2. HISTORIA DE LA ARQUITECTURA
La Historia de la arquitectura es una subdivisión de la Historia del arte
encargada del estudio de la evolución histórica de la arquitectura, sus
principios, ideas y realizaciones.
Esta disciplina, así como cualquier otra forma de conocimiento histórico,
está sujeta a las limitaciones y fortalezas de la historia como ciencia:
existen diversas perspectivas en relación a su estudio, la mayor parte de las
cuales son occidentales.
En la mayoría de los casos -aunque no siempre- los periodos estudiados
corren paralelos a los de la Historia del arte y existen momentos en que las
estéticas se sobreponen o se confunden.
3. Historia de la arquitectura occidental
Las primeras grandes obras de arquitectura remontan a la antigüedad,
pero es posible trazar los orígenes del pensamiento arquitectónico en
periodos prehistóricos, cuando fueron erigidas las primeras construcciones
humanas.
4. Prehistoria
Durante la prehistoria surgen los primeros monumentos y el hombre comienza a
dominar la técnica de trabajar la piedra.
El surgimiento de la arquitectura está asociado a la idea de abrigo. El abrigo,
como construcción predominante en las sociedades primitivas, será el
elemento principal de la organización espacial de diversos pueblos. Este tipo
de construcción puede ser observado aún en sociedades no integradas
totalmente a la civilización occidental, tal como los pueblos amerindios,
africanos y aborígenes, entre otros. La presencia del concepto de abrigo en el
inconsciente colectivo de estos pueblos es tan fuerte que marcará la cultura
de diversas sociedades posteriores: varios teóricos de la arquitectura en
momentos diversos de la historia evocaron el mito de la cabaña primitiva. Este
mito, con variantes según la fuente, postula que el ser humano recibió de los
dioses la sabiduría para la construcción de su abrigo, configurado como una
construcción de madera compuesta por cuatro paredes y un tejado de dos
aguas.
5. Antigüedad
A medida que las comunidades humanas evolucionaban y aumentaban,
presionadas por las amenazas bélicas constantes, la primera modalidad
arquitectónica en desarrollarse fue esencialmente la militar. En ese periodo
surgieron las primeras ciudades cuya configuración estaba limitada por la
existencia de murallas y por la protección de amenazas exteriores.
La segunda tipología desarrollada fue la arquitectura religiosa. La
humanidad se confrontaba con un mundo poblado de dioses vivos, genios
y demonios: un mundo que aún no conocía ninguna objetividad científica.
El modo en que los individuos lidiaban con la transformación de su
ambiente inmediato estaba por entonces muy influenciado por las
creencias religiosas. Muchos aspectos de la vida cotidiana estaban
basados en el respeto o en la adoración a lo divino y lo sobrenatural.
6. Antigüedad clásica
La arquitectura y el urbanismo practicados por los griegos y romanos se
distinguía claramente de la de los egipcios y babilonios en la medida en
que la vida civil pasaba a tener más importancia. La ciudad se convierte
en el elemento principal de la vida política y social de estos pueblos: los
griegos se desarrollaron en ciudades estado y el Imperio romano surgió de
una única ciudad. El arquitecto griego Hipódamo de Mileto es
considerado el primer urbanista de la historia. El ejemplo más conocido de
este tipo de arquitectura corresponde a Apolodoro de Damasco.
7. Edad Media
Los principales hechos que influyeron la producción arquitectónica
medieval fueron el enrarecimiento de la vida en las ciudades (con la
consecuente ruralización y feudalización de Europa) y la hegemonía en
todos los órdenes de la Iglesia Católica. A medida que el poder secular se
sometía al poder papal, pasaba a ser la Iglesia la que aportaba el capital
necesario para el desarrollo de las grandes obras arquitectónicas. La
tecnología del periodo se desarrolló principalmente en la construcción de
las catedrales, estando el conocimiento arquitectónico bajo el control de
los gremios.
8. Edad Moderna
Con el fin de la Edad Media la estructura de poder europea se modifica
radicalmente. Comienzan a surgir los estados nación y, a pesar de la aún
fuerte influencia de la Iglesia Católica, el poder secular vuelve al poder,
especialmente con las crisis recurrentes de la Reforma Protestante.
El Renacimiento abrió la Edad Moderna, rechazando la estética y cultura
medieval y proponiendo una nueva posición del hombre ante el Universo:
el Antropocentrismo frente al Teocentrismo medieval. Antiguos tratados
arquitectónicos romanos son redescubiertos por los nuevos arquitectos,
influenciando profundamente la nueva arquitectura. La relativa libertad
de investigación científica que se obtuvo llevó al avance de las técnicas
constructivas, permitiendo nuevas experiencias y la concepción de nuevos
espacios.
9. Renacimiento
El espíritu renacentista evoca las cualidades intrínsecas del ser humano. La
idea de progreso del hombre - científico, espiritual, social - se hace un
objetivo importante para el periodo. La antigüedad clásica redescubierta
y el humanismo surgen como una guía para la nueva visión de mundo que
se manifiesta en los artistas del periodo.
10. Manierismo
Con la evolución del Renacimiento y el constante estudio y aplicación de los
ideales clásicos, comienza a surgir entre los artistas del periodo un sentimiento
anticlásico, aunque sus obras continuaran siendo en esencia
predominantemente clásicas. En este momento surge el manierismo.
Los arquitectos manieristas (que rigurosamente pueden continuar siendo
llamados renacentistas) se apropian de las formas clásicas pero comienzan a
deconstruir sus ideales. Algunos elementos del manierismo:
son constantes las referencias visuales en espacios internos a los elementos
típicos de la composición de espacios externos: ventanas que se vuelven para
dentro, tratamiento de escaleras externas en alas interiores de edificios, etc.
el ya consagrado dominio de la perspectiva permite experimentos diversos que
huyen al espacio perspectivo de los periodos anteriores.
Miguel Ángel es uno de los arquitectos renacentistas que pueden ser llamados
manieristas.
11. Siglos XVII y XVIII
Los siglos siguientes al Renacimiento asistieron a un proceso cíclico de
constante alejamiento y aproximación del ideario clásico. El Barroco, en un
primer momento, potencia el descontento del Manierismo por las normas
clásicas y propicia la génesis de un tipo de arquitectura inédita, aunque
frecuentemente posea conexiones formales con el pasado. De la misma
forma que el Barroco representó una reacción al Renacimiento, el
Neoclásico, más tarde, constituirá una reacción al Barroco y a la
recuperación del ideario clásico. Este periodo de dos siglos, por lo tanto,
será marcado por un ciclo de dudas y certezas acerca de la validez de las
ideas clásicas.
12. Arquitectura barroca
El Barroco surge en el escenario artístico europeo en dos contextos muy
claros durante el siglo XVII: de entrada había la sensación de que, con el
avance científico representado por el Renacimiento, el Clasicismo,
aunque hubiera ayudado en este progreso, no estaba en condiciones de
ofrecer todas las respuestas necesarias a la dudas del hombre. El Universo
ya no era el mismo, el mundo se había expandido y el individuo quería
experimentar un nuevo tipo de contacto con lo divino y lo metafísico. Las
formas lujuriantes del Barroco, su espacio elíptico, definitivamente
antieuclidiano, fueron una respuesta a estas necesidades.
13. Arquitectura neoclásica
A finales del siglo XVIII e inicios del XIX, Europa asistió a un gran avance
tecnológico, resultado directo de los primeros momentos de la Revolución
industrial y de la cultura de la Ilustración. Fueron descubiertas nuevas
posibilidades constructivas y estructurales, de forma que los antiguos
materiales (cómo la piedra y la madera) pasaron a ser sustituidos
gradualmente por el hormigón (y más tarde por el hormigón armado) y por
el metal
14. Edad Contemporánea
La arquitectura que surge con la Edad Contemporánea irá, en mayor o
menor grado, a reflejar los avances tecnológicos y las paradojas
socioculturales generadas por el advenimiento de la Revolución industrial.
Las ciudades pasan a crecer de modo desconocido anteriormente y
nuevas demandas sociales relativas al control del espacio urbano deben
ser respondidas por el Estado, lo que acabará llevando al surgimiento del
urbanismo como disciplina académica. El papel de la arquitectura (y del
arquitecto) será constantemente cuestionado y nuevos paradigmas
surgen: algunos críticos alegan que surge una crisis en la producción
arquitectónica que permea todo el siglo XIX y solamente será resuelta con
la llegada de la arquitectura moderna.
15. Siglo XIX
Todo el siglo XIX asistirá a una serie de crisis estéticas que se traducen en
los movimientos llamados historicistas: bien por el hecho de que las
innovaciones tecnológicas no encuentren en aquella contemporaneidad
una manifestación formal adecuada, bien por diversas razones culturales y
contextos específicos, los arquitectos del periodo veían en la copia de la
arquitectura del pasado y en el estudio de sus cánones y tratados un
lenguaje estético legítimo.
16. Siglo XX: arquitectura "moderna" y
"contemporánea"
Tras las primeras décadas del siglo XX se hizo muy clara
una distinción entre los arquitectos que estaban más
próximos de las vanguardias artísticas en curso en
Europa y aquellos que practicaban una arquitectura
conectada a la tradición (en general de características
historicistas, típica del eclecticismo). Aunque estas dos
corrientes estuvieran, en un primer momento, llenas de
matices y medios términos, con la actividad
"revolucionaria" propuesta por determinados artistas, y
principalmente con la actuación de los arquitectos
conectados a la fundación de la Bauhaus en Alemania,
con la Vanguardia rusa en la Unión Soviética y con el
nuevo pensamiento arquitectónico propuesto por Frank
Lloyd Wright en los EEUU, la diferencia entre ellas queda
nítida y el debate arquitectónico se transforma, de
hecho, en un escenario poblado de partidos y
movimientos caracterizados.