El documento habla sobre la unión íntima que debe haber entre Jesucristo, que es la vid, y los cristianos, que son los sarmientos. Explica que los sarmientos no pueden separarse de la vid si quieren dar frutos y deben mantener una unión continua con Cristo para dar frutos abundantes como la caridad, la alegría, la paz, la paciencia, la comprensión, la fidelidad y el amor.

1. FRUTOS DE LA VID, QUE ES JESUCRISTO.
Queridos amigos: La alegoría de la vid y los sarmientos, que hoy nos propone la
liturgia, nos indica la unión íntima y total que debe haber entre Cristo, que
es la vid, y nosotros, que somos los sarmientos.
El sarmiento no se puede separar en ningún instante de la vid, si no quiere
perecer y dejar de ser. Nuestra unión con Cristo ha de ser continua. No bastan
encuentros esporádicos e intermitentes. Requiere la unión permanente. Es la
única forma de dar frutos variados y en abundancia:
“Quien permanece en mí y Yo en él, ése da fruto abundante”. (Jn 15, 1 -8).
 Frutos de Caridad, que no es sólo la limosna, sino un amor limpio y generoso.
 Frutos de Alegría. Esa alegría, fuente inagotable de gozo y que no está reñida
con el dolor ni con las dificultades de la vida.
 Frutos de Paz, que nos ayudan a superar miedos, ambiciones y dudas.
 Frutos de Paciencia, que es “la ciencia de la paz = paz- ciencia”, y unida a la
esperanza nos llenan de fuerza y de mansedumbre.
 Frutos de Comprensión, que nos facilitan la convivencia y la amistad.
Comprensión acogedora, que mira con buenos ojos y sabe perdonar.
 Frutos de Fidelidad, que tienen que ver con la fe, con la lealtad y con la
responsabilidad. Por eso, el sarmiento se mantiene fiel e íntimamente unido a la
vid. Sabe que sin esa fidelidad, no puede dar fruto.
 Frutos del Amor: “Este es mi mandamiento: que creamos y que amemos”.
(1ª.Jn. 3, 18 – 24).
ORACIÓN.
“Señor: ayúdanos a entender, que unidos a la Vid,
fortalecemos nuestros corazones”.
Gabriel.
5º. Domingo de Pascua. Ciclo. B. Madrid. 3 de Mayo de 2015.