1. Necesidad de contar con un diccionario escolar boliviano
Gregorio Callisaya Apaza
Dentro del proceso enseñanza-aprendizaje, la lengua, independientemente de su desarrollo o
institucionalización, al estar vinculada a la cultura y entendiéndose ésta como el ”conjunto de
valores, creencias, tradiciones, instituciones, lenguaje, etc. que elabora y transmite una sociedad
[...]” (Grijalbo: 1986), se convierte en el medio principal, a través del cual se transmiten o
adquieren los conocimientos. Al ser el diccionario un producto lingüístico y cultural, juega un rol
importante en el desarrollo intelectual de las personas, ya que este desarrollo está estrechamente
ligado a la adquisición del léxico de la lengua1
, por lo tanto, el diccionario debe ser considerado
como el instrumento didáctico primordial en las aulas, no sólo de las clases de lengua, sino
también de las otras asignaturas. Pero la falta de trabajos teóricos y prácticos sobre la elaboración
de diccionarios escolares en Bolivia, crea un vacío que se trata de llenar recurriendo a
diccionarios importados, especialmente desde españa, sin examinar el material lexicográfico de
éstos ni comprobar la utilidad de los mismos para nuestros estudiantes2
.
Viendo el lamentable estado en el que se encuentra la lexicografía pedagógica en nuestro país y
ante la fuerte necesidad de contar con trabajos teóricos y prácticos que llenen este vacío, junto a
dos colegas, todos miembros del IBLEL (Instituto Boliviano de Lexicografía y otros Estudios
Lingüísticos)3
, hemos trazado la meta de llevar adelante la elaboración de un diccionario escolar
tomando en cuenta la realidad sociolingüística del país. Esta idea, concebida y madurada a lo
largo de algunos años, surge del interés de ofrecer a los pequeños usuarios un material didáctico,
elaborado desde una concepción más práctica y cercana a ellos, que apoye eficazmente su
formación. El diccionario que proponemos aspira a constituirse en el libro de referencia más
importante para el alumno. Libro al que recurrirá, no sólo para hallar respuesta a las dudas que se
le planteen, sino también para aprender a utilizar con eficacia un lenguaje claro, natural y
adecuado. En los siguientes párrafos expondré, de manera sucinta, las características generales del
diccionario que proponemos.
El objetivo general de los diccionarios escolares se resume en dos palabras ”instrumento
didáctico”. Este carácter bajo, el cual deben ser elaboradas todas las obras de este tipo4
, obliga a
las empresas editoras y a los autores a ”La consideración de que los diccionarios deben tener
como principal objetivo satisfacer las necesidades de los usuarios [...]” (Garriga: 1999). Este
principio ha llevado a la reflexión de que no todos los diccionarios son iguales, porque las
necesidades de los usuarios están condicionadas, no sólo por la edad, sino también por las
reformas introducidas en los sistemas educativos5
. Los bolivianos ya no podemos seguir
1 Si consideramos que los dos objetivos más importantes en la enseñanza de cualquier lengua son: conocer
el significado exacto de las palabras y tener una ortografía correcta, entonces, el diccionario es la
herramienta perfecta para alcanzar estos objetivos.
2 El sistema educativo, los planes de estudio y la realidad sociolingüística, no sólo de España, sino también
de otros países de Latinoamérica no son iguales a los nuestros.
3 Institución que desde hace 7 años viene realizando trabajos de investigación, especialmente en el campo
de la lexicografía, dirigidos a mejorar la educación de nuestros jóvenes. Esta institución ya ha organizado
algunos seminarios sobre temas lexicológicos, tanto teóricos como prácticos.
4 Sobre el anális de este tipo de diccionarios, véase Hernández (1989), Ávila Martín (1997), Battenburg
(1991).
5 Sobre el uso de los diccionarios en el aula, véase Maldonado (1998).
2. conformándonos con los diccionarios generales y comunes para todos los usuarios, porque los
diccionarios no son para toda la vida ni sirven para todos; debemos reflexionar, seriamente, sobre
lo que deben ser éstos, cómo deben ser, qué material deben contener y a quiénes deben servir. Y a
partir de estas reflexiones, tenemos que empezar a elaborar diccionarios según los nuevos
criterios y principios pedagógicos y educativos que plantea la lexicografía escolar en el mundo.
Los criterios expuestos anteriormente nos han llevado a determinar los requisitos que debe
cumplir la información contenida en el diccionario que proponemos: claridad, precisión y
estímulo.
a) a) claridad: los diccionarios destinados al público escolar no pueden
seguir siendo aquellas listas de palabras con sus definiciones y
explicaciones extensas y poco claras, sino que deben ser libros en los
que la información ofrecida aporte seguridad al usuario a la hora de
interpretar y utilizar la lengua.
b) precisión: en cuanto que las definiciones deben ser expuestas con el
rigor necesario, en un lenguaje simple y fácil de entender, para que
satisfaga las necesidades del público al que va dirigido. Por lo tanto, es
imprescindible desterrar para siempre aquellos diccionarios que plantean
al alumno más dudas de las que tenía antes de consultarlo.
c) estímulo: en cuanto que la información ofrecida en el diccionario debe
incentivar el deseo de conocer el lenguaje e incrementar el hábito de uso
de diccionarios no sólo en la escuela, sino también en la vida diaria.
Atendiendo a estos tres requisitos, los diferentes apartados del diccionario que proponemos
tendrán las siguientes características:
a) documentación: el convencimiento de que un diccionario debe ser de
nueva planta y no la reducción de uno general y la necesidad de
establecer un catálogo del léxico de los estudiantes del ciclo primario de
la enseñanza exigen, considerando siempre las limitaciones económicas
y técnicas que esto implica, la creación de un pequeño corpus léxico
constituido por el léxico que aparece en los libros de texto de los
alumnos, tanto el léxico general de la lengua como el específico de las
distintas materias que se cursan, el vocabulario de uso cotidiano y
palabras de procedencia oral. Para la creación de este corpus se prevén
dos etapas: una preliminar, antes de la conformación del equipo, en la
cual se elaborará una hipótesis de carácter sociolingüístico que guíe la
selección de las fuentes documentales, la metodología de recolección del
material y el procesamiento de éste; y una segunda, en la cual se
conformará el equipo que trabaje en el acopio del material lexicográfico.
b) macroestructura: el propósito de nuestro diccionario es registrar,
obviamente dispuesto según el tradicional orden alfabético y
coordinando con las pautas establecidas en los programas de estudio, el
léxico contenido en los materiales lingüísticos de los correpondientes
textos oficiales y otros materiales de enseñanza que reflejan el lenguaje
culto, literario y técnico propio de la persona escolarizada, el
vocabulario de uso cotidiano y las palabras y expresiones más usuales
del habla coloquial.
c) microestructura: ésta es la parte más importante del diccionario porque
de ésta depende que la obra sea considerada buena o mala. De modo que
a la hora de encarar la redacción del diccionario escolar pondremos
3. especial cuidado en esta parte. El diccionario que proponemos brindará
una precisa y completa información sobre cada palabra: todos los
artículos llevarán la categoría gramatical; las definiciones, apoyadas por
ejemplos de uso y basadas en un léxico limitado, serán claras y precisas,
redactadas en un metalenguaje de uso cotidiano, evitando estructuras
difíciles que obstruyan la perfecta comprensión de las mismas; se
incluirán, también, observaciones de tipo léxico-semánticas sobre las
palabras definidas (sinónimos y antónimos y familias de palabras) e
informaciones de tipo normativo-gramaticales (recomendaciones de uso,
errores habituales, dudas corrientes, conjugaciones irregulares, etc.) y,
además, se prevé la inclusión de ilustraciones destinadas a facilitar y
complementar el texto.
En definitiva, será un diccionario pensado y elaborado para los niños del ciclo primario. Desde
esta perspectiva ofrecerá amplias y atractivas posibilidades educativas. Concebido bajo estas
directrices, el diccionario que proponemos puede convertirse en una herramienta eficaz, precisa e
imprescindible para el trabajo diario del alumno, y cumplirá en definitiva con ”los requisitos de
didactismo e instrumentalidad que debe poseer cualquier obra de este tipo”(Ezquerra: 1983)6
.
Como síntesis de lo expuesto a lo largo de estas páginas, creemos que la lexicografía pedagógica
en nuestro país debería ser un campo de gran interés para los investigadores. Por nuestra parte,
esperamos publicar periódicamente otros artículos relacionados con la conformación del corpus,
la macroestructura y la microestructura del futuro diccionario escolar.
BIBLIOGRAFÍA
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ALVAR EZQUERRA, Manuel (1993) ”Función del diccionario en la enseñanza de la lengua”, Lingüística
descriptiva, Barcelona, Biblograf.
ALVAR EZQUERRA, Manuel (1993) ”¿Enseñar con un diccionario?”, Lingüística descriptiva, Barcelona,
Biblograf.
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ÁVILA MARTÍN, María del Carmen (1997) Los diccionarios escolares en la enseñanza y aprendizaje de la
lengua materna (sobre los publicados en España entre 1990-1996), Granda.
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español”, en M. Neus Vila, María Ángeles Calero, Rosa M. Mateu, Montse Casanovas, José Luis
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Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
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The University of Birgminham.
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GARRIGA ESCRIBANO, Cecilio (1999) ”Diccionarios didácticos y marcas lexicográficas”, en M. Neus Vila,
María Ángeles Calero, Rosa M. Mateu, Montse Casanovas, José Luis Orduña (eds.), Así son los
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GRIJALBO (1986) Grijalbo Diccionario enciclopédico, Barcelona, Grijalbo S. A.
6 Planteado en su Prólogo al Diccionario esencial de la lengua española.
4. HERNÁNDEZ, Humberto (1989) Los diccionarios de orientación escolar. Contribución al estudio de la
lexicografía, Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
LARA, Luis Fernando HAM CHAMDE, Roberto; GARCÍA HIDALGO, Maria Isabel (1979) Investigaciones
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