2. La
elección
del ungido
“ENVIÓ, PUES, POR ÉL, Y LE HIZO ENTRAR; Y ERA RUBIO, HERMOSO DE
OJOS, Y DE BUEN PARECER. ENTONCES JEHOVÁ DIJO: LEVÁNTATE Y
ÚNGELO, PORQUE ÉSTE ES. Y SAMUEL TOMÓ EL CUERNO DEL ACEITE, Y LO
UNGIÓ EN MEDIO DE SUS HERMANOS; Y DESDE AQUEL DÍA EN ADELANTE
EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ VINO SOBRE DAVID. SE LEVANTÓ LUEGO SAMUEL,
Y SE VOLVIÓ A RAMÁ” (1 S. 16:12–13).
3. Jehová habló a Samuel su profeta y lo
hizo con pregunta y respuesta
#.1 hablo Jehova ?
Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl,
habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel?
Llena tu cuerno de aceite,
(1 Sm 16.1).
La voluntad de Dios para con los
creyentes muchas veces es pregunta y
es respuesta
#.2 La voluntad de Dios fue directa, pero no
específica a Samuel:
“Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de
Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey” (1
S. 16:1).
A Samuel le llegó palabra de revelación en
cuanto al lugar y a la familia, pero no al
ungido. Dios le manifestó su voluntad
progresiva. Entender la voluntad
progresiva de Dios exige obediencia,
tiempo y paciencia. Se necesita saber
esperar en Él.
4. I. El tiempo de la elección del ungido
#.2 El ungido debe ser seleccionado y elegido de un
ambiente de santidad y adoración. El ungido debe ser
una persona santa y que adora al Dios Todopoderoso.
No es tanto dónde se adora, sino cómo se adora (Jn.
4:23–24).
#.1 Notemos que Samuel santificó a Isaí y a sus hijos y los
convocó al sacrificio (1,Samuel 16:5). Pero en esa ceremonia
de consagración y en ese sacrificio de adoración faltaba
David. Él ya estaba santificado por Dios mismo y era un
adorador individual del Eterno.
#.3 El ungido aunque está en el campo del mundo, no es del
mundo. Le pertenece a Dios (Jn. 15:19; 17:24; Gá. 6:14). El
mundo no afecta al ungido que está en una buena relación
con Dios; es el ungido quien afecta al mundo. La presencia de
Jesucristo en el creyente es la que destaca a él o ella ante el
mundo.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad;
porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren
(Jn 4.23;24)
Si fuerais del mundo, el mundo amaría
lo suyo; pero porque no sois del mundo,
antes yo os elegí del mundo, por eso el
mundo os aborrece.
(Jn 15.19).
Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la
cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el
mundo me es crucificado a mí, y yo al
mundo.(Gl 6.14).
5. II. La obediencia en la elección del ungido
Samuel miraba lo que estaba afuera, veía en el balcón; “pero Jehová mira el corazón”, ve la sala y las
habitaciones. Nadie podrá ser el ungido de Dios si verdaderamente no le ha entregado su corazón (figura
de la mente y asiento de las emociones) a Dios. Abinadad, Sama y sus otros cinco hermanos tenían todo,
menos el corazón que Dios buscaba.
Samuel no se dio por vencido y le preguntó a Isaí: “¿Son éstos todos tus hijos?” (16:11). A lo
que Isaí respondió: “Queda aún el menor, que apacienta las ovejas” (16:11). Samuel entonces
decidió no comer hasta que llegara el que faltaba.
En 1 Samuel 16:12 leemos: “Envió, pues, por él, y le hizo entrar”. Aquí notamos el espíritu
de obediencia en David: “envió, pues, por él”. Luego su espíritu de humildad: “y le hizo
entrar”. David se sometió a la autoridad espiritual de su padre Isaí. El que tiene
problemas con estar bajo autoridad, le será difícil estar en autoridad. El sometimiento a
la autoridad tiene que salir del corazón y no de la mente. La mente sin corazón produce
carnalidad, pero con el corazón produce espiritualidad.
6. III. La confirmación en la elección del ungido
La apariencia de David se describe así: “y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer” (1 S. 16:12). La
mirada y la apariencia de David son señaladas; físicamente describían al ungido David, pero
espiritualmente señalan dos cualidades que deben tener los ungidos.
#.1 La visión del ungido llama la atención de los demás. No mira como los demás y ve
más allá que los demás. El visionario mira las cosas como las ve Dios.
#.2 El ungido se distingue por su “buen parecer”. Espiritualmente este “buen
parecer” habla de una vida transformada. Personas cambiadas por el poder
transformador de Jesús de Nazaret, serán las que cambiarán familias, ciudades y
naciones. Un estilo de vida diferente es la más poderosa predicación que
cualquiera puede ministrar
7. Conclusión
(1) El que desea ser elegido como ungido para Dios, tiene
que ser paciente y esperar el tiempo de Dios.
(2) Tiene que ser obediente a los que Dios le ha
puesto como autoridades espiritual.
(3) Debe poseer una visión de Dios y un estilo de vida
que muestre a un Dios que cambia