Este documento discute si la Revolución Mexicana realmente existió o fue más bien una construcción cultural. Algunos historiadores argumentan que la Revolución Mexicana fue mitificada por el cardenismo y que en realidad involucró un proceso de conflicto y movilización masiva debido a lealtades de clase, étnicas, ideológicas y regionales que llevaron a cambios sociopolíticos importantes reflejados en la constitución de 1917. Sin embargo, otros creen que la Revolución Mexicana ha mu
1. EL GEN VIVO DE UN CUERPO MUERTO
Aun que la cuestión se discutió con frecuencia entre 1940 y 1970,
se trata, sin embargo, de una pregunta que cada vez se escucha
menos. Especialmente desde la declinación del PRI y el
empoderamiento del PAN. Cada vez son menos los políticos que
se definen como representantes de la “Revolución”. De hecho
López Portillo se considero el último presidente de esta. La
revolución ha perdido terreno relativo, dado el crecimiento de otras
áreas de investigación: la historia política del periodo de la
post_Independencia; la historia económica del porfiriato; y, sobre
todo historiadores jóvenes, la historia sociocultural de la etapa
posterior a 1940, un periodo de la antigua generación de
historiadores vivió en carne propia (la salud, la sexualidad, el cine,
la” contracultura”)
La revolución mexicana…nunca existió, escribe Macario Schettino,
es una construcción cultural...es producto del cardenismo. Por su
puesto, toda revolución exitosa suele ser mitificada, pero la
mitificación _ que también se ve claramente en el caso, frases, ruso
y chino_ no se descalifica el proceso histórico previo al
“revolucionario”. De hecho el mito político exitoso necesita algo de
verdad para convencer y legitimar. No se puede engañar a todo un
pueblo todo el tiempo, como dijo Lincoln.
Este debate, como muchos otos de esta índole _ ¿fue la revolución
francesa “burguesa”, la revolución industrial verdaderamente
“revolucionaria”?_ los historiadores suelen discrepar por que la
discusión depende solamente de hechos, si no también de
definiciones. Hay consenso en que las revoluciones “grandes” o
“sociales” involucran tanto un proceso de conflicto y movilización
masiva, a raíz de principios contrapuestos, como un desenlace que
conlleva un cambio sociopolítico rápido e importante. La rebelión
Taipíng (1850) o la Violencia Colombiana (1949) exhibe el proceso,
sin desenlace.
Pero si admitimos las revoluciones “burguesas”, “antifeudales”,
“nacionalistas”, etcétera, entonces la mexicana merece pertenecer
al club: primero, por que movilizo a grandes sectores de la
población, a raíz de lealtades clasitas, étnicas, ideológicas,
regionales, generacionales y faccionalistas.
Esta afirmación enfocándome en el último aspecto de la pregunta
quizás es más práctica y relevante. ¿Ha muerto la Revolución
mexicana como proceso de cambio sociopolítico en México? ¿O a
sido relegada al basurero de la historia, para ser rastrillada nada
mas por pepenadores académicos? La revolución involucro tanto
2. cambios informales como cambios formales, evidentes en la
constitución de 1917 (reformas agrarias y laborales,
anticlericalismo, indigenismo, nacionalismo económico).
Elijo 1940 por dos razones. Primero, como otras revoluciones
incluso las socialistas, la mexicana era obra de generación
(1910_1940) que no paro con el fin de guerra civil; hablar de la
revolución sin tomar en cuenta la reforma agraria cardenista o la
expropiación petrolera carece de sentido.