4. “Vocación” proviene de una
palabra latina:
“Vocatio”, que significa:
“Llamado”.
Esta acción supone dos sujetos:
1. Alguien que llama.
2. Alguien que responde.
5. Gen 1, 26 - ss
Creado por Dios a su imagen y semejanza,
el hombre es “llamado” por Dios para ser
su lugarteniente… asociado a la misión
de conservar y regir el mundo…
6. Distintas Vocaciones:
1. Vocación a la vida: Hemos sido creados.
2. Vocación a la vida en plenitud: Vida cristiana (salvación).
La Salvación de Dios, en Jesucristo, nos llega siempre a
través de un pueblo, heredero de la Promesa (Israel),
de una comunidad (la Iglesia), y de una actitud de
apertura hacia los demás (servicio).
Vocaciones Particulares y Específicas:
1. Vocación al Celibato: Vida de Solteros.
2. Vocación al Matrimonio: Vida de los casados.
3. Vocación Consagrada: Sacerdocio, Religiosas, etc.
8. Dios llama, Dios elige. Por lo tanto, en el
origen de toda vocación hay una elección
y una voluntad divina a realizar.
Dios llama a algunos de una manera
directa y personal, a otros a través de
personas que emplea como
instrumentos (sacerdotes, catequistas,
familiares, amigos, etc.) y a otros les
llama a través de acontecimientos o
circunstancias diversas en la vida y en la
historia personal de cada uno.
9. ¿Y por qué nos ha llamado Dios?
- ¿Por nuestros méritos?
- ¿Por nuestras cualidades humanas?
Todo, realmente, es solo fruto de su
bondad y de su Amor.
10. Dios nos buscó, y nosotros nos dejamos encontrar.
Dios nos ha elegido para:
• Vivir en el Amor.
• Para vivir como hijos de Dios.
• Para ser su Pueblo.
• Para recibir, vivir y proclamar
a todo el mundo la Buena Nueva.
• Para ser luz, sal y fermento.
11. Por todo esto, podemos decir que la
vida cristiana es una vocación nacida,
guiada y alimentada en el Espíritu.
La vocación a ser catequista es un
modo específico de vivir y ejercer
nuestra vocación cristiana.
13. Como Cristo es reflejo del Padre, todo
cristiano, y de manera particular, los
catequistas, somos llamados a reproducir el
rostro de Cristo. Así como Jesús fue enviado
por su Padre, los apóstoles fueron enviados
por Jesús a continuar la Misión que le fue
confiada por Dios:
Hacer presente el Reino de Dios
en este mundo…
¡Esta es, también, nuestra misión!
14. El catequista, enviado por Dios, comparte la
misión de Jesús y participa de su destino.
El catequista es un discípulo, alguien que ha
escuchado y respondido a la llamada de Jesús
y le sigue. El discípulo recibe una enseñanza
especial que le lleva a comprender los
misterios del Reino de Dios, y conforma su
propia vida con la de Jesús, comparte su
misión y participa de su destino.
15. El catequista, enviado por la Iglesia, sirve y
anuncia la Palabra.
El catequista sirve y anuncia. Por un lado, está
“entroncado” en una tradición viva que le ha
precedido; por otro, está “insertado” en una
comunidad concreta y, como miembro activo de
ella, desarrolla una acción eclesial, fundamental
para la Iglesia en los distintos campos del
apostolado profético.
18. V
O
C
A
C
I
Ó
N
DIOS HOMBRE
E L I G E
E N V Í A
Vivir a imagen de Cristo:
- Vivir en el amor
- Como hijos de Dios
- Ser su pueblo
- Recibir, vivir y anunciar la
Buena Nueva
- Ser luz, sal y fermento
Enviado por Dios:
- Comparte su Misión
- Participa de su destino
Enviado por la Iglesia:
- Sirve y anuncia la Palabra
Enviado por la Comunidad:
- Es testigo de la Palabra