1. Ejercicio de Sistematización
Carmelo Urso
Proyecto: “Grandes historias en pocas palabras”: proyecto de promoción de
lectura y escritura para el personal de la gerencia de Comunicaciones y
Relaciones Públicas de PDVSA La Estancia, sede Caracas.
Primera parte: Contextualización
Institución: PDVSA La Estancia
Actividad: Primera sesión del taller “Grandes historias en pocas
palabras”
Fecha y horario: 6 de junio de 2012 3:00PM a 5:00PM
Participantes: Ocho (8) participantes: cinco (5) analistas de
comunicaciones y tres (3) pasantes de periodismo.
Instructor: Carmelo Urso
Nos habría gustado dictar este taller, como teníamos pensado en un principio, en
el Gazebo de la sede principal de PDVSA La Estancia, en medio de los verdes
jardines que enaltecen a ese Monumento Histórico Nacional ubicado en la
Urbanización La Floresta del Este de Caracas. No siendo posible esto por razones
logísticas, procedimos a realizarlo en el Salón Ejecutivo de Reuniones de la sede
de PDVSA La Estancia ubicada en el piso 23 del Centro Empresarial Sabana
Grande, donde funciona la Gerencia de Revalorización Patrimonial del brazo
social y cultural de la industria petrolera.
Desde el punto de vista material, la sala es excelente. Dispone de proyector,
computadora, pizarra, aire acondicionado, idónea iluminación y un muy cómodo
mobiliario. Además, se halla estratégicamente apartada del resto de las oficinas,
por lo que tanto el instructor como los participantes disfrutaron de un ambiente
sosegado y silencioso para llevar a cabo sus actividades.
Adicionalmente, el personal de la Gerencia de Servicio Logístico facilitó 8 botellitas
de agua mineral y un termo de café para beneplácito de los concurrentes.
2. Primera sesión del taller: introducción al haiku.
Teníamos prevista la asistencia de diez (10) personas a esta primera sesión del
taller, pero dos (2) ellas faltaron por pautas de trabajo relativas a la cotidianidad de
la empresa. Esta situación es común es la actividades de formación de la
institución: suele suceder que si el personal se encuentra en un curso o taller y, de
pronto, surge una eventualidad a la que se le da carácter de urgencia, el empleado
o empleada se ve obligado a abandonarlo para atender dicha contingencia. Es la
desventaja de plantear una actividad de este tipo en medio de un exigente clima
de trabajo.
En todo caso, estuvieron presentes Ingrid Rivas (analista de comunicaciones),
Ysabel Carrión (analista de comunicaciones), Juan Carlos García (analista de
comunicaciones), Rodrigo Rísquez (analista de comunicación audiovisual),
Alejandro Hernández (analista de comunicación audiovisual), Julio Andrés García
(pasante), Sol García (pasante) y Alejandro Criollo (pasante). Los tres pasantes
cursan estudios de comunicación social en la Universidad Bolivariana de
Venezuela (UBV), núcleo Los Chaguaramos.
Hernández y Rísquez no salen en las fotos pues, respectivamente, estaban a
cargo de la cámara fotográfica y la de vídeo.
3. La presentación fue bastante informal y distendida ya que todos somos
compañeros y compañeras de labores, por lo cual pasamos sin mucha dilación al
comienzo de la sesión.
Comencé preguntando si alguien sabía qué era el haiku. Hernández y Rísquez,
que tenían algún conocimiento del tema, expresaron algunos conceptos. Tras su
intervención procedí a efectuar una exposición del tema valiéndome del equipo de
videobeam del cual disponíamos en la sala. Esta exposición se extendió durante
unos quince minutos, con unas diez diapositivas presentadas en formato de power
point. Definí qué era el haiku, efectué una somera contextualización histórica,
señalé algunos referentes importantes (Matsuo Basho y Kobayashi Issa) y leí
algunos haikus en voz alta.
Posteriormente, leí en voz alta el siguiente texto de mi autoría:
HAIKU: EL DIVERSO (Y DIVERTIDO) ARTE DE LA BREVEDAD
Carmelo Urso
El haiku es una forma poética brevísima que tuvo su origen en Japón hacia
el siglo VII de nuestra Era. En sus primeros tiempos, tenía carácter cómico: según
4. algunos cronistas, la palabra haiku deriva del vocablo chino haika –que
literalmente significaría “algo divertido”. Los occidentales solemos relacionar la
poesía con lacrimosas declaraciones de amor y largas solemnidades épicas; en
Oriente, en cambio, las verdades más solemnes suelen expresarse con una
mezcla de irónica concisión, exquisita levedad y serena sabiduría.
No detallaré aquí la extensa genealogía del haiku. Simplemente, señalaré
algunos puntos útiles para practicar este ameno género poético. En la escritura
actual es importantísimo dominar el arte de la brevedad. Al lector de hoy,
habituado a un vertiginoso ritmo de vida, le abruman los textos sobrecargados.
Además, las herramientas contemporáneas de comunicación nos exigen ser
rápidos, eficaces, concisos: por eso, no es de extrañar que los slogans
publicitarios, los mensajes de texto (sms) y los tweets de 140 caracteres sean, de
algún modo, sucesores del milenario haiku.
Empecemos con su estructura; en el haiku clásico suele ser rígida; un
poema consta de tres versos: el primero de cinco sílabas; el segundo de siete; el
tercero de cinco. Este trío de versos nunca constituye una frase corrida: una pausa
sintáctica, denominada kire, divide el poema en dos imágenes contrastantes. La
rima, máxima aspiración de ciertas formas poéticas occidentales, está
deliberadamente prohibida en el haiku.
Veamos un ejemplo:
Un año atrás,
Los tocones del bosque
Árboles eran.
Carmelo Urso
Este texto está dividido en tres versos que cumplen –
con rigor- la estructura silábica de 5-7-5. El kire está marcado por la coma del
primer verso. Hay dos imágenes contrastantes: la de los tocones actuales y la de
los árboles que alguna vez fueron. Ambas imágenes –o mejor, ambas realidades-
están separadas por un año de distancia. No incluí metáforas ni adorné con
adjetivos las escuetas palabras del texto: sin embargo, éstas (apenas nueve)
5. relatan una anécdota que la imaginación podría alimentar –¿es acaso la historia
de una tala, de una quema, de un deslave?
Otro ejemplo:
Sopor de siesta.
Ordeña mi bostezo
Tibias lágrimas.
Carmelo Urso
Al contar las sílabas de cada verso,
constatamos el patrón 5-7-5. La pausa sintáctica está determinada por el punto del
primer verso. Las lágrimas, usual símbolo de llanto, aquí en cambio representan
esa plácida pereza que experimentamos al comenzar o concluir una siesta. Esta
imagen contrasta con la del enorme bostezo del poeta –sólo un bostezo muy
grande es capaz de arrancarnos lágrimas. Un escritor del Japón medieval no
habría tolerado la frase “ordeña mi bostezo”, pues en el haiku clásico están
prohibidas las metáforas. Este poema aspira a lograr cierta forma de humor –pero
no sé hasta qué punto la consigue.
La recomendación para la persona que se inicia en el arte de redactar
haiku, es cumplir con estas reglas iniciales: seguir el esquema de tres versos;
respetar el número de sílabas; destacar la pausa sintáctica con un punto o coma; y
contrastar, de manera clara, dos imágenes que relaten una historia o una situación
sencilla –de preferencia en tiempo presente.
La escritora norteamericana Jane Reichhold recopiló, hace algunos años, la
bicoca de 65 normas que, en diversos momentos de la historia, han servido para
reglamentar la escritura del haiku. Muchas de esas pautas se contradicen; es
curioso que el género poético más breve del mundo sea el que está regido por el
mayor número de reglas; durante tres años, escribí haiku ortodoxo, siguiendo ese
farragoso código; hoy en día, salvo la regla de los tres versos, incumplo de
manera metódica todas las demás: sin embargo, el aprendizaje que adquirí bajo el
6. duro tutelaje de las reglas del haiku me sirvió no sólo para depurar y mejorar mi
escritura, sino para templar capitales aspectos de mi carácter y de mi Alma.
Tras terminar la lectura de este texto, comenzamos una dinámica de preguntas y
respuestas, o más bien, de distendida conversación. A algunos, los haikus les
producían asombro, a otros risa. Ingrid Rivas manifestó que nunca había pensado
que un poema pudiera ser tan corto. Ysabel Carrión pidió que le explicara lo
relativo al contaje de sílabas por verso y la estructura 5-7-5. Alejandro Criollo
preguntó de qué maneras podía marcarse el kire o pausa sintáctica. Este
intercambio de ideas duró unos diez minutos.
Posteriormente, saqué el volumen encuadernado “Sólo50, Antología de
Microliteratura 2010-2012”, el cual recoge, en unas 250 páginas, una selección de
textos breves publicados en la página web http://solo50.wordpress.com/, la cual
administro desde hace tres años. De seguida, indiqué a cada uno de los talleristas
que leyera en voz alta de tres a cinco haikus.
La idea de esta estrategia es la siguiente: al principio de la sesión leí textos de los
grandes clásicos del haiku, los cuales suelen explicitar temas relacionados con la
naturaleza y el Japón medieval. Al leer haikus contemporáneos, hechos en su
mayoría por venezolanos y venezolanas muy jóvenes, los talleristas comprenden
que este género poético no es un arte exclusivo reservado para alguien que tenga
conocimientos eruditos, sino que está diseñado para propiciar un momento de
reflexión en cualquier persona, sin importar su condición o edad.
7. A medida que cada uno de nosotros iba leyendo, surgían comentarios
espontáneos, risas o reflexiones, según el tenor o la temática del poema leído.
Tras dos rondas de lectura, indiqué a los talleristas que había llegado la hora de
escribir. Les di 40 minutos para hacerlo. Les pedí que escribieran un mínimo de
tres haikus con la estructura 5-7-5. Los talleristas negociaron y pidieron un poco
más de flexibilidad en el conteo de sílabas. Yo accedí.
Cuando comienza esta dinámica suelo salir del salón, pues no me gusta que los
talleristas se sientan vigilados por el ojo del facilitador. Los dejo escribiendo a
voluntad para que, incluso, se ayuden unos a otros.
8. Insisto en que efectúen el ejercicio a mano, en bolígrafo o lápiz, para que realicen
una escritura orgánica, intuitiva, íntima, sin la mediación de aparatos electrónicos.
9. Cuando faltaban cinco minutos, regresé a la sala. A excepción de una persona
(que escribió dos haikus), los demás escribieron tres o más. Cumplido el tiempo,
cada quien procedió a la lectura de su material. Este recital siempre me emociona,
porque la gente, de pronto descubre que teniendo un método y unas reglas
sencillas… ¡cualquiera puede canalizar su talento, su sensibilidad o su sabiduría
interna para escribir un poema! Fueron tratados diversos temas: la maternidad, el
sexo, la política, la T.V., el fútbol, entre otros, con diversidad de puntos de vista.
Dispongo de los verificadores (las hojas con los textos de los talleristas, que
mostraré en la exposición del 30 de junio). En este momento, me gustaría
destacar algunas poemas:
En mi corazón,
Con amor dolor odio
El día a día vivo.
Ingrid Rivas
Marca tangible,
Simplemente única,
El tatuaje.
Julio García
Nada lamento
De mi tiempo perdido
Solo contigo
Alejandro Hernández
Herido
Y sin cabeza
El lápiz sin borra
Ysabel Carrión
Un buen aroma,
No precisamente el tuyo,
Es del café.
Ysabel Carrión
10. Libertad.
Poder escoger
Tu cárcel.
Sol García
Destila olor
El caliente vapor:
Mi taza de té
Sol García
Sabroso café:
El molerlo duele
La negra lo sabe
Alejandro Criollo
Tuve que suspender la exhibición del vídeo “Basho y Kakuki” de Luis Alberto
Spinetta por una falla en la conexión de internet.
Sustituí esta actividad por la promoción del libro “Poesía Experimental” del poeta
mexicano José Juan Tablada, precursor del haiku en Hispanoamérica.