2. Julia de Burgos
Edgar Martínez Masdeu es uno de los críticos que mas ha
trabajado en la recopilación y estudio de la vida y obra de
Julia de Burgos y expone los siguientes comentarios en la
Revista “A Propósito” de la Universidad Interamericana,
Recinto Ponce.
Reconoce que la obra de Julia de burgos esta marcada por unas
constantes- la búsqueda y afán del amor, la preocupación o
conciencia social, la pureza interior y la muerte- hay unas
variaciones de intensidad en distintos momentos marcados por
los traumáticos acontecimientos personales que atravesó.
Por ello, para efectos de su estudio, ha dividido el proceso
creativo de Julia en cuatro etapas que corresponden a su
movilidad biográfica en tiempo y espacio. Estas son: quot;Puerto Rico
o la búsqueda afanosa (1914-1940); Reencuentro en Nueva York
(enero a junio de 1942); Cuba o la plenitud (junio de 1940 a junio
de 1942); y Nueva York otra vez o el descenso a las tinieblas
(1942-1953).quot;
3. Julia de Burgos
Para los „40 su personalidad poética ya había
alcanzado su culminación y es tabla salvadora a la
que se aferra continuamente. Produce poco (catorce
poemas conocidos), pero quot;en esa luz de poesía salva
su esencia vital, y queda finalmente quot;redimida en sus
versos“ dice Martínez Masdeu.
“Dentro de un marco de desgracias sucesivas que se
describen de esta etapa signada por desórdenes
emocionales, alcoholismo e inestabilidad laboral,
Martínez Masdeu pretende ampliar: que en esta
etapa Julia deseaba reorganizar y estabilizar su vida
íntima y que hace unos fuertes intentos de superación
hacia la búsqueda de nuevos horizontes.”
4. Julia de Burgos
Martínez Masdeu dice que en sus cartas, se encuentra a
una Julia que no cae en la trivialidad, si no que son noticias
de su cotidianidad que nacen, tal vez, de la necesidad de
compartir la alegría de un nuevo intento de felicidad y la
esperanza de que perdurara. Sobresale el afán de unirse
con su destinataria, Doña Celestina Nieves de Marín. Son
cartas sencillas con un fuerte tono amoroso que, incluso,
describen un paisaje físico neuyorquino a lo largo del río
que les provee una gran dosis de belleza, una “sensación
de eternidad”.
“Los impulsos vitales y deseos de reafirmación
predominantes en el contenido de estas cartas no tuvieron
en la realidad la permanencia que la poeta aspiraba. No
continuó una producción poética prolífica que ni pudo
regresar a su patria.”, expone Martínez Masdeu en su
estudio.
5. Julia de Burgos
Alinaluz Santiago Torres expone en su tesis sobre
la poesía de Julia Burgos que será un misterio la
amistad que existía entre ella y la muerte.
“Tal vez las uniera la pasión con la cual ambas
asumen su existencia. La muerte es una apasionada
de la vida al punto de absorberla hasta eternizarla.
Esa pasión desenfrenada que nos lleva hasta las
últimas consecuencias, es poesía. Los poemas de
Julia de Burgos son la fuga apasionada de ese
desenfreno vital que se trasluce en un amor por los
sueños de un pueblo, de una familia, de una
naturaleza, de una mujer. De ahí que sus metáforas
sean los devenires de una vidente que sólo permitirá
que la nombren: Poeta.”
6. Julia de Burgos
“Ser vidente y estar adelantada a su época no son
sinónimos; la videncia le permite una lucidez con respecto
a su época que exige mayor compromiso con todos los
procesos históricos que le correspondió vivir. Procesos
históricos que están formados por múltiples realidades.
Julia asumió las realidades del margen en que le tocó vivir;
de ahí, vivir como en lucha. Una lucha por hacer
perceptibles esas realidades a los que comparten su
margen. Se engrandece en el margen y desde el margen, a
pesar de la represión a la cual se está expuesta cuando
una pertenece a cierta clase social, a cierto grupo étnico, o
cuando sencillamente se es mujer. Al reconocerse en este
grupo Julia decide vivir en el margen, aunque no al margen
de todo lo que le tocó vivir.”, dice Santiago Torres.
7. Julia de Burgos
“Julia es minoría por las posiciones que asume y por su
actitud hacia la existencia. Estas posiciones se traslucen
en intentos por desmantelar la opresión y la represión que
ejerce lo dominante sobre los márgenes. Estos intentos
son una irrupción en la realidad dominante a través de la
poesía que se plantea como la fuerza de un amor
minoritario que trasciende lo cotidiano y se reconoce
contradictoriamente lúcido. Julia sabe que estos márgenes
están poblados y por eso habló como ellos lo hacían, como
ella lo hacía, haciendo una poesía popular, tan popular que
transgredió los límites de lo comúnmente llamado popular.
A pesar de que en Julia la poesía adquiere un matiz más
ilustrado, sobre todo, en la combinación de las imágenes
poéticas, los temas y la forma de asumir la poesía en
ambas resultan demasiado coincidentes en dos espíritus
tan cercanos en espacio y en tiempo.”, incluye Santiago
Torres.
8. Julia de Burgos
“La poesía es a la vez fuerza de reafirmación y liberación
del margen. Podemos encontrar varias apreciaciones sobre
la poesía de Julia. En unas se establece que es una poesía
demasiado intuitiva, carente de una forma depurada; otras
oscilan entre las que establecen que son poemas de
perfecto balance de fondo y forma, hasta las que los
califican de poemas poco originales, carentes de
vocabulario y un tanto cursis. A esta crítica se suma otra
que pretende ser de corte filosófico, y en la cual el crítico,
partiendo de las ideas que aparecen en algunos poemas
donde Julia deja entrever algún conocimiento sobre
filosofía, llega a valorizar los poemas por la profundidad de
los temas. De la misma manera, otros estudios han
intentado ver los poemas de Julia como documentos por
medio de los cuales se logra el análisis psicoanalítico de la
autora.”, agrega Santiago Torres.
9. Julia de Burgos
“Desterritorializada, por haber sido malamente
legitimizada por su época, Julia busca romper el cerco
que le imponía esa legitimación. No sería esa poetiza
que recoge laudos; no permitiría que le ahogaran sus
significantes en los significados de una época; no
sería la mujer que esa legitimación exigía que fuera.
Vidente al fin, asume la soledad que el margen
elegido le impone, con todas sus contradicciones se
desterritorializa de sus territorios externos e internos,
se descubre múltiple y se proyecta al tiempo en un
devenir poesía que es todo espacio y tiempo.”,
concluye Santiago Torres.
10. Julia de Burgos
Josefina Rivera de Álvarez en su Diccionario de
Literatura Puertorriqueña expone:
“En las esferas capitalinas del mundo de las letras del
país se afirma su prestigio de primerísima voz de
nuestro parnaso femenino y de figura de muy alto
relieve en la historia toda de la lirica puertorriqueña. El
devenir de su existencia individual sembrado en
amarguras y asperezas en pugna con su sensibilidad
de artista y con su entendimiento superior deja en su
ser una cosecha de frustraciones que la impulsan al
alejamiento del suelo natal y el encierro dentro de los
confines angustiados de su propio yo.”
11. Julia de Burgos
“De ella germinan las semillas renovadoras que en el
ambiente literario de Puerto Rico esparció el
atalayismo, el ultimo y mas fecundo de los
movimientos insulares de la vanguardia de
postguerra. Su voz lirica, empero, se alza con acento
personalísimo y sello inconfundible, ajena a escuelas
y movimientos, para reclamar el lugar que le
corresponde en la poesía hispanoamericana
contemporánea de primeros niveles.”
“Los versos de Julia de Burgos representan una
magna peripecia del pensamiento y de la palabra
alada en el desenvolvimiento de las letras de Puerto
Rico.”
12. Julia de Burgos
María Solá expone en su ensayo del libro Homenaje a
Julia de Burgos:
“La escritora Julia de Burgos construyo un conjunto de
textos, tres libros que presentan una hablante lirica, una
voz de mujer que ha venido a construirse en icono de la
mujer puertorriqueña contemporánea.”
“Lo mas interesante del icono literario que forjo Julia de
Burgos es su plurisignificación. Muestra distintas y hasta
contradictorias facetas de una mujer y de la mujer.
Dependiendo del texto que se elija, la hablante lirica puede
ser audaz defensora de la igualdad en libertad, gallarda
enemiga del perjuicio sexista y racista y del sojuzgamiento
de la patria. Puede también ser la exuberante y sensual
enamorada o la mártir de un amor despreciado, mujer al
fin, mujer que renuncia a todo, hasta a su orgullo y
autonomía, en aras de la plenitud de su amor…”
13. Julia de Burgos
Referencias:
http://ponce.inter.edu/vl/revistas/a_proposito/carta.htm
Diccionario de Literatura Puertorriqueña, pg. 257-259,
Tomo Segundo Volumen I
Homenaje A Julia de Burgos, pg.13-22, Ediciones
Mairena.