La importancia que tiene la buena relación entre la familia y la escuela
La formación del estudiante como parte de la función docente.
1. La formación del estudiante
como parte de la función
docente.
M.A.E. Francisco Alonso Esquivel
2. Es indispensable crear un entorno familiar y escolar
para que el niño aprenda sanamente bajo el cuidado
no sólo de sus maestros, sino también de sus padres.
El presente trabajo marca las pautas del entorno que
los educadores deberían tener para el aprendizaje de
sus propias competencias y la transmisión de las
mismas a sus alumnos, y los escenarios que los padres
deberían conformar en el hogar para que el alumno
aprenda dentro de su casa,
3. para que no haya excusa tanto del padre como
del maestro en torno a la educación y
formación del alumno dentro del hogar con las
comodidades y accesorios que los padres
preparan y dentro de su centro de aprendizaje o
escuela por parte de sus maestros.
4. El niño nace libre de ser y pensar
Durante el primer año el niño aprende por su propia
cuenta a través de la imitación y exploración, el niño
nace sin maldad y dispuesto a aprender de todo lo que
se ponga en frente de él.
Es grato ver como los párvulos de 4 años son
enfrentados a la realidad de una educación preescolar
en donde están ávidos de experiencias y aprendizaje;
5. es aquí cuando el educador o educadora debe atender
a la formación del alumno mediante estrategias tales
que le permitan al alumno a esa pequeña edad
aprender cosas nuevas, ya sea con juegos, dinámicas,
cantos, dibujos, y todas las herramientas que el
educador pueda utilizar.
6. Asimismo Briceño Gil Miguel Ángel (2003:210-379)
conviene que “Un sistema que combine la educación
formal con la experiencia práctica y enfatice la
importancia del “aprender haciendo” tendera a crear
una amplia concepción del “conocimiento”. El
conocimiento, en tal concepto, se define no
únicamente para incluir la teoría formal adquirida
mediante el estudio,
7. sino además las destrezas prácticas, la experiencia y la
técnica acumulada en contextos relacionados con el
trabajo.” Y es por ello que el educador debe enseñar
mediante el hacer las cosas, para que produzca un
aprendizaje significativo en el niño, dado que, si se le
explica qué es una fruta, con imágenes o la fruta
misma el niño pueda adquirir el conocimiento de lo
que es.
8. Partiendo del supuesto que en la formación
profesional del educador, adquirirá las competencias
para trabajar con los niños, el docente y el dicente en
la etapa de formación deben expresarse en los mismos
términos para comprender el lenguaje infantil que el
niño tiene y debe adquirir, pero el formador debe
practicar dicho lenguaje en su entorno natural,
9. de aquí que debe hacer sus prácticas profesionales en
los centros educativos de nivel básico para
comprender y vivir ese escenario, que tendrá que
explicar a sus docentes mediante presentaciones de
informes o exposiciones de lo desarrollado en campo,
10. con esto tenemos que Esquivel, Francisco Alonso
(2011: 73-76) remarca qué “esa retroalimentación
debe darse en términos cien por ciento profesionales
en cada una de ellas, cada palabra que expresa el
alumno debe ser con el léxico apropiado de su
especialidad, y el maestro tienen la obligación de ver el
cómo se expresa su alumno, debe corregirlo ya que
eso también es parte de su formación, no es el simple
hecho de tomar una clase, es un todo,
11. una formación integral que va desde el que
investiga y como lo hace, hasta el cómo lo expresa con
todas sus formas.” Y si se requiere pintarse, correr
brincar, gritar, bailar el alumno en su formación de
docente debe hacerlo, pero siempre con la supervisión
de su docente en turno,
12. continua mencionando que “Y es por ello que el
maestro debe poner el ejemplo con su hablar y
conducir en el espacio aula, independientemente de
que en definitiva el maestro sabe más que el alumno,
no basta con tener el conocimiento si no sabe
expresarlo, explicarlo, pero no de manera coloquial
sino en términos profesionales tal que el alumno con
el simple hecho de escucharlo pueda comprender de
que se trata.”
13. Y la importancia de esto es que el niño tiene un
lenguaje limitado por su corta edad, así que debemos
saber del lenguaje que se utiliza tanto en preescolar,
primaria y secundaria, el léxico es diferente por la
misma experiencia y edad del alumno, así que no
podemos pretender que el alumno en su formación no
realice ejercicios didácticos con ese lenguaje.
14. Por otro lado expresa que “El hablar dentro del aula va
más allá de una simple charla explicativa, el alumno
merece que se le trate con respeto, dándole una
cátedra que no sólo implique un discurso vago; el
léxico empleado por su docente debe ser
claro, explícito en términos profesionales ya que de
esa manera él aprenderá como debe dirigirse y
expresarse en un mundo profesional, es triste que
algunos maestros hoy en día utilicen más palabras
coloquiales que profesionales
15. ya que no ayudan a la comprensión lingüística del
alumno.” Y es que el alumno necesita el léxico de la
especialidad y sobre todo del entorno que manejará
en su vida docente y más en la educación básica, ya
que es imposible impartir una clase con terminología
que no es, o va de acuerdo a la edad del niño ya que
no lo comprendería.
16. Moromizato Izu et al (2004:15-40) argumenta que “Es
importante que el niño y la niña desarrolle
competencias, capacidades y actitudes por medio de la
organización de su educación desde los primeros días
de vida.” De aquí que tenemos la responsabilidad de
los padres al introducir en su vida ciertos artículos que
en lugar de ayudar a su conocimiento solo lo
entretengan con sonidos y colores.
17. Los padres son responsables directos de la educación
del niño desde que nace, de aquí que el docente que le
toque en la escuela sólo lo formará durante el periodo
que él mismo niño esté en el aula.
18. No es responsabilidad del docente lo que el niño hace
y aprende en su casa, y es ridículo ver que algunos
infantes mientras salen con sus padres a algún evento
y dicen alguna mala palabra o hacen un mal gesto, los
padres se sobresaltan y replican “hay mijo, ¿en dónde
aprendiste eso?, y frases como “hay que pena” entre
otras, cuando en realidad el niño se expresará tal cual
lo hace en casa y tal cual como lo ve en casa.
19. Las competencias actitudinales las ve y aprende en
casa, y fuera de ella hace alarde de lo que aprende. Es
por esto que el padre debe corregir y educar a su hijo
dentro de casa para que fuera de ella se comporte así
como lo ha aprendido.
En el aula el educador debe corregir también lo que ve
en el alumno y que no es correcto, pero debe
hacérselo notar, ya que el niño no tiene malicia alguna
al nacer, los adultos le enseñamos al niño y el niño
aprende.
20. Arango Luz Gabriela (2006:183-308) “Las
competencias profesionales están delimitadas por
contingencias históricas y culturales” de tal forma que
las reformas educativas deben estar siempre dentro
del contexto actual en un mundo globalizado, así que
estas mismas reformas deben ayudar el educador a
desempeñar y entender mejor sus funciones con las
guías pertinentes que den una visión clara de lo que se
pretende desarrollar a nivel macro, de tal forma que el
docente no este perdido en su entorno y conocimiento
a adquirir y transmitir.
21. E. Edelstein Gloria & Miranda Estela (2008:13-188)
“Los saberes prácticos, resultado de las vivencias
cotidianas, contextualizados, saberes empíricos o de
experiencia. Saberes sobre/acerca de la práctica y los
que se obtienen de la práctica, saber de experiencia,
saberes de integración resultantes de la adaptación
situacional.”
22. Que en el contexto de la educación básica se mezclan
entre las prácticas desarrolladas en casa contra las de
la escuela. De aquí qué esos saberes empíricos son co-
responsabilidad de los padres, ya que el alumno
adquiere saberes fuera de su hogar pero las principales
actitudes y experiencias a etapas tempranas son
íntimamente relacionadas con el entorno que los
padres tengan para con los infantes.
23. No es raro escuchar a padres que culpan a los
maestros por la mala educación y conducta de los
alumnos, pero esa co-responsabilidad no los exime de
la responsabilidad del ser padre, esto es, el docente
tiene al alumno por un periodo de tiempo
determinado en donde el alumno es el centro de su
educación, de su quehacer como docente, ya que todo
gira en torno a él.
24. Y el padre el resto del tiempo en donde no
necesariamente el centro de atención es el niño, sino
más bien los gastos de la casa, pendientes de trabajo,
o actividades ajenas al niño, cuando deberían ser su
centro de atención ya que son su responsabilidad.
25. Conclusión: El alumno es responsabilidad de
todos, tanto del docente que no sólo debe impartirle
la clase sino formarlo, corregir los aspectos negativos
que en él observe, pero también el padre tiene la
responsabilidad de formarlo en el hogar, ya que allí
pasa la mayor parte de su tiempo y vida, así que no es
válido que se trate de eximir de la responsabilidad que
le representa el ser su padre.
26. En ambos casos no es válido reprochar uno a otro la
educación expresada, cada quien en su entorno debe
centrarse en el hijo – alumno para y por el bien de
él, cada uno en su respectivo entorno es responsable.
Por otro lado las reformas educativas deben marcar las
pautas para que los docentes puedan orientar su
quehacer docente y así dar una educación de calidad.
27. Bibliografía:
Arango, Luz G. (2006). Jóvenes en la Universidad: Género, Clase e Identidad
Profesional, Siglo del Hombre, Bogotá, Colombia.
Briceño Gil, Miguel A. (2003). Universidad, Sector Productivo y
Sustentabilidad, Universidad central de Venezuela, Consejo de Desarrollo
Científico y humanístico, Caracas, Venezuela.
Edelstein, Gloria E, et al (2008). Prácticas y residencias:
memoria, experiencia, horizontes II, Brujas, Córdoba, Argentina.
Esquivel, Francisco Alonso (2011). XVIII Congreso internacional de
Investigación Educativa: Las mejores prácticas y los desafíos de la educación
superior, Planeación, educación y asesoría, Tamaulipas, México.
Moromizato Izu, Regina (2004). Propuesta de Intervención educativa para
niños y niñas menores de cuatro años en un contexto urbano-
marginal, Fondo Editorial PUCP, Lima, Perú.