El documento habla sobre la ascensión de Jesús al cielo después de su resurrección. Describe cómo Jesús se apareció a sus discípulos durante 40 días y les dio instrucciones antes de subir al cielo. Los discípulos vieron a Jesús elevarse y una nube lo ocultó de su vista. Dos hombres vestidos de blanco les dijeron que Jesús volverá de la misma manera.

1. La hojita
de los niños
Año XIX • nº 1.187 • 1º de junio de 2014
¡la buena noticia para todos! • ascención del señor
El mEnsajE dE
la Palabra dE dios
Para Esta sEmana
Jesús ya no está entre
nosotros de la misma
forma en que estuvo
con sus discípulos, ca-
minando por las calles
o por el campo, pes-
cando con ellos y com-
partiendo la comida.
Sin embargo, podemos
sentir a Jesús vivo
entre nosotros.
Jesús venció a la muer-
te y nos acompaña día
tras día para que nos-
otros también poda-
mos gozar de la pre-
sencia y el amor de
Dios.
Para eso, tenemos que
empezar a vivir en el
amor desde ahora, pa-
ra que nuestro corazón
aprenda a amar como
Jesús nos amó.
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Laberinto bíblico
Entrá al esquema por el cuadradito superior iz-
quierdo, recorré todo el laberinto pasando por
todas las letras en forma horizontal, vertical u
oblícua y salí por el casillero inferior derecho
para leer una frase rela-
cionada con el dibujo
de Patxi Fano, que ilus-
tra esta actividad.
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2. n mi primer Libro, querido Teófilo, me referí a todo lo que hizo y en-
señó Jesús, desde el comienzo, hasta el día en que subió al cielo, des-
pués de haber dado, por medio del Espíritu Santo, sus últimas instrucciones a los
apóstoles que había elegido.
Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas de que
vivía, y durante cuarenta días se les apareció y les habló del Reino de Dios.
En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran
de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre:
–La promesa –les dijo–, que yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero
ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días.
Los que estaban reunidos le preguntaron: –Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el
reino de Israel?
Él les respondió: –No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el
Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo
que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Sama-
ría, y hasta los confines de la tierra».
Dicho esto, los apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos.
Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les apare-
cieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: –Hombres de Galilea, ¿por qué
siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá
de la misma manera que lo han visto partir.
espués de la resurrección del Señor, los once discípulos fueron a
Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se pos-
traron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo:
–Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, entonces, y hagan que todos
los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré con
ustedes hasta el fin del mundo.
la biblia, el libro de la Palabra de dios
las lECturas dE la misa dEl domingo
PrimEra lECtura
HECHos 1, 1-11
EvangElio
matEo 28, 16-20
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3. n a
os-
os
del
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Durante los veranos, un grupo familiar pa-
saba las vacaciones en una quinta de las
afueras de la ciudad de Moreno, provincia
de Buenos Aires. Los hermanos con sus fa-
milias ocupaban, cada uno, las cinco habi-
taciones de la casa. Desde temprano por la
mañana, los niños se iban despertando en
silencio, salían de la ha-
bitación sin molestar a
sus padres y se iban en-
contrando en la cocina.
La abuela los escuchaba
y se levantaba para pre-
parar el desayuno a los
nietos que, en ocasio-
nes, llegaban a sumar
unos quince niños.
El aroma de las tostadas
y la chocolatada iba des-
pertando a los demás primos. Así, bien
temprano comenzaba el día, que se conti-
nuaba jugando en el arenero y en la pileta,
paseando en bicicleta y con partidos de fút-
bol o voley. Es decir que ya no paraban en
todo el día. No había descanso después de
almorzar porque era más difícil hacerles
dormir la siesta que cuidarlos a esa hora en
que el fuerte sol los mantenía en el fondo
de la quinta jugando con las pelotitas de un
paraíso gigante que eran monedas cuando
jugaban a los negocios, o ingredientes de
pócimas cuando eran brujos, o proyectiles
cuando recreaban batallas.
Los más grandes subían a la casita del
árbol, donde cabían más de ocho primos y
jugaban a las cartas, sin hacer ruido porque
los abuelos dormían.
La hora de la cena era difícil porque ya es-
taban todos cansados: padres y chicos.
Cuando por fin todos se iban a dormir, los
grandes se sentaban a
jugar a las cartas du-
rante un rato más, hasta
que el sueño los empe-
zaba a dominar.
Cierta noche, después
de haber jugado un
buen tiempo, decidie-
ron dar por terminado el
día, y cada uno fue a
prepararse para dormir.
Algunos fueron a termi-
nar de acomodar la cocina mientras otros
iban al baño. Cuando Carlos salió del baño,
ya estaban todas las luces apagadas y, para
no despertar a alguien, empezó a caminar
hacia su habitación en medio de la oscuri-
dad. Al atravesar el comedor, apoyó la
mano en la pared para guiarse y no chocar
con la mesa, cuando sintió que, debajo de
su mano, había otra mano.
La reacción fue inmediata: apretó fuerte-
mente la mano que estaba debajo de la
suya y empezó a gritar.
Pero no fue un grito que se pueda describir
con pocas palabras.
Efemérides fantásticas
1º dE junio dE 1874:
naCimiEnto maCEdonio FErnándEz
dE maría inés Casalá y juan Carlos Pisano - dibujo dE Hania KollEnbErgEr
Durante nueve domingos, a partir de la efeméride del día, vamos a dejar volar la imaginación. Es decir
que, si bien la efeméride será real, lo que escribiremos será ficción.
Si querés tener los nueve relatos, podés pedirlos a: inescasala@gmail.com
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4. • ¿De qué tipo fue la broma hecha a Carlos?
• ¿Qué clase de bromas te gusta hacer?
• ¿Te reís con el otro o del otro?
Para pensar y
conversar con los amigos
Bebéhojita es tan inocente
que no piensa que el tigre
se lo quiere comer…
Cree que desea retenerlo porque
no le gustan las despedidas.
El grito salió como la lava volcánica que una
vez enfriada se endurece: fue un grito só-
lido. Tan fuerte fue que, al día siguiente, los
vecinos que vivían a casi media cuadra pre-
guntaron si habían escuchado el grito noc-
turno.
El resto de la familia se despertó, corrió al
comedor y prendió la luz. Encontraron a Car-
los pálido, pero el que estaba peor era su cu-
ñado. Al ir a apagar la luz, había notado que
Carlos todavía estaba en el baño y aprove-
chó para hacerle una broma. Por eso se es-
condió y apoyó su mano en la pared para
que Carlos la tocara en la oscuridad. Pero
con semejante grito, él mismo resultó ser el
más asustado, y el corazón le palpitaba con
mucha fuerza. Tuvieron que atenderlo a él
ya que no podía sostenerse de pie porque le
temblaban las piernas.
A esta anécdota real, la recordé cuando
pensé en Macedonio Fernández, un autor
argentino que escribió mucho acerca de
chistes y anécdotas para hacer reír.
Se preguntaba si algo era chiste o no era y
hacía una diferencia entre un chiste dudoso
y un chiste cierto. Podríamos pensar lo
mismo cuando hacemos una broma. ¿Será
una broma? ¿Será cierta o dudosa?
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico.No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina.Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires.Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo.Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5.092.508 - 24/4/13
Dirección: P.Aderico Dolzani y Juan Carlos Pisano.Redactores: Inés Casalá y Juan Carlos Pisano.
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento).Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs.As.,Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00 / Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425
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