Qué el Espíritu nos encuentre despiertos, esperando con María...

1. Esperando con María

2. El Señor ha estado grande,
a Jesús resucitó;

3. con María, sus hermanos
entendieron qué pasó.

4. Como el viento que da vida,
el Espíritu sopló

5. y aquella fe incierta
en firmeza se cambió.

6. Gloria al Señor, es nuestra esperanza,
y con María se hace vida su palabra;

7. gloria al Señor, porque en el silencio
guardó la fe sencilla y grande con amor.

8. Pues sus ojos se abrieron
y también su corazón;

9. la tristeza fue alegría,
fue su gozo el dolor.

10. Esperando con María
se llenaron del Señor

11. porque Dios está presente
si está limpio el corazón.

12. Gloria al Señor, es nuestra esperanza,
y con María se hace vida su palabra;

13. gloria al Señor, porque en el silencio
guardó la fe sencilla y grande con amor.

14. Nuestro tiempo
es tiempo nuevo
cada vez que sale el sol

15. y escuchamos su palabra,
fuerza viva de su amor,

16. que disipa las tinieblas
y aleja del temor.

17. Se hacen fuertes nuestras manos
con la Madre del Señor.

18. Gloria al Señor, es nuestra esperanza,
y con María se hace vida su palabra;

19. gloria al Señor, porque en el silencio
guardó la fe sencilla y grande con amor.

20. Gloria al Señor, es nuestra esperanza,
porque en el silencio
guardó la fe sencilla y grande con amor.
y con María se hace vida su palabra;

21. Esperando con María (KAIROI)
Pues sus ojos se abrieron
y también su corazón;
El Señor ha estado grande,
la tristeza fue alegría,
a Jesús resucitó;
fue su gozo el dolor.
con María, sus hermanos
entendieron qué pasó.
Esperando con María
se llenaron del Señor
Como el viento que da vida,
porque Dios está presente
el Espíritu sopló
si está limpio el corazón.
y aquella fe incierta
en firmeza se cambió.
Nuestro tiempo es tiempo nuevo
cada vez que sale el sol
Gloria al Señor, es nuestra esperanza,
y escuchamos su palabra,
y con María se hace vida su palabra;
fuerza viva de su amor,
gloria al Señor, porque en el silencio
guardó la fe sencilla y grande con amor.
que disipa las tinieblas
y aleja del temor.
Se hacen fuertes nuestras manos
con la Madre del Señor.