2. En los últimos meses del embarazo, el bebé ya puede chupar su dedo,
le da hipo y percibe los cambios del exterior, por lo que es el mejor
momento para estimularlo.
La estimulación prenatal durante el 3°
trimestre de embarazo ayuda al bebé
a comunicarse con su familia, enfocar
su atención e identificar y discriminar
voces y sonidos provenientes tanto
del vientre materno como del exterior.
Esto lo ayudará a afianzar cada vez
más el vínculo afectivo con sus
padres, sus hermanos, si los hay, y
en general con el grupo familiar antes
de nacer.
De a poco entenderá que estos
sonidos tienen significado y pueden
ser usados para comunicarse.
3. 1. Estimulación del centro de
equilibrio
Esta estimulación se realiza a través de las diferentes posiciones que toma la
madre durante el embarazo en su vida normal o mediante ejercicios físicos
(es importante que éstos siempre estén apoyados por una respiración
adecuada).
El feto, dentro del útero, se informa de su posición, recepcionando si la
madre se encuentra de pie o en una postura que afecte su equilibrio
intrauterino, logrando así desarrollar su centro de equilibrio y poniéndolo en
alerta.
4. 2. Estimulación del tacto
Apreta por 5 segundos tu abdomen
desde la cadera hacia el ombligo,
suéltalo y vuelve a repetir el
ejercicio. Frota o acaricia tu
"guatita" con las yemas de los
dedos en forma circular y dile a tu
bebé: "te estoy acariciando".
Da sobre el abdomen palmadas
suaves, primero a un lado luego al
otro, después arriba y por último
abajo.
5. 3. Estimulación del oído, su futuro
vocabulario y el sentido de
ubicación
Esto lo lograrás con el simple hecho de que cada vez que vayas a hacer
algo, se lo comuniques al bebé, para que ambos obtengan el mejor
provecho de ese momento. Indica al bebé con palabras la acción a realizar.
Puedes elegir una canción para cada uno de estos momentos y cantarsela o
ponerla en la radio, aprovecha de moverte rítmicamente al son de la canción
que escuchas, bien sea cumbia, salsa, vals, etc.
Además es bueno narrarle cuentos y recitarle poesías. Para que reconozca
la voz del papá, los hermanos, abuelos y tíos es fundamental que ellos
hablen con él.
6. 4. Estimulación del vínculo
1. Se debe realizar la técnica de
relajación.
2. Utilizar ropa cómoda.
3. Escoger un lugar de tu casa
con iluminación tenue.
4. Música suave.
5. Te ubicas en una posición agradable
(sentada). Cierras los ojos, comienzas
a inhalar lenta y profundamente, luego
exhalas, concentrándote sólo en sentir
la música que te relaja.
6. Tensas tus músculos mientras
inhalas y los sueltas cuando exhalas,
primero con los pies, haciéndote
consciente de ellos, sigues con las
piernas, el abdomen, los brazos, las
manos, los hombros, hasta llegar a la
cabeza.
7. Ahí te centras en los párpados, la
boca y la mandíbula, también los
tensas al ritmo de la respiración.
8. Durante todo el ejercicio debes
acariciar tu vientre haciendo
movimientos circulares
9. En el tercer trimestre debes acariciar
la zona de tu vientre donde sientas que
está la espalda de tu hijo.
10. En este momento le dices que lo
amas y le envías muchos pensamientos
positivos. Le cuentas que sientes temor o
ansiedad por su llegada, pero que al
mismo tiempo estás feliz.
7. 5. Estimulando el lazo entre padre
e hijo
Como el embarazo es una tarea compartida entre ambos padres, una
muy buena forma para que el padre estimule a su hijo es dando
suaves golpecitos sobre el abdomen de mamá, hablándole a su hijo
con la cara pegada al vientre, diciéndole que lo ama y que ambos
están felices por su llegada. El bebé responderá dando pataditas
desde adentro, aprenderá a reconocer la voz de su papá y a jugar con
él.
Al igual que en el segundo trimestre, deben continuar cantándole,
poniendo música que le guste y narrándole cuentos.
8. 6. Estimulación de la visión
Descubre tu vientre frente a una fuente de luz
artificial o la ventana durante un día
soleado. Cuando la guatita esté descubierta
cuéntale que se trata de luz o de día si así lo
prefieres: “hijo, esta es la luz del día”. En
tanto, cuando cubras el vientre dile que se
trata de oscuridad o de la noche: “bebé, esta
es la oscuridad” o “hijo, esta es la noche”.
Recuerda que puedes llamarlo por su nombre
en caso que ya lo tengas decidido, o también
por un apelativo amoroso con que lo hayas
identificado durante todo el embarazo.
Nuevamente con tu vientre descubierto, ubica
una fuente de luz enfrente –como una
lámpara o una linterna de potencia media- y
muévela lentamente en distintos sentidos, de
izquierda a derecha, de arriba abajo y en
círculos, según tu preferencia. De este modo,
tu bebé dentro del vientre podrá seguir la
fuente de luz, centrando su atención en ella.