esa visión, sentó las bases a la que se conoció como realismo mágico. Durante las décadas del 20 y del 30, muchos escritores y artistas latinoamericanos, viajaron a Europa para incorporarse al surrealismo, buscando los aspectos sobrenaturales necesarios para crear una realidad basada en los sueños y el subconsciente; pero, descubrieron que no era necesario buscar esa realidad extraña en el viejo continente ya que, de hecho, se encontraba en sus propias culturas y países, pues, los indios y los negros americanos vivían una realidad afincada en lo mágico sin recurrir a los sueños o a los asilos dementes. Esta fue una de las principales experiencias que asimiló Carpentier y, al querer distanciarse del surrealismo, identificó el aspecto único de Latinoamérica como “lo real maravilloso”, aunque esa atracción, por lo maravilloso, paradógicamente, surgió a partir del surrealismo. Carpentier considera que las técnicas surrealistas son equivocadas por el sentido artificial de lo maravilloso. Allí rompe con el surrealismo y orienta su atención a la realidad latinoamericana. Fundamenta su análisis de lo maravilloso, en el caudal de mitologías y creencias que él considera vigentes. Su alejamiento de la escuela europea, se profundiza cuando regresa a Cuba en 1939 y, cuando visita Haití en 1943. En el prólogo a “El reino de este mundo”, desarrolla la famosa teoría de “lo real maravilloso” contrapuesta a los conceptos surrealista y, en el cual, su gran pregunta fue “¿Qué es la historia de América Latina sino una crónica de lo maravilloso en lo real?”. Lo real maravilloso, es un movimiento latinoamericano que muestra nuestra cultura, las creencias de los indios, con drama y fantasía que se unen para generar un contexto muy original; irreal, para otras culturas más no tanto para Latinoamérica. El problema conceptual sobre la diferencia entre el “Realismo Mágico y el Realismo Maravilloso”, lleva más de treinta años. El realismo mágico es una tendencia internacional que se dio tanto en la pintura como en la literatura, en sus orígenes y, aunque las primeras manifestaciones datan de 1920 con “El hombre muerto” de Horacio Quiroga; la tendencia llegó a su auge unas décadas después con algunos cuentos de Borges y con “Cien años de Soledad” de García Márquez. En el realismo mágico, se plasma un mundo totalmente realista en el cual, de repente, sucede algo inverosímil, como en el cuento de Quiroga cuando un colono acostumbrado a luchar contra la naturaleza, cae sobre su machete cruzando la cerca de alambre de púa. El detalle mágico realista es que, mientras agoniza, no siente dolor alguno, no se ve sangre y, la naturaleza queda totalmente tranquila. En cambio, lo real maravilloso, no es una tendencia internacional ni tiene límites cronológicos. Proviene de las raíces culturales de ciertas zonas de la América Latina, raíces indígenas y africanas que puedan manifestarse tanto en la literatura colonial como en las novelas de Alejo Carpentier y de Miguel Ángel Asturias. Mientras el realismo mágico se distingue por su prosa clara, precisa, lo real maravilloso es una prosa cargada de barroquismo. Para el autor mágico realista, el mundo es un laberinto donde las cosas más inesperadas, más inverosímiles, puedan ocurrir de manera antidramática; mientras que, para los que practican lo real maravilloso, sus personajes indígenas o negros de Guatemala, Cuba o Brasil, creen en los aspectos mitológicos o espirituales de su cultura. Lo cierto es que, en la década de 1960, América Latina se vio convulsionada por golpes militares, espíritu combativo de la juventud, la revolución cubana, etc. y, en lo que respecta a la literatura de la época, debe destacarse que, se produjo un fenómeno extraordinario conocido como el Boom de la Literatura Latinoamericana y, los narradores del boom, se alejaron aun mas, del Realismo Naturalista continuando con la búsqueda de un lenguaje nuevo para narrar las problemáticas locales, mostrar el entramado social y político; las paradojas culturales de América Latina y, contar lo que es el hombre latinoamericano, pero sin hacer una literatura testimonial o documental. Así fue que, produjeron los textos de ficción que caracterizaron al período. Fue un proceso de fusión entre tradiciones locales, leyendas indígenas, paisajes urbanos y rurales, personajes propios de América Latina y, nuevas técnicas narrativas. Con estos elementos, fue afirmándose lo que se conoce como la nueva novela latinoamericana. Ese lenguaje singular, para escritores como Alejo Carpentier, surgía de una revelación privilegiada de la realidad americana (lo real maravilloso); para el colombiano Gabriel García Márquez, todo estaba en potenciar la desmesura de los personajes y la exuberante naturaleza de América Latina (el Realismo Mágico); para otros, como el cubano José Lezama Lima, se trataba de recrear los deslumbrantes verbales del Barroco español para ponerle palabras a una realidad compleja y contradictoria (el Neobarroco); pero, pese a estas variantes estéticas, comparten temática e inquietudes. Otros autores, del momento son: Vargas Llosa, algunas de cuyas novelas mas leídas fueron “La ciudad de y los perros”, y “La casa verde”, publicadas en 1960; el mexicano Carlos Fuentes, quien asombró, en 1962, con sus procedimientos narrativos en “La muerte de Antonio Cruz”. Por primera vez, según el decir de Naomi Lindstrom, la ficción latinoamericana “comenzó a asociarse con la imaginación, con la
  • 3. construcción narrativa innovadora y el tratamiento original del espacio y tiempo de ficción”. Antes del boom, la narrativa latinoamericana era considerada, en términos generales banal e inconsecuente. Se destacaron: Miguel Ángel Asturias, Jorge Luis Borges y Alejo Carpentier. Con los maestros del “boom”, Gabriel García Márquez (Colombia), Mario Vargas Llosa (Perú), Carlos Fuentes (México), Julio Cortazar (Argentina), José Donoso (Chile) y Guillermo Cabrera Infante (Cuba), nacía una literatura más imaginativa. Todos tenían maestros comunes: Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Ernest Hermingway, Virginia Wolf, la literatura Rusa, Franz Kafka, Horacio Quiroga, Juan Bosch, Gustave Flaubert, Albert Camus y William Faulkner. La literatura que representa, ha ganado el respeto internacional que merecen. Por Ejemplo: García Márquez, ganó el Nóbel de literatura en 1982; Vargas llosa y Carlos Fuentes, han ganado todos los premios importantes de la literatura hispana y, junto a Ernesto Sábato, son candidatos perennes al Nóbel. En la literatura, el Realismo Mágico es un género en el que, el autor combina elementos fantásticos y fabulosos con el mundo real, creando un equilibrio entre una atmósfera mágica y la cotidianidad, alterando las fronteras de lo real y lo irreal, ubicando cada uno en el lugar del otro. Es indudable que Mario Vargas Llosa (1936- ) es un escritor realista cuyas obras reflejan la sociedad peruana, pero en cuanto a su técnica narrativa es un innovador vanguardista, que se sirve de los recursos más diversos y originales: múltiples focos narrativos, superposición de planos espacio-temporales o efectos expresionistas. Fecundo creador y político demócrata conservador, es uno de los intelectuales más interesantes de la actualidad. Desde mediados del Siglo XX, la narrativa latinoamericana amplia su perspectiva más allá de la naturaleza, los indígenas y demás temas comunes de la novela realista. Revoluciones culturales y políticas, un gran apego a la superstición, regímenes autoritarios y demás procesos locales, se combinan con las vanguardias europeas, el psicoanálisis y las inquietudes sobre los problemas humanos y existenciales ofreciendo a los escritores latinoamericanos, un escenario ideal para impulsar el Realismo Mágico en la literatura, convirtiéndolo en el camino hacia la consolidación de una identidad regional. Esta narrativa, al emplear un nuevo lenguaje para narrar lo latinoamericano, exige a los lectores estar dispuestos a nuevas formas de lectura, lo que llevó a que autores y lectores ya no se sientan peruanos, colombianos, mexicanos, etc., sino latinoamericanos. Como dijo Cortazar, “el boom no lo hicieron los editores sino los lectores y, ¿quiénes son los lectores sino el pueblo de América Latina que tomo conciencia de una parte de su propia identidad”5. El Boom Latinoamericano, por definición, fue una explosión literaria y editorial de las obras de escritores latinoamericanos en la década de 1960, que dio y difundió en Europa a autores del sur del continente americano. Este fenómeno explota en España (aunque nace en Latinoamérica) y arrastra consigo a nombres de escritores que, a partir de ese momento empiezan a tomar relevancia, como es el caso de Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Alejo Carpentier y Miguel Ángel Asturias. Julio Cortázar, escritor argentino. Entre las colecciones de cuentos más conocidas se encuentran Bestiario (1951), Las armas secretas (1959), uno de cuyos relatos, “El perseguidor”, se ha convertido en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego (1966); Octaedro (1974), y Queremos tanto a Glenda (1981). En este punto de la investigación se toma necesario analizar una de las obras de Gabriel García Márquez, protagonista del boom latinoamericano y uno de sus novelistas más leídos y que logró exportar el imaginario de su amado Caribe natal, al resto del mundo. Su imaginación ilimitada y su exuberante estilo le permitieron mostrar la realidad latinoamericana, respetando su historia, sus mitos y sus códigos, con una lógica particular que consiste en relatar con más absoluta naturalidad, sucesos inverosímiles, lo que es la clase de la poética del Realismo Mágico. Había logrado acceder a los complejos nudos de la identidad latinoamericana que el Realismo narrativo tradicional no lograba desatar; tal como el mismo escritor declarara, “Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines todas aquellas criaturas de aquella realidad desaforada hemos que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es el nudo de nuestra sociedad”6. Para Ángel Rama, la literatura de García Márquez, realizar un proceso de intercambio cultural, llamado transculturación, entre técnicas narrativas modernas y el imaginario tradicional. García Márquez construyó un espacio literario afín al de su infancia, el pueblo de Macondo, donde conviven las tensiones sociales y la violencia políticas propias de América Latina con una atmósfera mágica y mítica. Los personajes que habitan sus relatos soportan lluvias y sequías, plagas, guerras; viven amores y odios en medio de presagios trágicos, maleficios terribles, sin asombros ni rebeldías. Aceptan la historia y la vida, como juegos cíclicos de destino inevitable. En el cuento “Un señor muy viejo con unas alas enormes”7, el poeta, propone una original lectura de la identidad latinoamericana; presentando como personaje a un extraño ser angélico en un pueblo pequeño y, las curiosas hipótesis sobre su identidad; planteando una inversión respecto del imaginario sobre América y, para lograr que lo inevitable resulte creíble a los lectores, dota al ser sobrenatural, de una humanidad que conmueve ya que, en definitiva se trata de un anciano enfermo, que huele mal, llora de dolor, protesta en lengua incomprensible y hasta se contagia de varicela. Solo es “un señor muy viejo”8 que necesita techo y comida para pasar el invierno y esperar la primavera. El renombrado escritor colombiano Gabriel García Márquez recibió el Premio Nóbel de Literatura en 1982. En sus novelas y relatos breves se entremezclan realismo y elementos de naturaleza fantástica. Entre sus obras más conocidas destacan Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975) y El amor en los tiempos del cólera (1985). Para ficcionalizar las paradojas de una tierra donde las fronteras entre lo natural y lo sobrenatural, lo cierto y lo incierto, lo racional y lo mágico, la historia y el mito, utiliza como estrategias: aceptar lo absurdo y proponer antítesis humorísticas. La situación inicial del cuento, presenta un marco familiar amenazado por un desborde de la naturaleza (lluvias intensas, invasión de cangrejos). El elemento perturbador de la vida familiar es la aparición de un ser sobrenatural en el fondo del patio de la casa. A partir de ese elemento, el autor usa como estrategia, la desacreditación de lo sagrado: desvaloriza los poderes angélicos ya que los
  • 4. milagros resultan ser un premio consuelo “milagros de consolación”9; luego, su condición angélica se reduce a la de mascota familiar: “... soportaba las infamias mas ingeniosas (del niño) con una mansedumbre de perros sin ilusiones”10. Por último, es desplazado en el interés del pueblo, por la llegada de la conmovedora y absurda mujer araña. Sin dudas. Los personajes de García Márquez, representan a los hombres y a las mujeres del Caribe, pero; pero, pueden ser de cualquier pueblo, de cualquier aldea de los cerros o llanuras del continente americano, donde las distancias y los paisajes son inmensos, caracterizando un ámbito geográfico sin fronteras precisas. Tal como expresa en el texto: “El cielo y el mar eran una misma cosa de ceniza y la arenas de la playa, que en marzo fulguraban como polvo de lumbre, se habían convertido en un caldo de lodo y mariscos perdidos”11. Otro carácter que distingue al realismo mágico y que está presentes en la obra García Márquez y mas precisamente en este cuento que se analiza es, el transcurrir del tiempo lineal dado por la llegada, la permanencia y la partida del ángel y, el crecimiento del niño de Pelayo y Elisenda que pasa de recién nacido a escolar; pero paralelamente, la acción narrativa está marcada por la sucesión de los ciclos naturales:” (...) a principios de diciembre empezaron a nacerle en las alas unas plumas grandes y duras”. La sucesión de las estaciones, el tiempo circular de la naturaleza es lo que devuelve el equilibrio a la familia y a la vida del pueblo. Son una constante en la literatura y en la historia de América Latina, visitantes, forasteros, viajantes solitarios, extranjeros, siempre negando y partiendo, que buscan algo y se lo llevan; pueden ser conquistadores, aventureros, inmigrantes, gringos o ángeles caídos (como es el personaje sobrenatural – humano del cuento) y que, dejan su huella en la tierra americana. Esto, es también un elemento propio del realismo mágico y se aprecia en el cuento de referencia: “Elisenda exhaló un suspiro de descanso (...), cuando lo vio pasar por encima de las últimas casas (...). Siguió volando hasta cuando ya no era posible que lo pudiera ver, porque entonces ya no era un estorbo en su vida”12. La expresión “¡Qué desgracia vivir en un infierno de ángeles” es como una síntesis y metáfora de ese destino cíclico y paradójico de los latinoamericanos. De lo investigado, se infiere, en principal lugar que, dentro del campo de la literatura latinoamericano, la década del sesenta, configura el marco de una intensa renovación narrativa que da origen al denominado “boom” de la literatura latinoamericana; fenómeno extraordinario que hizo que Latinoamérica sea sinónimo de grandes escritores. En segundo lugar, queda claro que Latinoamérica es, en general, rica en su diversidad cultural, pues es mezcla de la cultura indígena, europea y africana, que han dejado sus huellas y que, aunque nos vemos influenciados por culturas como la europea, eso ha quitado a los escritores latinoamericanos la oportunidad de crear y modificar esas tendencias, dándoles un toque latino y, es por eso que, la literatura latinoamericana es nueva y no pierde sus raíces, por el contrario, confirmo aquello de que, el Realismo Mágico conduce a la confirmación de la identidad latinoamericana. De lo analizado, también se desprende que, lo “Real Maravilloso” de Alejo Carpentier y, el “Realismo Mágico” de García Márquez, entre tantos otros destacados autores del período estudiado fueron unos de los mayores aportes latinoamericanos a la literatura universal, cuya capacidad de innovación y originalidad hizo posible que se conozca nuestra riqueza literaria. Fue gracias al “Boom” que, la narrativa latinoamericana goza hoy del mismo respeto en el mundo del que gozaba nuestra poesía tiempo atrás Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno nació en Sayula, Jalisco el 16 de mayo de 1918, sus padres fueron Juan Nepomuceno Rulfo y María Vizcaíno Arias. Perteneció a una familia de hacendados y debido a la época de violencia revolucionaria, los padres de Rulfo cambiaron de residencia, tenían una casa en Sayula, San Gabriel y otra en Apulco. Su padre fue asesinado en 1923; Juan tenía tres hermanos: Severiano, Francisco y Eva, al morir su padre mandan a Severiano a vivir a Guadalajara con sus abuelos paternos. Juan se quedó en San Gabriel y estudió sus primeros años de escuela (párvulos 1° y 2° de primaria), teniendo que ir a Guadalajara al orfanatorio Luis Silva; en ese mismo año en 1927, muere su madre, Juan siguió estudiando, Eva y Francisco se quedaron con su abuela materna, Juan siempre fue un buen estudiante de carácter noble. Al terminar sus estudios en el Colegio Luis Silva se fue a estudiar al seminario de San José, animado con la idea que si aprendía latín lo mandarían a Roma o a Europa a estudiar, como no le gustó, se salió de ahí en poco tiempo, después estudió la preparatoria y solicitó su ingreso a la carrera de leyes y en otra ocasión en filosofía y letras, pero no lo aceptaron, cuando salía de vacaciones escolares se iba a San Gabriel a visitar a sus hermanos. Le gustaba mucho tomar fotografías y caminar. Obtuvo un premio en el periódico Excélsior por sus fotografías en 1930. En 1934 radica en la ciudad de México y comienza a escribir sus trabajos literarios y a colaborar en la revista "América". Trabajó entonces en la oficina de migración de la Secretaría de Gobernación y después en el Archivo de Migración de esa misma Secretaría, regresa a Guadalajara en 1942 y se aficiona a la fotografía, al alpinismo, a la lectura y a la música clásica, lleva una vida bohemia; en ese tiempo conoce a Juan José Arreola en un café de moda. Rulfo tenía fama de muchacho raro, era de carácter triste, retraído muy observador, hablaba poco, pero cuando lo hacía su platica era muy agradable. Entonces publica en la Revista PAN fundada por Arreola, "Nos han dado la tierra" y "Macario". En 1947 se casó con Clara Aparicio, con la que tuvo cuatro hijos. Entre 1948 y 1951 publicó cuatro cuentos: "La cuesta de las comadres", "Talpa", "El llano en llamas" y "Diles que no me maten", obteniendo gracias a éstas una beca del Centro Mexicano de escritores. La Antología de cuentos mexicanos 1954 (México, INIAL, 1955) reproduce "Un cuento". También en 1955 escribe su novela magistral "Pedro Páramo", novela reconocida internacionalmente y que ha sido traducida al alemán, danés, noruego, polaco, sueco, francés, holandés, inglés e italiano; muchas de sus obras han sido utilizadas y adaptadas como guiones cinematográficos. Se desempeñó como asesor literario del Centro Mexicano de Escritores y como Director del Departamento Editorial del Instituto Nacional Indigenista.
  • 5. Se estrenó el cortometraje Talpa de Alfredo B. Cravenna, basado en el cuento de Rulfo de igual Título; publicó el cuento "El día del derrumbre". Emilio el Indio Fernández le solicitó guiones para cine, Rulfo trabajó en alguno de ellos e invitó a Juan José Arreola a colaborar. En 1962 Dejó de trabajar para Televicentro y viajar a Alemania. En 1963 se editó el disco de larga duración Juan Rulfo con textos leídos por el autor, en la colección Voz viva de México. En 1967 se filma la película Pedro Páramo. Con respecto a su obra, Juan Rulfo decía: "...ignoro la razón que me empuja a escribir, simplemente siento la necesidad de hacerlo, como si quisiera comunicar algo que he vivido o que he creído vivir en sueños. Solo sé que utilizo más la imaginación que los hechos reales, pues considero que la realidad tiene límites propios que la mantienen alejada del estilo literario", también decía: "nunca he usado, ni en los cuentos ni en "Pedro Páramo", nada autobiográfico. No hay páginas ahí que tengan que ver con mi persona ni con mi familia. No utilizo nunca la autobiografía directa". Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1980, Presidente Honorario de la Sociedad General de Escritores de México, obtuvo el Premio Jalisco; en 1970 fue designado Premio Nacional de Letras y en 1983 Premio Príncipe de Asturias. Fue un incansable viajero y participó de varios Congresos y encuentros internacionales. Reconocido mundialmente por su obra literaria, su trabajo fotográfico ha sido menos conocido, Juan Rulfo dejó un legado fotográfico de aproximadamente 6,000 negativos y en la actualidad existe una Exposición Fotográfica titulada: "México: Juan Rulfo fotógrafo", que se ha exhibido en Barcelona, en la Ciudad de México, Sao Pablo y en Madrid. Juan Rulfo falleció en la Ciudad de México el 7 de enero de 1986. Con las obras "Pedro Páramo" y "El llano en llamas" alcanzó la fama mundial, de acuerdo a las fotografías que observamos nos dimos cuenta que le gustaba mucho lo natural, la vida en el campo y las construcciones antiguas. Consiguió ser una de las figuras capitales de la literatura de la lengua castellana, la aceptación como cotidiana de la existencia tras su muerte su cuidada prosa y su fino humor son, tal vez algunos de sus rasgos más destacables. Dos de sus libros le permitieron alcanzar fama mundial, y sus obras se tradujeron a todos los idiomas. A este personaje le admiramos su capacidad e imaginación para escribir sus obras, ya que tuvimos la oportunidad de conocerlas, ahora que lo investigamos y también admiramos su gusto y calidad en la fotografía. García Márquez. El realismo mágico es la respuesta latinoamericana a la literatura fantástica de mediados del siglo XX. Entre sus principales exponentes están Gabriel García Márquez de Colombia, y Alejo Carpentier de Cuba. El realismo mágico es la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. Una alteración de la realidad a través del mito (myth). El realismo mágico se vale de los elementos culturales de las culturas nativas, indígenas, del folklore, de los mitos de American Latina. Estos elementos culturales se mezclan con temas bastante profundos como la soledad, la incapacidad del amor de explicar la existencia humana, y el fatalismo (the importante of fate). Por otra parte, el realismo fantástico, trata de entender y explicar la realidad extra sensorial, o sea, la realidad que existe más allá de lo que percibimos con nuestros sentidos. Es una tendencia ontológica (phylosophical examination of what it means to be human). El elemento indígena o nativo no existe con tanta fuerza en el realismo fantástico porque, en países como Argentina, hubo una tradición cultural europea mayor y el elemento indígena fue menor. Los escritores del Cono Sur son más representativos de esta forma literaria. (Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Ernesto Sábato). Estos escritores expresan, en algunas de sus obras, tendencias existencialistas y metafísicas. Ellos quieren entender la condición humana desde una perspectiva más filosófica. El realismo mágico y el realismo fantástico fueron influenciados por el surrealismo figurativo europeo. Por ejemplo el cuento “Un señor muy viejo con unas alas enormes de García Márquez es representativo del realismo mágico y el cuento “La noche boca arriba” de Julio Cortázar tiene elementos que se acercan más al realismo fantástico. El Boom Latinoamericano: Cortázar y García Márquez pertenecen a este movimiento literario que empezó hacia 1960. Se le conoce como el Boom latinoamericano porque la novela latinoamericana alcanzó un alto nivel estético tanto en contenido como en su en su técnica narrativa. Los escritores del Boom se reconocieron en la literatura a nivel universal y entraron a formar parte del grupo de los escritores modernos europeos (como Wolf, Joyce, Faulkner, Kafka, Checkov, etc). Fecha importante: Entre 1926 y 1932 empieza el declive de la narrativa nativista, naturalista e indigenista. Hacia 1940 hubo una ola de inmigración de intelectuales europeos hacia América Latina debido a la caída de la República Española, el ascenso de Franco al poder, y la Segunda Guerra Mundial principalmente. Estos intelectuales tuvieron cierto efecto en la producción
  • 6. literaria, porque trajeron tendencias europeas con ellos (Recuerden a André Breton y el surrealismo, entre otros). También hacia 1940 Jorge Luis Borges estaba traduciendo a Virgina Wolf , Franz Kafka y a William Faulkner. El surrealismo: Dice Alejo Carpentier que el surrealismo significó mucho para los escritores latinoamericanos de esta época porque les mostró texturas y aspectos de la vida americana que habían sido inadvertidos. Otros aspectos del surrealismo en la literatura del Boom latinoamericano: -La actitud hacia el hombre y el alma es irracionalista. Es decir, no se encuentran argumentos racionales para explicar el significado de la existencia del ser humano. Se le da mucha importancia a los sueños. Se le da importancia a lo azaroso (unfortunate) de la conducta humana. Se da importancia a la visión desintegradota (desintegrated) de la realidad. La realidad es posiblemente ficticia. Exploración de la condición humana y la angustia del ser humano contemporáneo. La mitificación de la realidad (Turn reality into a myth) Énfasis en lo ambiguo, lo irracional, y lo misterioso de la realidad. La realidad es posiblemente ficticia. TEMAS: El fatalismo y el inmovilismo. Se desconfía en el concepto del amor y se enfatiza la soledad del individuo La muerte no tiene tanto valor porque el mundo es aún más difícil e incomprensible. Se le quita el valor a los tabúes religiosos y sexuales, y hay mayor importancia a explorar los aspectos secretos y demenciales de la mente y la conducta. Literatura latinoamericana La literatura latinoamericana surge, estrictamente, con el advenimiento del modernismo de José Martí, Rubén Darío, José Asunción Silva, apartándose del cánon europeo. El momento de mayor auge de la literatura latinoamericana surge mediante el denominado Boom y que corresponde con la denominada literatura real-maravillosa. José Donoso da una clara explicación del fenómeno en su obra autobiográfica Historia personal del Boom. Entre sus escritores fundamentales se encuentran, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Quiroga, Puig, Onetti, Pablo Neruda, Lemebel, César Vallejo, Ciro Alegría, José Carlos Mariátegui, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, José Vasconcelos, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Arenas, Fernando Vallejo, Augusto Roa Bastos y Asturias. Cualquier reflexión sobre la literatura latinoamericana establece de inmediato una doble característica aparentemente contradictoria: la unidad y la diversidad: la unidad de las letras latinoamericanas viene dictada por la comunidad del idioma, por el hecho radical de compartir el español como lengua común. En cuanto a la diversidad, puede decirse que es una de las consecuencias históricas de la formación de las nacionalidades en América. De ahí que en el contexto latinoamericano la clasificación literaria por grupos nacionales pierda de vista las afinidades entre movimientos, la confluencia de estilos, la idéntica preocupación por una temática, la unidad, en suma, de un hecho literario que se expresa en una misma lengua con una portentosa gama de peculiaridades regionales. No es tarea fácil, ni llegan a un total acuerdo los críticos literarios, en hacer una clasificación de los escritores latinoamericanos nacidos en las primeras décadas del Siglo XX. Se han estudiado algunas tendencias comunes tratando de clasificar en realismo mágico, literatura indigenista, el criollismo, la literatura política, la narrativa de la Revolución mexicana y otras formas actuales. El realismo mágico posee como caracteres que lo distinguen: Planos de realidad y fantasía: hay hechos de la realidad cotidiana combinándose con el mundo irreal, fantástico, del
  • 7. autor, con un final inesperado o ambiguo. Escenarios americanos: en mayoría ubicados en los niveles más duros y crudos de la sociedad o que más reflejan el primitivismo cultural. Es una literatura para lectores cultivados, no es popular. El autor se encuadra fuera de la realidad representada. La estrategia del escritor consiste en sugerir un clima sobrenatural sin apartarse de la naturaleza y su táctica es deformar la realidad Personajes, cosas, acontecimientos son reconocibles y razonables, pero como el narrador se propone a provocar sentimientos de extrañeza desconoce lo que ve y se abstiene de aclaraciones lógicas. No hay tampoco ambigüedad ni análisis psicológico de los personajes, sino oposiciones bien definidas, y éstos no se desconciertan jamás delante de lo sobrenatural. "Lo maravilloso no es maravilloso, sino natural". El realismo surge como un milagro o como una alteración privilegiada de la "realidad". También, evita cualquier efecto emotivo de escalofrío, miedo o terror, provocado por un acontecimiento insólito. Lo insólito deja de ser el "otro lado", lo desconocido, para incorporarse a lo real, la maravilla en esta es la realidad. El realismo mágico no es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la suscitar emociones sino más bien expresarlas, y es por sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad. La literatura indigenista, como su nombre lo indica, toma el tema del indio como predominante. En especial esta literatura se desarrolla en los países andinos, donde indios y mestizos abarcan una gran parte de la población. En las obras se refleja una raza despojada y oprimida, con una dolorosa descripción de la realidad social, que sirve de denuncia o protesta. En este movimiento se destacan escritores como Ciro Alegría, Jorge Icaza, Juan Rulfo, César Vallejo, José María Arguedas, Alcides Arguedas, entre otros. Hay otro grupo de escritores que desarrollan el tema urbano dentro del realismo social, como Manuel Gálvez, Alfredo Pareja Díez-Canceco y Manuel Rojas. Y sin clasificarlos plenamente, pero pertenecientes a la más alta producción literaria latinoamericana, resaltan los nombres de Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Ernesto Sábato, Jorge Amado, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Gabriel García Márquez, Rómulo Gallegos, José Eustasio Rivera, Mariano Azuela. El realismo mágico Origen del realismo mágico El realismo mágico tiene sus raíces en la cultura latinoamericana, a partir de las interpretaciones de los europeos en la etapa de la colonización del nuevo continente. Las crónicas de esa época son ricas en el relato y descripción de cosas absolutamente maravillosas, producto de la extrañeza que provocaba en los exploradores, las cosas que veían en sus viajes. Es a partir de esta tradición de la interpretación de la realidad del nuevo continente a través de ojos europeos que se creó una visión sobrenatural de la realidad latinoamericana. La aparición de un grupo de escritores latinoamericanos contemporáneos entre sí, que cuestionaban esta visión, dio base a lo que posteriormente se conoció como realismo mágico. Durante las décadas del '20 y del '30, muchos escritores y artistas latinoamericanos viajaron a Europa para incorporarse al surrealismo, buscando los aspectos sobrenaturales necesarios para crear una realidad basada en los sueños y el subconsciente. A su regreso a Latinoamérica, percibieron que no era necesario buscar esa realidad extraña en el viejo continente, que de hecho se encontraba en sus propias culturas y países. Uno de los primeros escritores que transitó estos temas, fue Alejo Carpentier. Tanto él como su compatriota Lydia Cabrera, fueron quienes ayudaron a iniciar el reconocimiento mundial de los escritores latinoamericanos. A pesar de encontrarse ambos en París hacia la misma época, los planteos teóricos de Carpentier, que en parte escaparon a su propia aplicación, fueron intuitivamente aprovechados por Lydia Cabrera. El realismo mágico de estos dos pioneros converge en ciertos aspectos y se abre en sus fundamentos sirviendo de puntal para lo que luego sería uno de los fenómenos más importantes de las letras latinoamericanas. La rígida formación intelectual de Alejo Carpentier le impidió, en última instancia, penetrar lo que él mismo señalaba como nuevo, mientras que el empirismo de Lydia Cabrera le permitió capturar en parte el realismo mágico de los afro-caribeños. Alejo Carpentier al querer distanciarse del surrealismo, identificó el aspecto único de Latinoamérica como "lo real maravilloso. Carpentier considera que las técnicas surrealistas son equivocadas por el absoluto sentido artificial de lo maravilloso. Allí rompe con el surrealismo y orienta su atención hacia la realidad latinoamericana. Carpentier fundamenta su análisis de lo maravilloso en el caudal de mitologías y creencias que él considera vigentes, y su alejamiento de la escuela europea es aún más profundo por el sentido de descubrimiento que experimenta cuando regresa a Cuba, en 1939, y cuando visita Haití, en 1943. Es un pionero porque su categoría de conocimiento es la primera expresión teórica de los profundos cambios que maduraban en el reflejo de esa realidad en la novela y que empezaban a manifestarse prácticamente de forma simultánea e independiente en numerosos autores. Obviamente la realidad latinoamericana es más amplia y variada que el marco propuesto por Carpentier. Hay otras constantes que quedan opacadas, como las luchas por la liberación y el deseo de alcanzar la plenitud. En "lo real maravilloso" se supera en parte el carácter pintoresco del color local, pero los profundos y violentos conflicto sociales quedan enmascarados.Sin embargo, esta particular forma de expresión literaria puede ser interpretada desde otros puntos de vista, y contrapuesta como el extrañamiento del mundo de los colonizados ante el avance de la colonización, y podría afirmarse que se transforma en una particularísima visión y descripción de los males propios del imperialismo en esas tierras. El concepto de lo maravilloso implica un sentido de sorpresa frente a fenómenos inusuales, inesperados o improbables. Puede ocurrir como resultado deliberado de la manipulación de la realidad, por la percepción del artista y por intenciones sobrenaturales que provocan la presencia de algo diferente de lo normal. Carpentier juega con esta categoría en diferentes direcciones, pero sintetiza el realismo mágico en tres puntos:
  • 8. primero, como una literatura maravillosa de origen europeo con referencias a eventos sobrenaturales segundo, la realidad maravillosa es más maravillosa que esa literatura y, por lo tanto, cabe hablar de lo "maravilloso americano" tercero, que lo "real maravilloso" de América podrá trasladarse a la literatura solamente a condición de que los escritores tengan fe en que esa América es maravillosamente real. ¿Quién fue entonces el primer escritor realista-mágico? En una entrevista concedida en Madrid en 1978, Gabriel García Márquez afirmó que la primera obra maestra de la literatura mágica es el Diario de Cristóbal Colón, que ya estaba contaminada de la magia del Caribe.La propia historia del libro resultaba inverosímil, pues en ésta se describe desde animales mitológicos hasta seres sobrenaturales. Y aunque probablemente Colón, relató todo esto tan sólo con el fin de obtener apoyo de los Reyes Católicos, su texto dio origen a todo en movimiento literario que se expande y trasciende cada vez más. El Realismo Mágico y Latinoamérica En la literatura, el Realismo Mágico es un género en el que el autor combina elementos fantásticos y fabulosos con el mundo real, creando un equilibrio entre una atmósfera mágica y la cotidianidad, quebrantando las fronteras entre lo real y lo irreal, ubicando cada uno de estos en el lugar del otro. Diferenciándose del uso tradicional de los elementos fantásticos en la literatura, el Realismo Mágico presenta lo real como maravilloso y viceversa, planteando como un suceso común, tanto para el lector como para los personajes de la obra, escenas y hechos fabulosos, mientras que brinda a su vez un carácter fantástico e irreal a actos de la vida común. Desde mediados del siglo XX, la narrativa latinoamericana amplía su perspectiva más allá de la naturaleza, los indígenas y demás temas comunes de la novela realista. Revoluciones culturales y políticas, un amplio apego a la superstición, regímenes autoritaristas y demás procesos locales se combinaron con las vanguardias europeas, el psicoanálisis y las principales inquietudes del mundo entero sobre los problemas humanos y existenciales, ofreciendo a la pluma latinoamericana un escenario ideal para impulsar el Realismo Mágico en la lieteratura, convirtiéndolo en una senda hacia la consolidación de una identidad regional. El realismo mágico es la respuesta latino americana a la literatura fantástica de mediados del siglo XX.. Se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la de suscitar emociones sino mas bien expresarlas y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad. El realismo mágico refleja a través de su fantasía toda una serie de supersticiones, creencias populares y religiosas que son propias del sentir latinoamericano. Pese a encontrarse en algunos novelistas europeos, este género es propio de la literatura de América Latina, prosperando durante la década del sesenta y parte del setenta y provocando lo que se denominó el 'boom' de la novela latinoamericana; conviviendo con una etapa histórica donde las dictaduras confrontaban con una cultura que buscaba apartarse del autoritarismo y exiliarse de la persecusión. En medio de este proceso la crítica conoce nuevos nombres: Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Miguel Angel Asturias y Juan Rulfo destacan entre otros. Años después, en la década de los 60 hacen aparición escritores como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, que consolidan la literatura latinoamericana en el ámbito cultural mundial. Obras representativas: Cien Años de Soledad, Gabriel García Márquez. El reino de este mundo, Alejo Carpentier. El hombre de maíz, Miguel Ángel Asturias. La casa de los espíritus, Isabel Allende. La fiesta del chivo, Mario Vargas Llosa. Aspectos resaltantes del Realismo Mágico Los siguientes elementos estan presentes en muchas novelas del realismo mágico, pero no necesariamente todos se presentan en las novelas y también otras obras pertenecientes a otros géneros pueden presentar una que otra caracteritica similar. • Contenido de elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los personajes como parte de la "normalidad". • Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero nunca explicados. • Presencia de lo sensorial como parte de la percepción de la realidad. • El tiempo es percibido como cíclico, no como lineal, según tradiciones disociadas de la racionalidad moderna. • Se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al pasado. • Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias "sobrenaturales" o "fantásticas". • Preocupación estilística, partícipe de una visión "estética" de la vida que no excluye la experiencia de lo real/social. Características • Temas Dentro del realismo mágico podríamos encontrar también elementos de auto-reconocimiento de los escritores latinoamericanos, la búsqueda y justificación de si mismos y identidad latinoamericana fuera del contexto europeo. La temática se extrae de tres aspectos fundamentales americanos: Diversidad de épocas históricas. Esencia cultural del mestizaje. Lo prehispánico en sus valores mitológicos. • Espacio Mínimo y vital. Dinamiza y activa el contenido de las acciones. Atmósfera interiorizada
  • 9. Literatura latinoamericana Boom latinoamericano "Boom" La nueva Literatura Latinoamericana A partir de 1960 ocurre en las letras hispánicas un fenómeno inusitado: la aparición de un grupo numeroso de escritores jóvenes, narradores y novelistas. Algunos de ellos fueron críticos literarios y escritores, los cuales hacían las esplicaciones, valorizaciones y críticas de las obras de sus compañeros. Otro dato que anotar fue la gran cantidad de lectores que surgió en esa época, quienes leían con avidez las novelas de éstos escritores. Este "boom" es conocido como la Nueva Literatura Latinoamericana. A partir de este lapso la "nueva novela" toma un papel importante tanto para América como para Europa. Esta literatura presenta algunas características: la desintegración de las formas tradicionales de la novela, debido a que con esta nueva novela se tratan nuevas técnicas y el lector se convierte en un "lector cómplice" y dejará de ser aquel lector pasivo de antes La simultaneidad del lenguaje, aquí el autor utilizará un lenguaje variado de podría hacer denotar las distintas clases sociales, diversidad de lugares y regiones que a la vez que son diferentes su lenguaje también, ya no se utilizará en exceso aquel lenguaje directo, literario. El argumento de la novela es borrado por el lenguaje de personajes y narradores, que serán ahora "hablantes" simultáneos. La novela como ficción total; en esta parte ocurre una ruptura con la realidad circunstancial, los nuevos escritores emprenden la ruta hacia la imaginación creadora y el realismo mágico con la invención de lugares, nombres y personajes. Un gran ejemplo sería "Cien Años de Soledad", sin embargo a partir de Mario Vargas LLosa, Gabriel García Márquez entre otros la novela se convierte en un territorio imaginativo que totaliza la realidad en todos los planos. Se conoce como Boom latinoamericano o como promoción del Realismo mágico a una serie de escritores de la segunda mitad del siglo XX habitualmente promocionados desde Barcelona por la editorial Seix-Barral y que actualmente constituyen lo más valioso de la literatura escrita en castellano. El boom latinoamericano se desarrolló y desarrolla en diferentes fases. Entre los más destacados autores de la primera figuran los argentinos Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Ernesto Sábato y Adolfo Bioy Casares; los colombianos Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis, los mexicanos Octavio Paz, Juan Rulfo y Carlos Fuentes; los cubanos Alejo Carpentier, José Lezama Lima y Guillermo Cabrera Infante; los peruanos Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce Echenique; los uruguayos Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti; los chilenos José Donoso y Jorge Edwards; el paraguayo Augusto Roa Bastos y el venezolano Arturo Úslar Pietri Alejo Carpentier (Cuba, 1904-1980) Novelista, ensayista y musicólogo cubano, que influyó notablemente en el desarrollo de la literatura latinoamericana, en particular a través de su estilo de escritura, que incorpora todas las dimensiones de la imaginación -sueños, mitos, magia y religión- en su idea de la realidad. Nació en La Habana el 26 de diciembre de 1904, hijo de un arquitecto francés y de una cubana de refinada educación. Estudió los primeros años en La Habana y a la edad de doce años, como la familia se trasladó a París durante unos años, asistió al liceo de Jeanson de Sailly, y se inició en los estudios musicales con su madre, desarrollando una intensa vocación musical. Ya de regreso a Cuba comenzó a estudiar arquitectura, pero no acabó la carrera. Empezó a trabajar como periodista y a participar en movimientos políticos izquierdistas. Fue encarcelado y a su salida se exilió en Francia. Volvió a Cuba donde trabajó en la radio y llevó a cabo importantes investigaciones sobre la música popular cubana. Viajó por México y Haití donde se interesó por las revueltas de los esclavos del siglo XVIII. Marchó a vivir a Caracas en 1945 y no volvió a Cuba hasta 1959, año en el que se produjo el triunfo de la Revolución castrista. Desempeñó diversos cargos diplomáticos para el gobierno revolucionario, murió en 1980 en París, donde era embajador de Cuba. Carpentier recibió la influencia directa del surrealismo, y escribió para la revista Révolution surréaliste, por encargo expreso del poeta y crítico literario francés André Breton. Sin embargo, mantuvo una posición crítica respecto a la poco reflexiva aplicación de las teorías del surrealismo e intentó incorporar a toda su obra la 'maravilla', una forma de ver la realidad que, mantenía, era propia y exclusiva de América. Entre sus novelas cabe citar El reino de este mundo (1949), escrita tras un viaje a Haití, centrada en la revolución haitiana y el tirano del siglo XIX Henri Christophe, y Los pasos perdidos (1953), el diario ficticio de un músico cubano en el Amazonas, que trata de definir la relación real entre España y América siguiendo la conquista española. Se considera que es su obra maestra, un intento de llevar a cabo su idea de construir una novela que llegue más allá de la narración, que no sólo exprese su época sino que la interprete. Guerra del tiempo (1958) se centra en la violencia y en la naturaleza represiva del gobierno cubano durante la década de 1950. En 1962 publicó El siglo de las luces, en la que narra la vida de tres personajes arrastrados por el vendaval de la Revolución Francesa. Más que una novela histórica, o una novela de ideas es, en la interpretación de algunos críticos, una cabal novela filosófica. Concierto Barroco (1974) es una novela en la que expone sus visiones acerca de la mezcla de culturas en Hispanoamérica. Finalmente El recurso del método (1974) y La consagración de la primavera (1978), obras complementarias y difíciles; la primera ha solido -considerarse como la historia de la destrucción de un mundo-, la caída del mito del hombre de orden, mientras que la segunda representa la larga crónica del triunfo en Cuba de un nuevo mito, que Carpentier trata de explicar desde su imposible papel de espectador: el autor trata de explicar el inconciliable desajuste entre el tiempo del hombre y el tiempo de la historia. A pesar de su corta producción narrativa, Carpentier está considerado como uno de los grandes escritores del siglo XX. El fue el primer escritor latinoamericano que afirmó que Hispanoamérica era el barroco americano abriendo una vía literaria imaginativa y fantástica pero basado en la realidad americana, su historia y mitos. Su lenguaje rico, colorista y majestuoso está influido por los escritores españoles del siglo de Oro y crea unos ambientes universales donde no le
  • 10. interesan los personajes concretos, ni profundizar en la psicología individual de sus personajes, sino que crea arquetipos -el villano, la víctima, el liberador- de una época. Lydia Cabrera ( 1900 - 1991 ) Es la persona que mejor ha descrito las creencias y prácticas de las religiones africanas traídas a Cuba por los negros esclavos. En la isla la religión más aceptada por la sociedad siempre ha sido el catolicismo pero son las religiones africanas las dueñas de la devoción. Debido a su falta de aceptación y considerarse creencias inapropiadas, por mucho tiempo se clasificaron de ocultismo y por tanto tabú. Lydia Cabrera las trajo a la luz, las presentó como son, terminando con la incredulidad. Entre sus libros encontramos algunos de cuentos. Leyendas de la sociedad negra en Cuba pasadas de padrinos a ahijados de gran valor cultural y religioso. Uno de sus libros El Monte es considerado La Biblia por muchos creyentes. Nacida en Nueva York, sus padres regresaron a Cuba cuando aun era pequeña. Desde los catorce años ya se publicaba en los periódicos de La Habana bajo el seudónimo de Nena. Durante su juventud vivió un tiempo en París. Colaboró en muchas publicaciones cubanas y francesas. De los escritores contemporáneos cubanos, posiblemente Lydia Cabrera sea la más aclamada y reconocida por el público. Con respecto a estudios en la cultura Afrocubana, Lydia Cabrera, es la última palabra. Mario Vargas Llosa (Perú, 1936) Escritor peruano, considerado uno de los más grandes novelistas hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX, al lado de Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. Es básicamente un realista, y a veces un regionalista, cuyas obras reflejan la convulsa realidad social peruana (y en algún caso, latinoamericana), sacudida por conflictos de tipo racial, sexual, moral y político. Su representación artística de esa problemática no es, sin embargo, mimética o naturalista, sino que incorpora las técnicas narrativas más innovadoras de la novela contemporánea (multiplicidad de focos narrativos, montaje de planos espacio-temporales, efectos expresionistas, monólogo interior). Es, por la fecundidad, riqueza y hondura de su obra creadora y por su continua presencia en el debate sobre asuntos relativos a libertad, violencia, censura y justicia, una de las personalidades intelectuales más activas e influyentes de la actualidad. Ha sido traducido a numerosísimas lenguas y ha ganado los mayores premios literarios internacionales, entre ellos el Premio Cervantes. En 1995, fue elegido académico de número de la Real Academia Española. Nació en Arequipa y estudió en ese lugar, Bolivia, Piura y Lima. En 1959 viajó a París y luego a Madrid, donde estudió y publicó su primer libro, Los jefes, una colección de cuentos. Pasó un largo tiempo en exilio voluntario, primero en París, después en Barcelona y finalmente en Londres, donde reside actualmente; entre 1974 y 1990 vivió en su país. Recientemente, adoptó la ciudadanía española. Alcanzó la fama por primera vez al ganar el importante Premio Biblioteca Breve, de Barcelona, con su novela La ciudad y los perros (1963), que es una de las expresiones más características de ese momento de renovación en la novelística hispanoamericana que se conoce como "el boom", del cual era el representante más joven. La novela reelabora sus experiencias en el colegio militar Leoncio Prado, con imágenes de gran violencia, tensión dramática y cuestionamiento moral sobre autenticidad, responsabilidad y heroísmo. La destreza técnica y el virtuosismo de su lenguaje narrativo son todavía mayores en las dos siguientes novelas: La casa verde (1966), que aprovecha memorias de sus años en Piura para componer un gran mural de acción y degradación sexual; y Conversación en la Catedral (1969), que transcurre durante los oscuros años de la dictadura de Manuel A. Odría (1948- 1956) intentando un vasto análisis de los círculos del poder, el mundillo del periodismo amarillo y los cabarés de mala muerte. En 1967 publicó su notable relato Los cachorros. La rigurosa objetividad y la indeclinable tensión con las que plantea sus conflictos, cede un poco en la segunda etapa de su producción novelística, que se distingue por toques de humor grotesco, como en Pantaleón y las visitadoras (1973), o por retratarse a sí mismo en su relato, como en La tía Julia y el escribidor (1977), en la que narra episodios de su primer matrimonio y sus comienzos literarios. La guerra del fin del mundo (1981) es una vuelta al estilo de composición épica de su primera etapa y una rara incursión en el mundo sociopolítico del Brasil de fines del siglo XIX, siguiendo el modelo de gran reportaje establecido por Euclides da Cunha. En la última porción de su obra narrativa, se entremezclan las novelas cuyo tema es esencialmente político Historia de Mayta (1984), Lituma en los Andes (1993), ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986) o erótico Elogio de la madrastra (1988). El hablador (1987) señala un retorno al mundo de la selva, uno de sus ambientes favoritos, para contar una historia sobre identidades culturales y diferencias antropológicas. Una importante porción de su obra ensayística puede leerse en Contra viento y marea (1983-1990). Sus memorias tituladas El pez en el agua (1993) ofrecen un apasionante y minucioso recuento de su experiencia como frustrado candidato presidencial en las elecciones peruanas de 1990. Ha escrito además libros de crítica literaria, obras teatrales e incontables páginas periodísticas en diversos lugares del mundo. Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974) Autor, diplomático y premio Nobel guatemalteco, nacido en Ciudad de Guatemala. Estudió Derecho en universidades de su país y Antropología en la Sorbona de París, ciudad en la que recibió la influencia del poeta surrealista francés André Breton. En 1942 fue elegido diputado en su país y, a partir de 1946, fue embajador en México, Argentina y El Salvador, hasta que, en 1954, se exilió de Guatemala. Posteriormente, fue embajador en Francia, entre 1966 y 1970. Sus poemas y novelas, de contenido fuertemente antiimperialista, le valieron el Premio Lenin de la Paz en 1966 y el Premio Nobel de Literatura en 1967. La muerte le sobrevino, tras una penosa enfermedad, en 1974, cuando se encontraba en Madrid (España). En su obra, al igual que en la del escritor cubano Alejo Carpentier, el mito se hace presente, pero a diferencia del cubano, organiza sus novelas en torno a los mitos precolombinos. Su primera obra Leyendas de Guatemala (1930) es una colección de cuentos y leyendas mayas. La novela que le ha dado fama internacional es El señor Presidente (1946) en la que traza el retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica pero siguiendo una estructura regida por la lucha entre las fuerzas de la luz (el Bien, el pueblo) y las fuerzas de las tinieblas (el Mal, el dictador) según los mitos
  • 11. latinoamericanos. Es también un libro de protesta militante: la descripción de un régimen dictatorial en términos de terror, maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios que integran la trama predominan el miedo y la crueldad. Este tema mítico vuelve a aparecer en Hombres de maíz (1949) aunque ahora la luz está representada por los indígenas y las tinieblas por los hombres de maíz, los colonizadores que llegan a explotar las tierras de los campesinos en beneficio propio. En esta obra, Asturias logra hermanar armoniosamente lo mítico-maravilloso con la dura realidad de la vida indígena. Después escribió novelas y relatos entre las que destaca la trilogía formada por Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Otras novelas son Mulata de tal (1963), Malandrón (1969) y Viernes de Dolores (1972). Su producción teatral es poco conocida y trata más o menos los mismos temas, como Chantaje o Dique seco ambas de 1964. Su novela Viento fuerte fue citada en el discurso de entrega del Premio Nobel, que le fue concedido por sus coloridos escritos profundamente arraigados en la individualidad nacional y en las tradiciones indígenas de América. Isabel Allende (Chile, 1942) Novelista y periodista chilena nacida en Lima, Perú, donde su padre se encontraba destinado como diplomático. Asistió a diversos colegios privados y viajó por varios países antes de regresar a Santiago de Chile para concluir sus estudios y trabajar en la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), organismo de las Naciones Unidas. Posteriormente trabajó como periodista, escribió artículos sobre temas sumamente polémicos y también hizo cine y televisión. Allende se exilió en 1973 y buscó refugio en Caracas, Venezuela, cuando su tío Salvador Allende, presidente de Chile, murió durante el golpe militar encabezado por el General Augusto Pinochet Ugarte. En el exilio escribió su primera novela La casa de los espíritus (1982), una crónica familiar ambientada en el torbellino de cambios políticos y económicos acontecidos en Latinoamérica. La novela fue bien acogida por la crítica, que vio en ella ciertos elementos propios del realismo mágico. Esta novela fue llevada al cine por el director danés Bille August. Allende continuó su exploración sobre cuestiones personales y políticas en sus dos siguientes novelas De amor y de sombra (1984) y Eva Luna (1987), y en la colección Cuentos de Eva Luna (1992). Ha sido una de las primeras novelistas latinoamericanas que ha alcanzado fama y reconocimiento a escala mundial. Su exilio concluyó en 1988 cuando los chilenos derrotaron en las urnas al dictador Pinochet y eligieron un presidente democrático. En 1995 publicó Paula, un libro de recuerdos dedicado a su hija. Gabriel García Márquez (Colombia, 1928) Escritor, periodista y premio Nobel colombiano. Nació en Aracataca y se formó inicialmente en el terreno del periodismo. Fue redactor de El Universal, un periódico de Cartagena de Indias durante 1946, de El Heraldo en Barranquilla entre 1948 y 1952, y de El Espectador en Bogotá a partir de 1952. Entre 1959 y 1961, trabajó para la agencia cubana de noticias, La Prensa, en su país, en la Habana y en Nueva York. Debido a sus ideas políticas izquierdistas, se enfrentó con el dictador Laureano Gómez y con su sucesor, el general Gustavo Rojas Pinilla, y hubo de pasar las décadas de 1960 y 1970 en un exilio voluntario en México y España. Sus novelas más conocidas son Cien años de soledad (1967), que narra en tono épico la historia de una familia colombiana, y en la cual se pueden rastrear las influencias estilísticas del novelista estadounidense William Faulkner, y El otoño del patriarca (1975), en torno al poder y la corrupción políticos. Crónica de una muerte anunciada (1981) es la historia de un asesinato en una pequeña ciudad latinoamericana, mientras que El amor en los tiempos del cólera (1985) es una historia de amor que se desarrolla también en Latinoamérica. El general en su laberinto (1989), por otro lado, es una narración ficticia de los últimos días del revolucionario y hombre de estado Simón Bolívar. También es autor de varios libros de cuentos como La increíble y triste historia de Eréndira y de su abuela la desalmada (1972) o Doce cuentos peregrinos (1992). García Márquez ha despertado admiración en numerosos países occidentales por la personalísima mezcla de realidad y fantasía que lleva a cabo en sus obras narrativas, situadas siempre en Macondo, una imaginaria ciudad de su país. Su última obra publicada, Noticia de un secuestro (1996), es un reportaje novelado sobre el narcoterrorismo colombiano. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982 y fue formalmente invitado por el gobierno colombiano a regresar a su país, donde ejerció de intermediario entre el gobierno y la guerrilla a comienzos de la década de los ochenta. Pablo Neruda (Chile, 1904-1973) Poeta chileno, considerado uno de los más importantes del siglo XX. Hijo de un ferroviario, y huérfano de madre cuando solo había vivido un mes, escribía poesía desde muy joven (el seudónimo comenzó a usarlo cuando apenas tenía dieciséis años). Gabriela Mistral lo inició en el conocimiento de los novelistas rusos, que el poeta admiró toda su vida. Estudió para convertirse en profesor de francés, sin llegar a lograrlo. Su primer libro, cuyos gastos de publicación sufragó él mismo con la colaboración de amigos, fue Crepusculario (1923). Al año siguiente, su Veinte poemas de amor y una canción desesperada se convirtió en un éxito de ventas (ha superado el millón de ejemplares), y lo situó como uno de los poetas más destacados de Latinoamérica. Entre las numerosas obras que le siguieron destacan Residencia en la tierra (1933), que contiene poemas impregnados de trágica desesperación ante la visión de la existencia del hombre en un mundo que se destruye, y Canto general (1950), un poema épico-social en el que retrata a Latinoamérica desde sus orígenes precolombinos. La obra fue ilustrada por los famosos pintores mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Como obra póstuma se publicaron, en el mismo año de su fallecimiento, sus memorias, con el nombre de Confieso que he vivido. Poeta enormemente imaginativo, Neruda fue simbolista en sus comienzos, para unirse posteriormente al surrealismo y derivar, finalmente, hacia el realismo, sustituyendo la estructura tradicional de la poesía por unas formas expresivas más asequibles. Su influencia sobre los poetas de habla hispana ha sido incalculable y su reputación internacional supera los límites de la lengua. En reconocimiento a su valor literario, Neruda fue incorporado al cuerpo consular chileno y, entre 1927 y 1944, representó a su país en ciudades de Asia, Latinoamérica y España. De ideas políticas izquierdistas, fue miembro del Partido Comunista chileno y senador entre 1945 y 1948. En el año 1970 fue designado candidato a la presidencia de Chile por su partido y, entre 1970 y 1972, fue embajador en Francia. En 1971
  • 12. recibió el Premio Nobel de Literatura y el Premio Lenin de la Paz. Antes había obtenido el Premio Nacional de Literatura (1945).