1. La hojita
de los niños
Año XIX • nº 1.186 • 25 de mayo de 2014
¡la buena noticia para todos! • domingo 6º de Pascua
El mEnsajE dE la Palabra dE dios Para Esta sEmana
La invitación del Evangelio de hoy es formar una gran comunidad donde lo que nos
una sea el amor, donde el objetivo sea la construcciónn de un mundo más justo para
todos. Los mandamientos que nos enseña Jesús son para esto, para vivir mejor.
No son un límite o una barrera que no hay que cruzar, son más bien un camino de
amor por recorrer.
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25 de Mayo: un grito de libertad
La independencia es una construcción de cada día. Ubicá cada «pedacito»
en su lugar para leer ocho palabras relacionadas con la libertad.
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2. n aquellos días: Felipe descendió a la ciudad
de Samaría y allí predicaba a Cristo. Al oírlo
y al ver los milagros que hacía, todos recibían unánimemente
las palabras de Felipe. Porque los espíritus impuros, dando
grandes gritos, salían de muchos que estaban poseídos, y
buen número de paralíticos y lisiados quedaron curados. Y
fue grande la alegría de aquella ciudad.
Cuando los Apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que los samaritanos ha-
bían recibido la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos, al llegar,
oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo. Porque todavía no había
descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente estaban bautizados en
el nombre del Señor Jesús. Entonces les impusieron las manos y recibieron el Es-
píritu Santo.
urante la última cena Jesús dijo a los discípulos: Si ustedes me
aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y
él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Ver-
dad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce.
Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en
ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo
ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivi-
rán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en
mí y yo en ustedes. El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que
me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me mani-
festaré a él.
la biblia, el libro de la Palabra de dios
las lECturas dE la misa dEl domingo
PrimEra lECtura
HECHos 8, 5-8. 14-17
EvangElio
juan 14, 15-21
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3. Existen muchas pinturas de la Plaza de la Vic-
toria, actualmente Plaza de Mayo, frente al
Cabildo de Buenos Aires cuando se estaba
formando el primer gobierno patrio. En las
revistas que papá me traía, cuando yo era
chica, al volver de trabajar, aparecía una re-
producción muy cono-
cida, con la gente de
Buenos Aires colonial
fuera del cabildo con pa-
raguas. Lo recuerdo por-
que me llamó la atención
que esperaran bajo la llu-
via las noticias que sal-
drían del Cabildo.
Habían llegado cami-
nando desde lejos, por
calles embarradas.
En un costado del cuadro, había un niño de la
mano de su madre, que seguramente no ten-
dría con quién dejarlo o querría que su hijo
también fuera testigo de ese acontecimiento
histórico que estaban viviendo.
Ese niño tendría la misma edad que yo en ese
momento. Como la imagen era muy pe-
queña, tomé una lupa y miré con atención su
rostro. Sus ojos parecían estar fijos en algo
que pasaba detrás del pintor. Por supuesto,
lo que sucedía yo no lo podía ver, pero co-
mencé a imaginar qué estaría pasando. Me
parecía que apretaba demasiado la mano de
su madre como si tuviera miedo.
¿Sería miedo a alguien o a algo?
¿Estarían llegando soldados para impedir el
primer gobierno patrio? La maestra nunca lo
había contado, pero había muchas cosas que
la maestra no nos contaba. A veces por falta
de tiempo, otras veces porque decía que no
íbamos a entender, y otras veces –me parecía
a mí– se cansaba del es-
fuerzo que le costaba ha-
cernos callar.
Quizás también el niño
estaría viendo unas
nubes grandes y grises.
Una tormenta en 1810 no
era algo insignificante.
Las calles de barro se con-
vertían en intransitables,
la basura y los deshechos
flotaban por todas par-
tes. A mí las tormentas me daban lo mismo,
pero mi mamá, se volvía loca cuando veía que
el cielo se ponía negro y corría a cerrar ven-
tanas y a poner tachos en los lugares por
donde entraba el agua si llovía muy fuerte.
Lo peor era verla correr por la casa contro-
lando el techo por todos lados. Así que sabía
perfectamente cómo era la «cara de miedo a
las tormentas» y, por eso, me pareció que no
era la expresión del niño. Algo más había,
algo más estaba pasando. Miré nuevamente
con la lupa y presté atención a su expresión.
Traté de recrearla en el espejo, pero no lo
logré. Mis expresiones de miedo eran dife-
rentes de las del niño.
Efemérides fantásticas
25 dE mayo dE 1810:
PrimEr gobiErno Patrio
dE maría inés Casalá y juan Carlos Pisano - dibujo dE Hania KollEnbErgEr
Durante nueve domingos, a partir de la efeméride del día, vamos a dejar volar la imaginación. Es decir
que, si bien la efeméride será real, lo que escribiremos será ficción.
Si querés tener los nueve relatos, podés pedirlos a: inescasala@gmail.com
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4. • ¿Te interesás por los aconteci-
mientos que van sucediendo en tu país
y en el país donde vivís?
• ¿Qué sentís ante situaciones nuevas y
que te desafían?
Para pensar y
conversar con los amigos Padre e hijo son iguales.
Llega un momento en que
es difícil distinguir quién es el mayor.
Y ni el microscopio sirve para hacer
un ADN ni el ADN sirve para saberlo.
Entonces intenté otras sensaciones. Y por fin
la encontré: la expresión era de expectativa
ante la llegada de algo nuevo que era bueno.
La expresión del niño era igual a la mía en el
momento que me enteré que iba a tener un
hermanito después de 9 años de ser hija
única.
Me gustaba mucho la sensación de que iba
tener un hermano pero, a la vez, me parecía
que ya nada iba a ser igual.
La familia iba a modificarse, yo iba a perder
muchas cosas, los primeros meses y quizás
hasta los dos años no podríamos salir tanto
a pasear; mi hermano me tocaría las cosas,
mis padres ya no me prestarían atención a
mí sola, y toda la familia vendría a verlo a él,
entre otras cosas.
Sin embargo, también sabía que sería mara-
villoso tener un hermano con quién compar-
tir mi vida.
El niño de la imagen, tomado de la mano de
su mamá, seguramente intuía que estaban
llegando tiempos nuevos, que algo estaba
cambiando para bien, que serían tiempos de
libertad, pero que no se conquistaría fácil-
mente.
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico.No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina.Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires.Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo.Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5.092.508 - 24/4/13
Dirección: P.Aderico Dolzani y Juan Carlos Pisano.Redactores: Inés Casalá y Juan Carlos Pisano.
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento).Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs.As.,Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00 / Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425
E-mail:jcpisano@gmail.com / Impreso en G.S.Gráfica S.R.L.San Luis 540 - B1868ALD Piñeyro,Avellaneda.Correo Argentino
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