1. EL PASADO DE LA ASTROLOGIA
EL PASADO DE LA ASTROLOGIA
La observación del firmamento es, probablemente, tan antigua con la historia de la
humanidad. El hombre primitivo que vivía en las cavernas conocía las fases de la Luna, el
movimiento diurno del Sol de los elementos luminosos de la bóveda celeste nocturna, tal con
lo demuestran algunos vestigios encontrados en objetos del Paleo tico y Mesolítico europeo
(Marshok, 1964). No obstante, hasta aparición de la escritura no disponemos de una
evidencia clara y fiable de las creencias que ha tenido la humanidad sobre el influjo los
astros.
El interés del hombre por los astros alcanzó, seguramente, uno de sus puntos más álgidos
cuando observó y tomó conciencia de las relaciones entre los ritmos celestes (equinoccios,
solsticios, estaciones, fases lunares, etcétera) con las actividades de supervivencia como la
siembra y la recolección en la agricultura, las mareas en la pesca o la caza.
De ahí que no haya de sorprender que la astrología, cuyo objeto es predecir la influencia de
los astros sobre los asuntos sociales y personales, aparezca en su origen estrechamente
ligada a la astronomía.
Ahora bien, quizás sea interesante ahondar por qué, desde sus orígenes, el hombre quiso
ver y atribuyó formas zoomórficas a las constelaciones. La razón parece encontrarse en la
relación que el hombre mantenía con los animales. En las pinturas rupestres que perduran
en las cavernas el motivo es, casi siempre, el animal. Se ha calculadoque un ochenta por
ciento de estos frescos representan formas animales. Este hecho, prácticamente, nadie lo
atribuye a una fijación de carácter estético sino que, por el contrario, los prehistoriadores
encuentran en estas pinturas una intención religiosa. Asi- mismo, a la habitual colocación de
las pinturas en el fondo de las cavernas puede atribuírsele antes un valor de devoción que
de exposicion. La lógica que probablemente subyace a esta relación se encuentra en la
dependencia del hombre respecto al animal desde el punto de vista de supervivencia. El ser
humano siempre ha demostrar adorar, amar y también temer aquello de lo que depende
física y emocionalmente y aquello que se le enfrenta con inteligencia .
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2. Las figuras de animales que habitaban las bóvedas de las cavernas pasan a habitar la
bóveda celeste cuando el hombre comienza a observar el firmamento. El cielo se puebla de
animales y comienza entonces a ser un zodiaco (término que significa, precisamente, círculo
de anímales). Pero es importante hacer notar que no es la religión en sí sino la que
determina que los fenómenos celestes aparezcan divinizados con titulos en formas
zoomórficas, sino que son las nuevas configuraciones
estelares las que ofrecen a los viejos noumenes la posibilidad de adapta su forma para
transformarse en un león, un toro o un escorpión. En definitiva, se trata de un proceso en
virtud del cual se proyectan en el cielo los asuntos de la vida y, después, éstos se hacen
depender de aquél.
En este sentido es ilustrativo el que la constelación representada pe la cabra, Aries, tome
este nombre porque los antiguos pueblos de pastores, dedicados a la cría de pequeño
ganado, ven en ella probable mente una correspondencia entre el retorno de la primavera, la
transformación de la tierra y la proliferación de rebaños. Piscis acaso se relacione con los
pescadores del Eufrates y el Tigris, quienes habría encontrado correspondencia entre esta
constelación celeste y la época de pesca en los ríos. Acuario, que es representado
inicialmente e Babilonia bajo la forma de un hombre arrodillado volcando el agua de lluvia de

3. una urna, más tarde será el portador del ánfora que trae las inundaciones (la época de
lluvias en Mesopotamia coincidía con el momento en que el Sol se encontraba en Acuario).